¿Su qué?, ¿Había escuchado bien?, ¡¿Misteriosa muerte de su novia?! ¿Por qué sonaba como una disimulada acusación? Tuve que intentar quedarme quieta para no formar todo un alboroto ¿Cómo era que esto no lo sabía? En realidad, creo que no conocía mucho de Calvin.
—Esos son chismes —dijo Calvin en tono frívolo—, no quiero que me preguntes nada de eso.
Los de producción llamaron a Chris y él se fue rápidamente a ver qué ocurría. Estábamos rodeados de personas que arreglaban las luces y el ambiente del escenario, sin embargo no podía dejar de pensar en lo que acababa de escuchar, así que me incliné y le susurré:
— ¿Tu novia muerta?
Calvin mantenía el ceño fruncido y negó con la cabeza.
—Ni siquiera era mi novia —dijo—, era una chica con la que salía, una relación casual, ella estaba mentalmente desequilibrada. No era nadie importante en mi vida, pero como nos fotografiaron muchas veces juntos, creyeron lo contrario.
Iba a preguntarle cómo o de qué había muerto, pero Chris volvió y comenzaron a grabar nuevamente retomando desde las preguntas incomodas que nos involucraban a Calvin y a mi sentimentalmente.
—Ella me tiene en la friendzone —dijo Calvin mostrando una débil sonrisa—, es un poco testaruda, siempre me rechaza.
Intenté cubrir mi boca con la mano para evitar una estruendosa carcajada, pero fue inútil, me había causado demasiada gracia como definió nuestra relación.
— ¿Qué? —Dijo Chris exagerando su expresión— Claus, ¿estás consiente que Calvin Craft es una de las súper estrellas del baloncesto más cotizadas del último año? Miles de chicas matarían para estar en tus zapatos, ¡¿estás loca?!
Me imaginaba que literalmente miles de chicas que se dejaban deslumbrar por su fama estaban dispuestas a solo una noche de pasión como me había insistido él, pero yo no era así.
—Eso le digo yo, Chris —bromeó Calvin —, pero me gusta ganar, soy competitivo por naturaleza. Puedes tomarlo como una promesa o una amenaza Claus.
Su expresión demostraba diversión, pero sus ojos verdes parecían hablar muy en serio. Él sabía que no le entregaría mi virginidad, por amor a Dios, creí que lo habíamos dejado claro.
—Chris, sin mentirte, Calvin es muy insistente —giré los ojos—, pero tendrá que esforzase un poco si quiere estar conmigo.
De ninguna manera.
—Oh —dijo Calvin —, ¿entonces sí tengo esperanzas?
Podía notar cierta incertidumbre detrás de esa sonrisa entretenida, Chris nos miraba atento, de seguro esto aumentaría su ranking de televidentes.
Ellos, ni nadie, tenían idea que hablábamos de sexo.
—Siempre la has tenido —comenté solo para ver como su expresión se iluminaba y dar de qué hablar a mis amigos de la escuela, desde afuera yo debía parecer la chica que rechazaba el amor del famoso basquetbolista Calvin Craft, pero solo nosotros sabíamos que él solo quería una noche y yo le había dado falsas esperanzas, porque no estaba dispuesta a cambiar de opinión.
— ¡Oh! —Expresó Chris abanicándose con su mano—, esto está intenso, pero ya la hora se nos está acabando y solo quiero finalizar diciendo esto: Claus, una chica común, pasó a ser la chica más reconocida en el mundo por bailar con libertad, ahora te digo a ti querido espectador, ¿te atreves a bailar con libertad? Alcanza tus sueños, si ella pudo, tú también. ¡Hasta luego chicos plebes!
Uf, estúpida frase ridícula. No paraba de reír aun cuando nos dirigimos al auto por todas las preguntas que nos habían hecho, Calvin se volvió a colocar los lentes, no paraba de hablar de la voz chillona que fingía Chris y que ahora usaría sus armas de seducción masiva para que por fin cediera a sus encantos.
—Buena suerte con eso —murmuré cuando nos montamos en el auto y revisé mi celular, lo había dejado olvidado en el bolso dentro del carro y ahora tenía cincuenta llamadas perdidas, todas de mi mamá.
—Ya me diste esperanzas ¿tienes miedo a caer rendida de amor por mí?
