- ¿De verdad tu papá te dijo que ese era el presupuesto para el piano? - Poché miró a Daniela con la boca abierta al escuchar la cantidad.
- Dijo que si ya iba a hacer una inversión, que fuera una buena - Calle se rio y encogió los hombros - ya sabes que está loco.
- No sí, me queda clarísimo.
Las chicas continuaron caminando por las calles del centro en búsqueda de la tienda que google había calificado como "la mejor tienda para los pianistas europeos". Dani había tenido que llamar para hacer una reservación por teléfono que le iba a permitir probar los pianos que tenían potencial para convertirse en parte de la familia. Cuando llegaron a la fachada con el número 10 Poché la miró confundida y le preguntó si estaba segura de que ese es el lugar.
- Sí, mira - la morena le mostró el mail que le habían enviado de confirmación - ¿Toco el timbre o qué hago?
- Supongo - María José hizo una mueca de "no sé".
Calle caminó hacia la puerta y presionó el botón del citófono. Se escuchó un tono de espera y luego la voz grave de un hombre.
- ¿Sí?
- Hola, tengo una reservación a nombre de Daniela Calle - Dani dijo sin estar segura de que estaba en el lugar indicado.
- ¿Folio?
- Un segundo - Calle buscó el número en el mail - es 83649.
- Señorita Daniela Calle, cita a las 4:15 - el hombre dijo con un acento español muy marcado - en seguida enviamos a alguien para recibirla.
- Gorda, esto se ve todavía más ilegal que la discoteque de Paula - Poché comentó entre risas - ¿Te acuerdas de lo difícil que fue encontrar el azulejo para poder abrir la maldita puerta después de que nos dieron el código?
- ¡No me acordaba de eso! - Dani soltó una carcajada - Pero sí, creo que esto se ve más ilegal.
Después de unos minutos la puerta de madera que parecía llevar siglos ahí se abrió dejando a la vista un pasillo de mármol negro con un candelabro que parecía costar más que todo el edificio.
- Bienvenidas señoritas, adelante por favor - el hombre en traje gris y zapatos perfectamente lustrados las invitó a pasar - me comentaban mis compañeros que vienen a una sesión de prueba, ¿Cuál de las dos está pensando llevarse un Steinway a casa?
- Yo - Calle dijo de inmediato con una sonrisa - no estoy segura de cuál me gusta más, por eso quiero probarlos y ver cómo se sienten al tocarlos.
- Es una decisión muy inteligente - el hombre abrió una puerta y les pidió que pasaran - esperen aquí unos minutos mientras uno de mis compañeros viene por ustedes. ¿Queréis algo de tomar? ¿Una copa de vino blanco? ¿Agua?
- Agua está bien para mí - Poché dijo de forma tímida.
- Igual para mí, gracias - Dani sonrió.
El hombre salió de la sala y las chicas pudieron examinar el lugar en el que se encontraban. Era una habitación - si es que se le podía llamar así - de más de 300 metros cuadrados con piso de mármol blanco, estatuas del mismo material y un par de sillones color crema con mesas de cristal a los lados y las orquídeas más hermosas que las dos habían visto en sus vidas. El espacio, que se asimilaba a un penthouse, estaba iluminado por la luz que entraba de los grandes ventanales en dos de las paredes y por candelabros de cristal que le daban al espacio un aire de realeza.
- ¿Daniela Calle? - un hombre bastante más joven que el anterior entró con una tablet en las manos y se dirigió hacia donde estaban paradas.
- Mucho gusto - Calle estiró la mano para estrechar la de él.
- El gusto es mío, siéntense por favor - esperó a que las dos se sentaran para hacer lo mismo - por lo que nos comentaste por teléfono estás interesada en un piano de cola ¿Verdad?
- Sí, me gustan mucho el Arabesque y el D274, pero quería que ustedes me ayudaran y me recomendaran otros dentro del mismo rango de precio - Dani rio en su mente al pensar que el rango era estúpidamente alto y seguramente podría comprar el piano que quisiera.
