Pensé que éste día sería el peor pero terminó siendo el mejor.
Conocí nuevos amigos y la pasé de bien, y por un momento me olvidé de Fredy fue muy divertido, jugar football después de tanto tiempo.
—Y dime no tienes amigas, no quiero que digan que soy una ladrona de amiga — bromeó.
—No, yo tenía una mejor amiga pero murió, ella era mi única amiga, no tengo a nadie, sólo a mi novio y a Nick, pero siento que Dios me ha enviado a alguien
—Lo lamento no quise recordar cosas feas y malas
—No te preocupes ya lo superé sólo que no me adapto, siento que ella está en el cielo y que desde ahí seguimos siendo amigas
—Eso si que es impresionante
—Estoy loca ¿cierto? Eso es lo que piensan todos
—Claro que no, eres maravillosa, quisiera yo ser así para poder pensar que mi hermana está a donde sea que voy
—¿Perdiste a tu hermana?
—Sí y no me acostumbro
—Lo lamento — dijo apenada.
Yo y mi hermana
—No hay problema— dije y de repente apareció Fredy enojado
—¿Dónde te metiste?— dijo agarrándome del brazo
—1 me sueltas y dos no tengo porqué darte explicaciones — dije seriamente.
—Acaso se te olvida que viniste conmigo
—No se me olvida, pero sabes una cosa no me interesa, te fuiste con esa y ahora me vienes a preguntar dónde estaba
—Vamos — dijo jalando me del brazo.
—Dije que me sueltes, y no iré a ninguna parte contigo. Tengo unas personas que si les importo, mis nuevos amigos y me iré con ellos — lo encaré molesta.
—Te vas conmigo — rugió entre dientes.
—Dijo que la sueltes imbécil — intervino Nick y me aportó de Fredy.
—Veo que tienes a un nuevo novio defensor — dijo sarcástico.
—No empieces, puedes irte con esa, si quieres
—Sí en verdad te importara no la dejarías sola en un lugar que apenas conoce — dijo Joe.
—Vamos — dije y nos fuimos
En el camino pasamos a una cafetería y tomamos algo de beber, platicamos un buen rato y después nos fuimos.
Le dí mi dirección a los tres y ellos me dieron los suyos también nuestros números de teléfono intercambiamos.
—Nos vemos chicos, y gracias de verdad, por este maravilloso día — Sonreí.
—No es nada, fue un gusto — dijo Nick
—Sí, de verdad— dijo Joe
—Nos vemos mañana, tal vez hagamos algo nuevo — comenté.
—Me encantaría, bye — dije y entré al departamento. Ahí estaba Fredy tirado sobre el sofá viendo la tele se veía frustrado y un poco enojado.
Caminé de largo para ir a la recámara pero paré al oír su voz.
—Y no vas a decir nada, como si no paso nada — comentó mirándome.
—¿En verdad quieres hablar Fredy?, pero que descarado eres eh o acaso no tienes vergüenza — dije con ironía.
—Vergüenza ¿yo?— dijo incrédulo. — apenas llegas y ya estás con dos chicos, y así me hablas
—Ahora te harás la víctima, por si no lo sabías esos dos chicos hicieron lo que tú no hiciste y supuestamente eres mi novio
—¿Qué ellos hicieron y que querías que hiciera?— preguntó enfadado.
—Ellos me mostraron la universidad, jugamos fútbol y me acompañaron mientras tú estabas con esa — acusé.
—Tenía que pasar un tiempo con mis viejos amigos, hace tiempo que no nos vemos — se defendió.
—¿Ajá?— asentí con ironía. —tus amigos valen mil veces más que yo, sólo te fuiste con esa y ni siquiera me diste a respetar como tu supuesta novia, sabes una cosa no quiero discutir entendí que yo te importo — dije y entre a mi recámara.
Horas más tarde
Me di una ducha y me recosté sobre mi cama a escribir después de un buen rato me aburrí y quise ir a la iglesia, se lo prometí a mi madre y lo haré, recuerdo haber visto un templo antes de llegar al departamento, bueno se lo explicaré al taxista.
Me vestí formalmente, un vestido blanco largo con mangas y unos tacos grises. Me dejé el pelo suelto, coloqué un sentillo y me eché él pelo hacia atrás, tomé mi cartera y bajé.
—¿A dónde vas? — preguntó el sínico.
—¿Te importa?— dije de mala manera.
—Sabes que sí, si te pasa algo
—Voy a la iglesia— dije y salí sin más que decir.
Al llegar a la iglesia no había tanta gente, me sentía algo extraña, no conocía él lugar y menos a la personas.
—Bienvenida hija, esta es tu casa — me dió la bienvenida él padre.
—Gracias — dije y entré, me senté y permanecí muy callada y atenta a lo que pasaba, le pedí a Dios muchas cosas y una de esas fue encontrar el verdadero amor, no un bastardo como Fredy.
—Señor tu que sanas el sentimiento y el dolor ayúdame, ya no quiero nada con Fredy o si el es el amor de mi vida cámbialo — supliqué mentalmente.
Al terminar el culto me fui caminando ya que quería conocer un poco la cuidad.
(Narra Jack )
Iba en la limusina de camino a casa mirando por la ventana de la limusina y me percaté en una hermosa chica, wao se veía preciosa y al parecer ni siquiera tenía maquillaje caminaba lento y despacio, al parecer no estaba bien, se veía un poco triste en el rostro, que será que le haya pasado o que tendrá esa bella chica.
—¿Qué hará una chica tan linda andando sola en esta ciudad grande y peligrosa?— pregunté.
—Éste tiempo no tiene juicio señor— dijo mi mánager.
—No, ella se ve muy decente — dije seguro.
—Tal vez sea nueva en la ciudad — comentó.
—Muchas vienen a estudiar — dije admirándola.
—En casa lo espera un amigo — informó mi mánager.
—Pensé que ya no venía — dije un poco sorprendido.
—Bueno en ese tiempo uno nunca sabe donde caerá.
—Tienes mucha razón.