Pov's Murdo
Sentía como si mi sangre hirviera, lo cuál tecnicamente era imposible pero era esa misma sensación y no podía explicarlo. Me mantuve lo suficientemente tranquilo para no darme gusto a ese idiota, su cometido era fastidiarme pero no iba a mostrarlo, aún cuando por dentro me estuviera muriendo de rabia.
— Olvidalo, este jamas podrá ser tu novio - Sone demasiado autoritario, jamas lo fui con Irina pero en esta ocasión había que hacerlo.
— ¿Qué? Tu no puedes prohibirme nada, y no tienes porqué insultar a Ryan, el no te ha hecho algo - Sono molesta y con actitud bastante taciturna.
— Soy tu hermano mayor y posiblemente el heredero del clan, me debes obediencia - No lo pensé dos veces y con fuerza la tome del brazo para llevarla fuera de ese lugar, no quería verla más con ese tipo.
Pov's Autor
Murdo e Irina avanzaron, aunque a esta última se la llevaron a rastras y por su parte Daka, permaneció un par de segundos más en el lugar, dentro de si misma, sabía que algo estaba mal, no podían confiar en alguien como el. Nego un par de segundos, su rostro fue adornado con una sonrisa llena de ironía y cruzo los brazos para dirigirse a el con la misma causa de su sonrisa.
— No se que tramas pero tus planes no resultaran Ryan, te lo aseguro - Se dio la vuelta para marcharse a paso lento.
— ¿Celosa? Daka, ya te olvide hace mucho y no te creas tan especial, ahora mi corazón pertenece a Irina - Hablo con sumo descaro, a la par que vio a la pelinegra marcharse susurro — Pronto estaremos juntos, lo prometo...
Todos regresaron al departamento de Murdo, en el transcurso del camino hubo un silencio supulcral, para Daka no era nada del otro mundo y estaba acostumbrada a eso, a veces ellos no hablaban pero se demostraban su sentir mediante acciones o hasta señas, era su modo de ser y hasta la fecha funcionadaba de maravilla; llegaron a su destino y la semi vampiro prefirió dar espacio para que ellos pudieran hablar, no iba a interferir en esos asuntos, mucho menos por que ella tenía su propia opinión sobre Ryan y no era la mejor de todas.
Paso un buen rato desde que dejo solos a los hermanos, ella alimentaba a las mascotas chupasangre y jugaba un rato con ellas, estaba en la habitación que compartía con Murdo, esperaba impaciente por saber si su amado vampiro le había contado lo que paso con Ryan y ella en Alemania, escucho la puerta abrirse, era el vocalista de Krypton Krax. Tomo asiento en la cama dejando salir un suspiro y por último se dejo caer por completo, la pelinegra se poso a su lado esperando a que dijera una palabra.
— No le dije lo que hizo, esta demasiado entusiasmada pero sino entiende, lo haré. Hablamos con mis padres y le dije que la dejaran unas semanas aquí, necesita un tiempo fuera pero con Ryan en estos lugares...no se - Comento bastante pensativo y con cierta preocupación al respecto.
— En eso te apoyo - No podía estar más de acuerdo con el, sería bastante cruel mostrarle una faceta ruin de Ryan a Irina — hablando sobre eso, en esta semana hay receso en la universidad, tengo dos semanas libres y pensé que podíamos ir a Alemania para visitar a mi familia, ¿Que dices?
Lo pensó por varios segundos, definitivamente ir hacía el mundo mortal no era algo que lo alegrará por el sol y el olor a sangre por doquier, pero considerando que su Ryan estaba en Vitonia era la mejor opción — Es una buena idea, ya convencí a Irina de alejarse por un tiempo de el para hacer bien las cosas,puedo hacer que vayamos a Alemania por dos semanas - Se levanto feliz, beso a Daka fugazmente y fue a darle la noticia a su hermana.
— ¿Alemania? Murdo no creo que esa sea una gran idea, solo te prometi no ver a Ryan por unos días para tranquilizar a mis padres, eso no quiere decir que voy a irme - La vampiresa hizo un puchero, no le gustaba que su hermano la tratara como una niña siendo que tenía más de 300 años.
— Si quieres que te apoye en esto, es mi condición y sabes que sino te respaldo, mis padres no dejaran que sigas viendo a ese idiota, así que nos vamos mañana - No le dio la oportunidad a Irina de repeler, lo dicho, dicho estaba.
