A través de ti (En físico y e...

By Maggmon

13.5M 103K 15.6K

© Todos los derechos reservados. Está totalmente prohibida la adaptación o copia de la novela. Obra registra... More

¡Adelanto!
Ultimo adelanto!
¡PRÓXIMAMENTE EN PAPEL!
¡DISPONIBLE EN FÍSICO!
PRÓLOGO (editado)
Capítulo uno (editado)
Capítulo dos (editado)
Capítulo tres (editado)
Capítulo cuatro (editado)
Capítulo cinco (editado)
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Epílogo
AVISO IMPORTANTE
¡LA VUELTA A WATTPAD!
¡VUELVEN HUNTER Y CHLOE!

Capítulo 17

13.8K 1.3K 356
By Maggmon

Hunter

Nadie nunca pudo ir en contra de lo que dictan los latidos del corazón.

Porque cuando alguien te gusta, todo en tu mundo cambia. Quieras o no siempre pasa. Tus días no son los mismos, tampoco lo son tus comportamientos. Más aún cuando te nombran a esa persona, o tan solo estás cerca de ella. Tu humor no es el mismo. Tú no eres el mismo.

Estoy dividido por lo que dicta mi corazón, y por lo que grita la razón. Siempre es así, son los únicos caminos a seguir.

La razón dice que me vaya, que siga mi camino lejos de Chloe. Que le cierre la puerta en la cara y diga no. Que simplemente haga como si nunca me hubiese topado con ella en la biblioteca.

Pero mi corazón dice que me quede. Quiere explorar lo que siento, quiere adentrarse en mis sentimientos y llevarme a otro mundo, llevarme al amor. Quiere que desee plantar bandera en ese terreno, sin miedo, sin preocupaciones, sin nada que me invite a retroceder.

Mi corazón, al parecer, se olvidó que la persona que me pone en esta situación, tiene a alguien en su vida. Entonces, ¿cómo no sentir miedo?, ¿cómo no preocuparme?, ¿cómo hago para plantar bandera, así como así?

No puedo decirle a Chloe que me gusta, no como lo hice con Caroline en su momento. Porque claro, fueron situaciones totalmente diferentes. Caroline no tenía a nadie, y me dijo que sentía lo mismo.

Esa tarde de septiembre nos besamos en mi casa. Aquella tarde, por primera vez en mi vida, le había dicho a una chica lo que sentía.

Ahora no puedo decir nada, y todo por respeto a Chloe, a su relación. Debo callarme, y guardar lo que siento, disimular la sonrisa que se forma en mi rostro por ella.

«Cuando te gusta alguien te conviertes en un idiota», entonces tengo que disfrazarme de otra persona en su presencia.

Mi celular comienza a sonar con la canción que mi madre asignó, interrumpiendo la voz de una participante de The Voice. Paul sabe cuánto me gusta ese programa, así que antes de irse lo puso por mí.

—Mamá —digo una vez que el celular capta el sonido de mi voz para contestar.

—¡Hunter, hijo! ¿Cómo estás?

—Suenas como si hubiera desaparecido por meses, sin haber tenido noticias de mí —me río—. Estoy bien, tranquila. Hablé anoche con papá.

—Lo sé, pero solo estoy tranquila si lo escucho por cuenta propia —sonrío—. ¿Paul te está cuidando bien? ¿Te estás alimentando como corresponde? ¿Estás ejercitando tu orientación? ¿Tienes problemas con la adaptación?

—¡Cuántas preguntas! —me río y ella suspira—. Mamá, ya te he dicho que estoy bien. Paul es bueno conmigo. Sí, me estoy alimentando bien, sigo ejercitando. Y no, no tengo problemas con nada. Estoy bien, de verdad.

—Entiende a tu madre, porque sé que estás pensando que exagero.

—Puede que un poco.

—Es que te echo de menos.

—Yo también, mamá.

—¿Has cenado? —y ahí va otra vez—. Puedo ir ahora y prepararte la cena.

—Mamá...

—¿Qué quieres cenar?

—No es necesario que vengas, cenaré cuando llegue Paul. Puedes venir en otra ocasión.

—¿Mañana? —me río.

—Está bien, ven mañana.

