Draco estaba en el gran comedor con la mirada fija en el plato frente a él.
—¿Qué te sucede?—pregunta Pansy.
—¿De que hablas?
—No has tocado tu desayuno.
—¿Qué importa?¿Qué importa si no desayuno?¿Y desde cuándo te preocupas por eso?
Pansy rodo los ojos. Se levantó y tomo a Draco del brazo sacándolo del Gran Comedor a pesar de sus quejas. Pansy se detuvo en un pasillo asegurándose de que no haya nadie.
—¿¡Qué te pasa?!¿¡Te volviste loca?!—exclamo enojado.
—Escuchame bien, Draco Malfoy, me vas a decir ahora mismo que está pasando.—dijo con cara sería y tono de molestia.
—¿De que hablas?
—Sabes muy bien de lo que hablo, desde esa clase de pociones has estado raro, y ninguno se irá de aquí hasta que me digas el porque—dijo con tono de seguridad.
Draco sabía que era verdad. Si algo sabía de Pansy, aparte de que en ocasiones había que dudar de su salud mental, era que haría cualquier cosa por sus objetivos, sean malos o buenos.
Pero Draco tampoco quería reconocer lo que pasaba pasando en ese instante, no quería reconocer a que olía la amortentia, no quería reconocer que le atraía el cara rajada pero era muy terco para darse cuenta, no quería reconocer nada de eso.
Draco solo suspiro. Por más que quisiera negar todo, ella era su mejor amiga.
—En la clase de pociones, estábamos trabajando la amortentia, sabes que tiene un olor diferente para cada persona...
—Segun lo que les atraiga—completo.
—No me interrumpas—ella rodo los ojos—bueno—continuo—tal vez...a no ser que Potter exagero con el perfume, que la amortentia olía a Potter...
Pansy permaneció varios segundos en silencio con los ojos abiertos como platos, para que luego se formará una sonrisa en su rostro.
—¡¿De que te ríes?!—exclamo. Esto no fue buena idea.
—No, de nada. Draco...¿Estás seguro?—pregunto sin que su sonrisa desapareciera.
—¡No!¡No lo estoy! Por eso no se lo dije a nadie, ni siquiera a Blaise, ni a Theo ni a ti. Igual si lo estuviera, ¡no se los hubiera contado!
—Ok, Draco, cálmate. ¿Y qué piensas hacer?
—Nada. Olvidarlo.—repondio sutilmente.
—¿Qué?¡Claro que no!—exclamo mirándolo como si estuviera loco.
—¿Y qué se supone que quieres que haga?
—Primero tenemos que averiguar si es cierto.
—¿Tenemos?
—Y claro que vamos a hacerlo, pero primero vamos a decírselo a Blaise y a Theo.
—¿Estás loca? Claro que no, se burlarían de mi.
—No seria la primera vez.
Draco le dió una mirada peligrosa. Pero ella lo ignoro.
—Deben estar en la sala común, ¡Vamos!—dijo está emocionada.
Ahora Pansy arrastraba a Draco a la sala común.
. . .
—Dejame ver si entendí, ¿Te gusta Potter?—pregunto Blaise sutilmente.
—¡Cierra la boca, Zabini!—exclamo viendo para todos lados asegurándose de que no haya nadie—y para tu información, nunca me atraería un idiota como San Potter—dijo cruzándose de brazos.
—Aun no estamos seguros—dijo Pansy ignorando las miradas de su amigo—necesitaremos su ayuda para averiguarlo.
—¿Por qué la nuestra?—pregunta ahora Theo.
—Porque yo sola no puedo con esta estúpida reina del drama—se quejo mientras lo señalaba.
Draco la miró ofendido.
—Bien—dijo Blaise—¿Cual es el plan?
Pansy sonrió.
Eso no era buena señal.