— ¡Uhg! Maldición - Escupió molesta por las nuevas noticias, si tuviera la oportunidad de regresar al castillo lo haría pero sus padres no estaban de mejor humor que Murdo — ¡Pretende llevarme cuando ni siquiera he pisado tierra de mortales en mis 445 años de vida!
— No es tan malo como te lo imaginas - Comento Daka desde el umbral de la cocina — Los humanos son extraños si, pero amables y arriba no es tan oscuro, te gustará.
— Jamás he visto uno, nunca considere necesario ir a conocerlos más que cuando el ciervo los trae para alimentarnos de su sangre - Algo escalofriante pero cierto, su único contacto con el exterior eran humanos muertos.
— Creo que tendrás que enseñarme muchas cosas, ya veo porqué el gruñon de Murdo se enamoró de ti - sonrio amablemente a Daka, no podía negar su enojo con su hermano pero su novia era otra cosa totalmente distinta.
Las cosas se pusieron normales el resto del día, Irina y Daka prepararon unas deliciosas taranturas en escabeche para la cena, se divertían pasando tiempo juntas, no negaban que una amistad floreció en ellas desde que se conocieron en el castillo del clan Darko. Ambas congeniaban demasiado bien, eso le agradaba tambien a Murdo, quién no tenía que preocuparse porqué su familia aceptara a Daka, que aún sino lo hubieran hecho, el habría hecho caso omiso a cualquier orden o palabra en contra de su relación con su amada semi mortal, por esa parte comprendía un poco a su hermana pero por otro lado, no dejaría que Ryan estuviera cerca de ella.
La cena transcurrió tranquila hasta parecía que por la tarde no hubo conflicto alguno, Murdo estaba totalmente feliz de tener a alguien de su familia con el, aunque las circunstancias no eran las mejores pero ya pasaría y lo mejor de todo era que irían de vacaciones para distraerse un poco; a la mañana siguiente despertaron temprano, las maletas ya estaban bien organizadas y el problema de la ropa de Irina estana solucionado, pasarían a una tienda humana para que ella pudiera elegir lo que más le agradará, le serviría para familiarizarse con lo humano, así como en principio sucedió con Daka. El camino no fue demasiado largo, pero si cansado para Tepes, quién por ser media mortal no podía tener un vuelo totalmente veloz como los hermanos Darko, quiénes iban cubiertos de pies a cabeza con ropa negra y pasamontañas para cuidarse de los rayos del sol, cuando saliera. Aún así, tomarían camino por vía terrestre para comprar las cosas de Irina.
▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪Bimbure, Alemania▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪
Una alarma sono en la habitación de cierta media vampiro, por las sabanas color pastel se asomó una rubia cabellera quién somnolienta apago el despertador y con gran pesadez salió de la cama, era temprano aún pero siempre era puntual para la escuela, se vistió con un hermoso jumper color rosa,una blusa blanca, sandalias color perla y un sombrero a juego. Bajo los escalones encontrandose con una Elvira leyendo el periódico despreocupadamente, ¿Acaso no preparo el desayuno? No era que ella no pudiera hacerlo, pero su madre siempre las consentía en ese aspecto.
— Mamá, ya son las 8:30, ¿No has hecho el desayuno? Tengo que ir a la escuela - Exclamó con una sonrisa algo confusa.
— No, querida Sylvania, ¿te has olvidado que tienes receso por dos semanas? - Cuestiono la matriarca con una sonrisa orgullosa.
— ¡Oh foomps! Lo olvide y no apague el despertador - Cierta verguenza se manifesto en ella, era como si un niño olvidará su juguete más preciado. — Bueno, al menos podré ayudarte a preparar el desayuno para cuando papá y Franz despierten.
Ambas empezaron a preparar los desayunos favoritos de cada uno, estaban totalmente de buenas por el descanso de Sylvania y todos, no solamente la chica. Todo recién por que la casa se sentía bastante sola la mayoría del tiempo desde que Daka se fue, si estaba Franz pero el podía quedarse tranquilo por mucho tiempo hasta que le daban sangre o algún tipo de dulce, eso realmente lo ponía hiperactivo y con cero posibilidades a quedarse dormido por al menos unas 3 o 4 horas.
Pusieron la mesa para depertar a los hombres de la casa pero el llamado de la puerta interrumpió su acción antes de llevarla a cabo.
