——¿estas seguro que Lee Jinki vendrá por ella? —preguntó Ahmad a Yesung quien estaba sentado en un sofá de cuero rojo frente a su escritorio.
—los dos harán lo que sea necesario para volver el uno al otro, lo han hecho desde siempre, él más que ella; si quieres mi concejo, para controlarlos inicia siempre por ______ que es más dócil, Jinki es demasiado egoísta no le importara dañarla si con eso consigue su objetivo y te aseguro que su objetivo será acabarte, pero si quieres que ella haga lo que le pidas lo vas a necesitar vivo durante mucho tiempo, pero tampoco te dejes engañar con ella, ambos son unos niños ingenuos e inmaduros pero con demasiado ego.
—yo pienso que solo no han tenido el amo correcto—contestó Ahmad apoyando los pies sobre su escritorio.
—pues suerte domándolos, aunque no se porque te interesa tanto tenerlos —dijo con cierto tono inquisitivo—pero quien soy para juzgar la elección de un cliente.
—tendré tu pago listo la siguiente semana—aviso el árabe y yesung bajo la mirada unos instantes.
—asegúrate de que el y todos los que decidieron apoyarlo estén en la misma fosa.
—dos asesinos perfectos, mucho más valiosos que cualquier lote de armas, a cambio de tu hermano y un par de viejos tontos... —comentó Ahmad pensativo —¿estas seguro que sabes negociar? —se burló pero Yesung solo sonrió con humor, desde luego que eran asesinos perfectos y definitivamente tenían una buena correa pero daban demasiados problemas y para alguien que ya no tenía ni un centavo ni paciencia, era como cambiar dos perros salvajes por un ejército y la cabeza de sus enemigos pero comenzaba a dudar sobre cual era el verdadero interés del Árabe con ellos, o al menos con ella.
— tu realmente no quieres dos asesinos ¿verdad? —se arriesgo a preguntar y el hombre sonrió divertido y negó —aunque ella es adorable mantente alejado, solo va a causarte problemas—advirtió Yesung más por celos que por otra cosa.
— ella es en definitiva una de las criaturas más fascinantes que eh visto en la vida, pero te aseguro que es solo una moneda de cambio para pagar algo que deseó mucho más.
—¿y que es lo que quieres? — preguntó Yesung intrigado.
—a él — Ahmad señaló detrás, yesung se dio vuelta y vio a Taemin parado en medio de la puerta con sus dos guardias convulsionado y desangrándose a sus pies.
—no te preocupes Jong Woon esto no es personal y te aseguro que voy a honrar nuestro convenio, la cabeza de tu hermano rodará la siguiente semana.
—maldito hijo de... —murmuró Yesung poniéndose en pie para hacer frente a Taemin.
—ah sido difícil sacarte de tu madriguera Yeyé—dijo el joven limpiándose las manos de la sangre de sus guardias, Yesung no pareció demasiado sorprendido, bastante molesto si, pero la sorpresa no se reflejaba en su rostro.
—supongo que intentas jugar al héroe—comentó alisándose el traje—pero este juego no es para niños Taemin.
—para este punto estoy impresionado de que no te hayas mojado los pantalones, pero hacerte al duro no va contigo, se acabó, perdiste—Taemin sacó su pistola y le apuntó pero Yesung sonrió con suficiencia.
—No niño, tu perdiste—Taemin frunció las cejas sin comprender—si yo no gano nadie más lo ara—en ese instante el pareció morder algo y en escasos segundos se desplomó en el piso convulsionado hasta que su respiración se detuvo.
—¡ que hijo de puta! —exclamó Taemin —hasta que finalmente se compró huevos —bufo sin terminárselo de creer.
—va uno y falta uno mas—dijo Ahmad algo aliviado, Taemin pasó sobre yesung y se dejó caer en el sofá que este había usado hasta hace solo segundos.
—¿a que diablos se refería? —preguntó luciendo cansado y confundido.
—no lo sé... quizá a que te esfuerzas mucho por alguien que no va a elegirte. —Taemin cubrió sus ojos con un brazo y sopeso aquello.
—No lo creo... por cierto voy a ser papa—contó con cierta amargura.
—es un gran noticia ¿Por qué no pareces feliz?
—porque no voy a verlo crecer.
—si te libras de Lee Jinki podrías hacerlo—Taemin soltó una risa amarga.
—si lo mato probablemente ella moriría segundos después ¿y de que serviria todo esto? Además tampoco puedo tomarla, ella quiere tener una vida normal y yo jamás podré dársela y ahora con esta noticia... —el suspiro con tristeza —mi hijo debería crecer alejado de todo esto y tener todo lo que ninguno de los dos tuvo nunca.
—¿una familia normal? —preguntó Ahmad—¿una madre amorosa? ¿Un padre devoto? Hasta donde yo lo veo ya tiene ambos—Taemin trago saliva y pensó en ello. Por unos segundos imagino a un pequeño niño de piel pálida y cabellos negros como los de su madre pero con su sonrisa, lo visualizo caminando descalzo y tambaleante con sus piecitos regordetes entre un prado de césped y dientes de león en flor, la imagino a ella sentada a unos metros rodeada de florecillas sonriéndole ampliamente pero no pudo imaginarse a sí mismo con ellos, no logro imaginarse sosteniendo sus pequeñas manitas, no, el no podía estar allí ni siquiera en sus sueños se lo permitiria, ese niño no podía sujetarse de esas manos manchadas de sangre, ese niño jamás debía tener ningún contacto con el mundo al que ahora debía permanecer encadenado para siempre, pero aunque eso ahora le llenaba el corazón de amargura, si aquella fantasía se cumplía y ambos eran felices y estaban a salvo, ser un esclavo valdría la pena cada maldito día del resto de su vida.
Ahmad percibió los pensamientos de aquel muchacho y sintió lástima, pero para él tener a la muerte de esclavo era la bendición por la que había rezado a sus dioses y finalmente se lo habían concedido.
—mi abuelo estaría bastante sorprendido al ver que finalmente maduraste—comentó recordando cuando ambos eran unos críos y Taemin siempre estaba metiéndose en problemas en las callejuelas más pobres de Arabia, él no era demasiado sociable y aunque no hablaba demasiado del idioma, se las arreglaba para cabrear a más de uno con su impertinencia que aparentemente hasta el día de hoy lo seguía metiendo en problemas.
Él por otro lado había crecido teniendo una casa y también familia que respetar pero nunca estuvo conforme con lo que tenía,a diferencia de Taemin el tenia ambición, deseaba lo que los traficantes tenían, sus automóviles lujosos, sus casas llenas de lujo, las mujeres y el respeto o más bien el miedo de todos.
Al ser 4 años mayor que Taemin solía acomplejarse consigo mismo por lo que aquel adolescente de 13 años podía hacer por sí mismo a punta de golpes, Taemin no le temía ni siquiera a la muerte misma, se había labrado un nombre y tenía el miedo de muchos más, eso era algo que el jamás podría hacer nunca con sus propios puños porque le tenía demasiado miedo al dolor y a perder, por eso deseaba ser como ese adolescente de mirada sombría, aunque solo tuviese su manera de aferrarse a la vida se daría por bendecido, o eso pensaba en esa época, pues todo había cambiado mucho en solo 5 años para él, y aunque jamás creyó que lo encontraría nuevamente y mucho menos en un sótano aun aferrándose a la vida que los dioses siempre parecían tan empeñados en intentar arrebatársela, pero algo había cambiado para bien o para mal en ese joven, sea como fuese lo único que podía hacer por el era cumplir su deseo de liberar a aquella mujer que le había enseñado a amar y por extraño que le sonase al hombre que ella verdaderamente amaba.
— cuando te conocí preferiste recibir una paliza antes que soltar un miserable pedazo de carne ¿desde cuando renuncias tan fácilmente a las cosas? —quiso saber como podía renunciar tan fácilmente.
—ni yo mismo lo se—Taemin suspiro de cierto modo cabreado consigo mismo por lo débil que lo hacía ella.
—cuando decidiste subirte a ese camión te dije que te arrepentirías, si te habrías quedado y me hubieses apoyado cuando te lo pedí, hoy no estarías en este predicamento—Taemin miró el techo lleno de molduras doradas y aunque no lo admitiese con Ahmad, le dio la razón, pero en ese momento estaba tan cansado de dormir en la basura, de morir de hambre y sed, de recibir la caridad esporádica de su abuelo, que subir a ese camión fue un salvavidas cuando estaba a punto de ahogarse, además deseaba tanto verla una vez más, en cuanto los contactos de Mike lo encontraron y le hablaron del trabajo con Elías Russell, su mayor motivación para aceptarlo había sido que ella estaría en la misión, además que jamás creyó en las ensoñaciones de Ahmad que en ese entonces era un mocoso pegado a las faldas de su madre, nunca creyó que realmente iba a lograr su objetivo, bueno una parte de el, porque ahora su trabajo era ayudarlo a cumplir sus metas en su totalidad.
De todas formas no se arrepentía en lo absoluto porque sus pasos hasta ahora lo habían llevado a ese sótano y todo lo que había sucedido allí era algo de lo que jamás se arrepentiría, aunque haya sido solamente por 15 días.
En ese momento mirando el cadáver de Yesung se preguntó a qué se había referido realmente ¿Qué se le estaba pasando por alto?
—¿estas seguro que Leeteuk va a aparecer? —preguntó dubitativo.
—desde luego, el señuelo ah sido enviado, no tardará en aparecer. —afirmó Ahmad.
—¿y el imbécil de Lee Jinki?
—no ah salido de su habitación de motel, de todas formas hay cuatro sombras resguardándolo, pero me siento defraudado, por lo que me contaste de él pensé que para esta hora ya estaría aquí armando jaleo para llevársela.
—lo se, pero tampoco esperábamos que ______ este aquí está noche ¿Cómo diablos se nos adelantó yesung con ella? tenias que protegerla.
—la policía estaba fuera de su hotel por un accidente que causó Lee, mis hombres tuvieron que permanecer ocultos y ella lo complicó todo, no esperábamos que salga del lugar, Petrel solo nos dijo que Yesung estaría allí durante la tarde no esperábamos tener que movernos del perímetro. —Taemin suspiro enojado consigo mismo, sabía que debía haber estado en ese lugar protegiéndola.
—¿no deberías aprovechar en pasar tanto tiempo como puedas a su lado? Cuando te saque de esa casa no jugaba al decirte que si sobrevivías ibas a tener que entregarme el mundo entero —Taemin gruño frustrado, ojalá esos siete días durasen por siempre así su condena no llegaría.
—el estúpido doctor y esas brujas me echaron para hacerle un examen o algo así, como si yo no hubiese visto todo lo que... —al darse cuenta el color en la cara de Taemin desapareció y salió corriendo.
***
Leeteuk miraba con diversión los informes que le acababan de entregar, Taemin si que se había superado, eso debía reconocerlo pero seguía siendo un niño ingenuo y lo mejor de todo, estaba cegado por el amor, mandar a proteger incluso a Lee Jinki con los guerreros del árabe, hablaba bastante bien de él ¿pero qué tan bien lo tomaría Jinki? Con una sonrisa vio la oportunidad de tener juntos a todos sus enemigos y acabar con todos y sin esfuerzo.
—entréguenle esto a nuestro querido Jinki— teuk lanzó sobre el escritorio las fotos de ______ siendo embestida por el automóvil de Yesung y en las que se la llevaban esposada— que todos estén preparados vamos a terminar con esto hoy.
***
TAEMIN
En un mundo perfecto ella habría conservado a nuestro hijo, en un mundo perfecto sus mejillas aún tendrían color, en un mundo perfecto sería mi nombre el que llamase, pero él mundo no era perfecto, y yo había sido un imbécil al olvidarlo.
"no... no se que hacer" era lo único que yo repetía inútilmente mientras su sangre se expandía sobre las sábanas sin que yo pudiese hacer nada por detenerla, mire las puertas con desesperación el infierno se había desatado tras ellas impidiéndome sacarla de allí pero ella parecía empeñada salir del mis brazos para cruzarlas.
—¡Jinki! ¡Jinki! ¡Por favor... ! — gritaba como si supiese que él había llegado —¡Jinki! — sus gritos desesperados y sus intentos zafarse de mi agarre para ir hacia él me hicieron comprender quien era yo realmente para ella, aun así no podía dejarla ir así que la termine abrazando con fuerza para detenerla.
—por favor para, te lo suplico — y aunque en apariencia yo la había logrado sujetar y estaba entre mis brazos, su mente estaba en algún lugar donde yo no podía hacer nada para protegerla del daño que estaba recibiendo.
Supongo que jamás podré saber si su dolor era producto del delirio que le causaba la fiebre o si realmente su alma había ido a buscarlo pero sin importar que hiciera sus ojos no lograban enfocarse en nada que no fuese aquellas puertas, casi como si sus ojos pudiesen ver a través de ellas, no sabía si me estaba escuchando pero le grite una y otra vez—voy a traerlo para ti —ella comenzó a llorar frenéticamente de nuevo mientras sacudía la cabeza y se removía con fuerza. —por favor... por favor... —suplique nuevamente.
—¡ellos lo están matando! —grito desconsolada.
—¡no lo harán! —tome su rostro y la obligue a verme a los ojos—te prometo que no lo aran ¿oíste? Nunca eh roto una promesa contigo ahora tienes que confiar una vez más —por unos segundos sentí que la lucidez había regresado en ella y finalmente me reconoció, sus ojos desolados se encontraron con los míos, se estaba quebrando entre mis manos y si no hacia algo, pronto la perdería para siempre.
—¿lo perdí? —me preguntó en un susurro como si no se acordase de nada de lo que había sucedido y sin saber que más hacer negué mientras los ojos me picaban, ella parecía tan aliviada que sonrió para mí una vez más así que la bese, la bese para grabarme el sabor de sus labios, para aplacar el miedo que sentía de perderla, para despedirme y para que ella no me olvidase a donde sea que se fuera, sus labios estaban helados aunque él resto de su cuerpo ardía, el color rosa que tanto me gustaba había desaparecido de ellos y antes de darme cuenta ella había perdido la conciencia, ahogando el dolor, el miedo y solo conservando la Ira me puse en marcha para traerle a esa persona que su corazón tanto anhelaba antes de que me fuese arrebatada por fuerzas que jamás podría vencer con ninguna arma que mis manos pudiesen empuñar.
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ustedes: ¡thaya te odiamos!
Yo: pero para que me leen si saben como soy.
Ustedes: te maldeciremos hasta el día en el que mueras 😤😤😤.
Lo siento esta historia desde el inicio era cruel, por cierto dividí el final en dos porque me quedó muy largo entonces hoy subo esta parte y mañana o más tarde depende de los comentarios subire el último, no se enojen y amemos mucho más al príncipe Taemini ¡denle amor!