Comencé a abrir los ojos lentamente, mi cabeza dolía, la iluminación del cuarto en el que me encontraba lastimaba mi vista, paredes blancas, unas cortinas azules y una ventana que dejaba ver un edificio, voltea a mi izquierda y ahí se encontraba alguien sentado tomando mi mano y dormido con la cabeza apoyada en la cama del hospital donde al parecer estaba, lo único que recordaba era un horrible sueño.
—¿Donde estoy? —Hable lo que pareció ser un susurro, mi garganta raspaba, no recordaba lo que había pasado.
—Tn, despertaste —Hablo adormilado y los ojos entrecerrados ¡Tn! ¡Despertaste! —Repitió lo mismo, ahora parecía asombrado y con los ojos muy abiertos, se abalanzó sobre mi y me abrazo.
—¿Qué sucedió Tae? —Hable después de que el se separará.
—Tn te desmayaste.
—Tuve un sueño terrible Tae, soñé que mis padres morían en un accidente —Lo mire fijamente.
—Iré por tu tía, ahora regreso —Y sin más salio de la habitación.
No tardo demasiado unos minutos después mi tía entro por la puerta donde Tae había salido, se acerco a mi y se sentó en la misma silla.
—¿Cómo estas? —Tomó mi mano.
—Bien tía, ¿Puedes explicarme que hago aquí?
—Tn, después de la noticia, te desmayaste.
—¿Qué noticia? —Hable dudosa.
—Tn, tus papás fallecieron esta madrugada —Hablo con los ojos llenos de lágrimas.
—¿Qué? Tía no juegues con esas cosas.
—Por dios Tn, no podría jugar con la muerte de alguien, y mucho menos hablando de mi hermana.
—¡No! ¡No te creo! ¡No puede ser! —Comencé a llorar, al parecer no había sido una pesadilla, era lo que estaba pasando.
—Tn, tranquiliza te —Se puso de pié.
—¡¿Como puedes pedirme eso?! ¡Quiero irme de aquí! ¡No quiero estar aquí! ¡Quiero estar con ellos! —En ese momento entro Tae al verme en ese estado llamo a las enfermeras.
—Tiene que tranquilizarse por favor —Hablo una de las enfermeras.
—¡No! ¡Quiero irme ahora! —Seguía llorando comencé a levantarme pero me lo impidieron.
—Tenemos que sedarla si no se calma.
—Dejen me ir por favor ¡quiero estar con ellos! —Las lágrimas no cesaban, quise ponerme de pie de nuevo pero sentí un pinchazo en la pierna.
Nuevamente desperté en el mismo cuarto, solo que ahora estaba sola, de esa forma me sentía, de solo recordar todo comencé a llorar, los ojos los sentía pesados hinchados y ardían demasiado, quería aceptarlo y ser fuerte pero no podía, quería morir y así estar con ellos, no imaginaba la vida sin ellos.
—¿Como estas Tn?
—Deja de preguntar eso por favor, quiero irme ahora.
—De acuerdo iré por tus cosas, ahora vuelvo —Salio de la habitación y de inmediato entro Tae.
—Hola Tn.
—Quiero morir Tae —Las lágrimas salían lentamente.
—No digas eso Tn, por dios nos tienes a nosotros y no queremos que te pase algo malo —Me abrazo.
—¿Porque a mi Tae? ¿Porque me tuvieron que dejar? —Correspondí a su abrazo.
—No lo se Tn, que más quisiera que esto no pasara.
—No puedo soportarlo —Entro mi tía a la habitación.
—Listo, aquí están tus cosas ahora cambia te y vámonos.
Entre al baño y me puse la ropa que mi tía me había traído, cuando estuve lista salí.
—Vámonos.
Y sin más salimos del hospital, Tae se fue a su casa ya que no había asistido a clases para estar conmigo, al llegar a casa se sentía tan vacía, no lo soportaré, jamás e sido fuerte, soy tan vulnerable.
Editado.