Winter Jones, las sombras de...

By 24Winchester

34.3K 4.4K 571

Winter Jones o mejor conocido como invierno es un sobreviviente. A su corta edad a sobrevivido a cuatro acci... More

Personajes
La complejidad de un nombre absurdo.
Los días de invierno
Las posibilidades de sobrevivir.
Un milagro andante
Un idiota llamado Santi
Cosas de hermanos
Charms
De vuelta al juego
¿Novios?
Oh Dam... que buen cuerpo.
Terapia
BRO...
Día de nieve
Tormenta
Steve
Prejuicios
Cena inesperada
¿Disculpas?
Beach Place pt.1
Beach Place pt.2
Beach Place pt.3
El regreso de satanas
La verdad oculta
La historia de un idiota
SKY's
Decisiones
Winter Malo
¿Es todo?
Y así fue...
Winter Jones
Un pequeño adios
Datos curiosos ;)
Winter Jones, Un nuevo invierno.

Ellos fueron

892 130 13
By 24Winchester

No sabía que decir, un nudo se formo en mi garganta.

—Tu... eres amigo de quien mato a nuestros amigos —dije soltando su mano.

—Por favor no son mis amigos —se defendió.

—Pues nunca fuiste así de amable con alguna persona, ni con tus amigos —reclame.

—Winter no es lo que parece —dijo nervioso— ellos sufren igual que nosotros.

—Oh por favor no me vengas con esa basura —exclamé— mataron a mi mejor amigo, a tus amigos... mierda por su culpa no puedo tener sexo contigo.

Él se empezó a reír.

—Santiago estoy hablando enserio —deje en claro— tú los conocías y no me lo dijiste.

—Bueno mi plan no era que los conocieras, aunque deberías hacerlo —aconsejo.

Lo miré furioso.

—Te estás escuchando —le dije.

—Lo hago pero tú no a mi —contestó.

—Ahora los defiendes, que mierda te pasa —le grité.

—Que los conocí —contestó— Invierno yo estaba igual de enojado que tú cuando los vi, incluso puede que haya deformado la cara de Theo la primera vez que hablo conmigo, pero hice algo que de no haberlo hecho no estaría aquí contigo.

—¿Qué? —pregunté enojado.

—Los perdone —respondió.

Quería golpearlo en estos momentos.

—Tal vez tú puedas hacerlo pero yo no, quieres saber por qué —dije dolido.

Él negó con la cabeza.

—Por su culpa yo nunca podré caminar sin ayuda de este estupido bastón, ni siquiera puedo estudiar lo que de verdad quería por su culpa... me arruinaron la vida —confesé.

Él me miró cansado.

—No puedo hacerte cambiar de opinión, pero mientras guardes todo ese odio tu mismo te arruinarás la vida —contestó.

—Llévame a casa —ordene sin más.

No dijo nada y simplemente me llevó, al llegar a casa me baje molesto de su auto.

—Te amo —exclamo.

—Yo igual —contesté molesto— aunque en estos momentos solo quiero golpear tu cabeza contra el volante.

—Hazlo —permitió.

Lo pensé por unos segundos.

—No, cuando ya no esté molesto no quiero un novio deforme —agregue para irme.

Entré a la casa alterado, estaba molesto por todo.

—Bebé número tres —exclamó mi tía de sorpresa.

—¡Qué! —saludé molesto.

—Uy que carácter —se quejó mi tía con mi padre.

—Amber —la regañó— ¿Qué tienes hijo?

—Nada yo... me voy a mi cuarto —exclamé.

Me encerré en mi habitación pero mi padre no tardó en entrar.

—Winter —me llamó.

—Quiero estar solo —exclamé molesto.

—Bueno sabes que no lo hacemos así —dijo mi padre.

—Y es mamá la que hace esto —le grité.

—Pero ella no está —contestó— estoy yo así que dime que te ocurre.

Suspiré molesto, sabía que en cuanto se lo contara llamaría a mamá.

—Los vi papá —dije por fin— vi a los culpables del accidente.

Mi padre suspiró y se sentó a mi lado.

—Elizabet y Theo —susurró.

—Los conoces —pronuncie herido.

Él asintió.

—Llevan meses queriendo hablar contigo, tu madre pensó que sería mejor que no lo hicieras —explicó.

—Tu no estás de acuerdo —entendí.

—Creo que te haría bien enfrentarles —aseguró.

—Tu no lo entiendes, el simple hecho de ver sus rostros en mi mente me hace recordar todo lo que perdí... ellos mataron a mi mejor amigo y eso nunca lo entenderás por que no has perdido alguien tan especial.

—Si lo entiendo —dijo mirándome.

—No, no lo haces tú...

—Si lo hago por que yo también perdí a mi mejor amigo —confesó interrumpiéndome.

—¿Qué? —pregunté confundido, nunca me lo había dicho.

Sus ojos me miraron y en ellos se veía una tristeza enorme.

—Recuerdas que te ibas a llamar Dylan verdad—me dijo con una voz cortada.

—¿Así se llamaba él? —pregunté.

Él asintió y bajo la cabeza.

—Dylan era mi mejor amigo desde los tres años —empezó a contar— era un chico asombroso, siempre estaba dispuesto ayudar a las personas, siempre sonriendo... cada día llegaba al salón y saludaba a todos como si los conociera... era especial...

Una lágrima salió de sus ojos pero enseguida se la secó.

—Era mi mejor amigo y no pude ver que tenía problemas... que estaba pidiendo ayuda a gritos y yo lo ignoré.

—Papá, está bien —le dije abrazándole.

Unas lágrimas brotaron por sus ojos, nunca había visto así a mi padre.

