Estúpidamente Perfecto © [TER...

By milenawalters

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¿Que el idiota, mujeriego y engreído mejor amigo de tu hermano mayor intente seducirte para dormir contigo? ... More

𝑆𝑖𝑛𝑜𝑝𝑠𝑖𝑠
I
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XXVIII
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XXXI
Epílogo

XIV

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By milenawalters

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 XIV

~☤~

Habían pasado ya cuatro horas desde que me encontraba acostada, sin poder pegar un ojo. Eran las 2 am, y ya había escuchado las 235 canciones de mi playlist, había leído hasta cansarme y escrito poemas que eran dedicados para una sola persona: Dylan. Ellos hablaban de lo mucho que lo quería, pero también el daño que me hacía tenerlo cerca. Tal vez en algún momento, podría compartirlos con él.
Francamente, estaba dispuesta a perder mi dignidad y mi orgullo por él. Quería bajar a la sala, verlo allí y pedirle unos minutos para poder decirle todo. Claro que sería raro que Dylan y yo estuviésemos solos hablando, así que quité esa idea de mi cabeza si no quería que Mike lo echara de la casa. Pensé unos segundos para llegar a la conclusión de que podría hablar con él en la madrugada, cuando todos estuvieran dormidos y alcoholizados a tal punto de ni siquiera poder ponerse de pie. Aunque corría el riesgo de que Dylan también lo estuviera.
Al escuchar pasos que se dirigían a la habitación de mi hermano, me metí entre las sábanas y cerré los ojos simulando que dormía por si Mike entraba a mi cuarto. Por suerte, no lo hizo. Perfecto, todos se iban a dormir.
Después de una media hora, dejé de escuchar voces y supuse que todos estaban en el quinto sueño. Fue cuando pasé por el cuarto de Mike, que al parecer había olvidado cerrar la puerta, y vi a sus amigos durmiendo. Pero me llevé una sorpresa, Dylan no estaba allí.
Había sólo dos colchones en el suelo, y mi hermano durmiendo en la cama. ¿Dónde estaba Dylan? ¿Se había ido? Bajé las escaleras rápidamente, y abrí la puerta de la sala. Su moto no se hallaba ahí. La maldita suerte no estaba de mi lado.
Supuse que se había ido a su casa, es decir, ¿dónde más estaría? No creía que había  salido, porque si así fuera, entonces irían también Mike, Connor y James. Además, afuera estaba lloviendo torrencialmente, y nadie querría salir con ese clima. Sí, sin duda estaba en su casa, y yo estaba a punto de cometer la locura más grande de mi vida.
Conducir el auto de Mike hasta la casa de Dylan.
No tenía licencia, sin embargo, sé conducirlo. Había tomado clases junto a mi hermano, y mi padre también me había enseñado un poco. Además, las llaves estaban sobre la mesada. "Gracias Mike", susurré, antes de tomarlas.
Me había puesto nerviosa al tomar el volante. Siempre pensé que conducir por la calle sería increíble, y aunque lo sea, debo admitir que me aterra. Por suerte, eran sólo unas siete cuadras, y se encontraban desoladas por la hora, aunque las calles estaban húmedas, y tenía activado el limpiaparabrisas por las gotas que caían en el vidrio. Eran las 3 am, y sinceramente, tenía miedo de que un demonio apareciera detrás mío.
Entonces llegué. Me encontraba frente a la casa de Dylan McCuller, ese chico que jamás soporté, intentando decirle lo mucho que lo quería. Vacilé al bajar del auto, y quedé mirando la puerta unos segundos, dubitativa por hacerlo o no, sin darme cuenta de que estaba mojándome. "Hazlo", me dijo mi mente. Le hice caso.
Golpeé la puerta dos veces, y después de eso me di cuenta de que tenía timbre. Me reí para mí misma por lo distraída que estaba, y timbré. Luego de unos minutos, nadie salió. Seguramente Dylan se encontraba durmiendo, y yo como una loca golpeando su puerta y presionando el timbre a las 3 am. Tal vez debería haber pensado en esa opción antes de conducir hasta aquí.
Me fui alejando de espaldas a la puerta, un poco fastidiada de mí misma y con velocidad para no mojarme mas de lo que ya estaba. ¿A quién se le ocurre visitar a alguien a la madrugada? Ah, cierto, a mí. Cuando me encontraba buscando las llaves del auto en mi bolsillo, escuché el rechino de una puerta de madera.
—¿Claire? —preguntó una voz.
Dylan permanecía parado en la puerta, con el cabello despeinado y una camiseta negra arrugada. Estaba segura de que había estado durmiendo, pero al parecer mis timbrazos lo despertaron. Se sobresaltó al verme, fue como si hubiera visto un fantasma o algo parecido. Se lo notaba nervioso e inquieto, como si estuviera ocultando algo. Miraba hacia adentro intranquilo, y rápidamente volvía la vista hacia mí.
—¿Qué haces aquí? —preguntó, acercándose a mí a medida que yo me acercaba a él.
Respiré hondo, sentía mi corazón latiendo muy rápido, pero tomé coraje y comencé a decir:
—Quería hablar cont... —pero alguien me interrumpió.
Sarah salía de la puerta de la casa de Dylan, despeinada y con apenas una remera que supuse era de él. Quedé impresionada, y miré a Dylan, sin disimular lo dolida que estaba. Sarah lanzó una carcajada sarcástica y me guiñó el ojo. Mis ojos ya estaban cristalizados, sólo pude mirar a Dylan y negar con la cabeza como diciendo "¿que acabas de hacer?".
Mi corazón estaba roto en miles de pedazos. Él me había dicho que me quería, ¿y ahora llevaba a Sarah a su cama?
—Claire... —susurró, y se me acercó, pero ya era tarde.
Me subí al auto, y conduje sin rumbo alguno. Vi a Dylan y a Sarah por el espejo retrovisor, pero luego dirigí mi vista a la carretera. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Era obvio que él no me quería, que todo lo que dijo fue para que durmiera con él. Dios, ¿cómo demonios caí en su maldito juego? ¿Cómo llegué a enamorarme del chico más mujeriego de la escuela?
La verdad era, que en este momento, los sentimientos que tenía hacia él parecían haberse esfumado en el aire.
Fui secándome las lágrimas en el camino, y me pregunté "¿En serio voy a dejar que el idiota, engreído y mujeriego mejor amigo de mi hermano me haga sufrir?". No. Si él podía decir que me quería y luego dormir con su ex novia, ¿por qué yo no podía estar con otro para que supiera que no es tan importante para mí como cree? No, Dylan, no estaré tras de ti como un perro faldero. No dejaré que tengas el privilegio de romperme el corazón.
Yo también puedo jugar a este juego, Dylan McCuller.

