El destino que no soñé

By Javiwiwi

565K 56.4K 21.6K

Finalista de The Wattys 2021. Camile está segura de que no puede ser más feliz de lo que es ahora. Camile ti... More

Antes de leer
Reparto
00
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52F
Epílogo

Capítulo 06

10K 1.1K 430
By Javiwiwi

La velada continuó de lo más relajada para todos, pero yo no podía dejar de pensar en la oferta de trabajo que me había ofrecido Cedric Brackley en su empresa, aunque la inquietud dentro de mi estómago a causa de la seriedad de Stefan me tenía algo incómoda y sin ganas de hablar en frente de él acerca de aquello.

Luego de la cena extravagante y costosa; decidimos salir a la terraza, en realidad, Cedric y Jane insistieron en que nos quedáramos para seguir charlando y bebiendo unas copas de vino carísimo.

La terraza tenía una decoración genial, todo estaba tan bien ubicado que apenas parecía un hogar, sólo parecía un hogar piloto a donde las personas van a ver lo linda que podrían ser sus vidas en un sitio como ese.

Vi a Jared sentarse junto a su novia en un sofá, luego Tara se integró junto a ellos y sin demorarse demasiado, Tara con su peculiar actitud nos invitó a unirnos junto a ellos mientras Gareth, Cedric y Jane se encontraban al otro extremo con copas en sus manos y riendo de la conversación que parecía interesante.

—¿Cómo es que reconociste de inmediato a Stefan de California? —Le preguntó Emma a Jared en un tono de voz que todos alcanzamos a oír.

—Sólo su rostro me pareció conocido —contestó Jared con insignificancia, luego alzó la mirada para fijarla en Stefan —California es un gran lugar, ¿no?

—Claro que sí, es divertido —contestó Stefan.

—¿Tú has ido, Camile? —me preguntó Emma fijando su clara mirada en la mía.

—No, Inglaterra es mi primer viaje.

Ella sonrió frunciendo el ceño y luego volvió la mirada hacia mi novio.

—Y la invitaste tú —le dijo.

—Sí, hace muchísimo tiempo que Camile quería viajar.

—¡Qué lindo novio! —Tara alzó la voz.

De pronto me sentí algo incómoda, pues estaban alardeando acerca de los viajes que habían hecho y yo no podía contar demasiado mis experiencias pues no había viajado antes a otro país, no era tan fácil como para ellos. Y veían a Stefan como un "héroe" por sacarme del país en el que me encontraba para cumplirme un "sueño". Sólo acepté porque quería viajar, pero con él o sin él podría haber viajado tarde o temprano, no lo necesitaba para eso.

Por supuesto me quedé en silencio respecto a mis sentimientos independientes que me había criado papá para que no se tornara una conversación tensa.

—¿Extrañas a tus padres, Camile? —me preguntó la hermana de Jared, la miré por unos segundos y de pronto sentí todas las miradas puestas en mí.

—A toda mi familia, en realidad —contesté.

—Pero es bueno que hayas viajado tan joven a otro país para independizarte junto a tu novio, ya pronto dejarás de extrañar todo lo que has dejado atrás —opinó Emma con aires de sabionda.

—No me criaron para dejarlos atrás; esto es sólo un viaje que quería hacer, pero si quiero regresar, no tengo ningún problema con hacerlo —la miré.

Jared me observó con gracia en sus ojos y luego miró a su novia quien tenía una expresión de pocos amigos.

—Iré al baño —expresé —¿dónde se encuentra?

—Por el pasillo a la izquierda —contestó Tara.

Asentí.

Me puse de pie y ninguno me ayudó a llegar hasta el baño. La casa era enorme y tenía alrededor de cinco pasillos diferentes, así que con paciencia me dispuse a caminar y a abrir puerta por puerta. Ni siquiera tenía ganas de orinar, sólo de un momento a otro me había sentido ajena a la conversación que estaban teniendo.

Iba por la quinta puerta que abría, encendí la luz y de inmediato supe que no era el baño. Era una habitación con paredes blancas y llena de cuadros; de música, de guitarras, de accesorios musicales. Todo demasiado ordenado. Había un piano, una batería, guitarra eléctrica y hasta acústica. Me quedé anonadada mirando la habitación y casi encantada, pues quería meterme a tocar todo lo que había, pero rápidamente pensé en la imprudencia que sería hacerlo.

Caminé sólo un par de pasos hasta estar adentro y me quedé fijamente mirando una repisa llena de libros de música, discos y demás.

—Este no es el baño —escuché su voz detrás de mí.

Tuve que cubrir mi boca para no gritar del susto. Volteé a mirarlo y sentí como el rubor llegó a mis mejillas.

