YuGyeom dormía su siesta mientras BamBam leía el periódico, específicamente la página de empleos.
Estaba decidido a obtener un segundo empleo; al ver a su madre tan agotada la noche anterior algo se removió dentro de él.
Quería quitarle el mayor peso posible. Si bien su sueldo como niñero era suficiente para pagar los servicios de su pequeña casa aún quedaba la renta de ésta, la colegiatura de su escuela y los gastos alimenticios.
No era mucho lo que BamBam podía borrar de las cuentas de su madre y eso lo hacían sentir impotente.
— "Mesero de medio tiempo" suena bien. — murmuró, subrayando el número telefónico del restaurante. — "Cajero nocturno", mh… mamá no estará de acuerdo.
Y así pasó un buen rato, también buscó por internet y en varios periódicos. Formó una lista de ocho empleos, la cual se redujo a nada después de que llamara para pedir información y en todos ellos requería tener como mínimo 18 años de edad.
— Maldita sea. — bufó, arrugado el periódico antes de lanzarlo con coraje al escritorio.
Un crujido proveniente de la cama le hizo recordar que no estaba solo; YuGyeom abrió un poco sus ojos, asomándose por encima de la cobija.
— BamBamie… ¿por qué estás enojado? — preguntó adormilado.
— Oh, no es nada. — le sonrió levemente BamBam. — Gyeomie, ¿no tienes amigos o amigas que requieran un niñero?
— Ese niñero… ¿serás tú? — BamBam asintió. — Entonces no. — respondió antes de darse vuelta, dándole la espalda a BamBam.
El tailandés rió levemente. Se levantó de su asiento para acostarse junto a YuGyeom, abrazándolo por los hombros.
— YuGyeom, tú seguirás siendo mi niño principal. — dijo antes de besarle la cabeza. — Necesito dinero extra.
— Le diré a mamá que te dé un aumento.
— No, Gyeom. Tu mamá ya me paga demasiado bien para las horas que trabajo y tiene muchas consideraciones conmigo, sería abusivo pedirle un aumento.
— Pero… no quiero compartirte, BamBamie.
El mayor no pudo evitar sonreír tontamente. YuGyeom era tan lindo.
— Anda, YuGyeomie. Necesito tu ayuda.
No necesitó decir más para convencerlo, YuGyeom haría lo que fuera para ayudar a su adorado BamBamie. El pequeño prometió investigar.
Pasadas dos horas llegó la hora de irse, BamBam se despidió del menor y de su madre para después marcharse diciendo un "hasta mañana".
— Mami. — la señora Kim se giró a YuGyeom. — ¿Alguna de tus amigas doctoras no necesita un niñero?
— Mh, no lo sé, cielo. No suelo hablar de ese tipo de cosas con ellas. — respondió tomándolo de la mano para llevarlo a su habitación. — ¿Por qué lo preguntas?
— BamBamie necesita dinero, mami.
La mayor sonrió un poco.
— ¿Quieres ayudarlo a obtener más trabajo?
— Sí, se pasó la tarde buscando pero no lo aceptan por su edad. ¿Es malo que alguien tan joven trabaje?
— No es malo, pero es preferible ver a un menor de edad enfocado en sus estudios ya que esos son sus derechos originales. — le explicó la mayor. — Pero bueno, BamBam es un chico consciente y considerado, sabe que ayudar a su madre es lo mejor que puede hacer. Lo entiendo, yo tuve que hacer lo mismo.
— ¿De verdad? No lo sabía. — dijo YuGyeom sorprendido. — Si lo entiendes… ¿me dejas regalarle mis ahorros? Yo no los uso en nada, seguramente BamBamie los necesita más que yo.
La señora Kim sonrió, atrajo a su hijo hacia sí para darle un beso en la frente.
— Estoy orgullosa del corazón tan noble que tienes, mi amor. El que quieras ayudar a BamBam es muy dulce de tu parte.
— E- es que… yo lo quiero mucho, no quiero verlo triste como hoy. Además, su mamá es muy buena y amorosa conmigo. Merecen vivir tan felices y cómodos como nosotros, mami. Son buenos.
La madre del menor acarició las mejillas de su hijo, con sus ojos llenos de lágrimas debido a lo conmovida que se sintió por las palabras de YuGyeom.
Estaba feliz y orgullosa de que YuGyeom apreciara a las personas no por su dinero o estatus social, sino por su integridad como personas.
Ella sabía de antemano que BamBam era un buen chico, si bien su esposo no estuvo del todo de acuerdo al principio de dejar a YuGyeom en manos de alguien tan joven, ambos se sintieron totalmente seguros de que era el niñero indicado después de ver lo feliz que su hijo era gracias a él y los buenos valores que había aprendido del tailandés.
La señora Kim se veía reflejada en BamBam, quizá esa había sido una de las razones por las que le dio el empleo. Quería apoyarlo, a él y su madre. Sabía lo difícil que era vivir con el dinero contado, trabajando arduamente por el pan de cada día.
Estaba agradecida con BamBam por enseñarle a YuGyeom a temprana edad el valor de las cosas y lo que cuesta adquirirlas. La forma en que BamBam le había planteado la realidad a YuGyeom sólo reafirmaba la madurez que el tailandés poseía, razón suficiente para poder irse al trabajo tranquila sabiendo que YuGyeom está con la persona correcta.
— ¿Sabes en qué trabaja la mamá de BamBam, cielo?
— Uh, creo que es secretaria y los fines de semana asea un despacho de abogados. ¿No es impresionante? ¡Tiene dos empleos!
La mayor volvió a sonreír levemente.
— Creo que podemos darle uno mucho mejor, Gyeomie.
🍫
BamBam llegó puntual, como siempre, a la primaria de YuGyeom. Éste no tardó en aparecer corriendo con sus brazos abiertos para abrazar a su niñero.
— BamBamie, hoy pensé mucho en ti en clases. — dijo YuGyeom sonriendo contra el pecho de BamBam, quien rió con ternura mientras le acariciaba la cabeza. — Estaba preocupado por ti, ayer lucías triste. ¿Hoy también te sientes triste?
El tailandés sonrió, peinando el alborotado cabello de YuGyeom.
No podía quejarse de la vida si tenía a ese precioso ser en ella.
— No, Gyeomie. Estoy bien. ¿Qué tal un helado antes de ir a casa?
— ¡Sí, sí!
BamBam tomó la mano del menor para empezar a caminar a la heladería de siempre.
YuGyeom le contaba al mayor sobre su próximo proyecto de literatura, también de la escuela de danza la que quisiera ingresar y varias cosas más. A BamBam le gustaba escucharlo hablar, todo lo decía con tanta emoción que lograba contagiársela.
— No sabía que sabes bailar.
— Pues no sé, BamBamie. Quiero aprender. He visto a idols en Internet que bailan súper increíble. ¿Conoces a TaeMin?
BamBam rió un poco por la desbordante emoción del menor, negando con la cabeza.
— ¿Es un bailarín?
— ¡Sí! Mi favorito, es súper genial. ¡Quiero bailar tan increíble como él!
— Ya verás que lo harás y mucho mejor.
YuGyeom sonrió feliz al ser alentado por BamBam, a quien abrazó mientras esperaban en la fila de la heladería.
Al llegar a casa YuGyeom subió a su habitación a cambiarse mientras BamBam calentaba la comida. Ambos comieron juntos para luego hacer sus respectivas tareas, al terminar YuGyeom durmió su siesta y BamBam inició de nuevo con su búsqueda de empleo.
— "Ayudante de cocina"… oh, es cerca de mi casa. — subrayó el nombre y teléfono del restaurante.
Mientras continuaba con su búsqueda, su teléfono vibró en el escritorio.
JB
(Activo (a) ahora)
➡️ Te tengo tres noticias, dos buenas y una mala.
➡️ La primera buena es: YoungJae me besó. ÉL ME BESO. Toy muerto.
➡️ La segunda buena es: te conseguí trabajo. 😎
➡️ La mala es: tienes que ir en menos de una hora a hablar con el jefe.
DEMASIADA INFORMACIÓN EN UNOS SEGUNDOS. ⬅️
No es que ignore el hecho de que hayas salido de la friendzone, pero… ⬅️
CÓMO DEMONIOS IRÉ EN UNA HORA??!?!? ⬅️
Aún faltan tres horas para que la mamá de YuGyeom vuelva. ⬅️
Además ¿de qué es el empleo? ⬅️
➡️ En la farmacia del esposo de mi prima. Serás cajero y en caso de que lleguen medicamentos te encargarás de acomodarlos.
➡️ Sábado de 12:00 PM a 8:00 PM y domingo de 8:00 AM a 4:00 PM.
➡️ 40,200 por los dos días.
➡️ ¿Qué te parece?
ES PERFECTO ㅠㅠㅠㅠ ⬅️
Mil gracias, JB. Te debo una. ⬅️
Pero, carajo. ⬅️
No puedo ir en una hora. ⬅️
➡️ Llevate a Gyeom-ah.