•••

¿En qué estaba pensando? ¿En serio tuve que dormir con mi ex para sacarme el enojo que tenía porque Claire me había botado? ¿Qué clase de estúpido hace eso? ¿Que se me cruzó por la cabeza al llamar a Sarah y pedirle que viniera? ¿Qué demonios acabo de hacer?
Si Claire antes no me quería, ahora me odiaba. Vi la manera en que sus ojos me miraron, lo herida que aparentaba a través de ellos, y las ganas de llorar que tenía. Eso quiere decir, que quizás ella también sentía algo por mí. ¿Y yo qué hice? Me acosté con mi ex novia para quitármela de la cabeza. ¿Qué sucede conmigo?
—Luego te veo, bombón —dijo Sarah, quitándome de mis pensamientos y dándome un beso en la mejilla. Estuve mirando por donde Claire se había marchado todo este tiempo.
No fui capaz de decirle una palabra, dejé que se fuera para luego cerrar de un portazo la puerta de mi casa, y pegarle a la pared como un desquiciado. Lanzaba lágrimas inconscientemente a cada golpe que daba, y mis nudillos sangraban, pero no podía dejar de hacerlo. Me maldecía a mí mismo apenas mis nudillos chocaban fuerte contra la pared, y en un momento, ya me había cansado. Me dolían las muñecas, y sangre había quedado en el muro. Me senté apoyando la espalda contra él, con la cabeza en mis manos, las rodillas flexionadas y los codos sobre ellas, sin poder dejar de pensar en cómo es que siempre arruinaba todo.
—Perdóname —susurré al aire entre llantos, y sacándome las lágrimas con la palma de mi mano—, perdóname Claire.

