¡Buen día chicos y chicas! como todos los miércoles, les dejamos los resultados de los ganadores del desafío anterior, ¡enhorabuena a los ganadores! y a quienes no lo hayan logrado, los animamos a que sigan participando, todos los viernes se abre una nueva ventana para ello.
Este desafío fue uno de los más concurridos con 33 participaciones y eso nos tiene muy emocionados y por eso nos gustaría que nos dijeran en comentarios ideas para próximos desafíos, ¿qué les gustaría hacer? ¿quieren que solo sean desafíos cortos como los que hemos venido haciendo últimamente o prefieren que, mediante los desafíos, les demos una especie de taller para poder mejorar su escritura? Esto último aprovechando que los Wattys ya están por llegar y seguro quieren postular alguna de sus historias para tan prestigioso concurso.
Todas sus ideas y sugerencias, por favor, dejarlas en comentarios. Ahora, sin más dilaciones, les dejamos con los relatos ganadores.
Hay quien piensa que el amor es una simple aventura y quien piensa que solo vale para llenarte de tristeza, pero lo que realmente es el amor, solo lo saben aquellos que lo han sentido profundamente y no gastan el tiempo en describirlo, sino en vivirlo.
El amor ¿qué es eso? El amor es uno de los sentimientos más hermosos y complicados que llegan a experimentar las personas, puede o no ser correspondido o puede dejarte un mensaje; como cuando hay amor hacia amigos o familia, son sentimientos valiosos, pero no siempre fáciles, no siempre hermosos.
El amor se ha ido. Si es que sigue aquí, no lo veo. Tal vez solo es la tristeza, que como un velo me mantiene ciega; pero sé que de desaparición se trata, porque aún sin tener ojos, no sentiría tanta calma... Y el caos que éramos seguiría conmigo.
Era bellísima. Cada vez que la miraba, sentía como algo cálido y reparador, pero también doloroso, se deslizaba sobre mi pecho.
Solo había una palabra que describiera ese sentimiento: amor. Pero al final, el amor entre mejores amigos era casi inexistente, tan difícil de encontrar como un unicornio.
Recuerdo sus ojos y una mirada vacía.
Sus versos perdieron rima, las pinturas no tenían color.
Sumido en una zona de tristeza, no quedaba espacio para otra emoción.
Se ahogaba en penas, al igual que alcohol.
Creía no tener nada, hasta que conoció el amor.