—¡Perfecto! Iremos todos en cuanto vuelva tu padre del trabajo. Ahora me ocuparé de alguna cosa, para no coger las llaves ahora mismo e ir de inmediato para allá.

Me vuelvo a reír. Realmente la echo de menos. Pero una de las razones por las cuales acepté sin problema el mudarme con Paul, fue para que estuviera tranquila y se ocupara un poco de ella. Ya hizo demasiado por mí, ahora quiero que sus energías las use para sus cosas.

—¿Por qué no vuelves a pintar? Sé que hace mucho no lo haces.

—Puede que lo intente.

—Me encantaría que lo hicieras, me harías muy feliz. Entonces, será hasta mañana. Te amo, ¿sí?

—Y yo te amo a ti, hijo. Hasta mañana.

El departamento se vuelve a inundar con la voz de otro participante. Muy talentoso, por cierto. Muevo la cabeza al ritmo de la canción, y mi piel se eriza ante el poder de la voz del chico que está cantando. Supongo que todos en ese estudio lo habrán sentido, porque todos están gritando.

Nuevamente vuelve a sonar mi celular, solo que esta vez se presenta con la canción de Caroline.

—Line —sonrío al contestar.

—¿Cómo te va?

—Muy bien, o bien. O como sea —me río—. ¿Y tú?

—Algo cansada, acabo de llegar del trabajo. Pero bien, no me quejo —bosteza—. Así que... muy bien, ¿eh?

—Solo normal.

—Ajá, ¿cómo se llama?

—¿Qué? ¿Cómo se llama quién?

—La chica que te pone así.

—No hay nadie que me ponga así.

—No me mientas, te conozco lo suficiente para saberlo, como hasta reconocer el tono de tu voz.

Suspiro negando con la cabeza: «Hablaste con Paul».

—¿Entonces es cierto? Anda, dime su nombre.

Esto me preocupa. Caroline se dio cuenta de que hay alguien estando a varios kilómetros de distancia, tan solo escuchando mi voz. Entonces, ¿cómo haré para disimular con Chloe?

La verdad, no lo sé. Pero la situación, al menos en estos momentos, me está dando gracia.

—Se llama Chloe.

—Y sonreíste al nombrarla.

—Yo no... —pero lo había hecho, había sonreído—. No me agradas.

Caroline se echa a reír, y me termino sumando a su risa.

—Quiero saber cómo la conociste.

Entonces lo hago, le cuento cómo la conocí. Así como también, le cuento sobre nuestros encuentros, sobre la película de Cumbres Borrascosas, sobre la salida al campo.

Le cuento todo acerca de Chloe. Todo menos que tiene novio. Como si al no nombrarlo, Iván no existiera. Admito que eso me agrada un poco.

—En serio, Line. Ella es realmente agradable —suspiro.

—¿Pero...?

—Tiene novio —ahora es ella quien suspira.

—¿Lo conoces? —le cuento sobre Iván, y sobre lo que pasó en la cena. A la distancia en la que se encuentra, no podrá hacerle nada, no como lo hubiese hecho Paul—. Él parece ser un completo idiota —me río—. No, en serio. Estoy segura de que lo es.

—Idiota o no, es el novio de Chloe.

—Sí, pero a ella pareces gustarle.

—Line, no seas ridícula.

—No estoy siendo ridícula. Tendrá novio y todo, pero a esa chica le gustas —abro mi boca para decir algo, pero Caroline me interrumpe—. No, te callas.

—¡Todos quieren callarme! —me río—. ¿Me estás espiando?

—No, pero sé que estabas a punto de decir una estupidez. ¿Sabes? Te escucho muy bien, y me agrada. Porque te gusta alguien con novio, y aun así, no pareces del todo asustado. Necesito conocer a Chloe.

—Te agradaría.

—¿Por qué no la invitas a algún lado?

—¿Qué?

—Digo, para que esto de las salidas no se corte.

—Line, estás...

—Loca, lo sé. Pero en serio, sería una buena idea.

—¿Invitarla, aunque tenga novio?

—Son amigos, ¿no?

—Pero su novio no me quiere.

—Su novio no va a estar en esta cena. Luego de lo que pasó, te mereces una cena sin ese idiota —me río—. Ahora te dejo, Eric llegará en cualquier momento y no quiero que me encuentre con estas fachas. Pero en serio, piénsalo.

