Cuando, donde y como el amor...

By CMariia22

3.1M 102K 48.9K

María José Garzón mejor conocida como Poché , es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es ele... More

Capitulo 1: ¡Cuidado por donde caminas... o corres!
Capitulo 2 : Una objeto Castaño volador SI identificado
Capitulo 3: "Tobillos , hielo y antiinflamatorios"
Capitulo 4: Mi hija. Mis padres
Capítulo 5: Superchica al rescate.
Capitulo 6: De pobre no tengo un pelo.
Capitulo 7: Poche ella es Beth. Poche este es Hipo.
Capitulo 8: "Como conseguir amigos en tres pasos fáciles"
Capitulo 9: Golpes de calor.
Capitulo 10
Capitulo 11: "Eres mi prisionera"
Capitulo 12: ¿Estás loca o borracha o qué?
Capitulo 13: Tu me cuidas, yo te cuido.
Capitulo 14: Voy por ti
Capitulo 15: La última posibilidad
Capitulo 16: Simples espectadoras
Capitulo 17: Yo ya te pertenezco
Capitulo 18: ¡Señor Si señor!
Capitulo 19: Tu ganas y yo pierdo
Capitulo 20: ¿Alguien quiere preguntar algo?
Capitulo 21: El primero pero no el último
Capitulo 22: La despedida
Capitulo 23 : "La Bestia"
Capitulo 24: Marche Presa
Capitulo 25: "El efecto Calle"
Capitulo 26: Esta es la noche
Capitulo 27: Tenemos el control
Capitulo 28: Las dueñas
Capitulo 29: ¡Alguien que la pare!
Capitulo 30: Perdida en ti
Capitulo 31: Entre flores y sujetadores.
Capitulo 32: ¿Una cocinita?
Capitulo 33: La guerra de los postres.
Capitulo 34: Quiero todo
Capitulo 35: Miau Miau
Capitulo 36: "La pequeña casa de mis padres"
Capitulo 37: "El mapa del tesoro"
Capitulo 38: "Un verdadero Zoológico"
Capitulo 39: "la prueba"
Capitulo 40: "La leyenda del lago encantado"
Capitulo 41: "Dentro de ti"
Capitulo 42: "Las veces que tu quieras"
Capitulo 43: "Una verdadera despedida"
Capitulo 44: "La junta extraordinaria"
Capitulo 45: "¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin!"
Capitulo 46: "Esta y las otras vidas"
Capitulo 47: "Periodo de Concentración"
Capitulo 48: "La resurrección de la bestia"
Capitulo 49: "Tenerlo o no tenerlo, esa es la cuestión"
Capitulo 50: "Te lo advertí"
Capitulo 51: "El partido por la boda"
Capitulo 52: "Paraíso gay"
Capitulo 53: "El ataque de los buitres"
Capitulo 54: "Las declaro..."
Capitulo 55: "Noche de boda anticipada"
Capitulo 56: "Entre nombres y apodos"
Capitulo 57: "La derrota de la bestia"
Capitulo 58: "Una mirada al futuro"
Capitulo 59: "Siete"
Capitulo 60: "Propuesta indecente"
Capitulo 61: "Pechos"
Capitulo 63: "Una loba en el armario"
Capitulo 64: "Calentitas y apretadas"
Capitulo 65: "Las mujeres de mi vida"
Capitulo 66: "Blancanieves y los siete enanitos"
Capitulo 67: "Es tu turno"
Capitulo 68: "La calma antes de la tormenta"
Capitulo 69: "La historia de las alemanas perdidas"
Capitulo 70: "La tormenta"
Capitulo 71: "Una caja de bombones"
Capitulo 72: "Te falta un no se que"
Capitulo 73: El clan de porristas
Capitulo 74: Antonia hay una sola
Capitulo 75: "Hija de Tigre"
Capitulo 76: "Seis minutos en el cielo familiares"
Capitulo 77: "El cuento de pinocho"
Capitulo 78: ¿Casa o departamento?
Capitulo 79: ¡Voy por ella!
Capitulo 80: "La heredera"
Capitulo 81: "Mujeres de plastilina"
Capitulo 82: ¿Cierto Andy?
Capitulo 83: "Una porrista menos"
Capitulo 84: "Sopla o no soplar, esa es la cuestión"
Capitulo 85: "Las tardes de chusmas"
Capitulo 86: "Invasión de caminantes"
Capitulo 87: "la burbuja de amor"
Capitulo 88
Gracias

Capitulo 62: "Las listas prohibidas"

34.7K 1K 620
By CMariia22

Cuatro años después - Estudio de fotografía de Calle

Natalia, Valeria, Juana y Laura entraban al edificio de trabajo de Calle. Habían quedado con la castaña para almorzar.