- Mira, por lo general aquí llegan pianistas muy seguros de lo que quieren y terminan llevándose a casa la opción que ni siquiera habían considerado - el hombre sonrió, desbloqueó la tablet y se sacó del bolsillo un lápiz inteligente - cuéntame qué buscas en un piano hablando de forma técnica y después dime cómo sería estéticamente tu piano perfecto.
- Uf - Calle miró hacia arriba antes de empezar a hablar - quiero un piano que me permita sonar tenue pero que tenga un forte potente cuando lo necesite ... hace un par de años toqué en un modelo C y me sorprendió que el ancho de banda fuera tan amplio en sonido y tacto, así que algo así me encantaría. Quiero ponerlo en una habitación que tiene un eco un poco disparejo, así que necesito un piano que tenga una escala sonora como para un estudio. Como lo quiero para tenerlo en mi casa tiene que ser más pequeñito que los de concierto, como del tamaño de un tipo A ... pero no el 180 porque ese ya es muy chiquito.
El hombre anotaba las cosas más importantes de lo que Daniela le describía y luego le pedía que continuara hablando.
- El cuarto donde va a estar es muy clarito y le entra mucha luz, así que me encantaría un piano oscuro para hacer contraste con el espacio ... a lo mejor con detalles dorados o algún color potente. Creo que me importa más la parte técnica que la estética - la chica rio con un poco de nervios - ¿Crees que encuentre lo que estoy buscando?
- Yo creo que tenemos exactamente lo que estás buscando.
El hombre se puso de pie y les pidió que lo siguieran. Caminaron hacia un elevador de vidrio que los llevó al quinto piso y cuando se abrieron las puertas Daniela pudo jurar que así se sentía llegar al cielo. El lugar era un espacio de doble altura con más pianos de los que la morena podría reconocer y la energía se sentía como si pudieras respirar notas musicales.
- No jodas - Calle dijo casi en un susurro.
- Esto es irreal - Poché no sabía hacia dónde mirar - con razón el lugar se ve tan nada por fuera.
- Medidas de seguridad infalibles - el hombre les comentó mientras caminaba entre los pianos de cola dispuestos en la sala - a ver Daniela, déjame recomendarte que comencemos con el Heliconia. Este piano es una maravilla para los amantes del diseño, y recuerdo que nos comentaste que tu pareja era artista visual, así que sería una buena adquisición para su hogar. Es una colaboración creativa con Lalique, un fabricante de cristal francés, y se hacen a pedido, así que puedes especificar si quieres que sea de 180cm, 188cm o incluso 211.
Dani se sentó en frente del piano y tocó la primera parte de la Sonata no.1 de Chopin. Sus dedos jugaban con las teclas como si fuera una danza que llevaban practicando toda la vida, pero algo no terminaba de convencerla.
- Me gusta, pero no sé si me encanta - le confesó al hombre que la estaba asistiendo.
- Entonces veamos el que sigue.
Poché, el chico y ella caminaron un par de metros más y el hombre se detuvo al lado del que Dani reconoció como un Spirio.
- Supongo que este lo conoces - el hombre movió el banco para que Calle se sentara - Este es un Spirio B211, de lo más grandes que manejamos acá. Sé que quieres uno más pequeñito, pero la precisión y la tecnología que trae este piano hace que sea perfecto incluso si lo vas a tener en casa.
Daniela puso las manos encima del teclado y, al igual que en el piano anterior, tocó la primera parte de la Sonata no.1 de Chopin. El sonido que emitían las teclas hacía que Calle sintiera que estaba tocando en el Teatro Nacional de Praga, lo que era increíble, pero no exactamente lo que buscaba.
- Me siento como si estuviera participando en el concurso Internacional de Piano Fryderyk Chopin - Dani le comentó al hombre - quiero algo un poquito menos imponente.
El hombre anotó algo en la tablet y miró a Calle con una sonrisa enorme en el rostro.
- Te hice tocar estos dos pianos para ver si mi intuición estaba en lo correcto, y creo que sí - le dijo emocionado - acompáñenme porque creo que tengo el piano perfecto para su hogar. Este es de los pocos pianos personalizables que tenemos en España porque es de la colección que Steinway and Sons lanzó para el aniversario 20 de la línea Boston.
Las chicas lo siguieron hasta casi el final del lugar y cuando Dani vio el piano con la tapa interior morada supo que el hombre se estaba refiriendo a ese.
