—Tisy.
Corine lo observó confundida.
—¿Qué?
—Siu'to Tisy (Tú eres, Tisy)
Frunció el ceño, intentando comprende qué diablos era Tisy, porque el tú eres lo había entendido ¿Pero Tisy?
—Iesu, it'ta Corine (no, yo soy Corine)
—Iesu —gruñó, mirándola fijo—. Siu'to Tisy.
—¿Qué diablos? ¿Ahora resulta que tú decides como me voy a llamar? De ninguna manera, mi nombre es Corine, y si no-
Lo escuchó rugir, y cerró los ojos con temor, estremeciéndose.
—O-Okay, okay —balbuceó sin mirarlo—. It'ta... Tisy.
—It'jatat, Tisy (sígueme, Tisy) —gruñó, haciéndole una seña con la cabeza.
—Tima (sí) —murmuró, comenzando a caminar.
Qué carácter del diablo se cargaba el hijo de puta. Al parecer, no estaba acostumbrado a que lo contradijeran. Y si la trataba así, con sólo un día de haberla secuestrado ¿Cómo sería luego?
¿Cuándo mierda la iban a encontrar?
***
—Estás cosas pertenecen a la doctora Roth —pronunció un oficial, al encontrar varias de sus pertenencias por la selva.
—Cada vez menos creo que siga viva —pronunció otro, al oler el área—. En esta zona suelen merodear Blaise, Rady, Hyse y Tyeon. Si alguno de ellos ya la encontró, lo cual es lo más probable, no debe seguir con vida.
—Pobre doctora Roth —se lamentó otro muchacho—. Ella era muy agradable.
—Y estúpida —gruñó el primero—. Esto no habría ocurrido si ella hubiese obedecido.
***
Corine estaba atada a un árbol, desde su muñeca al tronco del mismo, con la misma liana que había usado antes para "pasearla" hasta el río.
Observó cómo él cortaba un trozo del animal de la noche anterior, y se lo acercaba a ella.
—Tisy, hammie (come)
Ella lo observó con el ceño fruncido.
—Iesu.
Lo escuchó gruñir, mirándola con molestia.
—Hammie.
—Iesu, It iesu hammie (no, no comeré)
La tomó del rostro con su mano libre, gruñéndole de una forma intimidante, apretando sus mejillas entre sus dedos.
—Siu hammie it'com yaja (Tú comerás lo que yo diga)
—Iesu —repitió con lágrimas en los ojos.
No iba a seguir siendo sometida por ese imbécil, sí quería matarla, que lo hiciera, no iba a ceder más.
El rubio gruñó con rabia, y la empujó hacia atrás, alejándose de ella, para volver hacia la fogata y comer solo, de espaldas a ella.
Corine sollozó, no sólo por el estrés de ser secuestrada, sino también por el dolor en sus mejillas. Realmente le había presionado con mucha fuerza.
Se abrazó las piernas, y escondió su rostro entre sus rodillas.
Luego de varios minutos, y de terminar de comer, el tipo entró a su cabaña, saliendo segundos después con un ungüento y unas frutas.
—Tisy.
Ella se negó a verlo, y él gruñó, poniéndose de cuclillas frente a ella. La tomó de la cabeza y la llevó hacia atrás, para poder mirarla a cara.
Corine estaba llorando en silencio, y a él pareció incomodarle. Desvió la mirada, y dejó las frutas junto a ella, para tomar un poco de ungüento entre sus dedos, y pasarlo por sus mejillas, dónde estaban las marcas de sus dedos.
—Tisy, hammie otoru (Come "otoru" -nombre de la fruta-) —pronunció en un tono más calmo, sin gruñirle.
Ella miró las frutas, que él le estaba señalando. Y no dijo nada. Sólo quería irse, que alguien fuera a buscarla.
***
La noche estaba llegando, y ella apenas había mordido una de las frutas, sin querer comer más nada. Sólo había tomado un poco de agua, y lucía muy triste.
Algo que el rubio había percibido, y sabía que no estaba mintiendo, podía olerlo. La observó, sentada contra un rincón de la cabaña, mirando hacia abajo.
Quizás, los humanos no podían servir como mascotas.
Se acercó a ella y se puso de cuclillas, mirándola de cerca.
—Tisy ¿Com so (que tienes)?
Ella se encogió, abrazándose las piernas, negándose a verlo.
—¿Siu'kit (te duele)? —le preguntó señalándole las mejillas.
Tal vez había sido demasiado brusco con ella. Las marcas de sus dedos ya no se veían, pero tenía colorada la zona.
—Tisy, it'mako siu (te sanaré)
La tomó del mentón, y le giró con cuidado el rostro, para que lo mirara.
—It'mako siu —le repitió, antes de ponerse de pie.
Salió de la cabaña, y sus pupilas se afiliaron, al captar el aroma de varios machos. Miró alrededor de su cabaña, y observó cómo del frente de la misma, salía un hombre, vestido como oficial... Cómo humano.
—Ey, Blaise —sonrió el oficial, acercándose con pasos lentos—. ¿Toka'ro siu (como estás/como estás tú)?
—¿Com coma'at (Qué quieres)?—le preguntó serio.
—Blaise ¿Siu shire ho'ma (viste una mujer)? Humana, e'ma te (ella es) humana, hatat'ma (extranjera)
—Iesu.
—Tyeon yaje com siu so humana (Tyeon dijo que tú tienes a la humana)
—It iesu so humana, it so Shi'ma (yo no tengo a la humana, yo tengo una mascota)
El oficial lo miró atónito, y luego sonrió con cinismo. Era un hijo de puta.
—Blaise, si "shi'ma" te humana (tu "mascota" es la humana) e'ma te mako (ella es la doctora/sanadora)
—Iesu, e'ma te vet shi'ma (No, ella es mi mascota) —gruñó—. Jaha'lá (vete/largo)
—Blaise-
Respiró profundo, comenzando a gruñir con rabia.
—Jaha'lá.
—Blaise, vet shi'ma te humana (tu mascota es la humana)
—¡Jaha'lá! —rugió, antes de salir corriendo hacia la casa, y cerrar la puerta.
—¡Demonios! ¡Tendrían que haberle disparado! —les gritó el oficial a sus hombres, que estaban ocultos—. Hay que sacar a la doctora de allí, todavía la tiene con vida.
Dentro de la cabaña, Blaise tomó en brazos a Corine.
—¿Q-Qué haces? ¡Bájame!
—Siu'to vet (tú eres mía) —le dijo saliendo rápidamente de la sala, en el momento que la puerta se habría de un fuerte golpe.
El rubio se ató a Corine, usando la misma liana que ella tenía en la muñeca, pasándola por el cuerpo de ambos. Salió por la ventana trasera, y trepó un árbol, comenzado a huir de los oficiales.
Se trepó de rama en rama, y luego saltó de una altura de más de diez metros, provocando que la morena gritara del espanto, aferrándose a él. Cayó al suelo, y siguió corriendo, huyendo hacia las montañas.
No sé la llevarían, Tisy era de él.
...
No tienen idea, de lo que me demoro pensando en el idioma, y en no equivocarme con las palabras, pronombres... Sayla está tipo 😵😵😵 jajaja