—En parte sí —dije devolviéndole la llamada a mi madre—, porque tú no te enamorarás de mí, y estoy segura de que después te irás a Gran Vigor, rompiendo mi corazón de por sí destruido.
Escuchaba los pitidos mientras mordía la uña de mi pulgar con nerviosismo, ¿por qué me llamaba mi madre? Siempre que me llamaba era algo importante.
—Eso no lo sabes, puede que llegue a enamorarme de ti —dijo Calvin sin atreverse a mirarme—, y deje todo por ti, como en las películas.
Claro, y yo soy estúpida.
Jamás podría ser partícipe de que dejara su sueño y su carrera profesional por mí, nosotros no debíamos involucrarnos, no debíamos tener más que una amistad. Además, estaba en un periodo donde me encontraba escéptica, no creía en la amistad sincera, en el amor o en cosas de pareja en general.
— ¿Dónde estás, Claus? —la voz de mi madre me sobresaltó cuando contestó, sonaba fuerte, creo que estaba molesta.
—Voy camino a la casa —dije—, no vas a creer donde estaba, ¡en Global TV!
—Quiero que vengas a casa ahora —solo escuché el pitido cuando colgó la llamada.
Mi mamá nunca me había colgado una llamada, estaba enojada, lo sentía, la última vez que mi madre se enojó conmigo fue cuando usé su computadora para descargar unas películas ilegales por internet hace dos años atrás, los virus eliminaron muchos archivos y logísticas de su trabajo, ocasionando que perdiera una buena suma de dinero, desde ahí no he vuelto a entrar ni siquiera a su oficina, mi mejilla seguía doliendo por la bofetada que me había dado aquella vez.
—Creo que estoy en problemas —dije—, mi madre me dijo que fuera a casa ahora y me colgó.
—Mi padre solía hacer eso cuando me iba de fiesta y no aparecía por tres o dos días —dijo—, después mejora cuando sales de tu casa, en tu caso me imagino que la universidad, ahí te tendrán en un pedestal... por cierto, ¿ya has metido las solicitudes?, ¿qué estudiarás?
Me sentí extrañamente alegre por su interés en mis estudios, creo que nadie más que mi madre me había preguntado eso. De repente me quitó mi teléfono, no sabía qué iba a hacer, pero no me importaba realmente, no era como si tuviera algo privado o prohibido ahí.
—Ingeniería en la Universidad Internacional de la Capital —dije—, siempre ha sido mi sueño.
—Ahora tienes mi número y yo el tuyo —me entregó mi teléfono y agregó posiblemente para que supiera que me prestaba atención: — Con razón te gustan tantos las matemáticas. Tal vez... deberías tener tu primera experiencia conmigo, así cuando llegues a la universidad, no te devoren los lobos.
Fruncí el ceño ¿se refería a lo que me estaba imaginando?
— ¿Hablas de experiencias sexuales?
—Siempre querré hablar de experiencias sexuales contigo —respondió y pude ver una ceja sobre salir de sus lentes.
No pude evitar sonreir débilmente, miré por la ventana que estábamos pasando por el instituto de música, hoy era jueves, maldición, se me había olvidado que tenía practica en la orquesta.
—Déjame por aquí, tengo clases de música a las cinco.
—Creí que tu madre estaba molesta y quería que llegaras lo antes posible —murmuró Calvin con un poco de confusión orillando el auto a un costado de la calle.
—Ella paga las clases e insiste en que practique el violín —dije girando lo ojos—, gracias, adiós.
Me bajé del auto haciéndole un gesto con la mano para despedirme, sin embargo, pude ver que no estaba en su asiento, fruncí el ceño, ¿en qué momento desapareció?, ¿a donde había ido? Escuché unos pasos resonar detrás de mí y de súbito unas manos me atraparon la cintura, volteándome y pegándome a su torso, apenas pude soltar un suspiro de la impresión cuando me besó, solo un toque, pero que me hizo flotar y olvidarme de cualquier cosa.
—Nos vemos mañana en la fiesta —susurró soltándome inestable, cuando reaccioné, él ya se había subido a la camioneta y arrancó, dejándome con las manos temblorosas.
Tragué saliva y obligué mis pies a caminar, estaba segura que el revoltillo en mi estómago no eran ganas de vomitar, este chico me estaba encantando cada vez más y creo que no era bueno.