—De acuerdo, déjale mis saludos a Eric. Espero conocerlo algún día.

—Y lo harás, porque él quiere conocerte también —sonrío—. Te quiero, Hunter.

—Y yo a ti, Line.

Y una vez que mi conversación con Caroline termina, una pregunta se formula en mi mente: ¿Estará mal si la invito a cenar?

Si me dejo llevar por todo lo que mi cuerpo está gritando en estos momentos, sí, quiero hacerlo. Pero ese grito se ahoga en otra pregunta, ¿y si le cae mal la idea de que vaya sin avisar? Y...

Y así estoy, preguntándome qué hacer. Entonces mi respuesta llega personificada en Paul, quien entra refunfuñando.

—¿Qué ocurre contigo?

—El idiota de Blaine, subí con él. Llega sonriente al departamento de su novia, va a esperar a que llegue del trabajo para sorprenderla con una cena. Me lo dijo, y yo solo quise quitarle varios dientes —me río—. Supongo que el idiota soy yo —escucho que abre la heladera, y de seguro acaba de sacar una botella de cerveza—. Necesito salir de aquí, ser quien era.

—¿Volver a ligar sin sentido alguno?

—Sin sentido no, al menos voy a recuperar mi confianza.

—Eso suena estúpido, Paul.

—Aun así lo haré. Mejor cambiemos de tema, ¿qué tal tu día?

—Tranquilo. Esto, eh... ¿puedo preguntarte algo?

—Claro, amigo.

—¿Crees que es una idea descabellada si invito a cenar a Chloe? —suspiro—. Ya sabes..., ir a la biblioteca en su horario de salida, y preguntarle si acepta esta invitación —silencio—. ¿Estás ahí?

—Sí, y te veo tan animado.

—No empieces.

—Pero me gusta verte así —me da un apretón amistoso en el hombro.

—Bueno, pero no empieces. Porque solo vas a conseguir que no salga de aquí —se ríe—. ¿Crees que Chloe reaccionará mal?

—Pues lo dudo mucho, son amigos. Y se llevan bien.

Sonrío, sintiéndome seguro, ansioso. Con muchas ganas de salir del departamento.

—¿Podrás llevarme? —siento sus brazos a mi alrededor—. ¿Qué haces?

—Es que siento que estoy por llevar a mi hijo a su primera cita.

Me río y lo alejo de mí.

—Dudo que tu hijo quiera que lo lleves.

—Como sea, me hace bien verte así. Ahora vayamos a cambiarte.

—Esto ya se puso raro.

—Nuestra amistad siempre fue rara en algún punto —dice al calmar su risa.

Es verdad, en algún punto nuestra amistad siempre fue rara. O al menos poco común a otros amigos. Muchas veces Paul me hacía escenas que Caroline nunca me hizo, por poner un simple y divertido ejemplo. Rara o no, es la mejor amistad que puedo llegar a tener. No la cambiaría por nada, por nadie.

Paul me dice en voz alta las opciones que tiene pensadas. Mi asesor de moda.

Al final, llegamos a un acuerdo por una camisa azul marino, de mangas largas, las cuales voy a llevar hacia los codos. La misma acompañada por un jean gris y zapatos negros.

Una vez listo, salimos hacia la biblioteca. Los nervios que siento son inexplicables, como si en verdad se tratara de mi primera cita en la vida. Aunque, teniendo en cuenta mi vida después del accidente, la es.

Paul me informa que llegamos, y mi corazón podría saltar de mi pecho en cualquier momento. Muchos dirán «tranquilo, es una chica», pero cuando ella te gusta, sabes muy bien que no es solo una simple chica.

Nos sentamos en el capot del auto, y esperamos. Mientras tanto, mi mejor amigo intenta calmar mis nervios evidentes.

A los pocos minutos, las escucho salir. Están cerrando la puerta, y ninguna notó nuestra presencia. Las escucho hablar de la última sesión fotográfica de Robert Pattinson, Marie se escucha más animada.

—Eh... ¿hola? —habla Marie.

—Chicas —dice Paul—. ¿Cómo están?

—Pues bien, ¿ustedes? ¿Qué hacen aquí?