- Les presento el Boston GP178 PE, más conocido como Rainbow - el chico le dio dos palmadas al instrumento - el color de la tapa interior es totalmente customizable. Tenemos un catálogo de 170 tonos diferentes para que el dueño pueda adaptarlo a su personalidad y al diseño de su casa. El piano es negro, eso no cambia, pero el comprador puede modificar los detalles metálicos, el color del grabado del nombre e incluso la forma de los pedales. Para mí este es uno de los pianos más sofisticados y con más vitalidad que tenemos para el público y estoy seguro de que va a ser el que te robe el corazón.
Daniela observó la pieza por un largo rato antes de sentarse a probarlo. Algo muy dentro de ella le decía que la Sonata no.1 no iba a bastar para saber si era el indicado, así que decidió aventurarse con una pieza que no tocaba hace años, pero que hacía que se le erizara la piel.
- No he tocado el Nocturno 62 no. 1 como en un millón de años, así que no se burlen si suena mal - la chica les advirtió a Poché y al asesor.
Las manos de Daniela empezaron a bailar sobre las teclas de una forma tan delicada que incluso parecía que flotaban. Poché recordó la vez que Camilo había dicho que el piano era una extensión de Calle y entendió a lo que se refería. La morena tenía los ojos cerrados y el movimiento de su cabeza con cada nota que rebotaba en las paredes hacía que uno pudiera darse una idea de cómo se veía su alma. Dani acariciaba las teclas como acariciaba la piel de Poché, con delicadeza, pero con una precisión que sabía terminaría llevando la situación al clímax.
María José observaba a su novia con lágrimas en los ojos y tratando de no hacer ni el más mínimo ruido. Calle estaba en su mundo, tocaba para ella misma y la postura en su cuerpo lo indicaba. Cuando la última nota dejó de sonar, la morena abrió los ojos y se encontró con dos rostros boquiabiertos.
- Joder - el hombre dijo antes de aplaudir - esa pieza fue hecha para que la tocaras tú ... qué preciosura.
- Gorda, eso fue impresionante - Poché le dijo sin saber bien cómo explicarle lo que estaba sintiendo - ese es el piano, ¿No?
- Totalmente - la chica se puso de pie y recorrió el borde del instrumento con la punta de los dedos - ¿Puedo ver el catálogo de colores?
Una hora y media después Daniela había llamado al banco para que autorizaran la transacción y la compra del piano estaba hecha.
- Chicas, ha sido un placer atenderlas - el hombre se despidió de forma cordial - si no tenemos problemas con el barco, tu piano debería estar llegando en 5 semanas.
- Muchas gracias por tu ayuda - Dani rompió la formalidad y le dio un abrazo - de verdad encontraste mi piano perfecto.
- Ese es mi trabajo - el chico le guiñó un ojo antes de cerrar la puerta.
Ya de vuelta en las transitadas calles de Barcelona, Calle invitó a Poché por un café. Había un tema que tenían que conversar y que Daniela no había mencionado antes.
- Mis papás quieren que nos casemos en verano - dijo como si fuera lo más casual del mundo haciendo que la peliazulada se atorara con el sorbo de café que acababa de darle a su taza.
- Espera, ¡¿Qué!? - María José la miró con un letrero que decía confusión en la frente.
- Dicen que por mis abuelos ... que ya están viejitos y que sería un regalo bonito para ellos - intentó explicarle - la verdad es que a mí la idea no me molesta. Sé que quiero estar contigo el resto de mi vida y me da igual si firmamos ese papel hoy o en 30 años más.
- Wow ... de todas las cosas que pensé que podrías decirme, esto sí que no me lo esperaba - Poché reconoció con una sonrisa - si tú quieres, yo feliz de hacerlo.
- ¿De verdad?
- ¡Obviamente Calle! - la peliazulada dijo más fuerte de lo planeado - Lo único que quiero en esta vida es poder compartirla contigo.
- ¿Entonces ponemos en marcha el plan boda? - Dani la miró aguantando la respiración.
- Ponemos en marcha el plan boda - María José alzó su taza para hacer un brindis - porque si es contigo, yo le digo que sí a todo.