PROV CUAHUTEMOC.
Miraba entretenido el paisaje mientras íbamos rumbo a casa de mi Papancho, después de despertarnos nos arreglamos para asistir a la cena sin embargo por primera vez no quería ir pero mi papá estaba lo suficientemente enojado conmigo por desaparecer todo el día anterior sin dar explicaciones para luego terminar abandonando a la burra en él consultorio cuando prometí que la cuidaría con mi vida, estaba seguro que si faltábamos no tardaría en llegar a la casa molesto y exigirnos una explicación, la cual no me sentía listo de mencionar de ninguna manera y era mejor afrontar la verdad de una vez por todas, me perdí en mis pensamientos mientras Ari conducía con cuidado, él estaba igual de nervioso que yo porque ninguno emitía palabra alguna, solo sostenía y acariciaba mi mano mientras la apoyaba en la palanca de velocidades para no soltarme.
Me distraje un momento observando a la gente, distrayéndome con ella, podía observar todo tipo de personas, a parejas tomándose de la mano mientras caminaban felices, a esposos caminando junto a sus hijos, ancianos acompañados sosteniéndose unos a otros, mis pensamientos me atormentaron diciendo que la vida era muy injusta, y sentí envidia hacia todos aquellos que tenían o habían tenido una vida plena con las personas que amaban mientras yo me encontraba rumbo a casa de mi familia a explicarles la complicada situación.
Ni siquiera sabía cómo decirles, si al entrar, al cenar o al terminar la reunión familiar, realmente nadie está preparado para decir aquellas palabras o para escucharlas, sabía cuánto le afectaría esta situación a mi familia. Los López siempre fuimos así, unidos como muéganos diría mi papá tanto como en los buenos momentos como en los malos pero eso no quitaba que las situaciones malas nos dañaran, suspiré hondo al entender que él que sufrirá más con todo esto sería mi Papancho, por más que mi cabeza le daba vueltas no encontraba la mejor manera de darle esta noticia, no supe cuánto tiempo pensé en ello hasta que la suave mano de Aristóteles acaricio la mía y me giré para mirarlo.
-Llegamos- susurró mientras me regalaba una pequeña sonrisa que no alcanzó llegar a sus ojos.
-No quiero entrar – tome sus manos y las bese mientras volvía a cruzar nuestras miradas- aún no sé cuál es la manera correcta de decirles...
-No hay manera correcta para estas situaciones amor – junto nuestras frentes mientras me miraba- pero ellos te aman como yo y estaremos aquí para ti, el punto es ser valientes ¿de acuerdo?
-De acuerdo...- asentí mientras le regalaba un beso en la frente antes de separarme y mirarlo a los ojos.- solo no se lo digamos luego.
-Despepitaremos cuando tú quieras mi Temo – asintió para salir del auto y abrir la puerta del copiloto para darme la mano.
Salí del auto y mire la enorme casa frente a mí, por un momento mi mente viajó a mi niñez cuando entramos por primera vez y no podía creer que ahora viviría en aquella casa tan lujosa, en esa época en el mismo lugar hubo momentos de estrés y tensión en nuestra familia, justo como comenzarían en un momento, sostuve la mano de Aristóteles dándome valor y desde lo profundo de mi corazón saqué una sonrisa.
Cuándo las puertas se abrieron tanto Ari como yo entramos y no tardamos en ver a mis sobrinos correr hacia nosotros para abrazarnos
¡Tios Aristemos! ¡Tios Aristemos!
Se escuchaban sus voces claramente mientras nos incabamos a su altura y abrazábamos a todos, cuando terminaron los apretones nos colocamos de pie y fuimos hacia mis hermanos quienes se encontraban con mis tías para recibirnos con los brazos cálidamente abiertos, pude notar la curiosidad en su mirada sobre lo que había pasado una noche anterior, sin embargo nadie preguntó nada, como si supieran que yo explicaría todo a su tiempo.
