VAS A QUEDARTE || CACHÉ

Від AntoniaGuci

1M 54.9K 12.3K

Segunda parte de Sí, si es contigo. Con un océano entre ellas Calle y Poché comienzan a darse cuenta de que s... Більше

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
¿Nuevo fic?
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo

Capítulo 16

21.4K 1K 137
Від AntoniaGuci

- ¿Necesitas algo más? - Poché le entregó un vaso de agua a su novia.

- Que te sientes aunque sea un segundo - Calle respondió un poco molesta - gorda, no estoy enferma. No tienes que atenderme como si no pudiera hacer las cosas sola.

- Solo quiero que te sientas bien - la peliazulada dijo con una mirada angustiada.

A Daniela le habían dado el alta hace un par de horas y estaba terminando de guardar en su clóset la ropa que le habían llevado al hospital. Las cosas no estaban bien y ambas lo sabían, así que Dani se sentó en la cama y le pidió a Poché que hiciera lo mismo.

- Tenemos que hablar - la morena suspiró y no dijo nada más.

- ¿Qué pasa, amor? - María José le tomó las manos - Necesito que me expliques qué pasa en tu cabeza porque si no lo haces no tengo ni idea de cómo ayudarte.

- No sé si puedo seguir haciendo esto - los ojos de la chica estaban clavados en el colchón - no estoy bien y no es justo que te esté arrastrando a mi miseria. Es egoísta.

- Oye, a ver - la peliazulada le levantó el rostro para encontrarse con su mirada - cuando decidimos embarcarnos en esto nos prometimos que estaríamos juntas siempre. Eso también incluye los momentos difíciles Calle, ¿Crees que esto es lo único que vamos a tener que afrontar en la vida? Nos quedan muchos años y, tristemente, no van a ser siempre felices y perfectos.

- No puedo dejar de sentir que te estoy arruinando la vida - Daniela hablaba con dolor pero ni una lágrima se asomaba en sus ojos.

- No te atrevas a decir eso - Poché la interrumpió antes de que pudiera seguir hablando - si hay algo que has hecho con mi vida ha sido darle sentido. Supongo que es normal que te sientas así por todo lo que pasó, pero que lo pienses no significa que sea verdad.

- ¿Qué pasa si no logro superar esto? ¿Cómo se supone que vuelva a confiar en la gente después de lo que pasó?

- Es un proceso gorda, un proceso que va a ser muy largo, pero siempre y cuando tú quieras yo voy a estar a tu lado - María José esbozó una sonrisa triste - yo no te puedo ayudar si tú no me dejas. Y te prometo que entiendo que no quieras involucrarme en esto, pero yo te estoy pidiendo que me dejes hacerlo. No me alejes Calle.

- No te mereces esto Poché - por primera vez Daniela dejó ver un poco de emoción en su mirada.

- Es que tú no decides eso - la voz de la peliazulada fue más dura - yo sé lo que merezco y sé que eso lo encuentro estando contigo. Es así de simple.

Calle la miró a los ojos un segundo antes de quebrarse y refugiarse en su pecho. Para ella era imposible imaginarse la vida sin Poché, pero no podía dejar de pensar en que la chica de pelo azul era demasiado para ella que estaba tan arruinada. 

Las lágrimas de la morena solo cesaron cuando, aún en los brazos de María José, se quedó dormida. La peliazulada la miraba con amor y se preguntaba qué podía hacer que estuviera en sus manos para poder ayudarla. El primer paso significaba quedarse con ella, aunque eso implicara perder el semestre y, por ende, la beca. Ernesto le había dicho a Poché que hablaría con el rector para ver si se podía hacer una excepción en su caso, así que la situación no era tan terrible.

Ernesto se había convertido en un apoyo incondicional para la chica de pelo azul e incluso para Mafe, sus intenciones transparentes y su corazón enorme habían hecho que inmediatamente se ganara la confianza de toda la familia. Una vez más Poché comprobaba que la cantidad de dinero que su amigo tenía era el aspecto menos interesante de él.

- ¿Puedo pasar? - una voz tenue sacó a la chica de sus pensamientos.

- Pasa - María José sonrió.

Mafe le dio un vaso de jugo y un plato con fruta.

- No has comido nada mi amor, eso no es bueno para ti - le dio un beso en la frente y miró a su hija durmiendo sobre el regazo de la peliazulada - ¿Qué vamos a hacer?

- Lo que sea necesario Mafecita - Poché dijo con seguridad - si eso significa quedarnos aquí contigo, pues eso hacemos.