—Lo lamento —solté —, es que hay muchísimos pasillos y no sé dónde está el bendito baño.

Caminé en silencio hasta su dirección y cuando iba a salir de ahí, él habló.

—Es mi sala de música, cuando estaba terminando la escuela y también comenzando la universidad pasaba muchísimo tiempo aquí —me contó.

—Es... sorprendente —dije, él sonrió mirándome.

—Tu novio no parecía demasiado feliz cuando mi padre te ofreció un puesto de trabajo —me observó.

—No es que no haya estado feliz —intenté defenderlo —. Es sólo que no conoce muy bien la empresa... Se preocupa, claro, se preocupa por mí.

Jared alzó sus cejas incrédulo.

—Mi padre es un buen hombre.

—Lo sé.

—Te ves bien hoy —soltó. Algo se revolvió dentro de mi estómago.

—Gracias por notarlo, no todos los días luzco bien —sonreí con ironía.

—Lo sé, te he visto en otras ocasiones —rio.

—Bueno... voy al baño —expresé.

Él asintió silencioso y me guio hasta que me dejó afuera del baño, sólo me regaló una sonrisa tranquila y se marchó del pasillo.

Cuando estuve de vuelta en la terraza, Cedric me llamó. Sólo Jane y él estaban ahí. Gareth estaba conversando con Stefan y los demás. Por supuesto me dirigí hasta los padres Brackley y me detuve en frente de ellos.

—¿Realmente te parece una buena idea trabajar con nosotros? —me preguntó Cedric Brackley mirándome a los ojos.

—Si, por supuesto. Me sirve para practicar y aprender.

—Podríamos agendar una reunión, así hablamos con más calma acerca del tema, en donde podríamos ubicarte en nuestra empresa, remuneración, entre otras cosas —me dijo.

—Me parece perfecto —le sonreí.

—¿Qué días tienes libres, querida? —me preguntó Jane con una sonrisa amable.

—miércoles y jueves por la mañana.

—Entonces anota en tu agenda que el miércoles a las 9:00AM debes estar en la empresa para que conversemos.

—Ahí estaré —asentí sonriente.

Estaba tan feliz que quería brincar de la emoción, pero por supuesto debía mantener la compostura; me acerqué a Stefan y a su padre luego de conversar con los Brackley y Stefan me observó por unos segundos.

—¿De qué hablaban? —preguntó.

—Quieren que vaya el miércoles por la mañana a un tipo de "entrevista de trabajo" —le conté con felicidad en el rostro, él lo sabía, pues me conocía absolutamente.

—¿Irás?

—Por supuesto que tiene que ir —intervino Gareth —. Es una oportunidad que no puede perder ¿no crees?

—Claro, pero ni siquiera llevamos un mes en la ciudad y ya está haciendo planes demasiado serios para su vida ¿no lo crees, Camile?

—No lo creo —contesté —, me encantaría trabajar junto a ellos. Además, ¿qué podría salir mal? Sabes que soy muy entusiasta con estas cosas.

—Lo sé, pero ¿Coffee and Books?

—Ni siquiera sé los términos que pondrá Cedric Brackley para que trabaje junto a ellos, así que simplemente me tomaré las cosas con calma —sonreí.

Él asintió silencioso y apenas pude notar alegría en sus facciones ¿qué le pasaba? Se supone que debería estar feliz por mí.

Jared Brackley

La cena terminó a una hora prudente como para volver a casa y dormir, pero Emma no tenía demasiadas ganas de dormir, sino que de hablar muchísimo de todas las personas con las que habíamos estado compartiendo. Yo no quería hablar del tema, pues ver a Camile me había apretado el estómago porque, además, vestía un vestido burdeo acorde a su color de piel y a su cuerpo. Nunca había visto a una mujer lucir tan sencilla y a la vez tan hermosa.

—¿No crees que ese Stefan Philips es mucho para una chica como su novia? —me preguntó Emma mientras se quitaba el vestido frente al espejo.

—¿Por qué?

Me quité los zapatos y luego comencé a desabrochar mi camisa.

—No lo sé, piénsalo —opinó —. Es un chico con dinero, ha viajado muchísimo y también estudia una carrera que le servirá para su vida. Y Camile parece ser de otra clase social, como si no encajara con él.

—Yo creo que no se trata de las clases sociales, Emma —lancé la camisa al canasto de la ropa sucia.

—Pues yo creo que hay ciertos límites.

—Camile me parece una chica que sabe lo que quiere —dije y ella frunció el ceño mirándome a los ojos. —Sólo piénsalo un poco más, ella vino aquí con el objetivo de estudiar y trabajar por su futuro. Además, no creo que necesite a su novio para realizar todo lo que ella quiere.