Entre a mi clase y me dejé relajar con los instrumentos de toda la orquesta siguiendo una melodía perfecta, me alegré aun mas cuando la perra Trami nunca llegó, temía encontrármela.
Cuando dieron las seis, tomé el autobús a mi casa, mi madre no me había vuelto a llamar, pero mi sexto sentido me decía que ella estaría muy molesta y que estaba en problemas. Abrí la puerta y lo primero que observé fue a mi madre salir de su oficina, sus pasos fuertes contra el suelo, en sus manos sostenía la Tablet, sus rasgos estaban tensos y podía ver la vena sobresalir de su frente.
— ¿Esta eres tú, Claus? —Soltó sin rodeos. Me entregó la Tablet y apretó la pantalla para reproducir el video donde yo bailaba. El post de la página web era de noticias actuales y salía como título: la chica del momento Claus Harrison con su sensual perreo.
Mierda.
—Sí, yo... mamá, puedo explicarlo —maldición, creí que ella jamás lo vería, tenía la esperanza de explicárselo sin tantos detalles como: “solo un bobo video de mi divirtiéndome”.
— ¿Qué vas a explicarme? —Refutó, vi la vena palpitando en su frente—, ¿Qué metes hombres en tu habitación y te dejas grabar semi desnuda?
Di un paso hacia atrás y abracé la Tablet como si eso me pudiera proteger.
— Calvin no estaba en mi habitación —me defendí—, me grabó desde la ventana.
Eso no sonaba mejor.
—¿Calvin? ¿Quién es ese Calvin? –Su voz comenzó a aumentar—, ¿es el mismo que vino anoche aquí? Los vecinos me dijeron que vieron a un hombre entrar cuando me fui.
Maldición, ¿en serio los vecinos estaba al pendiente de mí? De seguro ellos le enseñaron el video.
—No... Bueno, sí, pero no hicimos nada, mamá –dije—. Él es el vecino, hijo mayor del señor Craft, es un poco famoso y nos hemos vuelto buenos amigos, subió ese video pero se hizo viral en internet...
Sentía que mis explicaciones no le satisfacían porque lo único que mi madre hacía era negar con la cabeza, sentía que hablaba con la pared.
—Estas semi desnuda, bailando vulgarmente, Claus —dijo—. Estoy saliendo con el sacerdote Requena ¿sabes lo mal que se ve esto para su reputación?, ¿para mí reputación?, ¿qué dirán las personas de la iglesia?
¿Saliendo con el sacerdote Requena? Pensar en ellos me molestó un poco, su reputación, como si debieran mantener una imagen de santos, ¿Qué acaso no le dolía la muerte de mi padre o ya lo había olvidado? Ni siquiera íbamos todos los domingos a la iglesia.
—Entonces esto no es por el hecho de que te preocupe que ande metiendo hombres a la casa —refuté—, sino porque estas saliendo con el sacerdote Requena y debes conservar tu reputación de santa, de seguro mi padre encontraría esto divertido.
Mi madre apretó la quijada y sus ojos se cristalizaron, pude ver que mi comentario le afectó.
—Cuidado cómo me hablas —frunció el ceño—, claro que me preocupa que mi hija se esté convirtiendo en una puta que se revuelca con cualquiera, el director me llamó, te peleaste con tu amiga Trami, tú no eras así, ¡¿qué es lo que está pasando contigo?!
Intenté ignorar el hecho de que la llamó “mi amiga”, Trami estaba muerta para mí, me molestaba que ella supiera el daño que Trami me había hecho y aún la defendiera de alguna manera, o así lo sentía yo.
— ¡No me he revolcado con nadie! —Grité— a diferencia de ti que probablemente ya te follaste al sacerdote sobre el púlpito y bajo la cruz divina.
El puño de mi mamá impactó contra un costado de mi cabeza ocasionando que cayera al suelo y la Tablet volara a algún lado de la sala.
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Debí titular el capítulo: "Claus, falta de respeto" ahahahah, ¿Como se preparan para la fiesta que tendrá Claus? Les esperan muchas sorpresas :v ¡Comenta y vota si quieres más capítulos! 😍
Les dejo el Booktrailer para las personas que no lo han visto todavía: