Después del periodo vacacional de navidad era hora de regresar a clases y Lloyd seguía tan guapo y arrogante como siempre, nada más entrar al aula comenzó a buscar algo, específicamente a mí. Al encontrarme caminó con una sonrisa en el rostro y no le importó que estuviera Ailian presente porque igualmente llegó y me abrazó levantándome del piso.
Lo había entrañado mucho.
—Ya, ya, basta de sus cursilerías que estoy presente y voy a vomitar arcoiris —mencionó Ailian haciendo seña de meterse el dedo a la boca y fingir vomitar.
Yo reí.
—Ailian, tan linda y oportuna —dijo él con sarcasmo, seguía abrazándome y eso me ponía nerviosa.
—Yo siempre —sonrió y se miró las uñas con orgullo.
—Pero Ibbie te gana.
Automáticamente la sonrisa de Ailian se borró, haciendo que yo soltará una carcajada estruendosa.
El verdadero se te borró la sonrisa.
—Tan estúpido, ya quisieras tú estar como yo, pequeño mocoso —le recalcó la última parte.
—Basta de tantos halagos y mejor vamos a sentarnos.
Me solté de su agarré, pero no me dejó ir lejos porque tomó mi mano guiandome a los pupitres.
Mierda, juro que si sigue haciendo eso moriré de un paro cardíaco.
Nos sentamos juntos los tres, yo en medio de ambos.
Lloyd tenía una manía cada vez que se sentaba a mi lado, me pinchaba la mejilla con su dedo indice de manera juguetona y aunque eso me ponía de los nervios, igual lo dejaba porque su tacto me gustaba. Este día fue el mismo que cualquier otro, pero hubo una pequeña diferencia, dejó de pincharme una mejilla cuando el profesor hizo entrar a una nueva chica al aula. Había sido trasladada de los Ángeles a Londres y como era de esperarse, la chica era bellísima y bueno, él también lo notó, se quedó completamente embobado por su cara bonita y su cuerpo de infarto. Mis celos florecieron y le di un manotazo en el brazo para que me prestará atención, pero solo me dió una rápida ojeada volviendo su atención a ella.
Un poco infantil mi comportamiento, lo sé, pero no pude evitarlo.
—Buenos días, mi nombre es April, es un honor estar este año con ustedes, espero que seamos amigos.
"Hili, mi nimbri is ipril". Cómo si nos importará.
—Ya me cae mal y no la conozco. Me da malas vibras, además, tiene cara de hipócrita —criticó Ailian, susurrando en mi oído.
A veces me sorprendía la buena conexión que tenía con Ailian, en su mayoría de veces ella decía las cosas mientras que yo solo las pensaba.
No dije nada, más que nada porque no era el tipo de persona que hablaba antes de conocer, pero por alguna razón ella hacía que mis defensas se activarán y eso no me gustaba.
La chica nueva estaba preciosa y era claro que había captado la atención de Lloyd. Solo me quedaba esperar a que se aburriera de ella o que se enamorará...
Me había levantado del pupitre pidiendo permiso para ir al baño, Lloyd me observó con el ceño fruncido, probablemente sin comprender en lo absoluto mi comportamiento. Fue justo en ese momento en el que tuve el impulso de agarrar mi cuaderno y golpearlo con el en su perfecta cara, pero no lo hice, solo salí directa a los baños.
Fuí directamente al lavabo para echarme agua en el rostro y poder calmar está emoción que sentía en mi interior. Celos.
Me miré en el espejo del baño y en mi cabeza se coló una pregunta.
"¿Tan mal autoestima tienes que sientes celos por la nueva?".
"No, Ibbie, eres suficiente".
Arreglé mi cabello y fingí una sonrisa para después salir e ir al salón.