PROV ARISTOTELES
Me estoy muriendo Aristóteles...tengo cáncer
Mi mente repetía una y otra vez esas palabras como si no pudiera borrarlas, cuando Temo las pronunció de sus temblorosos labios pensé que era un chiste, una maldita broma de muy mal gusto, no obstante al verlo tan asustado, tan perdido supe que él no jugaría con algo tan grave, jamás lo había visto de esa manera y lo único hice fue sostenerlo muy fuerte mientras lloraba entre mis brazos, no podía explicarme nada, no podía ni hablar y solo podía consolarlo mientras susurraba en su oído las palabra tranquilo estoy aquí, lo lleve al sofá sosteniéndolo mientras su llanto disminuyo convirtiéndose en sollozos finalizando cuando se quedó profundamente dormido acunado entre mis brazos..
Miré su rostro grabando cada parte del mismo en mi memoria, sus largas pestañas que caían atraves de sus parpados cerrados, sus pómulos profundamente marcados, su nariz perfilada, quedando perdido en sus gruesos labios de los cuales salían pequeños suspiros, pero lo que más pude observar fueron aquellos detalles que no había notado, como la delgadez de su rostro, las ojeras bajo sus ojos y la palidez de su suave piel, me sentía un completo idiota, tal vez si lo hubiera notado antes no hubiéramos llegado a esta situación, pero el mirarlo un poco más entendí porque no lo había notado antes... porque Temo era hermoso, con los años se había vuelto aún más apuesto de lo que fue en su adolescencia, como si lo hubiera tallado los mismos Ángeles, su belleza actualmente no era de este mundo y tal vez por eso el cielo lo quería de vuelta...
Sentí que el aire se iba de mis pulmones y lo abracé aún más fuerte sin que se despertara, como si de esa manera pudiera esconderlo de todos ya que de ninguna manera iba a permitir que lo alejaran de mí, aunque desconocía la situación estaba seguro que iba a estar aquí para él como siempre, para toda la vida, porque aún teníamos muchos años que disfrutar juntos, besé su frente y lo cargue pasando un brazo por debajo de sus piernas y el otro en su espalda mientras él se acomodaba atravesando sus brazos alrededor de mi cuello y apoyando su mejilla en mi hombro, me percaté que estaba más ligero de lo que recodaba lo que indicaba que había bajado mucho de peso y por lo tanto fue demasiado fácil recostarlo en la cama, le quité los zapatos, lo tapé con las sabanas y besé su frente para luego volver a la sala.
Tomé mi celular comenzando a mandarle un mensajea mi papá suegro
¨Temo está sano y salvo, dígale de favor a mis cuñados, al parecer tuvo un problema, con más calma nos explicara que sucedió, por favor no se preocupen y tampoco lo presionen¨
No expliqué nada más, no porque no quería hacerlo, realmente desconocía parte de la situación, para mí en esos momentos nada era real porque sentía que en cualquier momento iba a despertar de esta horrible pesadilla y abrazar a Temo sintiendo que todo estaría perfecto.
Comencé a recoger el tiradero que había por toda la casa, queriendo ocupar mi mente en otra cosa cuando vi una de las tantas revistas tiradas en el piso, la levanté mientras me sentaba en el sillón y la abrí justo en la página donde la habíamos dejado esa mañana, antes de comenzar a hojearla escuché mi celular mirando la respuesta de mi suegro.
¨Entendido yernito, nos vemos mañana viernes en la cena familiar¨
El mensaje no podía ser más claro, no pediría explicaciones en ese momento, pero no podíamos faltar a la reunión familiar al día siguiente, para hablar con nosotros, aventé mi teléfono en algún lugar y recosté mi cabeza en el respaldo del sofá girándome hacia un lado donde pude ver la foto de mi madre en el estante principal de nuestra casa.
-No sabes cuanta falta me haces-miré la foto emitiendo un profundo suspiro de mis labios antes de seguir hablando- no sé qué carajos está pasando... mejor dicho no tengo ni idea de porque nos está pasando esto a nosotros, siempre hemos sido buenos con toda la gente, no le hacemos el mal a nadie- sentía un nudo crecer en mi garganta mientras hablaba- no me hagas perderlo... no me lo quites... habla con quien sea para que se quede conmigo... porque sinceramente no se vivir sin él...
En ese instante las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, la realidad me estaba golpeando en la cara tan fuerte que me quitaba la respiración, el llanto comenzó a hacerse más intenso mientras me sentaba en el piso abrazando mis piernas como si esa acción impidiera romperme más de lo que estaba en esos momentos, giré mi rostro a alguna dirección y mi mirada choco con la foto que tenía con Temo justo frente a mí, me acerqué a ella y la tomé entre mis manos. Era una de tantas que había por toda la casa, pero era la más especial, justo del momento en que por fin había logrado declararme frente a toda la escuela, ese día habíamos dejado de ser Ari o Temo y por fin nos habíamos convertido en Aristemo frente al mundo, acaricie la foto con las yemas de mis dedos, y por un momento recordé todo lo que Temo había hecho por mi cuando nos conocimos, me había enamorado, me enseñó a amar, me enseñó a ser yo mismo, me sostuvo cuando más lo necesite, cuido de mi cuando pensé que nunca más volvería a caminar, me ayudó a lograr todas mis metas y sobre todo me hizo ser valiente para luchar por quienes somos ahora.
Él era definitivamente el ángel que siempre necesite en mi vida, pero era mi turno cuidar de él, que lo apoyara, que lo sostuviera, que lucháramos juntos y no lo iba a abandonar nunca, esto era una prueba más que íbamos a superar porque nuestro amor era más fuerte y aunque me estuviera muriendo de miedo, tenía que ser valiente por ambos, porque si yo me sentía aterrado no quería imaginarme como se sentía él.
Me encontraba limpiando mis lágrimas sin notar cuanto tiempo había pasado en el piso cuando sentí que alguien se acercaba a mí, tomando asiento a mi lado.
-Esa foto también es de mis favoritas – susurró Temo con voz calmada y ligeramente ronca.
-Deberías estar durmiendo- mencioné en voz baja para no romper la armonía del momento.
-Me hacías falta- recargó su cabeza en mi hombro suspirando profundamente- pensé que todo era una pesadilla...
-Daria todo porque lo fuera- tome su mano y la acaricié con mi pulgar mientras me atrevía a preguntar- ¿Qué dijo exactamente el médico?
Guardó silencio un momento para luego suspirar hondo tomándose su tiempo antes de continuar..
-Tengo que ir con un especialista para hablar de los ¨tratamientos¨, saber que tan avanzado esta y las posibilidades...
Se quedó callado ante lo último y supe lo que quería decir, las posibilidades de morir.
-Todo va a estar bien- tome su mano fuerte y lo miré a los ojos- porque estamos juntos y no te dejaré solo, ¿lo sabes no? Lo superaremos, lo venceremos unidos ya verás
-No tienes por qué hacer esto – alejó su cabeza para encontrar su mirada con la mía percibiendo una profunda tristeza en sus ojos- no quiero que te quedes por compasión, ni por obligación, esto será muy duro y no quiero que te sientas comprometido.
Coloqué mi dedo en sus labios para interrumpirlo.
-Shhh!!!- tomé su mano besándola- te amo, estoy aquí porque te amo y no me da frio enfrentar todo contigo, no me quedaré por ninguna razón anterior, estoy aquí porque tú eres mi persona y juntos somos un complemento, si tu caes yo te levanto, si yo caigo tú me levantas.
-¿y si me cuesta levantarme? –Preguntó con miedo la mirada.- ¿no te cansaras de verme tirado?
-Menso...- negué mientras juntaba mi frente con la suya mirándolo a los ojos- si tú no puedes levantarte entonces me acostaré a tu lado y cuando estés listo nos levantaremos juntos, porque recuerda que pasé lo que pasé...
-Siempre serás mi corazón- a completó nuestra frase observando- Te amo Aristóteles...te amo tanto
-Te amo Cuauhtémoc
Me acerque a él y le di un suave beso disfrutando de los labios del hombre al que amaba
Cuando desperté al otro día nos encontrábamos en nuestra cama, ya que luego del shock emocional de ayer solo pudimos llegar ahí y besarnos hasta quedarnos dormidos.
Me levanté a preparar el desayuno, ese día no iría a trabajar, acompañaría a Temo con el especialista ya que cuando encendió su teléfono recibió un mensaje del antiguo médico explicando que su cita con el especialista la habían agendado al día siguiente después de mover algunos contactos.
Tome mi teléfono y le marqué a Diego antes de que se hiciera más tarde.
-¿Hola?- Contestó Diego al primer llamado- Aristóteles ¿no es muy temprano para que estés despierto? Siempre eres el último en levantarte
-¡Ay cállate Dieguito!- suspiré ignorando su pésima broma- solo te aviso que hoy no iré a trabajar y Temo tampoco... puedes decirle a Mateo por fa.
-¿Todavía no se casan y ya están en la luna de miel?- se escuchó su risa en el teléfono- Por cierto ¿dónde estuvo todo el día de ayer mi mejor amigo?
-Diego no es momento para hablar de eso- suspiré- necesito ese favor les contaremos más adelante ¿de acuerdo? Por ahora solo no preguntes nada...
-Ustedes andan muy sospechosos aristemos... pero bueno no preguntaré por ahora, acomodaré tu agenda para mañana...
-Diego...-suspiré- necesito unos días luego te explico más a fondo pero mientras me gustaría darme un pequeño respiro.
Me sentía mal por mentirle a Diego pero sabía que pronto entendería todo, solo no estaba listo ni era la persona indicada para decirle la verdad sobre su mejor amigo.
-De acuerdo lo intentaré aunque dudo que se pueda pausar el disco, pero ¿Está todo bien?- preguntó inquieto.- olvídalo, no me digas por ahora resuelvan sus asuntos y me dices cuando estés listo.
-Gracias Diego te debo una, cualquier cosa me avisas... – colgué la llamada dejando el teléfono a un lado pensando en todo lo que tenía que pausar pero no me importaba si con eso pasaba mayor parte de mi tiempo apoyando a mi Tahi.
Cerré mis ojos un momento y cuando los abrí encontré frente a mí una de las tantas revistas que hojeamos llena de post-it, la sostuve entre mis manos observando las imágenes de bodas en la playa, la decoración, los lugares...
-Creo que nuestro sueño deberá esperar un poco de nuevo...-Temo caminó hacia mi sentándose justo enfrente.
-Claro que no – le enseñe la revista intentando animarlo- podríamos escoger algunas cosas hacer algo bonito y bien...
-Pero... - pauso sus palabras y susurró mirando la mesa- no puedo hacerlo ahora...
-¿Ya no te quieres casar conmigo? –lo miré con miedo ante su respuesta.
-¡No, no es eso!- se apresuró respondiendo mientras tomaba mis manos mirándome- pero siempre soñé con ese hermoso día al lado de nuestras familias, tu y yo felices... ya sabes bien... y quiero cumplir ese sueño estando sano...
-Bueno, ¿Qué te parece si esperamos la opinión del especialista? –Le di un suave apretón a sus manos- con base a eso podremos restablecer una fecha...
El asintió mientras se levantaba y me abrazaba.
-Te necesitaba tanto...-susurró en mi oído- Ahora soy yo el que te necesita...
-Aquí estoy contigo - lo abracé fuertemente sosteniéndolo- para toda la vida...
Luego de desayunar nos subimos a mi auto ya que la burra se había quedado estacionada en él consultorio del otro médico, por lo que le pedí de favor a Pepe recogerla sin pedir explicaciones por el momento ya que los López tenían copia de la camioneta, el aceptó y me comentó que la dejaría en un tiempo más en el departamento y en la noche quería respuestas, ignoré ese tema por el momento ya que más adelante podía enfrentarlo
Llegamos al consultorio temprano, nos encontrábamos sentados en la banca de espera mientras a nuestro alrededor había más gente, algunos con pañoletas y gorros en la cabeza, otros simplemente con sus ojos cerrados y unos más con miedo en la mirada.., como nosotros, tomé la mano de temo en todo momento y la apreté suavemente dándole ánimos hasta que escuché su nombre ,entramos al consultorio y detrás del escritorio se encontraba un médico que aparentaba tener unos cuarenta y tantos años de edad, nos invitó a tomar asiento y nos acomodamos enfrente sin soltarnos de las manos.
-Bueno, me gustaría decirles que es un placer recibirlos el día de hoy, pero realmente me hubiera gustado conocerlos en otra situación.- mencionó el medico mientras tomaba en sus manos unos papeles leyéndolos- tengo aquí sus resultados señor López.
-¿Y bien? – cuestionó Temo un poco asustado apretando mi mano.
- Como usted sabe está desarrollando leucemia mieloide aguda – miraba los papeles detenidamente- esté se localiza en la medúla ósea por lo mismo se encuentra en su sangre, es de suma importancia comenzar el tratamiento cuanto antes y destruir las células cancerígenas lo antes posible.
-¿Entonces aún no sabemos qué tan avanzada esta la enfermedad?- me atreví a realizar las preguntas que al parecer Temo no podía hacer.
-No- negó- tomaremos estudios más a fondo y en ese momento comenzaremos con las quimioterapias porque no podemos dejar que pase más tiempo y avance la enfermedad, la mejor manera de detenerla es comenzar con la quimioterapia.
Nos quedamos en silencio mientras Tahi apretaba muy fuerte mi mano.
-Sé que esto es difícil para ambos pero haremos todo lo que esté en nuestras manos para que todo salga bien joven Cuauhtémoc- miró a mi novio intentando darle confianza- La quimioterapia es el mejor tratamiento por ahora, debemos intentarlo antes de usar otros tratamientos más fuertes como la radioterapia, además si funciona y tenemos un buen avancé podríamos hablar de un transplante en un futuro pero lo importante por ahora es comenzar el tratamiento cuanto antes.
Ninguno de los dos se atrevía a emitir una palabra sin embargo me arme de valor y comencé a preguntar lo que estaba seguro que mi novio quería saber.
-¿Qué tan agresivo será el tratamiento?- en esos momentos sentí una presión fuerte en mis dedos.
El doctor suspiro hondo quitándose sus lentes y nos miró seriamente,
-Voy a ser sincero- frunció sus labios mientras parecía que buscaba las palabras correctas para continuar.- el tratamiento será muy agresivo al principio, de hecho debemos tenerlo en el hospital unos días hasta que su cuerpo asimile el medicamento, luego cuando este más estable podrá ir a casa y agendaremos citas para las demás sesiones de quimioterapia, pero pueden existir reacciones secundarias como vómito, nauseas, mareos, dolor, fatiga, hemorragias entre algunas más por eso lo mejor es que se encuentre en observación unos días y en las demás sesiones vigilarlo en casa.
-¿Se caerá mi cabello?- preguntó mi Tahi mirando al médico con esperanza, esperando una respuesta alentadora después de todo lo malo que había mencionado.
-Es una probabilidad...- susurró el médico antes de proseguir- dependerá de tu organismo, pero eso no es lo más importante por ahora...el cabello crecerá cuando estés mejor lo que importa es reprimir la enfermedad y que te recuperes,
-De acuerdo- contestó mi prometido no muy convencido- entonces acepto tomaré el tratamiento y lucharemos contra esto...