- ¡Buenos días Inés! – saludaron a la asistente privada de la fotógrafa

- ¿Dónde está Calle? - Entre que tenía apetito y que de por sí ya es impaciente, la latina estaba irritante.

- En su oficina, lleva horas hablando con Poché – señaló el lugar – Yo que ustedes entraría con cuidado – les advirtió

- ¿Sexo telefónico de nuevo? – Juana era la que preguntaba

- Eso no lo sé, aunque es probable – todos sabían que antes de entrar a una habitación con Calle y Poché había que hacerlo tapándose los cinco sentidos

- ¡No señor! – Saltó Natalia – Ningún sexo telefónico va a demorar mi almuerzo - apuró el paso hasta la puerta de la oficina de la artista – esa castaña hueca sexopata me va a tener que escuchar sea como sea – se ve que tenía mucho hambre

- ¡Esperame Natti! – Valeria no se iba a perder la posibilidad de agarrar a Calle con las manos en la masa

Natalia no titubeo en abrir la puerta de un golpe – ¡Pero que demonios! – Esto es un Deja vu – la oficina de Calle estaba absolutamente llena de flores, ramos de rosas rojas en una esquina, ramos de lilas en otras. Calas por un lado, margaritas por otro... Era como vivir dentro de la primavera misma. Pero las flores no estaban solas, había cajas de bombones apiladas, bolsas de Victoria Secret, vestidos de marca, etc.

- Shhhh – Calle la hizo callar tapando el auricular del teléfono. Cundo vio a sus amigas paradas en la puerta les hizo señas para que pasaran.

- Poché, gorda tengo que atender algo importante ¿Me llamas enseguida por favor? – Calle estaba usando su mejor voz de inocente.

- No me digas que lo volvió a hacer – Le preguntó Natalia apenas la castaña cortó. Laura contaba los ramos de flores, Juana revisaba las bolsas de Victoria Secret que acompañaban a los ramos y Valeria hacía el baile mariposa festejando la primavera - ¿Se desató otra vez la ira de la bestia? – siguió preguntando.

- Sip, no quedó ni una prenda de ropa interior sana – les aseguró - En un momento de la noche, cuando pensé que se había dormido, me levanté para ponerme la parte de abajo y cuando quise acordar la tenía respirándome en la espalda de nuevo. Agarró mi cajón de ropa interior y lo tiró por la ventana, literalmente – Les aseguró la fotografa sentada desde sillón de su enorme escritorio – SI hubieran visto como me miraba el portero esta mañana – No fue fácil salir con la cabeza en alto del edificio - Gracias a Dios por los lentes negros – dijo.

- ¿Cuántas veces Dani? Dímelo, no tengas piedad – Natalia ya no se sorprendía de los registros que marcaba la bestia.

- Perdí la cuenta después de la novena vez que grite su nombre... Es más no creo que haya estado consciente cuando vinieron los otros orgasmos – Calle pudo ver como coordinadamente sus cuatro amigas giraron los ojos.

Un golpe en la puerta las sacó del asombro – Permiso – Kim entraba con una enorme caja en sus manos, varios hombres la seguían detrás de ella con más ramos y otros paquetes – Póngalos por allá – les señaló un espacio vació

- ¿Los chocolates también? – preguntó uno señalando su paquete

- De esos nos encargamos nosotras – con algo tenía que matar el hambre

- Creo que esté te lo dejo a ti – Kim dejó su caja arriba del escritorio – ¿Crees que van a seguir llegando muchos de estos? – le preguntó a su jefa

- Muchos, pero muchos más – contestó Calle abriendo el paquete

Kim salió de la oficina murmurando algo así como "Dios mio" mientas las chicas se encargaban de los chocolates

- ¿Muchos más? – preguntó Laura. Ya había visto a la deportista hacer esta clase de cosas cuando se sentía culpable con su esposa, pero esto era un nuevo record

- SI es que... no lo puedo creer – Una vez abierto el paquete, la castaña tenía en sus manos unas hermosas botas Channel negras de la última colección. Natalia se atoró con chocolate y empezó a toser, su esposa la ayudaba dándole palmaditas en la espalda.