•••

Estuve todo el domingo acostada en mi cama, escuchando música y viendo series, mientras Mike estaba abajo con sus amigos haciendo quién sabe qué. Supe que se quedarían allí hasta el lunes, e iríamos todos juntos a la escuela, excepto Dylan que supongo estaría con Sarah. Dios, tengo que dejar de pensar en eso.
Sheila me había visitado y le había contado lo sucedido el sábado por la noche. Ella dijo que Dylan era un idiota, algo en lo que yo estaba de acuerdo, pero también qué tal vez me quería como me había dicho, y en eso diferimos. Sus palabras fueron: "Claire, piénsalo, él es el chico más mujeriego y popular de la escuela, que anda con muchísimas chicas y que nunca se enamora. ¿Qué piensas que sucederá cuando se dé cuenta de que lo está de la hermana de su mejor amigo? Amiga, Dylan no sabe cómo manejar sus sentimientos, es decir, no sabe cómo reaccionar ante ellos, y es por eso que se pone nervioso cuando está contigo, y hace estupideces como la de la noche anterior. Imagínate ser el chico por la que todas estén locas, y la única chica que quieres no siente lo mismo por ti. Estaba enojado, Claire, y tal vez quiso descargarse. Obviamente, no justifica lo que hizo, y por lo tanto, tú debes hacerle lo mismo. Dylan tiene que saber que si no hace algo rápido, te perderá, y la única manera de hacerlo, es poniéndolo celoso. Debes estar con otro, besarlo y abrazarlo enfrente de él. Dylan no podrá soportarlo, y tendrá que hacer lo posible para enamorarte."
La idea de Sheila no me gustaba para nada. No quería utilizar a nadie para olvidar a Dylan, porque además, quizás a él ni siquiera le interesaría verme con alguien más. Pero mi mejor amiga insistió, y dijo que posiblemente, no tendría que fingir estar enamorada. A lo mejor, podría gustarme aquel chico del que Dylan se pondría celoso. Después de todo, él era un idiota, y olvidar a un idiota no era algo tan difícil de hacer. A menos que ese idiota te haya dicho lo mucho que te quería (antes de acostarse con la ex), y eso haya significado mucho para ti.
Me había puesto a leer una de mis sagas favoritas de libros "Cazadores de Sombras", y había perdido la noción del tiempo, además, sentía que los ojos se me cerraban por el sueño. Me negaba a dejar de leer, más que nada porque sólo me faltaban dos capítulos para terminar el último libro de la saga, así que decidí ir a buscar café a la cocina. Sabría que los chicos estarían ahí, y sinceramente no sabría cómo mirar a James después de lo que sucedió en la mañana de ayer, pero por lo menos no tendría que lidiar con Dylan.
La verdad, estoy arrepentida por haber botado a James por sentir cosas por Dylan, porque el primero en serio me quería, y el segundo sólo jugaba con mis sentimientos. James siempre me había tratado bien y hecho reír, pero al parecer me gustaban los que me hacían sufrir. Qué buena lógica.
Salí de mi cuarto y me dirigí a las escaleras para bajar a la cocina. Estaba pendiente a mi libro, que por cierto llevé en mi mano todo el tiempo sin quitarle la vista ni dejar de leerlo, y me sentí avergonzada al haberme chocado con alguien. Al alzar la vista, me encontré con los ojos color miel de James, que salía del baño y estaba mirando su teléfono. Ambos estábamos distraídos.
—Uh —dijo, sorprendido y ruborizado—, perdóname, no te había visto —se rascó la nuca, inquieto.
—Descuida —dije, recogiendo mi libro que se había caído al suelo, e intenté lanzarle una cordial sonrisa.
Me puse de pie y coloqué el separador en la página que estaba leyendo, y dejé el libro en uno de los estantes, porque sabía que tendría que conversar con James.
—¿Te gustan la saga de Cazadores de Sombras? —preguntó curioso, al ver lo que llevaba en la mano y para comenzar una conversación. Afirmé con la cabeza—. También a mí, he leído todos los libros.
Alcé las cejas, y lo miré confusa pero sorprendida.
—¿Sabes leer? —pregunté divertida, y logré que riera.
—No sólo soy una cara bonita, cariño —dijo, aún con una sonrisa en su rostro.