Solo Dios sabe cuánto me hubiese gustado ver la reacción de Chloe.

—Mi amigo quiso darle una sorpresa a Chloe.

¡Tampoco para decirlo tan libremente, Paul «Maldito» West!

—¿A mí? —por fin habla ella.

—Sí, eh... Yo... —trago saliva, en un intento de tragar mis nervios—. Me preguntaba si quisieras ir a cenar conmigo esta noche. Si no quieres o no puedes, lo voy a entender.

Por favor, di que sí.

—Eso suena bien, me encantaría cenar contigo esta noche —y su respuesta es la sonrisa en mi rostro—. ¿Algún lugar en mente?

—Eso creo.

—Y bueno —dice Paul. Por un momento juro haberme olvidado de su presencia, de la presencia de Marie—. Ya que mi polluelo está en buenas manos, me voy —las chicas se ríen—. ¿Podrás llevarlo luego?

—Claro, lo haré sin problemas.

—Gracias por eso. Marie... ¿vas hacia el mismo lugar que yo?

—Si vas al departamento, sí.

El motor del auto se enciende, y cuando se alejan, luego de que Paul haya tocado el claxon, nos abraza el silencio.

—Me diste una gran sorpresa al venir.

—Esa era la idea. Siento si te molesté o algo.

—No lo has hecho —sonrío—. ¿Vamos? Blue está a pocos pasos de aquí.

Asiento y ella, como todas las otras veces, lleva mi mano hacia su brazo. Su tacto sobre mi piel tiene una reacción increíble en mi cuerpo. Todo mi interior está gritando. Mi corazón danza al ritmo de una canción romántica, hipnotizado, entregándose a la pista sin miedo.

—Eres muy pequeña —le digo, una vez que estamos los dos en el auto.

—Me lo recuerdan todos los días. Si no son las personas, son los objetos puestos en altura.

Me echo a reír y ella se suma a mi risa, luego de haber encendido el motor.

—Lo importante es que se rían contigo.

—Ya me acostumbré —empieza a conducir—. Comentarios como «Chloe, párate» —utiliza una voz diferente, y me hace reír aún más—. Cuando ya lo había hecho. Bien, ¿dónde quieres cenar?

—Napoli's. El restaurante de Pottsboro, ¿te parece?

—Estás bromeando conmigo.

—Mmm... No. Me gusta ese lugar, la salsa que hacen allí tiene algún ingrediente secreto o no lo sé. Pero es única —me río—. ¿Está mal para ti? Podemos cambiar de opción.

—Al contrario, iremos allí. Es mi restaurante favorito.

—¿En serio?

—Absolutamente cierto.

Sonrío. Otra cosa que tenemos en común. No lo considero mi favorito, pero ese lugar me agrada bastante.

Ya perdí la cuenta de las cosas que compartimos. Para muchos puede ser aburrido, de hecho, alguna vez llegué a pensarlo también. Pero ahora, sentado junto a Chloe, comienzo a pensar de manera diferente.

—¿Qué tal tu día? —pregunta una vez que pedimos nuestros platos.

—Tranquilo. Me desperté mucho más temprano de lo normal, desayuné, ejercité mi orientación y me senté en el sofá a escuchar un programa que me gusta. Nada interesante, ¿el tuyo?

—Igual, tranquilo. Llegaron libros nuevos, te van a encantar. Y no olvides que tienes que darle una oportunidad a los audiolibros.

—Es verdad —sonrío—. Tengo que pasar por la biblioteca entonces. ¿Cómo está tu padre?

—Bien, en realidad muy bien —creo que está sonriendo—. Creo que se debe a su cita del sábado. Es la primera que tiene, luego de... mi madre —suspira—. Y me gusta verlo así.

—Puedo notar la felicidad en tu voz, aun cuando suspiraste triste al nombrar a tu madre.

—Has percibido todo muy bien.

Sonrío y un celular comienza a sonar. Al parecer, es el de Chloe y no de alguien cercano a nosotros. Y lo confirmo cuando se disculpa para atender.

