El invierno de 1780, es una época que nunca podrá olvidar por el resto de su vida por diversas razones. en ese año, el General George Washington había tomado a Hamilton como su mano derecha, a pesar de las quejas de varios soldados que no simpatizaban mucho con el inmigrante, no creían que se merecía ese puesto, lo llamaron arrogante y bastardo, pero eso no hizo que la popularidad de Alexander bajara, el tipo ya se había vuelto un fenómeno entre las tropas, pero no a fuera de ellas, todavía, pese que ya esta subiendo sin control en la escala de la popularidad, los rumores también comenzaron a crecer con la misma velocidad, rumores que Aaron sabía que era real, ya que el propio Hamilton ya lo había mencionado con anterioridad en las múltiple veces que se habían encontrado a lo largo de casi tres años, como el hecho que era un inmigrante, viniendo de una de las colonias que tenía Inglaterra, de la zona del caribe, aun recordaba la reacción de Alexander cuando vio su primera nevada, parecía un niño pequeño por la expresión de asombro que tenía en su rostro, que era huérfano, entre otras cosas que se decían por allí, como el hecho que era un don juan entre las damas betas y los omegas, era de esperarse de un alfa, con un aspecto salvaje pero sexy, con su forma de ser tan directo y creyente de sus ideas, hace que cualquiera caiga entre sus brazos, pero nunca ha mantenido algo serio, siempre han sido aventura de una noche, e incluso se rumorea que también a mantenido intimidades con otros alfas, pero a diferencia de lo anterior información, esta no estaba confirmada, pero tampoco desmentida
También ese año, la ostentosa familia de los Schuyler estaba realizado un baile durante la estación más fría del año, donde los soldados (y obviamente a familias ricas que apoyaban la revolución) estaban invitados para aquel festejo, obviamente, él fue invitado al baile al entrar en los dos requisito para ser invitado. En esta clase de evento son perfecto para crear lazos entre las grandes familias y obtener más prestigio, más todavía si uno no es de gran escala social que son invitados, puede obtener conexiones y reconocimiento, y si se tiene suerte, desposarse con alguien rico y elevar más el estatus social.
Se vistió con sus mejores prendas cuando regreso del campo de guerra a su casa vacía que heredó de su familia, en aquel día sintió su cuerpo más tenso de lo normal, pero no le tomo en cuenta, pensó que era producto del estrés y casación por toda la situación de la guerra, le había causado aquel pequeño malestar. Una vez listo se juntó con sus dos mejores amigos, William P. Van Ness y Jonhatan Bellamy para irse a la fiesta, ya que ninguno de las tres tenía parejas para el baile
Cuando llegaron al lugar donde se realizaría la aclamada fiesta, aún no había llegado todos los invitados, lo cual aprovecharon para escoger un lugar estratégico, cercano a las mesa con elegantes aperitivos y bebidas tanto alcohólica como no, todo finamente ordenado, era casi imposible de pensar que esto no fuera una de las típicas fiesta que se hacía en la alta sociedad, en lugar para una celebración para los valiente soldado de distintos estatus sociales, en su mayoría bajos
Pronto el lugar se empezó a llenar, y pronto todos comenzaron a bailar junto al ritmo de la música, a pesar de ser invierno, adentro estaba caluroso por la cantidad de personas que se hallaban, por lo cual Aaron ignoro el hecho de que su cuerpo estaba comenzado a elevar de a poco su temperatura, todos ya estaban comentaba aquel peculiar hecho, pero el principal tema de conversación de la mayoría era sobre las hermanas betas Schuyler, quienes se llevaron el centro de la atención de todas las castas, siendo adoradas como envidiadas por su deslumbrante belleza, como su riqueza, hay que admitirlo, pretendientes no le faltaba a ninguna de ellas, mientras que por otro lado, casi la punta del otro salón se encontraba Alexander con su grupo de amigos festejando entre bailes y risas
-Wow, esto es realmente es una fiesta, ¿no Aaron?- dio un codazo a la costilla del piel oscura, quien se rio de ese comentario
-tienes razón Will, las fiestas de alta sociedad son bastante aburridas- Jonathan rio frente a los comentario de sus dos amigos
-¿son tal malas?, entonces me alegro de no ser rico, me salve de tal calvario –a pesar de las diferencia de clase sociales entre los tres, realmente si se llevaban bien
