*Scott*
Esta noche no puedo explicar la felicidad que siento, de tenerla aquí tan cerca y de que me vaya a dar una oportunidad, tampoco me aprovecharé de ella, quiero disfrutar cada momento a su lado y hacerla la mujer más feliz antes de que se marche.
-Qué piensas Crusoe?
-En ti!
-Ah sí! Y qué piensas de mi?
-Que no se como puedes darme la oportunidad a alguien como yo, tu eres todo un universo y yo una pequeña roca espacial. Eres extremadamente maravillosa y tu ser me hace querer estar a tu lado en todo momento, todo en ti hace que quiera estar cerca, tu eres mejor que cualquiera y no físicamente, claro eres muy guapa, pero no es todo lo que me importa, eres de esas personas que te hacen ver el mundo de una mejor manera. Haces que todo sea mejor Katherine y eso me está volviendo loco, no entiendo como puedes ser tan perfecta.
Pasamos esa noche en una pequeña cabaña mas a la orilla de la playa donde le declaré mi amor. Por fin podía tenerla a mi lado y decirle todo lo que sentía, pero aun tengo muchas cosas preparadas para nosotros.
-Buenos días princesa- dije mientras abría los ojos. Me sentí un acosador por no dejar de mirarla mientras dormía, pero esta bien, ella no tiene que saberlo.
-Buenos días- dijo con una sonrisa en su rostro.
-Quieres algo de desayunar? Podemos ir a la habitación del hotel a cambiarnos y luego vamos a comer.- compré algo de ropa para que se arreglará y no estuviese llena de arena.
-Claro, tengo mucha hambre.
Llegamos a la habitación del hotel y la dejé sola para que pudiera ducharse y vestirse tranquila.
Cuando salió mi corazón se acelero rápidamente y no pude evitar sonreír, tengo a la mujer mas hermosa del mundo a mi lado y quiero aprovecharlo al máximo. Esta vez no lo arruinaré, la amo.
Lleva un vestido de playa hasta las rodillas de color amarillo y el cabello suelto, no lleva ni una pizca de maquillaje, pero esta tan hermosa.
-Te ves fascinante.
-Muchas gracias, tu no te ves nada mal Crouse- dijo.
-Vamos Sallow, ya dime Scott y tu sabes que soy el mejor partido.
Solo se rió de manera sarcástica.
Fuimos al restaurante del hotel y pedimos panqueques con café, que por cierto estaban extremadamente deliciosos.
-Qué harás hoy Scott?
-Mas tarde te iré a dejar a casa, tengo que resolver unas cosas de la universidad, ya sabes .
-Si, lo entiendo. En un par de meses me mudaré a New Haven.
-Lo sé- me limité a decir, no quería pensar en eso aún.