También me reí, y quedé mirando sus ojos que observaban los míos, hasta que reaccioné y sacudí la cabeza.
—Hmm... —murmuró—, bueno, tengo que ir con los chicos. Tu hermano me asesinará si sabe que estoy solo contigo.
Asentí, pero antes de que bajara, lo tomé del brazo. No tenía idea de por qué, y él tampoco, simplemente lo hice y después no supe qué decir. Él separó los labios como si quisiera decir algo, pero se quedó callado. Pensé en muchas cosas en ese preciso momento, en cada milésima de segundo. Una parte de mi conciencia decía "no lo hagas, no lo uses", pero la otra decía "¿Quieres olvidar a Dylan o no?".
Entonces lo atraje a mí del brazo, y apoyé mis labios contra los suyos. Ambos nos desplazamos hacia la derecha, lejos de la escalera para que Mike ni Connor nos vieran. James me tomó del cuello y yo de la cintura, mientras saboreaba sus labios como si jamás hubiera besado a nadie. Él abría los suyos, y delicadamente, mordía mi labio inferior. Acarició algunos mechones de mi cabello, y tomaba mi nuca para acercarse más a mi boca. Sabía que esto no estaba bien, pero mi cuerpo no hacía lo que mi mente le decía. James besaba demasiado bien, y no quería alejarme de él.
Al separar nuestros labios, unió su frente con la mía, y mientras recorría mi rostro con sus dedos, me susurró:
—He deseado esto desde hace mucho tiempo —y sonrió.
Le devolví la sonrisa, y por más que estuviera preocupada por lo que acababa de suceder, pensé que podría llegar a enamorarme de James. Él era el tipo de chico que siempre quise en mi vida, no un imbécil como Dylan.
—Lamento haberme quedado callada cuando dijiste lo que sentías ayer —susurré—, estaba confundida.
—¿Y ahora lo sigues estando? —preguntó, y mojó su labio inferior con la lengua.
Negué con la cabeza, esbozando una sonrisa con los labios juntos, y él besó mi frente.
—Tengo que bajar —dijo, después de suspirar—, Mike comenzará a sospechar.
—De acuerdo —respondí, y jugué con su cabello con mis dedos—. Iba a buscar una taza de café antes de chocarme contigo —lancé una risita—, así que voy a guardar el libro y nos vemos abajo.
Él sonrió, y me dio un corto beso en los labios antes de dirigirse a las escaleras. Fui hasta mi cuarto y dejé el libro sobre la cama, seguiría leyendo cuando ya tuviera mi café. Estaba un poco confundida por lo que acababa de ocurrir con James, o sea, no quería utilizar sus sentimientos hacia mí para olvidar a Dylan, ni aprovecharme de ellos como si no significaran nada para mí, porque en realidad, sí lo hacen. Confío en él, y sé que no va a lastimarme, sin embargo, yo tampoco quiero lastimarlo a él. Así que haré lo posible por enamorarme de James, quién de verdad me quiere, y olvidar a Dylan, quién sólo me ve como una más, o al menos eso me demuestra.
Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina. Mike, Connor y James estaban sentados en el sofá con sus celulares, y al verme, alzaron la vista. No había hablado con mi hermano en todo el día, bueno, no una conversación extensa, sólo le dije que Sheila vendría y luego se fue con sus amigos. James me sonrió disimuladamente, y yo le devolví la sonrisa sin que Mike se diera cuenta. Aún había café en la cafetera, y seguía caliente, así que tomé una taza y lo volqué en ella. James no me quitaba la mirada, aprovechando que Mike y Connor estaban distraídos enviando mensajes. Moví la cabeza hacia delante como diciendo "¿qué?", mientras le sonreía. Él alzó las manos en forma de inocencia, abrió los labios articulando una palabra muda y al leerlos, supe que estaba diciendo "eres hermosa". Sentí mis mejillas arder, y pronuncié un gesto irónico en mi rostro, a lo que él respondió con una sonrisa silenciosa.
Fui a mi cuarto con la taza de café en las manos, y me senté en la cama para poder seguir leyendo. El separador estaba en la página 601, y estaba muy emocionada porque me faltaban unas pocas para terminarlo.
Cuando ya estaba apoyada contra el respaldo de la cama con mi libro en la mano, tomé los audífonos para escuchar música mientras leía. Por fin, sólo Shawn Mendes, mi libro, y yo.

