(Minutos antes)
Yoongi P.O.V.
Con rapidez le apunto al infectado pero Jungkook no deja de moverse y eso está complicando mi mira.
—¡Joder Jungkook deja de moverte!
—¡¿Qué no me mueva!? ¡Ten un infectado sobre ti a ver como reaccionas!—noto como sus brazos flaquean—¡Ya quitalo!
Pronto escucho como más infectados corren hacia aquí y lo único que mi mente me dice es que deje a Jungkook y salga por la maldita ventana de una vez por todas.
—¡¿Qué demonios haces!?—apreto mis puños mirándolo fijamente a los ojos y tratando de ignorar el hecho de que estos se están cristalizando.
—Lo siento Jungkook—digo y abro la ventana.
—¿Qué!? ¡Suga!
Lo ignoro. Primero es mi vida.
—¿Siempre estaremos juntos Yoongi?
—Hasta el final Kook~lo abracé por los hombros—Te lo prometo..
Demonios Yoongi sólo sigue..
—¡Ahg! ¡Maldición!—voltee a verlo y la culpa me invadió. Todos nuestros recuerdos llegaron a mi memoria como una ráfaga de viento y mis amargas emociomes me advirtieron de que no podía volver a abandonarlo.
No podía.
No puedo.
Saco mi arma y le disparo al infectado deseando con todas mis fuerzas darle a él y no a Jungkook.
—¡Eres un..—suspiro aliviado. Jungkook sigue vivo—...Un maldito egoísta!—pero antes de que Jeon me lance un puñetazo, lo sujeto de la muñeca para mirarlo fijamente a los ojos.
—Sólo agradece que no me fui.
—Ya sueltame—tira de mi mano para deshacerse de mi agarre.
Sólo oigo su bufido mientras camina hacia la ventana hasta que algo lo detiene.
—Mierda.. ¡Yoongi!
Retrocedo rápidamente y comienzo a disparar al grupo de infectados que han entrado a la habitación.
Joder, son muchos.
—¡Sal de aquí!—le grito a Jungkook sin dejar de disparar.
—No me iré sin ti, ¡maldición!—él también saca su arma y se pone a disparar.
Maldigo a mis adentros por lo terco que es y porque en cualquier momento se va a acabar nuestra munición. No teníamos de otra. No había opción.
De mi bolsillo saco el encendedor que había encontrado y se lo lanzo a un infectado prendiéndolo en llamas.
—¡¿Pero que haces!?
—Juego a la cocinita con ellos ¡¿Tú que crees!?
Los infectados que se encuentran cerca también se prenden en fuego vivo convirtiendo la habitación en un horno lleno de gritos ahogados por su parte, gritos que me encantó escuchar.
Pero aunque sé que no pueden sentir dolor, ellos ya no pueden mantenerse en pie y esa es nuestra salida.
—Vámonos—le digo a Jungkook abriendo la ventana.
—Ahmm.. ¿Te dije que le tenía pánico a las alturas?—lo miro con cara de "¿en serio?"—¿Qué? Es muy normal tener traum..
—¡Maldición solo hazlo!
—¡Está alto!
—No de esta parte de la casa.
—Si muero dile a ______ que..—no me contengo y lo empuje por detrás para darle una ligera ayuda.
Por suerte no murió.
—En serio te odio tanto..
—¡Al menos estas vivo!—le grito desde arriba pero justo en ese momento un infectado entra a la habitación corriendo como si su vida dependiera de mi carne y comienza a atacarme.
El olor a mierda que trae encima me tortura y siento que ya no puedo aguantar pero maldición, debo ser fuerte para volver con Jungkook.
—¡Mi chaqueta no idiota!—le doy un puñetazo en la cara.
Su cuerpo se tambalea y yo aprovecho para correr hacia la ventana pero las llamas habían crecido tanto que me impidieron el pase.
—Mierda.
Mi única salida es por la puerta pero esto sólo significa una cosa:
Pasar por los infectados y el fuego.
Maldigo a mi alrededor.
No hay otra opción, tengo que hacerlo aunque muera en el intento.
—Realmente odio esta mierda.
Respiro hondo y cuando estoy listo, salgo corriendo de la habitación.
Tres infectados vienen hacia mí y yo no dudo en dispararles pero antes de matar al último, un pedazo de techo cae sobre su encima causando que el suelo tiemble y casi me haga caer. Bufo al llenarme de escombros y sentir como el maldito humo empieza a arruinar mis pulmones.
—Vamos Yoongi..
Me levanto como puedo y sigo corriendo por el pasillo hasta llegar a las escaleras donde por suerte el fuego no ha llegado todavía.
Bajo a gran velocidad pero me detengo de golpe al ver un gran grupo de infectados merodeando por la tienda y más a los alrededores de la casa.
—Joder..—mi única salida se ve imposible.
Entonces se me ocurre una estúpida idea.
No me quedo parado y voy hacia un cuarto en donde hay una pequeña cocina. Sin pensarlo dos veces, sujeto un bidón de gas y corto su manguera de protección con un cuchillo. Ahora mi vida depende del tiempo así que salgo de ahí lo más rápido que puedo.
Todo a mi alrededor pasa demasiado lento en ese momento. Puedo ver cada mínimo detalle de los infectados cerca a mí, a punto de coger mi ropa y acorralarme. No se cómo demonios saco la fuerza para empujarlos y seguir corriendo pero lo hago y cuando estoy a punto de cruzar la salida, apunto hacia el pequeño cuarto y disparo.
—Si es mi ultimo segundo, nos vemos en el infierno.
Una gran explosión se genera destruyendo todo a su paso y haciéndome volar por los aires junto a los demás infectados.
Caigo de espaldas sobre la tierra.
—¡Yoongi!—alguien corre hacía mí ¡Responde! ¡¿Estás bien!? ¡Oye!—luego de un largo zumbido en mis oídos, y varias punzadas en mi cabeza, siento las manos de Jungkook sacudir mi cuerpo con desesperación pero se detiene al escuchar mi quejido—Lo siento..
—Dios.. Eres más dramático que ____—bufo y este se ríe.
—Sigues siendo tú—suspira aliviado— Sin embargo ¡Volaste a pedazos el maldito 24/7! ¡Casi mueres!
Creo que lo llamaré _____ 2.0..
Su sonrisa llega a mi mente.
Maldición.. Espero que estés bien ____...
—Ven, volvamos con los demás—Jungkook me tiende una mano, lo veo indeciso.
No es porque desconfie, es porque a pesar de todo lo que pasó entre nosotros él aún sigue apoyándome y.. está a mi lado. Tal vez cometí un error... miles de ellos a decir verdad. Pero aún recuerdo esa noche y aunque Lisa este de vuelta.. No puedo olvidar lo que pasó.
—Puedo solo— me levanto con cuidado, logro sentir la intensa mirada de Jungkook sobre mí.
—¿En serio seguirás así?—lo ignoro, no deseo hablar—¡Oye Yoongi!—me sujeta del hombro y me gira—¿Por qué? ¿Por que te molesta tanto?—ruedo los ojos—¡No te entiendo Suga!
Suspiro.
—El grupo esper..—pero me callo al escuchar otra vez esos malditos gritos.
Jungkook y yo giramos la mirada asustados sabiendo perfectamente que se acercaba.
—Infectados..
—¡CORRE!!
Taehyung P.O.V.
—Maldición.. el jefe esta muerto—no puedo creer lo que estoy escuchando y viendo—¡¿Qué haremos ahora!?
—Escuchen, tenemos un plan y no importa si el jefe murió. Esa carga debe ser entregada a..—se calla al mirarme—¡¿Que miras imbécil!?—bajo la mirada.
Tengo miedo, no se me ocurre ninguna idea de salir y para colmo he perdido mi arma.
—Haremos que estos malditos paguen por lo que hicieron—mi cuerpo se congela al sentir la boca del arma en mi sien.
—¡No, se los pido!
—¡Silencio!—una lágrima baja por mi mejilla cuando golpean a Namjoon de nuevo, pero esta vez más fuerte. ¿Por qué son así? ¿Por qué tenemos que pelear?
—No.. Lo maten..—tose sangre, y su respiración le comienza a fallar—por favor..
—Debieron pensarlo dos veces—dice y me siento peor.
No quiero morir.
No quiero dejar a Namjoon. Pero es lo que va a pasar.
Pienso en ____, pienso en Jungkook y en los demás y me insulto porque ni siquiera me he despedido.
Dios.. fui un imbécil..
—Dispara.
—¡NO!—simplemente cierro mis ojos.
—¡AHHHHHH TOMEN MALDITOS!!
Pero de pronto dos chicos aparecen de la nada, y uno con su bate y el otro con su pistola comienzan a atacar a los sujetos que iban a matarnos.
—¡Arriba las manos!—grita unos de ellos al último hombre que quedaba, este simplemente obedeció asustado.
—¡No me mate por favor!
—Muy tarde—responde el del bate detrás suyo antes de pegarle un fuerte golpe en su nuca—¡Muerto!—celebra el castaño feliz.
—Esto es para verificar—el otro jala de su gatillo y le dispara—Ya está muerto.
Dios.. ¡Sigo vivo!
Me limpio las lágrimas y me levanto atrayendo su atención.
—Gracias.. muchas gracias—los abrazo.
—Ya ya amigo..—se separa de mí.
Chico frío entiendo.
—No íbamos a dejarlos morir—me dice guardando su arma y yo le sonrío.
—Ven, hermano—el chico del bate se acerca a Namjoon y lo ayuda con cuidado a levantarse. Rápidamente me acerco para ayudarlo también.
—Suban al auto, no es seguro seguir aquí—ordeno y todos subimos a la camioneta. Yo en el asiento piloto.
¡Genial! Ahora no sólo teníamos armas, si no también una hermosa camioneta negra.
—Muy bien, a dónde se dirigen—miro al chico del arma.
—Cerca de aquí hay una cas..—pero algo me hace callar, algo en el retrovisor que me deja completamente helado.
—¿Qué sucede?
—Fuego..
—¿Qué?
No puedo creerlo. Una gran bola de humo se extendía por los aires justo en el mismo lugar del que partimos.
—¡La casa! ¡Los chicos!—arranco rápidamente el auto y conduzco temiendo lo peor.
Continuará.. 🔥🔥🔥
(El chico de la pistola)
(El chico del bate)
😏