- ¿Las nuevas Channel? – Después del atraco fue lo primero que le salió – No entiendo, te juro que no entiendo. El bomboncito te da prácticamente veinticuatro horas de espectacular sexo y después se siente culpable y te llena a regalos y... y.... y... yo quiero esas botas – chilló la latina

Lejos de sentirse mal, Calle sonreía aun más – Esa es mi esposa – admitió orgullosa antes de que su celular volviera a sonar – Necesito que hagan silencio – les pidió

- Déjanos escuchar por favor – pidió Juana, las conversaciones de esta situación eran todo un espectáculo

- Puede que escuchen cosas que no les gusten – les advirtió

- Por favor, por favor, por favor – le rogaron

La castaña giró los ojos y apretó el botón de atender para después activar el alta voz – Hola amor – atendió dulcemente

- Gorda... En serio, tienes que perdonarme. Juro que no sé lo que me pasó. Trataba de controlarme pero cuando te veía desnuda algo en mi se volvía a despertar. Sabía que esta mañana tendría que haberte dejado descansar pero si tú te vieras el trasero cuando duermes boca abajo, hubieras hecho lo mismo que yo. Tenía que volver a hacerte el amor... tenía. Perdóname por favor - Insistió

- Gorda estoy bien, no te preocupes... Aaaa – Calle fingió dolor y sus amigas la miraron reprochándola

- ¿Estás bien amor? ¿Qué te pasó? ¿Te duele algo? – preguntó preocupada.

- Estoy bien cariño, nada más digamos que cuando me siento, te recuerdo – le dijo dándole la espalda a la mirada de las demás

- Lo sabía, lo sabía. Soy una bestia, perdóname amor. ¿Qué quieres que haga? ¿Te gustaron los chocolates? ¿Llegaron las botas?... Sabía que tenía que parar pero una vez que empecé a beara a Squishi y Spongi no pude Calle, no pude. Tus padres tienen razón, nuestros amigos también, necesito ayuda... ¡Ya se! Ya se lo que voy a hacer... Luego te llamo amor... Te amo... te amo – Poché terminó la llamada

- Eres una malvada Daniela – Natalia la apuntaba con el dedo – el bomboncito parece preocupado de verdad – es que Poché se preocupaba de verdad.

- No es mi culpa. Es ella la que se siente culpable, piensa que me maltrata o algo así. Se lo he dicho mil veces. Cómo si mis gritos y gemidos no fueran suficiente señal de lo bien que la paso – lo pensó en voz baja y lo dijo en voz alta – Sólo agradezco que las paredes sean a prueba de sonido – agregó

- ¿Qué es lo que despertó a la bestia ahora? – preguntó curiosa Juana

- Antonia llevaba una semana entera durmiendo con nosotras – Antonia era la última Calle Garzón nacida del fruto del amor entre Calle y Poché. La pequeña tenía dos años y tenía problemas para dormir de noche "Por eso es el lechucín" había dicho la peliazul.

- ¿Y por una semana sin sexo se puso así? La estás mal acostumbrando amiga – comentó Laura

El celular de Calle volvía a interrumpir la conversación – Es Beth – anunció la fotógrafa haciéndolas callar para que escucharan como continuaba la cosa.

- Buen día cariño – saludo madre a su hija

- Buen día mamá – contestó el saludo la ya no tan pequeña de catorce años - ¿Ya puedo sacar a mami del baño? Anto se va a despertar en cualquier momento y tu sabes que si no desayuna con mami Poché, no desayuna. Además no quiero que se me escape como la última vez. - la última vez que la sacó antes de tiempo Calle recibió la visita de su esposa en modo bestia activado en la oficina.