-¡Qué bueno que llegaron mis niños!- comenzó mi tía Chela, ella aún era la mujer más importante de mi vida, era como mi madre, me había criado toda mi niñez, presenció mis momentos más difíciles como cuando estuve enfermo, cuando estaba triste incluso me ayudaba y celebraba cada uno de mis logros, la miré fijamente antes de abrazarla muy fuerte sintiendo como sus cálidos brazos me sostenían y yo me tragaba el nudo que se había formado en mi garganta- ¿estás bien mijo?
-Si tía Chela –susurré mientras la abrazaba más fuerte- es solo que me gusta abrazarte
-A mi también mijo- me apretó un poco mas- les preparé su comida favorita de Oaxaca y tus enmoladas también mi Ari.
Solté a mi tía mientras Ari se acercaba a abrazarle susurrándole un gracias tomándose su tiempo en aquel abrazo, ella se había convertido en un apoyó para mi Tahi y al verlo entendí cuanto necesitaba ese cálido abrazo maternal.
-¡Bueno basta que me vas mallugar a mi pareja de baile!- gritó la tía Candy mientras se acercaba y abrazaba a mi novio- ¿Estás listo para mover el bote toda la noche mijo?
Ari sonrió mientras movía un poco sus hombros
-¡Claro que si tía!, te voy a hacer mover hasta los cabellos
-¡A si se habla! –terminó mi tía mientras lo abrazaba, como siempre relajando el ambiente tenso que se comenzaba a formar.
Me acerqué a mis hermanos saludándolos mientras ellos me decían que pronto cenaríamos por lo que tenía que ayudar a poner la mesa, en ese instante mi Papancho bajó de la parte superior con Susanita, me quedé mirándolos un momento, observando como a pesar de los años ellos se miraban jóvenes para su edad y sobre todo muy enamorados, en cuanto mi papá me vio se le borró un poco su sonrisa y supe que estaba en serios problemas, pero sabía que no hablaría conmigo hasta que acabáramos de cenar, porque si peleábamos antes podríamos hacer bilis o nos caería pesada la cena según las creencias de él.
Luego de un rato nos sentamos todos y comenzamos a cenar en tanto hablaban de un tema que no esperaba... la boda.
-Estamos tan emocionados como ustedes con esté tema carnalito- comenzó mi hermana Guadalupe- queremos que sea un día perfecto para ustedes.
-Claro, aunque sabemos que el Diegochas les está ayudando nosotros también queremos participar – la interrumpió Ana
-¡Todos queremos ser padrinos de algo y ayudarles con los gastos!- dijo desde el otro lado de la mesa Pepe- ¡No todos días uno de mis hermanos menores se casa!
-¡En eso estoy de acuerdo contigo mi Pepe! –Habló Papancho mientras comía un poco- ¡Va a ser el bodorrio más grande que se haya visto en la familia López!
-Además ya le dije a los Córcega- continuó Susana- ¡No se imaginan lo emocionados que están, incluso los Oppas quieren venir a ayudarlos!
-¡ Y ya estamos viendo la comida mijos!-interrumpió mi tía Chela- planeamos hacer una mezcla de comida Oaxaqueña y mexicana, abra de todo un poco...
-¡Oh y yo hable con unos amigos para el sonido de la boda!- habló mi tía Candy emocionada- claro sabemos que Ari y Ana de seguro quieren cantar pero, ellos también podrán ambientar la fiesta para que bailemos todos, porque de algo estoy segura y es que ese día bailaremos hasta desmayarnos
Los escuchaba a todos atentamente mientras sentía como el apetito desaparecía poco a poco, realmente no sabía cómo darles la noticia, las dos noticias... la primera de mi enfermedad y la segunda que se pospondría nuestra boda un tiempo.
Una parte de mi comenzó a sentirse molesto y abrumado, sabía que sus intenciones eran buenas, pero yo no podía disfrutarlo gracias a mi defectuoso cuerpo que no quería funcionar como debía, y con ello iba a lastimar a todas las personas que me amaban, las cuales no guardaban silencio opinando sobre el día más importante de nuestras vidas, mi mente quiso bloquear todos aquellos pensamientos mientras me concentraba en intentar comer lo que mi tía con mucho cariño había preparado, sentía la mano de mi novio en mi rodilla intentando tranquilizarme al percibir mi ansiedad mientras él miraba a todos con suma atención, fingiendo su mejor sonrisa.