Aaron aflojo el cuello de su camisa mientras se tiraba algo de aire a su rostro, estaba sintiendo mucho calor ese momento, y aquellos movimientos no fue pasado desapercibido por su amigo
-¿estás bien Aaron?, Tus mejillas están coloradas, y créeme que si puedo notarlo, significa que pasa algo- al ser de piel oscura, usualmente no se nota cuando esta colorado sus mejillas, y si lo hacía, significa que algo le estaba sucediendo, razón por la cual Bellamy le puso una mano en la frente
-Dios mío, Aaron, estas hirviendo- jadeo al percatarse de la temperatura el beta
-no me siento enfermo, solo tengo calor- en la fiesta todos bailaban, y en el aire estaba saturado con aromas de las tres castas –además ustedes mismo dijeron, hoy hace mucho calor, a pesar de que estamos en invierno –tanto alfa como beta se vieron entre si antes de fijar su mirada en su amigo
-si tú lo dice Aaron- el alfa miro nervioso por todos lados, como si hubiera algo en el aire – ¿quieren otro trago?, yo me muero por uno- se escapó con rapidez de ellos, dirigiéndose a la mesa con todo tipo trago, tomando y bebiendo cualquier vaso de la mesa sin fijarse en su contenido, desconcertando a sus dos amigos
-¿Qué te pasa, William?- Jonathan se acercó a su amigo para ver por su repentina retirada, Aaron iba a seguirlo, sino fuera por un fuerte escalofrió recorriera en su espina dorsal, siendo seguido por el repentina mano que le sujetaba el brazo con fuerza, comenzando arrastrarlo, giro su cabeza para ver a su captor aun sabiendo quien sería el culpable por la inolvidable fragancia que le llego la fosas nasales, viendo la espala y cabellera atada en una cola de caballo de Alexander
-¡¿Hamilton?!, ¡¿pero qué demonio?!- comenzó a jalar su brazo que estaba agarrado, logrando para a su captor
-¡Tienes que salir, ahora!- no dio más explicación y volvió a tirar con más fuerza, esquivando a diferentes personas bailando o bebiendo, mientras volvía su mirada hacia atrás para ver a sus amigos, juro ver por el rabillo del ojo a una furiosa Angelica Schuyler a lo lejos, mirando por todos lados, como si buscara a alguien que la hizo enfadar por algo
Una vez que lograron salir del lugar fueron golpeados por la diferencia de temperatura que había en aquel ambiente pudiendo ver su vaho, pero aun así, por alguna razón no sentía frío todavía, mientras que Alexander estaba empezado a tiritar por el frío, comenzándose a preocupar por lo que pasaba
-Aaron Burr, no es por sonar entrometido, pero, ¿es usted es realmente un Alfa como todos dicen, señor?- sujeto ambos hombros al nombrado, mirándolo a los ojos en buscan de saber si lo que dice es verdad
-¿de qué rayos estás hablando?, obviamente soy un Alfa, mi aroma es más intenso que el de un beta, y todos saben que los celos de un Omega, comienza en la entrada adolescencia, entre los 12 a 15 años si es tardío, ya que se da inicio cuando su cuerpo ya está preparado en tener crías –su tono era bastante obvio, dando denotar que era una información básica y que todo el mundo sabe- y usted señor Hamilton, sabe que tengo 24 años, es imposible que sea uno- agarro las manos en el hombro y se la quitó con fuerza, volviendo a mirar a la cara al contrario, encontrándolo con los ojos cerrados y olfateando el aire
-pues tu aroma indica lo contrario, si no fuera porque siempre puedo detectar su olor en donde sea, sin importa el estado del aire, usted estaría entrando en celo en las próximas horas allí adentro y te hubieran probablemente violado cualquier alfa de allí, aparte de revelar tu verdadera casta- le grito mientras que el otro abrió sus ojos en shock sacudiendo su cabeza
-no soy un omega, además, es imposible que se pueda retrasar tanto un celo en primer lugar- siempre le dijeron que era un alfa, especialmente después de cumplir los quince, año límite para que le den un celo
-¿y tus padres te dijeron que eras alfa?- no pudo responder aquello de inmediato, quedando en silencio buscando en sus memorias en la época de infante que aún le quedaban
-no... era muy pequeño cuando ellos se fueron- oculto su dolor sobre el tema de su padre por un semblante neutro, al contrario del rostro de Hamilton que remarcaba más su punto