- Si ya la puedes sacar, pero asegúrate de que se meta rápido en el gimnasio – había que eliminar algún resto de energía que quedara la peliazul – Y lo de Anto es culpa tuya, tú empezaste ese ritual – Primero Beth, después las mellizas y ahora Antonia, todas se habían acostumbrado a desayunar sentadas en las piernas de la peliazulada.

- Acepto la culpa. Bueno voy a rescatar a mi otra madre, cualquier eventualidad te llamo mamá. Hasta luego – la adolescente cortó la llamada

- Menos mal que acepté dejarla usar la habitación libre como gimnasio – fue una buena idea.

Kim entró sin golpear esta vez – Me vas a tener que pagar extra – le dijo dejándole una pequeña caja esta vez, para después dar media vuelta y volver a irse.

- ¿Qué será esta vez? – se preguntaron sus amigas

Calle no dejó mucho espacio para el suspenso porque en dos segundos les mostró un colgante de oro con una piedra blanca brillante –Si que se siente culpable – opinó una de ellas al ver el regalo.

La fotógrafa sonrió pero decidió terminar con los regalos, tampoco era para abusar de su esposa. Agarro el celular y la llamó, no sin antes hacer callar a sus amigas.

- ¿Te gustó? – Fue lo primero que le escucharon preguntar a Poché – Era el que pasaste horas mirando en el centro comercial el otro día ¿Me perdonas? – agregó

- Poché, amor, me encantó. Pero no quiero más regalos, no es necesario. Además no tienes porqué pedir perdón. Al contrario – le dijo esquivando las miradas de sus amigas –

¿Qué estás haciendo? – preguntó cuando sintió ruidos en la línea

- Estoy en el gimnasio – respondió

Calle sonrió por su hija Beth – Me parece bien cariño – todo estaba más tranquilo, salvo porque la imaginación de la castaña llegó hasta lo que habían hecho ella y Poché, en uno de los aparatos del gimnasio la noche anterior. Había sido épico.

- Gorda – Poché hablaba - ¿Puedes hablar con Beth y decirle que cierre la puerta del gimnasio con llave? – al parecer la peliazul también estaba recordando la noche anterior

- Díselo tu – presionó la castaña

- Si salgo de este lugar sabes muy bien que en diez minutos voy a estar en tu oficina – fue muy pronto para sacarla del baño parece.

- Díselo tú entonces – la castaña estaba jugando con fuego. Su cuerpo decía que no, pero su mente no paraba de querer a la deportista sobre ella.

- Calle... No me provoques... Realmente estoy sufriendo...- se podía sentir resistencia en la voz de Poché

- Tengo otra llamada – la artista tocó el teléfono para cambiar de emisor

- ¡Mama! ¿Puedes dejar de decirle lo que sea que estas diciendo a mami? – Beth intuía que era su madre al celular – Si vieras la cantidad de peso que está levantando no seguirías provocándola. Agradece que cerré la puerta a tiempo, porque la mirada de mamá es capaz de encender bosques enteros.– literalmente Beth estaba retando a su madre.- Ahora está atacando la bolsa de box – le narró

- Tranquila cariño, prometo que la voy a calmar – Calle había escuchado a su hija.

- Estas madres mormonales – fue lo último que la castaña le escuchó decir a su hija antes de volver a la llamada de Poché

- Poché... Poché.... Amor...

- Aquí estoy amor. Beth me encerró...

- Si, si, lo sé – aceptó la derrota – Tal vez era mejor, después de todo aun siento que estuvieras dentro mio. Además Squishy y spongy están demasiado sensibles y... - La castaña escuchó un golpe en seco – Amor ¿estás bien?... Poché.... Poché...

- Calle... - la voz de la peliazul demostraba debilidad

- Dime – sabía por dónde venía la cosa

- Creo que no va a ser bueno que nos veamos durante el día – La bestia no se calmaba

- ¡María José! – Calle se hizo la enojada, pero en realidad le encantaba que su esposa la deseara de esa forma

- Lo sé, lo sé. Lo siento, lo siento. Eres tú la culpable por estar tan pero tan buena y por tener ese trasero de dioses y esas piernas que muero por recorrer con mis man... O DIOS... Tengo que cortar. Adiós - Y la línea se murió.