—Pero si necesita su dinero —rodó los ojos y comenzó a meter su cuerpo dentro del pijama.

—No seas tan básica para pensar, por favor. Si fuese así, ella no estaría trabajando en una cafetería ni tampoco hubiese aceptado la oferta de trabajo de mi padre.

—¡Eso es otra cosa! —exclamó ella. —¿Cómo es que tu padre le ofrece trabajo sin conocerla?

—Mi padre tiene muy buen ojo con sus trabajadores, jamás se equivoca.

—Me parece una persona interesada en el dinero, nada más.

—Para cumplir sus sueños, por supuesto que necesita dinero —expresé —Y ella no se lo está quitando a nadie. Trabaja, estudia e incluso busca oportunidades nuevas con el trabajo que le ofrecerá mi padre.

—Eres demasiado ingenuo, Jared.

—Y a ti ya se te zafó un tornillo —sonreí. —Ya duérmete.

Ella me abrazó por debajo de las sabanas y rápidamente se quedó dormida. No pasó demasiado rato desde que intentaba quedarme dormido cuando la pantalla de mi móvil se iluminó por un mensaje. Emma ya estaba dándome la espalda en la cama, así que tomé el móvil y miré el mensaje. Era Camile.

Camile: No sé cómo agradecer la oportunidad que me está dando tu padre

Camile: Si puedes hacerle saber que estoy muy feliz con esto, te lo agradecería

Jared: Mi padre siempre tiene buen ojo escogiendo a sus trabajadores, te irá bien

Camile: Gracias

Jared: ¿Stefan ya se alegró por ti?

Camile: Mmm creo que sí.

Jared: ¿Creo?

Camile: No hablaré de mis problemas emocionales contigo, ni siquiera somos amigos

Jared: Podríamos serlo

Camile: Al menos a mis padres les encantó la idea, también a mis hermanos

Camile: Confían muchísimo en mí

Jared: También es importante que estés con alguien que apoye tus decisiones o lo que te hace bien ¿no?

Camile: Él sólo piensa que es demasiado rápido, no llevamos ni siquiera un mes en la ciudad

Jared: Si a él se le hubiese dado la oportunidad de desempeñar su carrera en una empresa exitosa, créeme que no la hubiese dejado pasar

Camile: No lo conoces

Jared: Sólo sé que la vida es corta Camile. Nadie está dispuesto a perder oportunidades y por supuesto que nadie puede meterse en tu vida para hacer que pierdas oportunidades

Jared: No sé si me explico

Camile: Te explicas bien, pero él jamás me haría perder una oportunidad

Jared: Eso espero

Camile: ¿Por qué te preocupas tanto?

Jared: No me preocupo tanto, sólo no me gusta que las personas sientan poder sobre otras simplemente porque están en una relación

Camile: Stefan no es así, Jared

Jared: Lamento si te molesta mi actitud, sólo soy muy observador con las personas

Camile: Pues te reto a observar mejor

Jared: Lo haré

Camile: Hace unos días me preguntaste por qué no te había dicho que tenía novio

Camile: ¿Por qué no lo hiciste tú?

Me quedé sin saber qué responder por unos segundos. Supongo que nadie va por la vida diciendo que está en una relación o no, sólo la gente se entera y ya, pero no sabía por qué esa vez sentí la necesidad de tener una excusa de parte de ella diciéndome por qué no me había contado acerca de su novio, y ahora yo sentía la necesidad de excusarme, pero ¿por qué?

Jared: Supongo que las personas se enteran y ya

Jared: Además, no nos conocemos lo suficiente como para contarte cosas acerca de mi vida

Camile: Lo mismo digo

Jared: Sólo estoy muy acostumbrado a reservar todo lo que tenga que ver con mi vida

Camile: No todos son malas personas

Jared: Ni todos son buenas personas

Camile: Tienes razón, mi hermana me lo repite seguido

Jared: ¿Por qué?

Camile: Cree que pienso que todas las personas son buenas y no es así

Jared: Tal vez tiene razón. Es bueno ser reservado con algunos temas o simplemente mantener a raya a los que no conoces lo suficiente

Camile: Te mantendré a raya entonces

Jared: Deberías

Camile: Está bien, me voy a dormir ¡Buenas noches!

Jared: Buenas noches

——

A la mañana siguiente me encontré con Nate en la universidad para conversar acerca del documento que estábamos escribiendo para nuestro trabajo de título, bebimos un par de cafés y luego me fui a la empresa para encontrarme con mi padre, según él, debíamos hablar de algo importante.