-¡Que emoción que por fin podamos ver la boda de los Aristemos!- menciono entre tantos comentarios Julio- aunque me gustaría que se armaran los mosquetazos ahí solo para hacer drama...porque mi hermano siempre ha sido bien dramas
Y ese fue el momento en el que algo colapso en mi interior, no quería escucharlos, por un momento quería estar solo con Ari en casa abrazándolo asimilando todo lo que había pasado en las ultimas cuarenta y ocho horas, entendí que no podía más con aquello que me oprimía impidiéndome respirar y entre más pronto saliera de mis labios, más rápido podría irme a casa con mi novio.
-¡Tengo Cáncer!- grité para que todos me escucharan y guardaran silencio, aunque había elevado la voz parecía que lo había soltado como un comentario simple y una parte de mí se sintió mejor quitándose ese enorme peso de encima- Ari me puedes pasar la crema por favor...
Podía sentir como todos se quedaron mudos ante la noticia mientras mi novio me miraba sin decir una palabra, dándome a entender que esa no era la mejor manera de haber soltado la noticia que me estaba asfixiando en todo el día, pero aún asi no existía ninguna manera que sonará menos doloroso
-Ari me puedes pasar la crema- volví a decir mientras él me miraba sin entender hasta que reaccionó dándomela y yo continúe comiendo como si nada, sin querer verlos a la cara.
-Eso...es una broma de mal gusto hermanito- la primera en hablar fue mi pequeña calcomanía Laurita, sentí un nudo en el estómago y dejé el tenedor a un lado mientras sentía la mano de Ari sobre la mía antes de responder por mí.
-Familia al parecer Temo tiene leucemia...- continuo mientras entrelazábamos nuestros dedos- vamos a posponer la boda unos meses más hasta que Temo esté completamente sano, por lo que sus ideas geniales tendrán que esperar un poco...
-¿Por eso desapareciste ayer carnal?-preguntó directamente Pepe ignorando a mi novio mientras exigía explicaciones.
-Necesitaba pensar- los miré a todos mientras contenía mis lágrimas- lamento haberlos preocupado ayer, es solo que estaba confundido, no sabía cómo darles la noticia.
Ninguno emitía ninguna palabra mientras me miraban intentando contener sus lágrimas hasta que mi cuñado Arquí con voz temblorosa preguntó
-¿Te vas a morir cuñadito?- su voz tenía tonos tristes ya que desde la muerte de mi suegrita él era muy sensibles con estos temas.
Iba a responderle cuando alguien se me adelantó.
-¡No!- contestó mi Papancho- Mi Temochas no se va a morir, él es re fuerte y todos nosotros lo vamos a apoyar, él no está solo en esto, confió en que él va a estar bien ¿verdad Mijo?
-Si Papancho –lo mire asintiendo mientras ambos nos dábamos fuerzas para hablar - esta es solo una prueba más es todo, además pronto comenzaremos el tratamiento y en unos meses estaré como nuevo ya verán...
-Claro que te apoyaremos- comentó Susana- Es más mañana le diré a Axel que venga a ver tus estudios, y tal vez se los podríamos enseñar a Robert para tener más opiniones...
-Yo te preparé unos jugos bien buenos para que te recuperes- comentó mi tía Chela mientras jugaba con la servilleta en sus manos- te vas a recuperar mijo estoy segura
-Y yo te voy a llevar a clases de baile y risoterapia para que el ánimo no decaiga mi niño –mencionó mi tía Candy- ya sabes que si la mente está contenta todo el cuerpo también.
-Por la empresa no te preocupes Carnal- prosiguió Pepe- yo puedo llevarla en lo que mejoras...
-Yo una vez vi que hay unas clínicas en Estados Unidos bastante buenas - menciono Julio- podríamos buscar más tratamientos.