-Entonces el lunes a primera hora los espero en el hospital para comenzar cuanto antes – comentó el médico regalándolos una sonrisa motivadora- aunque también hay otra cosa importante que debo mencionarles
-¿Hay algo más? – me atreví a preguntar porque parecía que lo único que escuchábamos eran malas noticias.
-Joven Cuauhtémoc es muy importante que piense en su calidad de vida ahora, en realizar todas esas cosas que lo hagan sentir mejor, tenemos grupos que te pueden ayudar o especialistas, incluso hablarlo con toda tu familia es muy importante, necesitaras todo el apoyo posible para salir adelante en esta situación, y sobre todo deben ser pacientes recuerden que esta enfermedad puede durar meses o años... por eso entre más apoyo tengan mejor, no quiero que te desanimes, la depresión es muy común en estos casos y te aseguro que el tratamiento será un ochenta por ciento tu actitud y un veinte por ciento los medicamentos, por eso es importante no dejar que te decaigas emocionalmente y mientras más te animes a ti mismo mejores resultados tendremos
Temo suspiró sin decir nada, entendía lo difícil que era para él decirle a todos y sobre todo asimilar la situación por lo que decidí contestar por él,
-No se preocupe doctor, nosotros le diremos a nuestra familia, si es necesario iremos a terapia y encontraremos la forma de animar a Temo- tomé su mano para levantarnos y marcharnos de ahí- el lunes estaremos aquí a primera hora para comenzar con los estudios...
-De acuerdo –asintió estrechando nuestras manos.- no se preocupen trabajaremos juntos para vencer la enfermedad, eres un joven fuerte, tu cuerpo está en óptimas condiciones para ganar y les ayudaré en todo lo que pueda para lógralo.
Ambos asentimos para luego despedirnos del especialista y salir del consultorio mientras tomábamos nuestras manos, comenzamos a caminar cada uno perdido en nuestros pensamientos pero sin soltarnos en ningún momento como si eso pudiera sostener nuestros corazones y evitar que se rompieran en pedazos, hasta que llegamos al auto donde Temo soltó el aire contenido y comenzó a hablar.
-No quiero ir a cenar a casa esta noche Ari...-susurró acurrucándose en el asiento mientras me miraba- no me siento listo para romper más corazones.
-Temo...-tome sus manos girándome para mirarlo de frente- debemos decirles, son tu familia tienen derecho de saberlo.
-Pero Aristóteles ¿Cómo se supone que les voy a decir esto? ¿Cómo les explico que me estoy muriendo?
Escuchar la palabra morir de sus labios sonó demasiado cruel para mi corazón, pero era una realidad que tenía que empezar a afrontar y luchar para que no pasara.
-Tahi...- suspire profundamente mientras acomodaba mis palabras antes de pronunciarlas - No sé cómo se los vamos a decir pero si tú no puedes yo lo haré ¿okei? Yo estoy aquí para ti ya te lo dije seré tus labios si no puedes hablar, tus oídos si no puedes escuchar, tus manos si no puedes tocar, seré todo por ti para que ambos salgamos de esta ¿Si? Y no te estas muriendo, solo estas enfermo...pero todo saldrá bien, solo será una prueba más y veras que en un año nos estaremos casando en la playa siendo felices olvidando esto ¿de acuerdo?
Él iba a protestar pero se detuvo a ver mi mirada y asintió mientras apretaba mis manos.
-Solo déjame pedirte algo...- me miró fijamente acomodándose mientras era cuidadoso con sus palabras.
-Lo que quieras amor – susurre besando sus manos- si esta en mis manos lo haré realidad para ti,
-Pausaremos la boda otro tiempo más- podía sentir atraves de sus palabras lo difícil que era para él decir aquello- ese día será uno de los más felices e importantes de mi vida, y quiero estar bien, con mi cabello, viéndome radiante, viéndome sano, por favor solo dime que puedes esperarme un poco más.
