Lo primero de todo pediros perdón, ya que habréis creído que he actualizado y no es así, lo siento de todo corazón, pero necesito contaros el motivo de la tardanza.
Esta semana ha sido especialmente dura, ya que estoy pendiente de un asunto laboral que no solo se lleva mi tiempo y mis ganas, si no también toda mi inspiración, ya que de dicha decisión depende el futuro de mi familia durante el próximo curso. De modo que aunque me estoy empeñando en escribir, porque no os quiero fallar, no hago más que escribir y borrar, escribir y borrar. Ya que no quisiera defraudaros en el final de la historia. Por el estado de estrés que me produce esta situación, no acierto a enganchar más de tres palabras seguidas y mucho menos que adquieran sentido, ni belleza. Es como si mi don de la palabra escrita me hubiera avandonado... Solo siento ganas de llorar.
Espero que todo se resuelva lo antes posible y las aguas vuelvan a su cauce, y pueda continuar, no solo con la novela, si no con mi vida en general que, últimamente, parece haberse quedado en un standby agonizante y eterno.
Me despido de todas mis adict@s con el abrazo y el beso más afectuoso que me cabe en el pecho y, de nuevo, pidiendo, no uno, ni dos, ni cien, ni mil, ni dosmil perdones, si no infinitos elevado a infinito, perdones.
Hasta pronto, everybody!