— R-rurik. —No pudo evitar soltar aquellas saladas lágrimas al escuchar la voz del mayor, significaba que ya estaba a salvo y que nadie le haría daño.
— Me preocupaste Lotus, te dije que no salieras de la casa hasta que regresará. —Vigilo un poco la zona para acercarse a su contrario viendo como el menor estaba lastimado de la pierna y tener aún el cuchillo incrustada en su hueso.
— L-lo siento. —Se disculpo bajando un poco su rostro dando a entender que se sentía mal al no haber hecho caso como también se arrepentía de haber salido de la casa.
Rurik lo miro por un par de segundos soltando un suspiro para cargarlo entre sus brazos, luego hablaría con el cuando llegaran a la casa y que estuviera seguro su pequeño Cupcake.
— Tranquilo Cupcake, primero tenemos que ir a un lugar seguro y sacarte aquella arma. —Era muy claro que esa herida grave se trataba de aquel humano con el nombre de Frisk, ugh, simplemente odiaba el hecho de que haya querido matar a su Lotus, bueno, adelantar más su muerte.
Negando en un intento de olvidar esos pensamientos se dispuso a hacer lo más principal e importante, viendo y revisando que estuviera agarrando firmemente a su contrario.
— Si escuchas algo sospechoso, me avisas Cupcake. —Fue lo que le dijo para iniciar con su caminata y teniendo cuidado de que nadie los viera.
El hecho de que se encontrará con Lotus era por qué cuando estaba en Waterfall escucho uno que otro murmuró y rumor de que aún el humano estaba por los territorios del pueblo Snowdin, así que gracias a eso regreso al pueblo para confirmar si estaban en lo correcto aquellos rumores o no. Y si que lo estuvieron, en el camino se pudo encontrar rastros de polvo como sangre fresca dejndolo en claro que hace unos minutos atrás había sucedido una pelea.
Eso preocupó a Rurik pensando que quizás el humano haya visto a Lotus y lo haya asesinado, algo que ni se quería imaginar.
Fue gracias a esos rumores de que Rurik regresara a Snowdin, si no fuera por eso es muy seguro que Lotus ya se encontrará muerto ya que era un blanco muy fácil de aniquilar y más cuando no tenía la vista que era algo muy útil.
— No se por que me duele la pierna, se supone que las flores acabaron con el sentido de mi pierna. —Susurro el menor sacando al mayor de sus pensamientos y recuerdos que tenía en esos momentos.
— Quizás aún las flores no consumen por completo tu pierna. —Explico el de ropajes militares para seguir con su caminata estando atento por cualquier movimiento que le resultará sospechoso y peligroso.
— Solo me dejan un dolor punzante como también se están llevando la mayor parte de mi energía. —Se acomodó un poco más en el pecho ajeno sintiendo aún aquel frío por todo su cuerpo, pero también buscaba algo de calor y ese calor cálido se lo estaba dando su Rurik.
— Vaya, esas flores si que son muy mortales.
— Ni que lo digas.