- ¿Nos vamos a almorzar? – preguntó la castaña como si no hubiera pasado nada y como si sus amigas no hubieran sido testigos de sus conversaciones

- Ya lo dije antes y lo vuelvo a decir – Nataliaa seguía a las demás – Ustedes dos necesitan ayuda Dani...

- Urgente – Agregó Laura.

- Poché y yo ya no tenemos salvación – les aclaró – Nosotras... - El celular volvía a sonar

- No vamos a almorzar nunca – resignada la latina se tiró en el sillón

- Si supieras todas las cosas que Poché y yo hemos hecho en ese sillón – Apenas Santana se salió del sillón, Valeria se tiró de cabeza en el.

- ¡Huele a sexo! – anunció la bailarina

- ¡Shhhh! – Calle pedía nuevamente silencio para poder escuchar a Rachel. El alta voz seguía puesto

- Hola amor, perdona por cortar así... Escucha, tengo una idea para que me perdones...

- Poché no hay nada que perd....

- Por favor escúchame amor –insistió – Yo María José Garzón te voy a regalar un...

- No es necesario que me regales nada cariño – interrumpió

- Un día completo de Spa – Terminó la oferta

- No es nec... ¿Un día de Spa? – No era mala idea

- Sino te gusta puedo pensar otra cos...

- No, no... Pensándolo bien, me vendría bastante bien, sobre todo después de la noche que me hiciste pasar ayer – Calle sobre cargaba la culpa

- Por eso, por eso gorda. Déjame recompensarte. Te vas esta tarde, vuelves mañana y dejas que te hagan todos esos masajes que te gustan a ti. Ya te hice la reserva y todo – Le explicó

- Cariño yo – sus cuatro amigas saltaban haciendo señas y señalándose a ellas misma como tratando de decirle algo a Quinn – Un momento cariño – tapó el auricular - ¿Qué quieren? – le preguntó

- Quiero ir al spa – le dijo Natalia

- Nosotras también – Agregaron las demás

- Fue mi idea primero – empezaron a discutir entre ellas

- ¡Shhh! – insistió la fotógrafa – Déjenme a mi – pidió y volvió a ubicarse el celular en el oído – Poché amor, ya estoy – anunció.

- Por favor Calle, acepta. No te preocupes por las niñas, yo me encargo – le dijo.

La castaña miró a sus cuatro amigas arrodilladas en el piso haciendo gestos de súplica, Natalia llegó a besarles los pies – Me encantaría ir amor, pero no se si pudiera ir sola, siento que me aburriría – por algún lado tenía que probar.

- ¿Y si le pregunto a Valeria o Natalia o alguna de las chicas? Pensándolo bien, yo también me quedaría más tranquila si vas acompañada – insistió

- Bueno tal vez...

- No se hable más, ahora mismo hablo con alguna – La peliazul no tardó en colgar que a los segundos sonaba el celular de Natalia.

- Sii. En tu cara Laura esposa de boca de trucha - La latina saltaba de la alegría mientras agarraba su celular – Hola – disimulo la voz

- Hola Natti querida - Se notaba que quería algo

- ¿Qué quieres bomboncito? – tenía que ocultar su emoción

- Necesito que acompañes a Calle a un spa, sales hoy y vuelves mañana. Pago todo yo - no demoró su oferta

- Mmmm... No se si pueda Poché – Calle la quería matar, la única con derecho de extorsionar a su esposa era ella.

- Por favor Natt. Calle necesita este descanso. Por favor – suplicó

- Es que este fin de semana cumplimos aniversario con Vale y no me gustaría dejarla sola con las niñas – Y digo las niñas porque a la familia Betacnourt-Sandoval se le había agregado Andrea Betancourt Sandoval alias patito según Poché. La pequeña era igualita a Valeria y tenía tres años.

La latina escuchó respirar a la deportista – Esta bien. Hago una última oferta: ¿Pueden tu y Vale acompañar a mi esposa al spa? Yo me quedo con el leoncín y el patito – no sabía cómo iba a hacer pero al menos lo iba a intentar.

- No se Poché... Tendría que preguntarle a Vale...