•••

Estaba llorando como una desquiciada. Había terminado de leer el último libro de la saga, y seriamente pensaba en leerla de nuevo. Dios, amaba a Cassandra Clare, pero a la vez la odiaba por matar a mis personajes favoritos. Aún así, era mi ídola.
Tomé mi celular porque había recibido muchas notificaciones de Instagram, pero al verlo, sólo pude notar la hora. ¡Eran las 3:00 am! Tenía que despertarme a las 7 para ir a la escuela, y quería dormirme temprano. Perdí completamente la noción del tiempo por estar sumergida en el mundo de los cazadores de sombras, aunque admito que valió la pena.

•••

La alarma sonó cuatro horas después, y mi celular se cayó al suelo al apagarla. Sentía los párpados unidos, sin poder separarlos del sueño que tenía. Estuve quejándome cinco minutos hasta que me digné a salir de la cama e ir al baño para tomar una ducha. En este preciso momento, me arrepiento de haberme quedado leyendo hasta tan tarde.
Después de ducharme, me miré al espejo para maquillar las gigantes ojeras que tenía. Lamentablemente, no funcionó. Parecía un zombie salido de "The Walking Dead".
Me vestí con lo primero que encontré en mi armario. Un jean, un buzo blanco largo Adidas que me llegaba hasta los muslos, y unas zapatillas Fila. Agarré mi celular y leí algunos mensajes de grupos de la escuela, y noté uno de James. Al parecer, no se había quedado a dormir anoche. Recuerdo haberlo agendado un día cuando le pedí ayuda con un trabajo, y desde ahí tengo su número.
James Blair: Te veo detrás de la cancha de Lacrosse, quiero estar un rato contigo antes de la primera clase.
No pude evitar sonreírle a la pantalla al leerlo. Sí, sin duda me enamoraría de él.
Yo: Te veo allí ❤️
Bajé a la sala donde Mike estaba tirado en el sofá aún durmiendo, con los ojos y la boca entreabiertos, y todo "desparramado".
—¡Mike! —grité, mientras bajaba las escaleras, él se sobresaltó, pero al verme, puso los ojos en blanco y volvió a acostarse.
—Déjame dormir —dijo con la voz ronca y fastidiado.
Me dirigí a la heladera para buscar algo para desayunar. Tomé la jarra con jugo de naranja y lo volqué en un vaso, también preparé tostadas para mí y para Mike.
Él se levantó del sofá sin poder sostenerse en sus pies, y pasó una mano por su rostro para reaccionar.
—¿Qué hora es? —preguntó, ya sentado en una silla con los codos sobre la mesa, su cabeza apoyada en las manos y los párpados juntos.
—Son las 7:30 —dije, y le serví dos tostadas junto con un vaso de jugo—, ¿los chicos no se quedarían contigo? —pregunté, aunque supiera que James no lo hizo.
Negó con la cabeza y estiró el brazo para llegar a tomar la mantequilla de maní, pero fue en vano porque al segundo intento desistió. Yo se la di de mala gana.
—Se suponía —dijo, colocando la mantequilla en la tostada—, pero Connor debió irse, al igual que James. Y bueno, Dylan ya no estaba de todos modos —bostezó—, creo que dormiría con una chica o algo así.
"Sí, durmió con Sarah, y lo sé porque fui a buscarlo después de que me dijera que me quería y los encontré en su casa", pensé. ¡Deja de pensar en él, Claire!
—¿Y por qué tienes tanto sueño entonces? —le pregunté, sentándome enfrente suyo para acompañarlo en el desayuno.
Se sonrojó y miró hacia otra parte, mientras se rascaba la nuca. Alcé las cejas, curiosa.
—Estuve hablando con Cindy —respondió, y al decir su nombre sonrió, después sacudió la cabeza para dejar de hacerlo.
Sonreí pícara y lo miré fijamente alzando varias veces las cejas.
—Ya basta —dijo, rodando los ojos, pero río—, yo no me meto en tu vida amorosa.
—¿Ah no? —pregunté, irónica—, dime a cuántos chicos he traído y has echado de casa.
—Ellos no te merecen —dijo, encogiéndose de hombros y dando otro mordisco a su tostada.
—¡Eran amigos, Mike! —dije, entre risas y le aventé un repasador.
—Okay, okay —dijo, dejando el repasador en la mesa después de que golpeó contra su cara—, tal vez lo eran para ti, pero ellos querían acostarse contigo, yo lo sé —siguió, haciendo un gesto de sabelotodo con las manos.
Desvié bruscamente la vista, pero aún tenía una sonrisa en mi rostro. También él.
—Aún así —dije—, quiero conocerla. ¡Tráela a casa! Podemos cenar los tres.
Me dijo un "no" rotundo con la cabeza. Yo insistí:
—Vamooss —dije, como una niña caprichosa—, no te avergonzaré, lo prometo —continué, alzando la mano como una promesa.
Él bufó, pero asintió de mala gana con la cabeza, y lo abracé contenta.
—Iré a cambiarme —dijo, apartándome de él—, espérame en el auto —señaló las llaves que estaban sobre la mesada.
Mike subió las escaleras hacia su cuarto, y yo tomé las llaves para ir al auto. Le di un último sorbo al vaso de jugo, y salí a la calle. Al ver el vehículo y las llaves en mi mano, recordé cuando lo conduje el día anterior para ir con Dylan. Sabría que en algún momento, mi hermano se enteraría, pero hasta que eso suceda no le diré nada. ¿Qué pensaría si supiera que fui hasta la casa de su mejor amigo en SU auto, para decirle que lo quería? Sí, mala idea. Si por lo menos eso hubiera terminado bien...
No, no, no. Basta Claire. Deja de pensar en él. Es un idiota, no te quiere, no te merece. James es increíble, y puede hacerte feliz. Puedes olvidar a Dylan, puedes dejar que haga su maldita vida de mujeriego. Muéstrate tierna con James, y él mismo será quien se alejará. Debe entender que no tiene oportunidad contigo, y aunque antes la tuviera, ahora la perdió.
Mientras abría la puerta del auto, escuché que se cerró la de mi casa. Mike salía de ella apresurado, y rápidamente subió al asiento del conductor. Me acomodé en el del acompañante con mi bolso sobre las piernas, y mi hermano aceleró.