Le pedí a la recepcionista que avisara que había llegado y de inmediato subí a la oficina, saludé a los presentes y luego atravesé la puerta de madera que me llevaba hasta donde papá.

—Buenos días —sonrió mi padre, me abrazó y luego caminó hasta su asiento —¿Cómo te fue hoy en la Universidad?

—No tengo muchas clases, hoy sólo me encontré con Nate para hablar del trabajo.

—Genial, ¿tienes libre el miércoles por la mañana?

—Si ¿por qué?

—Es que vendrá Camile Rooney —dijo mirando el nombre en su móvil —, necesito que la entrevistes, que desayunen juntos, no lo sé. Me ha salido una reunión de último minuto y no puedo atenderla yo.

—¿Quieres que me haga cargo de contratar a una persona? —alcé la voz, él me observó y asintió lentamente.

—No creo que te consideres incapaz para hacerlo —rodó los ojos.

—Soy capaz, sí, pero... ¿Y si no es buena al final?

—Estoy seguro que lo es ¿puedes o no? —preguntó finalmente —Sino tendré que decirle a Fred y no creo que sea agradable, no lo es con nadie.

—Está bien, yo lo haré, no te preocupes.

—A las 9:00AM llegará Camile, no la asustes —me señaló con su dedo índice.

—Lo intentaré.

Durante esos días no me dirigí a C&B ni tampoco mensajeé con Camile, preparé una entrevista relajada para ella y el día miércoles llegué temprano a la empresa para esperarla.

A las 8:56AM la recepcionista llamó a la oficina para notificar que Camile Rooney se encontraba en el edificio diciendo que tenía una cita con Cedric Brackley, me causó gracia lo tan puntual que era y de inmediato la hice subir a mi oficina. Me había ganado una oficina luego de mi primera practica en la empresa; no era gigantesca como la de mi padre, pero a mí me parecía de lo más acogedora. Serví dos tazones de café desde la máquina y las dejé encima del escritorio; la puerta no tardó en sonar.

Me acerqué y la abrí, sus ojos se abrieron un poco más cuando me vio.

—¿Me he equivocado de oficina? —me preguntó casi con angustia en su mirada.

Se había tomado el cabello en una coleta, su maquillaje era sutil y su ropa completamente formal. Pantalones purpura, blusa y blazer de color negro.

—No —contesté —, yo te entrevistaré. Pasa.

Ella se adelantó para pasar sin demostrar algún tipo de nerviosismo. Se quedó de pie frente al escritorio. Caminé hacia el otro costado y me senté.

—Por favor, siéntate —le pedí, ella lo hizo y se quedó mirándome a los ojos —. Te serví café por si te apetecía —sonreí —, si quieres algo para comer podemos pedirlo también.

—No hay problema —me dijo.

—¿Cómo estás?

—Bien, algo nerviosa —contestó —¿Realmente me entrevistarás tú?

—Si ¿Algún problema con eso?

—No, por supuesto que no... —dijo rápidamente.

—Sólo relájate, te aseguro que soy mucho mejor que Cedric.

Ella sólo se limitó a sonreír.

—¿En qué año de estudio estás?

—Segundo.

—¿Por qué escogiste esa carrera?

Ella soltó una pequeña risa y me observó a los ojos.

—Me siento como en mi primer día de universidad con esa pregunta —comentó y yo sonreí —Me gusta escribir, leer e investigar cosas.

—Tienes diecinueve años ¿no?

—Si.

—Háblame de ti —le pedí. —Tus intereses, lo que esperas del futuro, tus raíces... Todo lo que creas importante de contarme.

Ella se acomodó en la silla y respiró profundo.

—Bueno, trabajo desde los 15 años —comenzó —he trabajado en diferentes cosas, pero lo que más me gustó fue cuando trabajé para una revista, no fue gran cosa, además tenía sólo 17 años y probablemente esa revista no salió de mi ciudad, pero me encantaba; tengo dos premios; uno por el mejor ensayo y otro por la mejor investigación —la sonrisa no se iba de su rostro —. Me interesa el marketing, también las relaciones interpersonales. Siempre he esperado grandes cosas del futuro, comenzando por el mío, me gustaría viajar a muchísimos países, tener dinero para solventar mis gastos y simplemente vivir. Te puedo asegurar que jamás buscaría un trabajo por dinero, sólo quiero dedicarme a lo que me gusta; no quiero estar amargada toda la vida y espero, jamás, mirar con desdén a ninguna persona en el mundo.

—¿Y la cafetería?

—Me encanta trabajar ahí —aseguró —, adoro el café y los libros. Y soy feliz relacionándome con diferentes tipos de clientes.