-Si eso también podría ser una buena idea- continuo Susana- por el dinero no se preocupen todos podemos ayudar
-No, realmente quiero iniciar el tratamiento aquí- los miré a cada uno mientras intentaba sonreír- quiero estar cerca de ustedes en estos momentos, y yo sé que venceremos esta enfermedad juntos y en unos años nos reiremos de este momento cuando Tahi y yo estemos casados.
-Claro que si mi Temo- respondió mi novio- veras que sí, pronto todo mejorará.
-Bueno por lo mientras el Lunes tengo los estudios – suspiré sintiéndome más relajado- y comenzaré las quimioterapia, con base a eso verán en cuanto tiempo el cáncer desaparecerá de mí.
-Bueno el Lunes yo puedo acompañarte-comentó Guadalupe- puedo dejar a los niños a la escuela e ir contigo..
-Yo no iré al estudio y también estaré ahí hermano- menciono Ana...
-Yo también iré carnal- continuo Pepé- ese día no tengo junta asi que ya sabes estaré ahí
Poco a poco todos se iban sumando a acompañarme en ese día mientras yo sentía que tenía frente a mí el regalo más preciado que me dio la vida... mi familia
-Gracias pero no quiero que muevan sus agendas por acompañarme familia- los interrumpí- Además serán algunos días que tendré que quedarme y ustedes no pueden pausar sus vidas por esto... estaré bien estoy seguro que tendré personas a mi alrededor que me ayuden esos días como enfermeras, doctores, etc.
-Además yo voy a estar ahí también – comentó mi Tahi- ya hablé con Diego y tendré unos días para acompañarte las veinticuatro horas...
-Todo saldrá bien mijo- menciono Papancho- porque los López somos valientes y siempre estaremos para ti ¿de acuerdo?
Asentí mientras una sonrisa sincera se formaba en mis labios y mis lágrimas corrían por mis mejillas. Entonces sentí como Ari me abrazaba y poco a poco se unieron uno a uno de mi familia para llenarme de su amor haciéndome sentir un poquito mejor.
Luego de la noticia la cena siguió su curso, aunque yo no tenía tanto apetito hice el esfuerzo por comerme todo, en cuanto terminamos comenzamos a limpiar y fuimos a la sala, dónde en esta ocasión nadie tenía ganas de bailar por lo que solo pusieron música mientras yo me sentaba en el sofá junto a Ari, unos minutos después se acercó Papancho.
-¿Puedo hablar con ustedes mis Aristemos?- preguntó
-Claro papá- lo mire sonriendo- ¿aquí?
-No, en privado vengan- caminó hacia su estudio donde entramos juntos cerrando la puerta tras de nosotros- necesitamos hablar seriamente de su futuro...
Me lo quedé mirando entendiendo a lo que se refería.
-Papá nosotros realmente queremos posponer la boda... no me siento listo en estos momentos para ese paso- contesté mientras nos sentábamos en el sofá
-No temochas – me miró y suspiro- yo respeto su decisión conforme a su unión, pero de tu salud si debo opinar, eres mi hijo y aunque tengas cuarenta años no dejaras de serlo, estoy preocupado por ti luego de todo lo que despepitaste, creo que lo mejor es que regresen a la casa, podemos arreglar tu recamara para que ambos se queden ahí asi estaremos todos más cerca y los apoyaremos en esta situación.
Tomó mi mano mientras hablaba y suspiré mirándolo a los ojos para afrontarlo tranquilamente
-papacho...- al pronunciar su nombre me sentí como un niño de nuevo, el cuál siempre necesitaría a su padre sin embargo ya era un adulto y tenía que aprender a afrontar estas situaciones sin él- yo sé que esto será complicado para todos, no dudo que todos me quieran aquí para ayudarme en lo que se viene, pero la realidad es que no quiero que me traten diferente...sigo siendo el mismo Temo, y eso no va a cambiar pase lo que pase, seré valiente y lo mejor para mi ahora es estar en mi casa, quiero estar en mi espacio con Aristóteles, sentirme lo más normal posible, hacer mis actividades como si no estuviera muriendo, asi que por ahora no puedo aceptar Papancho
-Temo...- continuo reflejando en su mirada su comprensión- nosotros siempre te trataremos como siempre, sólo lo digo porque no queremos que enfrenten solos esta situación, tienes una familia que te ama y te apoya, lucharemos contigo hijo y respeto tu decisión pero no quiero que nos hagas a un lado, queremos acompañarte a tus citas, visitarte, cuidarte y cuando Aris no pueda por el trabajo puedo ir contigo, no me alejes Temo...por favor no me apartes de ti...