- Ahora la llamo yo – Nuevamente otro celular sonaba en la oficina de Calle

- Vale es tu celular – le avisaron

- Es Poché – sonó sorprendida antes de atender – Hola Pochas, si quiero ir al Spa – Calle casi se le tira encima.

- ¿Cómo lo supiste? – obviamente era lo primero que iba a preguntar

La bailarina no entendía nada de lo que le susurraban sus amigas en voz baja – Eee...

- No me dejaste decirte que estaba a mi lado – Natalia le salvaba las papas a su esposa

- ¿Decidieron? - Poché no quería demorar más la situación

- Aceptamos – Vale gritó al celular

- Perfecto. Ahora mismo hablo con Calle. Gracias - fin de la llamada

Y comienzo de la otra llamada – Holaaaa – Calle atendió no sorprendida y ya cansada por tanto celular.

- Amor, ya arreglé todo. Natt y Vale van contigo yo me quedo con las niñas – ese fue el trato

- Bebe no era necesario que hicieras eso...

- Calle, te lo voy a decir lo más sencillo que pueda, o te vas al spa con tus amigas, o yo me voy a mi viejo departamento. Porque no creo que si te vea pueda pasar un segundo sin tocarte y mucho menos sin hacerte el amor. Es más, ahora mismo, de solo sentir tu voz, tengo muchas ganas de romper las puertas de vidrio del gimnasio, correr hasta la oficina, tirarte sobre el sillón y hacerte las miles de cosas que me gusta hacerte, sin descanso ¿Oíste Calle? Sin descanso – Respiro

Sin palabras la castaña no se sintió físicamente preparada para seguirle el paso a su esposa - ¿A qué hora son las reservas? – preguntó.

A la tarde en casa Calle Garzón

Poché había llamado una reunión urgente del club de las geniales. Por ende en ese momento, desparramadas por toda la sala estaban Beth, su hija mayor. Salome y Emma, sus hijas mellizas de cuatro años. Antonia, su hija menor y sus dos sobrinas, Gabi y Andy.

- Las he reunido aquí porque hay que decidir qué vamos a hacer esta tarde para divertirnos. Su madre – señaló alas Garzón Calle – y sus madres – señaló a las Betancourt Sandoval– me dejaron una lista...

- ¿Otra lista con tu nombre? – Beth ya había perdido la cuenta

- No hay tantas – se defendió Poché

- "La lista del sillón" Que de paso te cuento que ya está por llegar a la página cincuenta – informó - "Lo que Poché no le puede enseñar a las niñas" "Las películas que Poché no puede ver con las niñas"...

- ¿Cómo iba a saber yo que los zombis iban a asustar a Emma? – el apto para mayores de trece años no la avivo.

- "Las cosas que bomboncito no puede regalarle a mis hijas" – Gabi agregaba otra lista

- "La ropa que mami no puede ponerle a las niñas" – Esta fue Emma.

- Bueno,bueno acepto. Tengo muchas listas. Pero ahora esta lista – les mostró una hoja escrita con la letra de Calle – es de ustedes también... ¿Ven? "Los lugares a los que no pueden ir Poché y las niñas" – leyó - Muajaja... su primer lista – se burlo.

- Déjame adivinar – Beth lo intuía – El parque está número uno en la lista ¿Cierto? – era más que obvio

- Subrayado y con letras mayúscula – le mostró la mayor

- Siiiii ¡Parque! ¡Parque! – Antonia saltaba sobre el sillón. La niña tenía una cierta facilidad para alegrarse por cualquier cosa.

- Lo siento lechucín pero desde que volvimos embarradas contigo y con patito no creo que podamos ir nunca más solas al parque – Calle y Natalia se habían encargado de darle una foto de la peliazul a la seguridad que vigilaba el parque. Natalia había querido agregarle la palabra "Buscada" pero Calle logró convencerla de que no era necesario ponérsela.

- ¿Las motos? – preguntó la mayor de sus hijas

- Prohibidas – leyó

- Y mamá se llevó las llaves – las mellizas tenían sus pequeñas motitos también.