-Solo los padres saben cuál es la verdadera casta de su hijo, incluso siendo un recién nacido- se quedó callado aun viendo al cuerpo de Aaron de pie a cabeza –pero debo admitir que no tienes ninguna características típicas de un omega, diablos, incluso eres más alto que yo- nuevamente lo agarra, pero esta vez de la muñeca –mejor vallamos a un lugar más cálido y apartado-
-¿Por qué el celo se haría presente recién ahora?- esta vez no aparto su mano y comenzó a caminar por inercia, sintiendo como el calor de su cuerpo seguía subiendo, aun en shock por la noticia que aun terminaba en procesar – es imposible, no puedo ser un omega- estaba usando toda su fuerza de voluntad para que su voz no comenzara a temblar del miedo de la posible realidad
-no se la respuesta de eso, pero estoy muy seguro ahora de que eres un omega, además, se nota que es tu primer celo, tu piel está que arde, sin mencionar tu aroma reafirma que eres primerizo en esto- paro de pronto mirando el lugar -¿Dónde queda vuestra casa?-
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Después de una larga caminata, llegaron finalmente a la residencia de Burr, durante el trayecto avanzo más su celo, ahora estaba sudando, a pesar que afuera estaba comenzando a incluso a nevar, sin mencionar que le parecía totalmente incómodos sus caros pantalones en estos momentos, por algunas razón, su primer instinto fue ir corriendo a su habitación y encerrarse con Hamilton, quien, por Dios, su aroma lo estaba empezando a enloquecer sus hormonas todavía más, pero el contrario, en lugar ser el impulsivo y mujeriego alfa que se le conocía ser, estaba más calmado que él, a pesar de saber que probablemente ya tenía una dolorosa erección adentro de sus pantalones
-¿no tienes criados ni esclavos?- pregunto al ver la casa tan desolada, y ausente de cualquier aroma que no fuera por la clara marca territorial de Aaron, dejando claro que era el dueño de la casona –bueno, eso te dará más privacidad durante tu celo- de inmediato comenzó a investigar la solitaria casa, mientras el de ojos purpuras se sentaba en un sillón que estaban cerca mientras se quitaba su chaqueta de tela morado y lo lanzara por alguna zona de la amplia sala, su cuerpo no parecía no conocer algún límite de temperatura, ya que seguía subiendo
-no paso mucho tiempo en casa, además de que vivo solo, no lo vi necesario- fue la respuesta que dio mientras escuchaba como se estaban prendiendo la estufa -¿Por qué estas prendiendo la estufa?, ¡Estoy hirviendo en fiebre!- se quejó mientras se acurrucaba contra el sillón, cada vez se sentía peor
- estas en celo, necesitas un ambiente cómodo, y tú mismo dijiste, tu cuerpo está en una alta temperatura, cuando estés en pleno celo, y no estas a buena temperatura podrías enfermarte- fue su explicación, había dejado un montón de leña al lado de la estufa prendida, en caso de emergencia –no sabemos cuánto durara tu celo, sin mencionar que tu cocina solo hay harina y algunos cereales,-
- ¿Por qué lo haces?-fue lo que balbuceo mientras comenzaba a desembotar los primeros botones de su camisa, para después quitarse con torpeza sus botas de cuero y lanzarlo por alguna parte de la sala
- ¿Acaso no se me permite ser altruista?- hablo con un tono de insulto fingido –Mejor vete a tu habitación Aaron, estas hecho un desastre- se encamino al pasillo viendo las escaleras -¿Dónde tienes pluma y papel? Necesito escribir algo-
Aaron se levantó fatigadodel sillón y le señalo una puerta que estaba justamente arriba, justo al ladoizquierdo de la subida de las escaleras, realmente podía sentía como susentrañas se retorcía adentro suyo, esto era una verdadera mierda, pero pudoreunir suficiente fuerza para subirla escalera y dirigirse a su cuarto,prácticamente abalanzándose sobre su cama totalmente agotado, mientras sentíasus cuerpo estaba ardiendo en llamas
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Lo siento el retraso en la publicación de la historia, no eh tenido tiempo en las ultimas semanas para escribir y editar los capítulos, y a pesar de los pocos que lo lean, me gusta dar algo de calidad en los capítulos, como compensación, tal vez publique durante las semanas los otros dos capítulos que ya debía de haber escrito
otra cosa, cuando publique los especiales, estarán ordenados de forma cronológica con respecto a la historia, osea
muchas gracias por los votos y las leídas!
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