—¡Vamos Verónica!—. Grito Archie a la pelinegra desde afuera del Pembrooke.
—Yo... enserio lo siento Arch—. Hablo la pelinegra tratando de acercarse al chico agarrándolo del brazo.
Archie rápidamente apartó la mano de la chica.
—¡No!, no.. —Grito Archie con lágrimas en los ojos tratando de mantener la postura, pero fallando en el intento— Una vez, está bien te lo perdono, ¿Pero dos? ¿Y además embarazarte de el? No esto acabo, lo siento Ronnie, vete con Reggie—. Finalizó Archie marchándose sin mirar a la chica.
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Despertó Verónica, otra vez de esa pesadilla, que lastimosamente era real, ¿Cuando se volvió tan tonta? ¿Cuando se volvió tan insegura? ¿Donde estaba la persona que ella conocía? Tal vez se había ido con toda su fe.
La chica se levantó y miró a Reggie en su cama, el chico dormía plácidamente, mientras ella se levantó para ir a la cocina a servirse un poco de vino, pero para su sorpresa se encontró con su padre tendido en el suelo con una botella de ron en la mano a medio acabar. Al parecer había tomado hasta desmayarse.
La pelinegra con cuidado lo levantó y lo llevó a su habitación, lo acomodó en la cama tapándolo con las cobijas, antes de salir la chica se miró al espejo, se miró con decepción y dolor. La chica se quitó la panza falsa que traía. Estaba cansada de fingir, ¿Donde estaba su final feliz?
La primera vez que si estaba embarazada había perdido al bebé, después hizo de todo para volver a tener un hijo pero no pudo. No quería desanimar a Reggie así que le mintió diciendo que si estaba embarazada, el chico le contó a todos y así Verónica tuvo que mentirle a todos, hasta Archie.
El pelirrojo aún seguía siendo el amor de su vida, ella había echo de todo, ella siguió todas las reglas, dibujó dentro de las líneas, espero a su tiempo pero cuando al fin vino, ella llamó a Reggie y ahora todo es dolor.
Y cuando trato de volver con uno de sus primeros amores aparte de Archie. Se enteró de que su amada pelirroja estaba por comprometerse a Toni. Ahora ella tenía un dolor abrumador, estaba en sus venas, estaba en su cabeza y giraba como el tren de juguete para su "hijo".
A solo dos semanas de parir falsamente y su vida estaría arruinada, no le podía decir a Reggie, era demasiado tarde. La pelinegra se mordía las uñas preocupada, el chico no la golperia, ni le haría nada, ella sabía que era incapaz, pero si la abandonaría.
La chica miró una perfecta fotografía que tenía guardada donde estaba, ella y Reggie, el chico le acariciaba su vientre con amor y cariño, mientras besaba dulcemente su mejilla y ella solo reía con la mano encima de la del chico, en el marco decía "felices primeras semanas, Diego Mantle Lodge".
Ella era como una fotografía perfecta con un marco roto.
Sabía exactamente a quien culpar.
Toda su vida era una mierda, desde Archie abandonadola y estando con Betty, su falso embarazo, no darle suficiente amor a Reggie y mentirle sobre el embarazo, su padre y ahora la boda de Cheryl y Toni.
La chica llena de furia abrió los cajones de su padre y justo como lo había pensado había una pistola. La tomó entre sus manos, sintió tanto poder y impotencia a la vez, muchos pensamientos llegaron a su cabeza y con la pistola en mano se dirigió al baño.
Con miedo y nervios, coloco la pistola alado de su cabeza apuntándose así misma, estaba dispuesta a acabar con todo. Cuando una idea llegó a su cabeza y apartó la pistola, ella la miró y vio su reflejo en el metal de esta, pero esta vez sin decepción y pena.
Se miró como una ganadora, se miró como una Reina. Sonrió maliciosamente y salió del pembrokee a paso fugaz, tomando solamente una chaqueta para cubrirse de la fría noche.
Jamás me considere mala
Siempre pensé que sería la Reina
Su plan era simple tomar el dinero de los Jones Cooper, asaltar a Jellybean, sólo la espantaría, ella no era una asesina, después de eso se llevaría el dinero y huiría a Canadá para que no la encontraran.