- ¿Con Jess? – el leoncín también preguntaba

- Dice "Sólo si está Jess" y Jess está de licencia – aclaró

- ¿A ver los animales? – por primera vez Salome participaba de la conversación refiriéndose a la granja de animales que Poché solía frecuentar con sus hijas, hasta que un día aparecieron cada una con un animal adoptado. Poché durmió durante tres días seguidos en el sillón porque la cabra de Salome se había comido toda la alfombra de la habitación.

Obviamente la cabra ya no está y tampoco el ganso que quiso Gabi y que Natalia amenazó con cocinar en su horno.

- "Absolutamente prohibida" – leyó la peliazul

Al ver la cara de decepción en su hija la deportista agregó. – Por eso las junté. Ustedes deciden que hacemos hoy – esperó respuestas. Lástima que las respuestas vinieron todas juntas y con gritos.

- ¡Un cemento! – Pidió Poché. Al parecer las costumbres de Beth seguían vigentes y eran conocidas por todas, porque se hizo el silencio pedido – Vamos a hacer una cosa. De mayor a menor cada una me va a decir lo que quiere hacer y va a tratar de venderme la idea...

- No se vale – se quejó Gabriela – Siempre que haces eso, lo gana la tía Calle besándote – eso era totalmente cierto.

- ¿Es mi culpa que mi esposa bese bien? ¿No será que ustedes están fallando en defender sus ideas? – dijo la mayor

- ¡Mormonal! – le gritaron las mellizas

- Además Calle no está ahora asique tienen una competidora menos – razonó

- Tía Poché – Andrea se acercaba a su tía – No entiendo lo que tengo que hacer – la pequeña era muy tímida y calladita, Poché se tenía que acercar bien a ella para escucharla.

- No te preocupes patito, tu solo me tienes que decir que es lo que quieres hacer para que nos divirtamos y porque quieres hacerlo – le explicó despacito - ¿Ahora si? – le preguntó despacito. La niña asintió agarrando la mano de su tía

- Empiezo yo entonces – Beth ya tenía todo planeado

- ¡Nooo! – Antonia se quejaba desde arriba del sillón - ¡Yo quiero empezar mami, yo quiero – insistía saltando. La pequeña actuaba como si se hubiera vaciado la jarra de café.

- Lechucín – la calmó su madre – Dije de mayor a menor. Así que empieza Beth – no dejó lugar a discusión - Adelante cangurin – dijo

- Mi plan para hoy día es que vayamos todas juntas a "Todo motor" y me ayuden a comprar lo que me falta para armar el motor de mi auto – hace días quería hacerlo

- ¡Siii auto, auto! – nuevamente a Antonia le gustaba la idea, con palmas incluidas. Beth acompañaba con sus propios aplausos.

A Poché le gustaba la idea – Mmmm puede que si cangurin, puede que sí – Beth sabía que tenía a su madre en el bolsillo, Poché nunca le decía que no a la mecánica – Tu turn leoncín – señaló a su ahijada

- Quiero jugar a matar Zombis – Adicta a residente evil desde chiquita

- ¡Yay... zombis, quiero zombis! – La pequeña Anto nunca paraba

Por un momento Beth vio caer su gran idea, pero después recordó la lista y sonrió

- Lo siento leoncín pero tengo prohibido jugar ese juego contigo – Expresamente Natalia le dijo "Si vuelvo a recibir un peluchazo en mi cabeza porque mi hija piensa que sus leones peluches son zombis, me voy a encargar de meterlos uno por uno en tu trasero"

- Sigo yo ¿cierto? – Como Emma había salido primero, siempre se consideraba un poco mayor que su hermana

- Adelante Em, dame tu mejor intento – la animó

- Quiero ir a jugar al estadio – El Pececín le había agarrado gustito rápidamente al deporte de su madre.

- ¡Siii basquet, basquet ! – los aplausos de Antonia volvían

Poché giraba los ojos ante la actitud de su hija menor – Anto, cariño. No te pueden gustar todas las ideas – su hija la miraba lastimada – Tu tienes que defender tu idea ¿De acuerdo? – explicó nuevamente – Em, la entrenadora me prohibió ir al estadio los días de descanso – Otra hija decepcionada - Salo ¿Qué quieres hacer tu? – era el turno de la otra melliza

- ¿Podemos dormir la siesta? – como si esa pregunta no fuera suficiente señal de sueño, la niña caminó hasta su madre y se tiró en sus brazos

- Esa idea no me gusta mami – Antonia era todo lo contrario a Salome

- A nosotras tampoco – comentaron las demás

- Lo siento Perezocin pero no es el momento – Poché no estaba segura de si su hija la había escuchado o estaba durmiendo arriba de ella.

Andy tiró de su mano para que la peliazul se agachara – Dime patito – le dijo

- ¿Podemos ir a la sala de música? – lo dijo bajito pero la deportista lo alcanzó a escuchar

Nuevamente Beth vio flaquear su plan – Eso me gusta Andy, puede ser. Buena idea – Pohé la tildaba como posible.

- Y por último – miro a Antonia que se estaba aguantando por no saltar ante la idea de su prima - ¿Qué quieres hacer tu Anto? – preguntó

- ¡Parque! Parque! Parque! – insistió

- Sabes que no podemos – Beth no aguantó y salió a defender su idea.

- Pero mami...

- Lechucín mira la lista prohibida – levantó la hoja

- No podemos hacer nada – se quejó Gabriela

- Eso es cierto – dijo Beth – Nos tienen dominadas – comentó

- Me gustaría que no hubieran listas – Emma cruzada de brazos opinaba

Poché miró a todas las pequeñas y no tanto que la acompañaban y reflexionó. No podía permitir que sus hijas sucumbieran ante los encantos de su esposa y los pechos de Natalia de tan chiquitas, tenía que hacer algo – ¡Tieen razon! – Puso a Salome en el piso – ¡No podemos dejar que una lista nos mande! – alentó - ¿Quien son las geniales? – preguntó

- Nosotras – gritaron las que entendieron

- Basta de listas – gritó – ¿Digámoles no a las listas prohibidas! – pidió para luego romper la que tenía cerca de ella. – ¡Seamos libres!– animó

- ¡Siiii! ¡Seamos tigres! ¡Tigres! ¡Tigres! – Otra vez cambiando palabras.

- ¡Todas al parque! – fue el grito de guerra para que cada pequeña saliera a buscar cosas para pasar su día en ese lugar

- ¿Sabes que cuando vuelva mamá te vas a arrepentir de haber roto esa lista cierto? – Beth le preguntaba a su madre

- Lo sé cangurin, lo sé. Me entusiasme demasiado – aceptó el error suspirando.

En el spa

Todas las chicas estaban metidas en una pileta de agua caliente con mascaras de barro en sus caras. Y una copa de Champagne en sus manos.

- Esto es vida – comentó Laura.

- Esto es más que vida, es cielo – agregó Juana

- Menos mal que se te ocurrió hacer la lista Dani – le dijo Natalia

- Por lo menos sabemos que no se van a embarrar – agregó la castaña relajada

- ¿Cómo están tan seguras de que Poché le hace caso a sus famosas listas? – Laura no estaba tan segura

- Poché le tiene miedo a las listas – aseguró la bailarina

- Exacto – afirmó Calle – Puedes quedarte tranquila. Este fin de semana ninguna de mis hijas va a terminar dentro de un lago – dijo

- Ninguna de las mías tampoco – chocó los cinco con la fotografa

En el parque

- O Dios ¿Porqué? – Poché estaba dentro del lago sosteniendo a Anto y a Andrea mientras Beth se encargaba de liberarles los ojos del barro a las mellizas - ¿Por qué siempre me pasa esto? – Rachel miraba al cielo.

- ¿Ya somos tigres mami? – preguntó la pequeña que estrenaba embarramiento.

- Más tigres que nunca cariño – Excepto que si los guardias del parque llegaban a ver a la peliazul ella no iba a ser tan tigre.

Continue Reading

You'll Also Like

1M 90.6K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
59.7M 1.4M 17
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
15.7K 1.3K 29
''Padres'' La peor cosa que puede pasarle a nosotros los adolescentes. Los papas creen siempre tener la razón pero no es así, por decir en m...
21.2K 1.3K 53
Helen Ebbot está a punto de entregar su corazón a una hermosa mujer, que pude ser su salvación... o perdición. Sarah Cortés parecía diferente, era in...