— ¿Quién será tan temprano? - Pregunto Elvira, penso en los amigos de su hija pero no era opción, jamas madrugaban cuando no había clase.
— Puede ser ludo aúnque aún es temprano - Se dejo de dudas y fue a atender la puerta. Toda idea planteada se esfumó al ver a su hermana frente a ella. — ¡Daka! - Se lanzo a abrazarla.
— ¡Wow! Que recibimiento - Solto entre risas la pelinegra quién respondió al abrazo.
— Oh mi vampirita - Elvira se unió al abrazo, también fue correspondida por ambas chicas. Era una escena hermosa, solo faltaban Franz y Mihai para estar completos. — Porque no avisaste que vendrías, habría preparado todas las cosas.
— No tuve tiempo, solo quería darles la sorpresa - Esa fue la intención en segundo plano y claro que la primera fue separar a Irina de Ryan.
La mañana paso llena de risas y abrazos, Mihai y Franz estaban más que felices por tener a Daka en casa, después de tanto tiempo podían pasar un momento familiar. Claro que no todo podía pasar desapercibido, unas horas más tarde cuando la familia se disponía a comer, llamaron a la puerta, cosa que no era nada extraño, esta vez fue Mihai quién al abrir quedo sospechosamente asombrado.
— ¿Murdo y.....? - Pronunció viendo a la chica de pelo violeta.
— Buenas tardes señor Mihai, vine con mi hermana Irina una pequeña temporada, Daka me invito y me tome el atrevimiento de traerla- Se excuso rapidamente el pelinegro, quién iba cubierto de pies a cabeza por el sol.
— Un gusto Sr. Mihai, soy Irina Darko - Hizo una reverencia cordial para presentarse.
— Pasen, pasen - Se hizo a un lado para dejarlos pasar, los invito hacía el comedor donde yacían los demás integrantes de la familia. — Daka, olvidaste mencionarnos que venías con amigos.
— ¡Foomps! Lo había olvidado, invite a Murdo quién se quedará en la cabaña del bosque y si, trajo a su hermana para conocer Alemania - Agrego con una sonrisa. — Mamá, Sylvania, Franz, les presento a Irina.
— Es un gusto Irina,me gusta tu ropa - Saludo Sylvania, quién a simple vista pudo ver que Irina era una buena vampireza.
— Oh pero pasen, que descortés soy, tomen asiento en la mesa les ofrezco de comer escabeche de arañas e insectos - Elvira empezo a servir los platos para los dos invitados.
— Mi favorito, muchas gracias Sra. Elvira - Agrego Murdo sentandose junto a Daka en la mesa para poder disfrutar de la comida.
Parecía un ambiente familiar en totalidad, todos platicaban a gusto de como eran las cosas despues de lo que sucedió con Antanasia, desde la partida de Daka a Bimbure y una que otra aventura en em trabajo de Mihai, incluso el patriarca de la familia ya no estana celoso del vampiro que su hija amaba, porqué en principio se negaba rotundamente a que estos tuvieran una relación pero sabía que solamente era cuestión de resignación, pues sus hijas no serían pequeñas para toda la eternidad.
Cayó la noche, pronto los hermanos Darko se tenían que ir al bosque para empezar a acostumbrarse a dormir por las noches mientras estuvieran en Alemania. Daka era quién los despedía y daba una invitación para ambos.
— Sylvania, me dijo que justamente en estos días hay un carnaval de mascaras en el centro y podriamos ir, mañana conocerás a mis amigos humanos Irina, te divertirás - Dijo la pelinegra a la violacea.
— Bien, espero que si sea tan divertido como se escucha...de todos modos ya me hacían falta unas vacaciones en Alemania- Sonrió para fijarse a los lados y emprender vuelo hacía el bosque.
— Todo salió bien, creo que mi hermana podrá sobrevivir aquí...- Se acerco para abrazarla. — Nos vemos mañana, cuidate amor.
— Hasta mañana - Correspondió el abrazo y vio a su amado vampiro emprender vuelo hacía el bosque, todo estaba pintando para bien, y esperaba así siguiera.
¡Hasta aquí el capitulo! ¿Que les pareció? Espero que esta vez haya comentarios y sigan votandola, ya que ese es mi motivo de inspiración. Últimamente he visto decaer bastante las estrellas, se que en parte ha sido mi responsabilidad por demorar en actualizar pero les prometo que esta historia si va a ser finalizada♡
¡Axhio!