Su carácter dulce y seguro de sí mismo rompía mi cerebro, no podía dejar de sonreír mientras la escuchaba y me estaba costando muchísimo dejar de mirar sus labios al hablar.

—¿Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades?

Ella se quedó pensativa por unos segundos y luego continuó.

—Me adapto rápido, pues como te contaba he trabajado en cientos de cosas diferentes. Tengo un buen carácter, jamás me veras gritándole a una persona porque hizo algo mal o algo que no me gusta, sé tratar con clientes enojados. —sonrió.

—Sonríes mucho —solté.

—¿Eso es malo?

—No, estoy dándote otra fortaleza que tienes.

—Gracias.

—Y, además, eres segura de ti —le dije —necesitamos a personas que sepan hacia donde van y que no se queden en el suelo cuando estamos mal.

—Siempre me repongo y sigo adelante —aseguró.

—¿Debilidades?

—No pienso mal de nadie —confesó —, pero he intentado cambiarlo. Tal vez hablo muchísimo, pero últimamente he aprendido a mantener la compostura.

Reí.

—Te aseguro que hablar muchísimo no es malo cuando tienes temas de conversación de relevancia.

—Pues espero que el café y el helado de frambuesa sean temas relevantes —expresó.

—Depende de la persona con la que estés hablando —reí —, continuemos: ¿Por qué consideras que esta podría ser una buena oportunidad para ti?

—Lo considero una oportunidad para aprender de otras personas, para llenarme de experiencias. Soy una mente nueva, no tengo ofertas de empleo todavía, aprendo rápido y también me puedo adaptar a diferentes escenarios —dijo —sólo quiero ser parte de un equipo de trabajo nuevo y lleno de energía.

—Mira Camile —comencé —el puesto de trabajo que creemos que es bueno para ti es de asistente en prensa escrita, es un puesto laboral en donde podrás aprender cómo funciona el marketing de esta empresa, los medios de comunicación con los que trabajamos y luego podrás ir interviniendo en los escritos, proponer ideas, entre otras cosas ¿qué dices?

—Me parece perfecto.

—Como es tu primer trabajo en esto sólo trabajarás tres días a la semana desde el edifico, o sea aquí ¿qué días puedes?

Camile comenzó a decirme sus días libres que en realidad eran dos, así que reduje la remuneración a lo que le correspondía y a ella le pareció genial para ser su primer empleo en periodismo. Continuamos hablando acerca de lo que sería su trabajo y no sé cómo la hora pasó tan rápido, pero eran alrededor de las once treinta cuando nos dimos cuenta.

—Bueno, ya debo ir a casa —dijo.

—Camile —la observé y ella se quedó atenta a lo que iba a decir —¿Quieres que te lleve?

—No, ya han hecho demasiado por mí —comentó —, puedo volver sola, no te preocupes por eso.

—Déjame invitarte a almorzar —dije sin pensar, ella alzó un poco sus cejas y la vi respirar profundo.

—No, por supuesto que no. No creo que sea demasiado ético que luego de una entrevista de trabajo vayamos a almorzar juntos.

—Digamos que la entrevista se extendió —se encogió de hombros.

—Preferiría que no, Jared —comentó tajante y se puso de pie —, has sido muy amable conmigo, pero no creo que a Stefan le guste esto, ni a tu novia.

—Como quieras —me encogí de hombros —sólo era una invitación para almorzar como amigos, no me malinterpretes.

Ella asintió algo avergonzada.

—Adiós —extendió su mano y yo la tomé.

Una electricidad recorrió mi cuerpo cuando hice contacto con su suave piel, tragué saliva algo desconcertado.

—Adiós, Camile. Que te encuentres bien.

—Igual tú —rápidamente me soltó la mano y salió casi corriendo de la oficina.

***

Como día lunes (y prometido) aquí les dejo el capítulo 6. Espero que estén teniendo un buen inicio de semana. 

No olviden dejar sus votos y comentarios, realmente los leo toditos!

BESOPOS

XOXOXO

Continue Reading

You'll Also Like

4.7K 206 5
Hace dos años que Valeria y David se conocieron en las playas de Valencia. En aquel momento Valeria y sus amigas tenían reglas. La más importante era...
153K 11.4K 35
Jade Pérez era perfectamente imperfecta, a Billy eso le encantaba. LuModoFeliz ✨
5.3K 58 7
Dos chicos que no se soportan. Intentando sanar sus heridas. Queriendo ser felices. ¿Lograrán su objetivo?.
312K 67.9K 55
A veces la amistad está a una nota de distancia. ¿El amor? A unas sesenta y tres y una planta.