Puso sus manos en mis hombros mientras nuestros ojos se llenaban de lágrimas.
-Nunca Papancho- me acerqué a él- pase lo que pase, siempre serás mi papá, te prometo que te mantendré al tanto y si es necesario nos mudaremos aquí cuando lo necesitemos, te amo Papancho...y nunca dejaras de ser mi papá.
-¡Te amo hijo!- mi papá se acercó mientras ambos comenzamos a llorar al envolvernos en ese abrazo- Si algo te pasa me muero...
Nos quedamos abrazando unos minutos y luego jaló a Aristóteles en ese abrazó mientras los tres nos limpiábamos las lágrimas.
-Ari, promete que cuidaras a mi hijo –miro a mi prometido mientras hablaba- y que pase lo que pase sabes que somos tu familia y te vamos a apoyar ¿de acuerdo? Si no puedes ir a una cita con Temo por ir a trabajar con confianza dinos y nos organizamos.
-Si Pancho – Ari tomó mi mano y le dio un beso- te prometo que los mantendré informados, lo cuidaré y si es necesario nos mudaremos aquí pero por el momento entiendo la decisión de mi Temo y lo mejor es estar en nuestra casa por ahora.
Mi papá asintió abrazándonos más tranquilo de saber que ante cualquier situación recurríamos a él, cuando nos calmamos regresamos a la sala donde se podía percibir que ese viernes no sería un día de fiesta más, una parte de mí se sentía culpable y agotado, aunque había dormido toda la tarde en brazos de Ari, no podía nivelar mis emociones aún, por lo que apoye mi cabeza en el hombro de mi novio y el entendió perfectamente la señal.
-Creo que es hora de irnos – comenzó él- Temo debe descansar, y ustedes también luego de la noticia, aparte mañana debo ir temprano a la disquera a grabar si no Diego me matará
Diego una persona más a la que debía decirle...
-Si entendemos – contestó Susana- cualquier cosa estamos aquí para ambos.
Asentimos mientras nos despedíamos de todos recibiendo en esta ocasión unos abrazos más letargados y palabras de ánimo antes de salir por la puerta.
El regreso a casa estuvo callado pero no incomodo, Ari y yo nos sentíamos más tranquilos de haberle explicado todo a nuestra familia, sintiéndonos livianos.
En cuanto subimos al departamento me quité los zapatos y me recargué en el sofá, Ari no tardó en hacer la misma acción acompañándome
-Me alegra que no fuera tan difícil como creíamos, pensé que se lo tomarían diferente.
-Ellos aparentan tranquilidad- lo miré- pero en su mente ellos ya planearon una lista de especialistas mundiales y remedios caseros para resolver esta situación.
El rio un poco ante mi comentario y tomó mi mano
-Ellos te aman- comenzó a jugar con mis dedos- están preocupados como yo, tampoco quieren perderte...
Escuché la palabra como un susurro y me acerqué juntando nuestras frentes
-No me vas a perder- lo mire sin alejarme- soy Cuauhtémoc López el guerrero valiente y lucharé porque nuestra historia aún no termina
-Nunca va a terminar –susurró mientras se acercaba a mis labios- pase lo que pase nuestro amor es infinito.
-Con todos los colores
Fue lo único que pude responder antes de sentir sus labios sobre los míos, el beso comenzó suave profundizándose cada vez más, en algún punto de aquel beso nuestras leguas se habían encontrado logrando una danza continua entre ellas, conforme aumentaban los besos la ropa nos comenzó a estorbar, queríamos estar lo suficientemente cerca uno del otro en esos momentos, sentirnos en ese instante para no separarnos nunca.
