Todo estaba igual que como lo recordaba, el perfume de mama estaba impregnado por toda la casa, entre a la sala y cerré los ojos recordando ese día.
Las lágrimas salieron sin parar y el nudo en mi garganta se intensifico, todo lo que había estado reprimiendo por tanto tiempo, tratando de mantenerme fuerte frente a todos, aquí no tenía que fingir, el miedo se apodero de mí y llore, llore todo lo que pude. Y grite, grite por lo que paso, por terminar ahí por él, por haber acabado con mi vida, con la de mi madre, por llevarse todo lo que tenía y dejarme sola en un psiquiátrico, sin nada.
Me permití llorar y desahogarme, por ahora.
No sé cuánto tiempo pase llorando, pero al mirar por la ventana, el cielo tenía un tono naranja. Salí al patio trasero y me senté en el columpio mirando al cielo.
Esto era por mama, tenía que ser fuerte por ella.
Y lo haría, me dije a mi misma, lo haría por ella, siempre por ella.
Limpie las lágrimas que se habían escapado y me levante dispuesta a seguir con el plan.
Subí a mi habitación, y trate de ignorar el nudo en mi garganta.
Me duche y cambie de ropa.
Tome mi bolso y me dispuse a dar un paseo por la ciudad.
Admire cada uno de sus rincones, tratando de guardar una imagen mental, de todos.
Llegue a una cafetería, pedí un café y me senté a leer mi libro. Quería distraerme para no pensar en lo que me esperaba mañana.
Estaba en la ventana por lo que podía ver a la gente pasar, y la luz de la luna junto con las estrellas, era un paisaje hermoso, absolutamente.
Saque mi libro de dibujo y me dispuse a plasmar en el papel lo que mis ojos observaban, mientras estaba sumida en mis pensamientos y mi dibujo no me di cuenta de que alguien estaba parado detrás de mí observando mi dibujo hasta que hablo.
-es hermoso, tienes un gran talento-me lleve un susto cuando me hablo.
-gracias-logre responder.
Él se giró y se sentó frente a mí con una sonrisa en su rostro. Tendría unos diez y siete años, tal vez, era de tez blanca y unos ojos color miel hermosos, vestida de negro y al apoyar los codos en la mesa pude notar que tenía un tatuaje en su muñeca derecha.
-y…no me vas a decir tu nombre-sonrió
PD: el de la foto es Jackson