—Murió de una sobredosis —confesó— y yo estaba furioso con él, hijo yo ni siquiera fui a su funeral por que estaba tan enojado por haber muerto de esa manera, por no decirme que estaba metido en drogas.

—¿Entonces por que ibas a ponerme su nombre? —pregunté confundido.

Mi padre me miró y me dió una sonrisa triste.

—Porque un día me desperté con dos hijos y uno en camino y en lo único que pensaba era en él... pensaba en todo lo que perdió por las drogas... me di cuenta que no lo odiaba a él si no a mi por no haberme dado cuenta y por un par de meses me levantaba odiándome... pensé que si te daba su nombre me sentiría mejor...

—Lo hubieras hecho —interrumpí— no sabes cuantas burlas me hubieras ahorrado de ponerme Dylan.

Él solo sonrió un poco y soltó una pequeña risa.

—Estoy seguro que si —contestó— cuando estaba en el hospital y te vi por primera vez supe que si no me perdonaba por culparme y no perdonaba a Dyl por morir no podría seguir adelante... no podría cuidar de mi pequeño copo de nieve —sonrió para abrazarme.

—Te resultó... perdonarle —dije para verlo.

—Mírame tengo casi cuarenta, estoy felizmente casado con cuatro maravillosos hijos con terribles nombres —sonrió.

—Si, en que estaban pensando al ponernos así —exclamé riendo.

—El cuarto no fue mi culpa —se burló.

—Tu me dejaste —remarqué— así que si lo fue.

Él solo sonrió.

La puerta de mi habitación se abrió y mi tía entró.

—Puedo pasar —pidió ella— estaba por irme pero quería despedirme de bebé tres antes de irme.

—Adelante —dije— lamento lo de hace rato.

—Oh está bien —sonrió para entrar a mi habitación y sentarse a mi lado— ¿Cómo estás bebé tres?

—Bien aunque preferiría que no me llamaras bebé tres —comenté.

Amaba a mi tía pero con mal o buen nombre preferiría ser llamado como tal o mínimo Invierno.

—Di que al menos ya no los llama fetos —dijo mi padre poniendo los ojos en blanco— los dejo para que hablen un momento.

Mi padre se fue dejándome con mi tía a la que no veía en mucho tiempo.

—¿Y eso que estás aquí? —pregunté confundido.

—Los extrañaba —contestó pero ni ella se los creía— ah ya sabes problemas en la granja necesitaba un consejo.

—Bueno yo te daré uno gratis —sonreí— deja la moto y recuerda el nombre de tus sobrinos.

Ella sonrió divertida.

—Oh vamos tu amas esa moto —exclamó— no recuerdas cuando te llevaba en ella.

Sonreí, la verdad es que si amaba esa moto.

—¡Subiste a mi hijo a una moto! —gritó mi madre entrando a mi habitación.

Ambos nos miramos nerviosos.

—Será mejor que me vaya bebé tres —dijo para besar mi frente y salir.

—Es Winter —le gritó ella para salir detrás.

Mi madre y mi tía siempre se llevaron bien aunque su relación era un tanto complicada.

Mi tía era solo dos años menor que mi padre pero se veía más joven.

Ella se dedicaba atender un centro llamado "la granja" el cual ayudaba a chicos con problemas de drogas y violencia, por eso era muy ruda.

Casi nunca la veía pero tenerla en casa era bastante agradable.

Me acosté en mi cama pensando en lo que me había dicho papá, incluso en lo que me había dicho Santiago.

Mi madre entró más calmada.

—Tu tía me pone de nervios —dijo sonriendo— ah como extraño vivir con ella.

—Deberías verla más seguido —aconseje.

—Lo sé, pero ella tiene sus problemas y yo los míos —sonrió— tu papá me contó que regresaste algo alterado.

—Estoy bien —la calmé.

—¿Quieres hablar de eso? —preguntó preparada para darme una de sus pláticas.

—Ya hablé con papá pero si pudieras pedirle que venga estaría bien —pedí con una sonrisa torpe.

Mi madre salió de la habitación muy confundida para regresar con mi padre.

—Bien que ocurre —dijo mi madre mirándome.

—De hecho preferiría que fuera a solas —pedí.

Mi padre sonrió sin embargo mi madre solo le miró algo celosa para salir.

—Dormiré en el sofá pero valió la pena —sonrió triunfante.

Sonreí, él se sentó a mi lado.

—Papá quiero hablar con ellos —acepté.

Él me miró confundido pero lo entendió.

—Bien los llamaré —contestó mi padre— estoy muy orgulloso de ti.

Lo abracé rápidamente pues Charms no tardaría en llegar.

—Me puedes acompañar, sólo tu sin mamá —pedí.

Los ojos de mi padre se iluminaron.

—Claro que si —sonrió.

Él salió de mi habitación para hablar con ellos.

Para que esta familia funcionara adecuadamente cada quien se apoyaba en alguien, mi mamá siempre estaba conmigo, Nike y papá estaban juntos y Charms si tenía problemas siempre acudía a Sunshine.

Por eso a veces se sentía algo desplazado de mi.

Mi padre había acordado que los vería mañana por la mañana en un centro de apoyo, lo cual me tenía algo preocupado.

Estaba a punto de dormir cuando me llegó un mensaje de Santi.

Pensé en lo que dijo por un momento, la verdad es que solo quería destruirlos.

Continue Reading

You'll Also Like

452K 54.4K 71
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
61.2K 10.4K 25
Mackenzie llegó a un trato con Jaden: decirle quién le gustaba si él le decía también de quién estaba enamorado. Parecía un buen trato, en realidad...
20K 2.7K 47
Entonces la nieve se derritió, el frío se desvaneció y un nuevo Invierno surgió. Su vida da otro paso cuando Winter Jones se enfrenta a la quinta co...
69.9K 4.2K 15
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...