•••

Apenas bajamos del auto, nos encontramos con Connor, quién bajaba del suyo. Mike lo saludó, yo sólo murmuré un "hola" que estoy segura no escuchó. Me adelanté al llegar a la entrada de Dalton School, quería ver a James en la cancha de Lacrosse sin que nadie se diera cuenta, menos que nada, Mike. Sheila llegaría una hora más tarde porque su profesor de la primera clase no vendría, así que luego le contaría lo que estaba sucediendo. Hayley se suponía estaría conmigo, pero suele atrasarse unos minutos, así que aproveché para cruzar todo el pasillo a pasos largos para encontrarme con la cancha de Lacrosse en el fondo. Me dirigí a la parte trasera de las tribunas, y antes de poder enviarle un mensaje a James para saber en dónde estaba, alguien a mis espaldas me cubrió lo ojos con las manos. Me sobresalté, pero escuchar su voz me tranquilizó.
—Estás preciosa —susurró en mi oído, y me di la vuelta para mirarlo a los ojos.
Le regalé una sonrisa, y fue cuando me besó.
—¿Cómo estás? —le pregunté, después de separarnos, mientras acariciaba su mejilla.
—Perfectamente —dijo, colocando su mano sobre la mía que mimaba su rostro.
Me dio otro beso, pero éste fue mucho más duradero. Me tomó de la cintura para acercarme más hacia él, y yo lo tomé más fuerte del cuello. El beso se fue intensificando a medida que pasaban los segundos.
—Espera —dije, mientras besaba mi mejilla—, déjame ver qué hora es.
Él me dio un último beso en la frente sin dejar de rodearme de la cintura, y tomé mi celular. Eran las 8:00, y la primera clase comenzaba a las 8:10. Él bufó, sabiendo que debíamos irnos.
—Ve tú primero —dijo, dejándome pasar—, será extraño que salgamos juntos de la cancha de Lacrosse siendo que no hay nadie.
Asentí y le di un beso en la mejilla para luego dirigirme al pasillo. Divisé a mi hermano junto a Connor y Dylan, que vestía una camiseta arrugada, y tenía el cabello despeinado. Ojeras se mostraban debajo de sus ojos, y tenía los nudillos lastimados. ¿Qué le había sucedido?
Estaban apoyados en sus casilleros, hablando. Yo me quedé en el mío, mientras veía a James entrando hacia el corredor. Fue con los chicos, pero antes, me guiñó disimuladamente el ojo.
Dylan lo vio.

______________________
Holaaa lectoresss! Estoy de vuelta con otro capítulo! POR DIOS LLEGAMOS A LAS 1K VISITAS, en serio muchísimas graciasss❤️
Los quiero! 🖤

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