- No quiero que sacrifiques tus sueños por esto - la mujer fue honesta - sé que la amas, de verdad lo sé, pero también sé que amas tu carrera y sé lo mucho que te costó conseguir esa beca. ¿De verdad estás dispuesta a abandonar eso?

- Mafe, yo por Calle estoy dispuesta a hacer incluso más cosas de las que yo misma creo - le explicó - tenemos toda la vida por delante. Si tuviera 40 años quizás lo pensaría, pero tengo por lo menos 10 años más para poder empezar mi carrera en caso de que la tenga que dejar.

- ¿En caso? - la mujer la miró sin comprender.

- El rector de la universidad es amigo del papá de Ernesto - sonrió calmada - me dijo que va a hablar con él para ver qué se puede hacer. Quizás puedo congelar el semestre y volver el que sigue.

- Ese niño es un ángel, tienes mucha suerte de haberlo encontrado - Mafe le acarició la mejilla con delicadeza - ojalá pudiera haber dicho lo mismo de Arístides.

- Nadie se imaginó que algo así podía pasar - Poché le apretó la mano - no te culpes, no había forma de saberlo.

Ambas se quedaron en silencio porque no habían más palabras que decir. Mafe se puso de pie y le plantó un beso muy suave en la frente a su hija.

- Por cierto, Camilo me pidió que le avisaras cuándo puede venir a verla - dijo antes de marcharse.


Ernesto había pasado a buscar a Poché para ir a cenar. Calle había declinado la invitación pero había convencido a su novia de que fuera.

Algo que María José amaba de Ernesto era el hecho de que el chico nunca forzaba una conversación. Sabía que si la peliazulada no estaba hablando era porque no quería y él no era nadie para obligarla a hacerlo, así que en vez de hacerlo incómodo le entregó el auxiliar para que pusiera la música que quisiera.

Sus gustos diferían en todo sentido posible. Poché no salía del pop y el reggaeton mientras Ernesto podía pasarse horas escuchando a Mozart y a Beethoven, pero por su amiga era capaz de aguantarse todo un viaje en carro escuchando a Taylor Swift y a Maluma.

- Oye, ¿No has pensado que el piano podría ayudar a Calle? - el chico rompió el silencio luego de más de media hora - Vi su audición Poché, es obvio que cuando sus dedos están en las teclas se olvida de todo.

- Está tan desmotivada que ni siquiera sé si va a querer acercarse a su piano - le confesó - hoy me medio propuso terminar la relación porque sentía que yo no me merecía esto.

- Es normal tía, lo que le pasó no es fácil de procesar. No quiero imaginarme todo lo que está pasando por su mente en este momento - suspiró y le puso la mano en el muslo - sé que tienes que ser fuerte para ella, pero no hay necesidad de que te hagas la fuerte conmigo. Yo estoy aquí para apoyarte, ¿Vale?

Poché se limitó a asentir y esbozó una sonrisa débil. Sabía que su amigo entendería que eso significaba "gracias".

Llegaron a un condominio frente al mar y María José se dio cuenta de que no iban a ir a un restaurante, sino a donde Ernesto se estaba hospedando (que ya desde afuera se veía ridículamente caro). El chico estacionó el auto y le pidió a la peliazulada que lo siguiera. Entraron a un pasillo con varios ascensores y Ernesto usó una tarjeta para desbloquear el último piso.

- ¿Me vas a llevar a una azotea con un helicóptero? - la chica bromeó.

- ¿Sería un problema? - Ernesto se carcajeó - Nada del otro mundo hoy, lo prometo.

Apenas las puertas del ascensor de abrieron Poché quedó sin palabras y sin aliento. El departamento tenía mármol blanco por todos lados, en el piso, en las paredes, en las mesas, etc. Había muchas esculturas repartidas por el lugar, cada una más magnífica que la anterior. Pero lo que terminó de sorprender a la chica fue la vista del lugar. Todo el departamento era como una enorme pecera, la cantidad de ventanas se sentía infinita.

- No jodas - dijo antes de salir a la terraza - jamás en mi vida había visto algo así.

María José se dio cuenta de que en ciertos lugares del piso habían unas letras grabadas. "SaS".

- ¿Qué significan las cositas del piso? - le preguntó a su amigo.

- Es el nombre del departamento. Sunrise at sunset. Le pusieron así porque, como está todo lleno de ventanas, se ve el amanecer y el atardecer y, si no supieras qué hora es, podrías creer que el atardecer es en realidad el amanecer - sonrió al ver la reacción de la chica - es una gilipollez, lo sé. 

- Ni siquiera sabía que los departamentos podían tener nombre - Poché rió - ¿Es de tu papá?

- Es mío - dijo sin más - es una larga historia.

- Tengo bastante tiempo, don misterios - lo molestó - ¿Me vas a explicar a qué viniste a Miami? ¿Quién es la chica?

- Y a ti quién te dijo que era una chica - soltó una carcajada - ¿Ves? Estereotipos.

- A ver, no, espera - María José intentaba procesar lo que acababa de escuchar - ¿Es un chico?

- Es un chico - Ernesto asintió - pero no funcionó.

- No a ver, espérate - Poché lo observó anonadada - yo te escuché en el baño de la universidad diciéndole a tu amigo que yo te gustaba.

- ¿¡Escuchaste eso y nunca me contaste!? - le dio una palmada en el brazo - Eres peor la mejor amiga.

- No seas llorón y explícame - le ordenó.

- Nadie sabe que soy gay, solo tú y los chicos con los que he salido - encogió los hombros - yo ya sabía que tú tenías novia y contemplé la idea de hacerme tu amigo y pedirte que fueras mi fachada, pero apenas empezamos a conversar me di cuenta de que era algo muy tonto de hacer.

- Super tonto Ernesto, hasta el Papa sabe que Calle y yo estamos juntas - rió y continuó haciendo preguntas - ¿Desde cuándo lo sabes?

- Desde que conocí al chico por el que estoy aquí - giró los ojos - aproximadamente 3 años. 

- Entonces el amorcito de verano que me dijiste era este niño - concluyó la chica - ¿Puedo preguntar por qué no funcionó?

- Adoro que me digas "puedo preguntar" porque siempre terminas preguntando - Ernesto caminó a la cocina y sirvió dos copas de vino - mira, las cosas no funcionaron porque él no está dispuesto a que tengamos una relación a distancia.

- ¡Tienes un puto avión! - Poché dijo muy fuerte - Literalmente puedes venir cuando se te dé la gana.

- Joder, que se lo he dicho ... pero supongo que para él no es suficiente - sus ojos comenzaban a ponerse vidriosos - es jodido ¿Sabes? Que te rompan el corazón y no poder decírselo a nadie.

- Pero Ernesto, vives en un país donde ser gay ni siquiera es tema de conversación - María José no comprendía - ¿Por qué lo ocultas?

- Porque sé que sí sería tema de conversación. Mi papá está constantemente en la tele, dando entrevistas y todo eso ... si yo salgo del clóset todo el mundo va a querer hablar de eso y yo no estoy dispuesto a renunciar a mi privacidad.

- Tu privacidad es cosa tuya y de nadie más. Si tú no hablas de eso en algún punto se van a cansar de sacar el tema ¿No?

- No sé Poché, es complicado - suspiró - este departamento lo compre para nosotros. Teníamos tantos planes ... tantos proyectos juntos. 

- ¿¡Compraste este departamento para venirte a vivir con él!? - la chica no podía más del asombro.

- Tía, yo lo amo con toda el alma - confesó con un par de lágrimas en las mejillas - estaba ... bueno, estoy dispuesto a dejar toda mi vida por él.

- ¿Entonces por qué la distancia es tema de discusión? Te juro que no entiendo.

- Dice que no quiere que sacrifique mis sueños por quedarme con él - esbozó una sonrisa afligida.

- Eso me suena familiar - Poché le respondió con una sonrisa igual de triste.

- Por lo menos te tengo a ti - levantó su copa y esperó a que la chica hiciera lo mismo - salud por nosotros cabeza de pitufo.

- Salud por nosotros, cabeza de ... ¿Dólar? - soltó una carcajada.

- Joder tía, qué mala broma - Ernesto la molestó - salud.

- Salud - chocaron sus copas - te quiero.

- Y yo a ti loca, un montón - le dio un besito en la mejilla.


Продовжити читання

Вам також сподобається

2.7K 372 11
¡Acompaña a Raphael en sus aventuras haciendo pasteles a escondidas de su familia por temor a lo que dirán! Estas aventuras tienen de todo! Comedia...
66.9K 2.4K 37
me da flojera escribir algo xd, pero solo te diré que va a ver mucho el drama así que si te gusta drama esta historia es para ti a pero va a ver obi...
59.3K 5.1K 33
-Es muy posible que muera mañana pero no pienso dar mi vida por una estupidez , por eso tienes que vivir Ackerman , ¿Recuerdas lo que te dije acerca...
Our Lives ® Від Pía Isabella

Підліткова література

4.2K 296 39
Unos años han pasado desde que han salido del Internado, y sus vidas ya no son las mismas. Peleas. Enamoramientos. Confusiones. Amores erróne...