Y así de simple poder empezar de nuevo y ser la reina que siempre fue, no necesitaba empacar ni nada, el dinero de los Jones era más que suficiente para iniciar una vida desde cero llena de lujos y comodidades.
Si ella no podía ser la reina, entonces sería la líder de la oscuridad y el mal. Verónica Lodge había regresado y hambrienta de poder.
Mientras tanto Jughead y Betty venían llegando a Riverdale por el Jet privado de Cheryl, Jughead ofreció el suyo pero el de Cheryl era más lujoso y Jughead aceptaría lo que fuera para Betty fuera más cómoda, a solo unos minutos de llegar, ellos se divertían en jacuzzi alado del bar que poseía el avión, que hasta preferiría vivir en el baño en lugar de su departamento.
—Te amo Betty Cooper—. Decía Jughead bebiendo de su margarita, mientras la rubia se sentaba en su regazo.
—Creo que nuestra pequeña "zambullida" en el jacuzzi te dejo muy romántico, Jughead Jones— Hablo la chica juguetona provocando risa en el chico para después besarlo apasionadamente —. Eso en idioma Betty Cooper, se traduce como yo también te amo.
—Me gusta el idioma Betty Cooper, pero creo que no entendí bien, ¿me lo repites?—. Pidió el chico tomándola de la cintura, pero justo antes de que la chica le diera un beso el mesero llegó avisando que ya iban a aterrizar y que fueran a sus asientos que claro al ser de Cheryl eran rojos con algunos toques de oro y bueno hasta los porta vasos eran de oro.
"Bienvenidos Riverdale, Señor Jones y Señorita Cooper, pueden desabrocharles los cinturones y sus maletas se las darán saliendo del avión, la señorita Blossom espera que hayan disfrutado de su comodidad y les regala a la señorita Cooper, un broche escrito Cooper con las letras de oro puro y al señor Jones le regala un desodorante por huele feo, adiós" Hablo el capitán desde la cabina mientras los asistentes les daban las cosas a los chicos y los escoltaban fuera del avión.
—¿Un old spice, enserio?—. Hablo Jughead enojado tomando su maleta y el desodorante.
—Es un lindo detalle de Cheryl, pensaba que nos iba regalar unos puñetazos o algo así, mejor deja de quejarte y ayúdame con mis maletas—. Dijo Betty apenas pudiendo levantar sus cosas.
A diferencia de Jughead, Betty si llevaba una maleta grande, pues se iban a quedar más días, pero Jellybean les dijo que le había surgido una emergencia y tenían que venir a Riverdale lo antes posible.
—Jellybean dice que ya está aquí, díganle que gracias a Cheryl por traernos y los regalos—. Hablo Jughead mirando su celular para después tomar las maletas de su amada.
Cuando ambos iban saliendo del aeropuerto, vieron a la no tan pequeña Jellybean, se había mudado recientemente de Toledo otra ves a Riverdale pues decidió "independizarse" un poco como Jughead alguna vez hizo solo que ella no viviría en el autocinema o en la escuela, la chica traía el auto de Alice Jones se lo había robado ya que la rubia estaba en un retiro con Sierra y Mary.
—Hola Apestoso y Betty, ¿nos vamos?—. Dijo JB recibiéndolos con un lindo abrazo para después abrirles la cajuela, mientras ella se metía al auto con prisa.
Cuando los ambos guardaron todo, Jughead le abrió la puerta a Betty para que subiera, ellos dos irían atrás mientras Jellybean conducía.
—¿Que pasó JB?—. Pregunto el castaño a su hermana que conducía centrada en el camino.
—Me mudare a Riverdale y Fangs reabrirá el autocinema me dijo que dijiera está muy ocupado con sus labores como alcalde y está un poco dolido por lo de Kevin y no pudo hablarte—. Dijo la rubia menor sin despegar su vista del camino.
—Eso suena bien, le dije a papá que algún día lo reconstruirían, desearía que estuviera aquí para ver esto... —. Contestó Jughead un poco melancólico al recordar a su padre y arrepentido por haberlo abandonado en aquel tiempo.