—Iván —¿habré disimulado bien mi cambio rotundo ante la mención de su nombre? —. Sí, ya salí. Estoy cenando con Hunter, siento no haberte avisado... ¿está todo bien? —desde donde estoy, no—. Oh, claro. Me encantaría, ahí estaré mañana, llevo algo para el postre —estoy sintiendo algo en mi pecho, algo punzante. Algo que no quiero escuchar se aproxima—. Te amo, adiós.

Lo ama. Por supuesto que lo ama. Y he aquí el dolor punzante en mi pecho. No son celos, lo que siento es algo diferente. Algo que no puedo explicar porque simplemente no tengo idea.

—Lo siento.

—No te disculpes. ¿Causé problemas?

—Claro que no. Iván tiene que comprender y aceptar nuestra amistad.

—Si te traigo problemas, me lo dices, Chloe. No quiero ser el motivo de una pelea.

—No lo eres. Además..., creo que voy a pasar más tiempo contigo que con él.

Se ríe, pero sus palabras no le causan ninguna gracia. Pero sus palabras, a mí en particular, me hacen sentir emocionado.

—¿Y eso por qué?

—Estos últimos meses Iván ha estado muy metido en su trabajo, y casi no hay tiempo para nosotros.

¿Qué clase de novio es ese? Vale, tiene sus ocupaciones, como todos. Pero creo que aun así, cuando una persona realmente quiere estar con alguien —pareja, amigos, familia—, se hace un pequeño lugar entre sus actividades.

—Eso apesta, lo siento. Si fuera él, haría lugar para verte, porque algún espacio tiene que haber —niego con la cabeza—. En serio, si fuese tu novio lo haría.

Oh, maldición. Me dejé llevar un poco, ¡demasiado!

¡Camarero, un taxi! Por favor.

—Gracias —dice, y quizás está sonriendo, quizás se haya sonrojado. Quizás.

La camarera llega con nuestros pedidos, y creo que le estoy eternamente agradecido por haberme salvado de esta tensión.

Durante la cena, compartimos distintos temas de conversación. Y por primera vez, en varios temas, no compartimos el mismo pensamiento. Aunque, a decir verdad, eso estuvo interesante. Porque debatir desde distintas perspectivas, sin la necesidad de insultar, es realmente bueno.

Hasta hablamos de nosotros. Chloe me contó cosas que no sabía de ella, y yo le hablé de mí. Le conté por primera vez sobre el accidente, ya que con mucha vergüenza me lo preguntó.

Me sentí cómodo al hablarle de aquel día, porque al escucharme, no sentí odio, no me sentí enojado. Simplemente me sentí acompañado por una persona que me tiene respeto, quien me escuchó atentamente y me llamó guerrero. Por primera vez, desde ese día, me siento en verdad un guerrero.

Chloe es una persona muy interesante, divertida, amable y muy soñadora. Cuando habla de lo que quiere en el futuro, suena convencida. No hay nada más agradable que eso, no dudar de lo que quiere uno, y mucho menos dudar sobre si puedes alcanzarlo. No duda sobre sus sueños, sus metas, ni de sí misma para realizarse como persona.

Dios, es increíble, ¿Iván se da cuento de esto? Espero que lo sepa, porque si no lo nota, es un completo idiota. Porque su novia es única, es hermosa porque simplemente su personalidad es así.

Me encanta Chloe, y durante toda la cena deseé que estuviera soltera, y que yo no tuviera un problema en los ojos. Y al verla, poder disfrutar de su sonrisa, observar su rostro, sus ojos o cómo se había manchado la blusa, tras haber largado una fuerte carcajada.

Si no hubiera ningún Iván, y si yo no contara con mi discapacidad, al final de la noche la besaría. Pero la realidad es esta, la que nos rodea en una cena que acaba de terminar.

Pero, carajo, más allá de todo, me encanta Chloe.

Continue Reading

You'll Also Like

8.5K 669 10
La historia mítica de los hermanos Hiruko y Awashima en Japón jamás ha sido muy respetada ni mucho menos alabada. Muchos creen que su historia finali...
96.9K 17.2K 34
En un mundo guiado por las apariencias, April Wilson es arrastrada inevitablemente a ser la chica nueva de la preparatoria del pueblo al que su papá...
23.1K 1.8K 46
Primero que nada.... Quien coño es Daníel!? Y por que quiere hacerme la vida imposible!!? Si de por si, estar en un internado ya es suficiente castig...