Conforme avanzaban los besos nuestras prendas desaparecieron una a una, mi mano bajo hacia el miembro de mi novio acariciándolo hasta lograr estimularlo, lo cual no llevó mucho tiempo porque él estaba tan dispuesto como yo a amarnos.
Me recostó en el sofá mientras enredaba mis piernas en sus caderas, podía sentir sus dedos recorrer cada parte de mi cuerpo suavemente, sin necesidad de apresurarnos, grabándonos cada parte de nuestra piel, sus dedos bajaron a mi entrada mientras comenzaba a prepararme y de mis labios comenzaron a salir jadeos diciendo su nombre, cuando me sentía lo suficientemente listo susurré sobre sus labios
-Mmm.. Hazme tuyo Ari- fue lo único que necesitó antes de acomodarse entre mis piernas y colocando una almohada debajo de mis caderas comenzó a entrar poco a poco mientras sentía como nos convertíamos en una sola persona, cuando el malestar comenzó a pasar mis caderas comenzaron un vaivén chocando contra las suyas, como si ambas bailaran a un mismo compas, con el único propósito de seguir siendo uno.
Me perdí en las sensaciones que me causaba mi Tahi, era como entrar en un estado de sedación donde lo único que podía pensar era en el roce de nuestros labios unido con el rocé de nuestro cuerpos, el cual aumentaba junto con nuestro amor, en esos momentos lo sentía completamente mío y yo era completamente suyo, nuestros cuerpos se enlazaban conforme se convertían en uno solo y de nuestros labios solo salían jadeos perdidos entre nuestros nombres.
Nos olvidamos del mundo en esos instantes mientras el sudor comenzaba a salir de nuestros poros, y nuestros cuerpos disfrutaban del placer y el amor que gozaban uno del otro, hasta que luego de unas embestidas más sentí ese punto de placer que hizo vibrar mi cuerpo logrando arquear mi espalda, olvidándome de todo incluido mi nombre, unos movimientos más y ambos terminamos en ese instante, el dentro de mí y yo en medio de ambos mientras nuestras respiraciones se regulaban igual la sensación de nuestros cuerpos.
Ari salió con cuidado de mi interior y dejó caer su peso contra mí mientras lo envolvía entre mis brazos dejando besos en sus cabellos rizados y él se acomodaba para escuchar mi corazón.
-Te amo tanto Temo- susurró mientras nuestros cuerpos se relajaban luego de tan intensas emociones- me encanta que podamos ser uno
-Te amo mi Aristóteles- besé sus cabellos mientras recargaba mi mejilla en sus rizos- siempre seremos uno.
Fue lo único que susurré mientras nos quedábamos desnudos en el sofá disfrutando uno del otro, sin preocuparnos del mañana, simplemente disfrutando de nuestro pequeño planeta llamado Aristemo.
Y aunque los cielos se llenen de nubes obscuras, solo bastaba tomar tu mano para poder ver el arcoíris entre la tormenta, porque tú eres mi arcoíris, mi cielo lleno de estrellas., mi sol, mi galaxia personal, simplemente mi todo
Hola a todos, lamento muchísimo la tardanza, tenía problemas personales y de tiempo para escribir, pero ya estamos de regreso, me emociona bastante que aumentemos los lectores, espero les siga gustando la historia.
Por fis si es de su agrado dejen una hermosa estrellita, o un comentario para saber que opinan o si quieren cambiar algo, intentaré actualizar lo más rápido posible y sería hermoso que la compartieran con sus amigos.
Dejenme decirles que ando emocionada por qué en pocos días podré ver a Joaco y Emilio en el perfect tour, ¿alguíen mas ira? Espero conocer mucha gente ya que me toca ir solita.
En fin les deseo mis mejores deseos, abrazos y besitos, nos leemos en el siguiente capítulo que espero sea pronto, c: