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¡Tenemos los resultados y con ello les traemos los 8 relatos seleccionados! ¡Enhorabuena!
Queremos dejarle saber a todos que nos divertimos mucho leyendo los propósitos y metas de sus personajes para este nuevo año. Son simplemente geniales.
A continuación les mostramos los relatos seleccionados y no olviden el próximo desafío este viernes, 11 de enero de 2019. ¡Los esperamos!
Me encontraba mirando por la ventana a las aves que surcaban los aires libremente yendo y viniendo sin nada que las detuviese, con un suspiro pesado observe a mi pequeño canario encerrado en su jaula ¿Cuánto tiempo más se encontraría atrapado entre esas cuatro paredes?
Este año estaba terminando, podía escuchar como mamá lloraba y como mi padre peleaba al teléfono con mi hermano por no estar presente, sinceramente no lo culpo, no tengo que hacer de mi prisión suya también. En las festividades siempre era lo mismo peleas, gritos, sollozos ahogados por las manos de mi madre y siempre terminaban con "el siguiente año será diferente" "el siguiente año estaremos todos juntos" "el siguiente año ella estará para celebrarlo", siempre era lo mismo no importa que fuera San Valentín, mi cumpleaños, el de ellos o otra festividad... siempre era lo mismo.
Lejos, mas lejos que mi propio cuarto escuchaba a las demás personas contando regresivamente, este año ya llegaba a su fin, otro año más.
Ya tenia mi lista de propósitos para este año, algunos eran nuevos, otros eran repetidos.
Primeramente, intentar ser mas positiva respecto al futuro, los doctores dicen que auras positivas podrían ayudar a mi recuperación.
Por segundo es dejar de culpar a mi Padre por dormirse al volante, muchos dicen que para vivir hay que perdonar y yo lo perdono.
Y tercero abrir los ojos, por tercer año consecutivo mi último propósito de año nuevo es despertar de este maldito coma.
La miro con orgullo. Jamás había escrito una lista con propósito a cumplir porque, a excepción de escribir todas las noches en una libreta, nunca fui persistente con nada. Además me resultaba tonta la de escribir tonterías que jamás cumpliría como el resto de las personas. Pero esto más que un inventario de deseos, considerando lo que está por venir es un decálogo que me guiará.
Me refiero a la graduación y luego la universidad. La primera no es un problema, en mi curso, todos hablan de lo que harán luego, algunos incluso vaticinan lo mucho que extrañarán la secundaria. No conozco a nadie en su sano juicio que eche de menos la preparatoria. Tal vez porque no han pasado lo que yo.