Estás loco, su madre me matará. O peor aún, me despedirá. ⬅️
➡️ 🤦🏻♂️
➡️ Hablaré con hyung, me deberás dos.
GRACIAS, JAEBUM. ⬅️
Oye, mañana tendrás que contarme bien sobre ese beso. ⬅️
➡️ Jsjsjsjsjs
➡️ Funcionó el té de calzón.
ㅋㅋㅋㅋㅋㅋㅋ ⬅️
➡️ A YuGyeom también le funcionó. 🙊
Shhhh. ⬅️
Oh, por cierto. En la academia de baile que asistes ¿Aún están aceptando juniors? ⬅️
➡️ Claro, todo este mes.
➡️ ¿Por qué?
➡️ NO ME DIGAS QUE YUGYEOM QUIERE BAILAR.
Sí, está muy entusiasmado y me dijo que su madre estaba de acuerdo pero que buscara por él mismo el lugar. ⬅️
Lo ayudaré con eso. ⬅️
➡️ Que lindo novio eres.
No soy su novio. ⬅️
➡️ :o
➡️ Sad.
Por ahora. ⬅️
➡️ Oh yes.
➡️ Bien dicho. 😎
➡️ Dile a YuGyeom que venga a la academia el sábado, yo estaré ahí así que no estará solo.
Sí, se lo diré. ⬅️
De nuevo, muchas gracias, JB. ⬅️
➡️ Para eso y más estoy, BB.
¿Más? ⬅️
➡️ #nohomo
Menos mal ㅋㅋㅋㅋㅋ ⬅️
Bueno, hasta mañana. ⬅️
➡️ 🤘🤘🤘
BamBam dio unos alegres brincos. ¡Por fin algo a su favor! Sólo esperaba que su madre no se opuciera.
🍫
YuGyeom veía las caricaturas mientras comía un plato de cereal cuando su mamá llegó del trabajo.
— ¡Mami! — sonrió YuGyeom al mismo tiempo que agitaba sus pies en la silla. — ¿Qué tal tu día?
— Muy bueno. ¿Y el tuyo? — respondió antes de besar su cabeza húmeda por su reciente ducha.
— De maravilla, fui por helado con BamBamie y encontré una academia de baile. JaeBum hyung asiste ahí ¿me dejas ir el sábado? ¡Por fis! Sólo a ver.
— Claro, cielo. ¿Qué tal si te llevo en la mañana y tu padre te recoge al medio día?
— ¡Sí! Gracias, mamá.
— ¿Y Kunpi-ah?
— Estaba lavando trastes hace un momento.
La señora Kim se dirigió a la cocina, ahí estaba BamBam secándose las manos en su delantal.
— Noona, buenas noches.
— Hola, chico. ¿Todo bien?
— Sí, noona. — sonrió BamBam. — Bueno, disculpe mi prisa pero tengo que irme. Debo hacer la cena para mi madre.
La mayor sonrió asintiendo.
— Hablando de tu madre ¿podrías darme su número telefónico? Quisiera hablar con ella sobre algo.
— Oh, sí. Claro… — respondió BamBam algo confundido. Anotó el número de su madre en el teléfono de la mayor. — Discúlpela si no le responde, no suele usar mucho el teléfono y a veces lo deja en silencio por error. Si no le contesta llámeme a mí y yo la comunico con ella.
— Muy bien, gracias.
BamBam salió junto a la mayor de la cocina, guardó sus libros en su mochila y la colgó en su espalda mientras se acercaba a YuGyeom.
— Te veo mañana, Gyeom-ah. — dijo revolviéndole un poco el cabello, tuvo que abstenerse a besarle sus rosadas mejillas ya que la señora Kim los miraba desde la sala. — Y no pienses tanto en mí en clase, tendrás malas notas. — susurró haciendo reír tímido a YuGyeom.
— No te prometo nada, BamBamie.
El tailandés mordió su labio ansioso. Caray, quería darle un beso. Pero tuvo que irse con las ganas a casa.
Ya le daría unos cuantos (muchos) al día siguiente.
🍫
Hola, bellezas. 💖 ¿Cómo están hoy?
Me inspiré en la entrevista donde BamBam está con su madre y él habla de lo mal que se sentía cuando no podía ayudarla. Lloré sangre. Es un ángel y su madre igual, se merecen tanto el uno al otro. 😭❤️
En fin, espero que les haya gustado.
🍫 Gracias por leer 🍫