Betty instantáneamente puso una mano encima dela de su novio para después entrelazarla, logrando una pequeña sonrisa en el rostro del castaño que la miró con esos ojos que la volvían loca y que brillaban con amor al verla.
—Si...— Respondió algo afligida Jellybean para después recobrar la postura— además nesecito su ayuda para entrar a Riverdale High, mamá no quiso que regresara y tengo que ir con un adulto para poder entrar—. Dijo saliéndose del tema para evitar la tristeza y el dolor, a ella también la había destrozado la muerte de su padre.
—De echó un adulto tiene que conducir pero como tú conduces mejor que Jughead y yo estoy un poco ebria está bien —. Hablo Betty recordando que habían dejado a la chica conducir siendo menor de edad apenas en segundo grado de preparatoria.
—Bueno tontos ya llegamos—. Dijo JB estacionando enfrente de la casa pues la chica no tenía llaves, pero gracias a Betty aprendió cómo abrir una cerradura con un pasador.
—Esperen, ¿escuchan eso?—. Alarmó Jughead saliendo del auto escuchando ruidos de la parte trasera de la casa.
Unos fuertes ruidos provenían de la parte trasera de la casa, primero eran pisadas algo fuertes parecían ser de tacones. Cuando al fin se detuvieron se escuchó un vidrio romperse llamando la atención de todos los presentes.
Mientras Jughead se dirigía con cautela, una ya sobria Betty lo acompañaba por detrás mientras JellyBean se encerraba en el auto.
Ahora los ruidos provenian del piso de arriba donde estaban los cuartos principales. Jughead le hizo una seña a Betty poniendo su dedo en su mano en señal de silencio a lo que la chica asintió mientras abrían la puerta trasera que había sido abierta desde adentro por que rompieron la ventana que estaba alado de esta podiendo fácilmente meter su mano y abrirla.
Con cuidado procuraron no hacer mucho ruido entrando tratando de no pisar ningún vidrio que se encontraba en el suelo y con cuidado subieron los escalones hasta llegar a la habitación principal. Una figura femenina se veía entre las sombras de la dura noche con pistola en mano disparandole a la caja fuerte que estaba en el ropero de Alice logrando abrirla.
Rápidamente la chica agarro todo el dinero de la caja, además de joyas y tarjetas de crédito, para después guardarlo en su bolso y saltar por la ventana, en un arbusto sin salir herida, al parecer era muy ágil.
Rápidamente los chicos se fueron asomar logrando ver como la chica corría rápidamente huyendo de la escena. Pero justo antes Jughead se tiró de la ventana mientras Betty soltaba un grito de "¡Noooo!" Agarrandose del borde de la ventana mientras la chica volteaban dejando ver a ...
—¿¡Verónica!?—. Grito Jughead al ver el rostro de la chica que se había detenido para ver quien la seguía sorprendida.
—¡Jughead!— Hablo Verónica con una sonrisa cínica y el arma entre sus manos, la chica temblaba y su mirada estaba fija en el chico —Lo siento, todos mis sentidos me dejaron indefensa, esta oscuridad alrededor promete venganza—. Recitó Verónica como toda una loca mientras apuntaba a el chico con una sonrisa maniática y soltaba una pequeña risa.
Mientras tanto Betty bajaba las escaleras rápidamente corriendo hacia Jughead.
El chico tenía sus manos en alto acercándose lentamente a la pelinegra con temor, estaba planeando arrebatarle el arma.
—Tranquila Verónica, estás enloqueciendo, solo baja el arma y hablaremos tranquilamente—. Hablaba Jughead tratando de acercarse aún más a la chica la cual la miraba con la misma sonrisa.
—Oh no Jughead, perdí todo, el precio que estoy dispuesta a pagar es caro, pero no hay nada que perder cuando estás sola y sin amigos—. Hablo la chica quitando el seguro al arma moviéndose rápido poniendo el arma en la frente del chico.
—¡Tendré lo que merezco!—. Grito Verónica para disparar directo a la frente del chico.
—¡Juggie!—. Grito entre llanto Betty.
—Te amo Betty Cooper...—. Hablo Jughead cerrando los ojos entre lágrimas
—¡Noo!