Su voz se rompió en las últimas palabras y comprendí que de verdad mi prometido la estaba pasando mal, no podía ser egoísta con él, no podía presionarlo, debíamos avanzar juntos por lo que tomé sus manos y las bese.
-Te he esperado veintiocho años de mi vida Cuauhtémoc...- le sonreí – que son unos cuantos más.... Te esperaré toda la vida si es necesario.
-Gracias- y después de muchas horas de angustia una pequeña sonrisa se extendía en sus labios.- gracias por amarme Aristóteles.
-Nunca lo agradezcas- le di un pequeño beso en sus labios.- para mi amarte es un placer.
Luego de la visita al médico conduje hacia nuestro departamento, cuando entramos Temo miró todo el lugar con melancolía comenzando a levantar todas las revistas de boda mientras intentaba no sollozar, entendí que ambos ya no queríamos llorar más ante la situación asi que tragándome mi pena le ayudé recogiendo cada una para colocarlas en el cajón más cercano.
En cuanto terminamos simplemente nos recostamos en el sofá yo acostado a lo largo y Temo encima de mi mientras le dibujaba pequeños círculos en su hombro con las yemas de mis dedos.
-¿Cómo te sientes?- susurré depositando un beso en su frente.
-Me siento bien, tal vez solo un poco cansado – se acomodó escondiendo su rostro en mi cuello- me gusta estar asi, me siento seguro, me siento en paz.
-Si quieres puedes descansar un poco- recargué mi mejilla en sus cabellos sin separarlo de mi- aún falta tiempo para la cena familiar...
-Tahí- murmuró suavemente sin levantar la mirada- ¿Crees que los guerreros estén listos para una nueva batalla? ¿Crees que ellos ganen amor?
-Claro que si- afirmé sin soltarlo- porque son valientes, fuertes y luchan con el corazón veras que todo estará bien, ganarán como siempre lo han hecho tú nunca dudes de eso...
-Está bien – suspiró más tranquilo- confiaré en ellos...
Fue lo último que escuché antes de sentir como se quedaba dormido profundamente entre mis brazos.
Cerré mis ojos dispuesto a caer en el mundo de Morfeo un momento ya que el estrés me estaba cobrando factura , cuando escuché mi celular vibrar, lo tomé entre mis manos sin mover a Temo y miré el mensaje de Papancho.
Pepe ya fue por la burra, la dejó afuera de su departamento, nos vemos en la noche Aristemos y más les vale que tengan una buena explicación para todo lo que ha pasado.
Dejé el teléfono a un lado y suspiré mientras abrazaba más fuerte a mi Tahi, cerrando los ojos para dormir y tomar energía ya que esa noche nos esperaba una batalla emocional con nuestra familia López y sinceramente no sabía cómo les explicaríamos la situación, pero si algo afirmaba es que tenía que recargar fuerzas por ambos... y pensando en ello me sumí en un mundo de sueños donde ahí todo estaba bien, donde ambos éramos infinitamente felices.
Y si la noche no te ilumina, si la luna no se refleja con la luz del sol mira las estrellas ellas también brillan, también sueñan, también hacen compañía ante la soledad y si tú eres el sol y yo la luna, las estrellas son nuestra familia, aquellas que brillaban para hacernos compañía en las noches más obscuras...
Hola paso rápido a actualizar, últimamente tengo mucho trabajo por lo que se a complicado escribir, esperemos que pronto se normalice todo y podamos subir capitulo pronto.
Ya sabes si te está gustando esta historia por fis regálame una estrellita y compártela para que seamos más lectores.
Cualquier duda o reclamación leo sus comentarios, gracias por esperar y estoy feliz de que seamos200 lectores! Que bello esperó pronto seamos más c:
Pd. Si me falto algún acento o hay alguna palabra errónea discúlpeme c: quería actualizar pronto.
Los quiero, tengan linda noche y les mandó besos y abrazos hasta el próximo capítulo...