Capítulo 49: Último Capítulo.
Narra Luka.
Miro el rostro de Nadia, está pálido, cada vez se vuelve más pálido. Suspiro fuertemente para correr más rápido hasta llegar al hospital más cerca. No puedo creer esto. ¡Ella dio su vida por mí! Ella es como mi hermanita, no puedo dejar que nada le pase, y ahora por mi culpa se está muriendo. La sola idea de que ella deje de respirar me atemoriza, no puedo permitir que eso pase. Ella y Sammy son lo único que tengo, ellas son mi familia, y no puedo dejar que les pase algo. Provoqué el incendio para que pueda sacarla de ese cuarto, para tratar de irnos sin que nadie nos detenga, para ser libres... Pero nada resultó como yo quería, y ahora ella está al borde de la muerte. Y todo por mi maldita culpa. Si yo hubiera ido por ella justo en el momento en el que terminé de provocar el incendio, nada de esto estaría pasando. ¡Todo es mi maldita culpa!
Corro más rápido al ver un hospital al final de la calle, mi respiración es agitada y siento que en cualquier momento voy a caer al suelo, pero no puedo dejar que eso pase, no mientras ella está al borde de la muerte. Corro más rápido a medida que el hospital se hace más visible. Tomo aire y siento que mis pulmones se queman.
«No voy a caer, pienso cuando siento mis piernas temblar, no ahora».
Luka: ¡Ayuda!- grito cuando entro al hospital- ¡SE ESTÁ MURIENDO!
Varias enfermeras traen un camilla, la dejo en ella delicadamente y respiro tratando de buscar aire. Mierda, siento como si mis pulmones están en medio de un incendio. Trato de seguir a la camilla en la que se llevan a Nadia pero ellos están corriendo y yo apenas puedo mantenerme en pie.
Enfermera: ¿Se encuentra bien, señor?- pregunta al verme perder el equilibrio.
Luka: Sálvenla- susurro antes de dejarme caer en la oscuridad.
Narra Niall.
Una vez Nadia me preguntó qué era lo que más amaba en el mundo, yo le respondí que amaba cantar. Pero eso ahora cambió. Lo que más amo en el mundo es a ella, sus besos, sus abrazos, su risa... Todo de ella es lo que amo. Ella es la única persona que hace que mi corazón latiera tan rápido que parece que quiere salir de mi pecho, ella es la única persona capaz de, con tan solo una sonrisa, hacerme olvidar de mis problemas. Ella es la única persona a la que mi corazón ama. Y sin ella mi corazón no vive, yo no vivo. Una vida sin ella es lo mismo una planta sin agua; sin ella no vive, necesita del agua para seguir viva... Al igual que yo necesito de ella para poder estar vivo. Ella en tan poco tiempo se convirtió en mi todo. Todo lo malo que yo creía de ella se fue en el momento en el que la conocí. Yo sé que ella es incapaz de hacer algo malo a alguien, excepto si es para defenderse a ella o a los que ama. Ella por fuera es una chica ruda que no derrama una lágrima si se corta. Pero por dentro, por dentro es todo lo contrario; por dentro es una chica frágil con miedo a que algo malo suceda, ella por dentro es la persona más tierna del mundo. Mas por dentro y por fuera hay algo que tiene en común; daría su vida por las personas que ama. Ella es una persona buena. Ella siempre puso la felicidad de los demás por encima de la suya. ¡Hasta dio su vida por nosotros para que seamos felices! Pero hay algo con lo que no contó; mi felicidad es ella. Y sin ella yo no tengo felicidad.
Esto es lo malo de amar a alguien, es malo porque llega un punto en el que dependés de esa persona. La necesitás hasta para respirar. Yo la necesito a ella, pero ella se fue. Se fue para que todos seamos felices... Pero ¿no pensó que si ella se iba para no volver, mi vida se iba con ella? Ella es todo lo que necesito. Y ahora ya no sé qué hacer.
¿Por qué todas las personas buenas son las que más sufren? Ella no quería sufrir, ella no quería que alguien inocente muera... ¿Pero qué hacer cuando la persona inocente que muere es la misma que siempre trató de que no maten a los que ama? Inocente, eso es lo que ella es. Ella nunca se mereció sufrir todo lo que sufrió. Nadia es una persona valiente, siempre protegiendo a los suyos sin importarle nada, ella siempre me decía que quería ir a conocer Irlanda. Yo le prometí que la iba a llevar. ¿Y ahora qué pasa con esa promesa? ¿A quién voy a llevar a conocer el lugar con el que siempre soñó?
Una vez leí por algún lado que las personas buenas son las que más sufren, pero después son felices. Entonces, ¿el que dijo esa frase nunca pensó que una persona buena, inocente, puede llegar a morir sin ser feliz? Ella más que nadie se merece ser feliz. Pero no, tenía que pasarle todo lo malo a ella.
Me acuerdo que antes de conocerla yo pensaba que Ivana era la mujer con la que pasaría el resto de mi vida, que ella era la mujer que siempre soñé. Pero todo cambió cuando vi a Nadia en ese Nando's, en ese instante supe que mi vida iba a dar un giro, y de alguna manera yo tenía que estar con Nadia, aunque sea como amigos. Creo que mi corazón siempre supo que Ivana no era aquella persona con la que siempre soñé. Y tuvo razón, Nadia es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. ¿Pero ahora qué? Nadie sabe si ella logró salir de ese incendio. Nadie sabe si está viva o si ella... De solo pensarlo me da un vuelco en el estómago. Pero sé, sé que ella está viva. Es algo que no puedo explicarlo. Pero lo sé. Simplemente lo sé.
Todavía sigo sin creer que ese lugar se haya prendido fuego, cuando me enteré de eso dejé de respirar. Simplemente no podía pensar en otra cosa que no fuera en Nadia, en mi cabeza se repetía una y otra vez su imagen, su rostro, sus ojos, su sonrisa. Y algo en mí se perdió, pero de repente, cuando creí que ella había muerto, mi corazón empezó a latir con fuerza que pensé que en cualquier momento iba a salir de mi pecho. Eso solo ocurre cuando Nadia sonríe, y entonces comprendí que ella no estaba muerta. Hay algo en mí que no cree que ella haya dejado de respirar. Y eso me basta, yo sé que en cualquier momento ella va a entrar por la puerta y todo va a ser como antes. Sé que ella está viva, pero no sé si ella está bien, solo espero que sí. La necesito.
Suspiro mirando al techo. Luego miro a todos; todos lloran. Al igual que yo hacía en un principio. Suspiro una vez más tratando de que mis esperanzas no se rompan y en cualquier momento lleguen noticias de ella.
El celular de Justin suena, él limpia su rostro, suspira y atiende. Se va a la cocina para hablar con claridad. Cierro mis ojos. Todo esto me abruma, ya no sé qué pensar.
Justin vuelve con una sonrisa, todos lo miramos confundidos.
Justin: Nadia está viva- dice de golpe, haciendo que mi corazón vaya a mil por minuto y una sonrisa ocupe mi rostro. Lo sabía, sabía que ella está viva.
Narra Luka.
Abro mis ojos con pesadez, siento que algo me pasó por encima. Toco mi rostro al sentir algo, son tubos que me ayudan a respirar. Suspiro y trato de levantarme de la cama. Necesito ver a Nadia, necesito saber cómo está. Me siento en la cama y trato de sacarme los tubos para poder salir de la habitación, pero mis planes se ven arruinados al ver entrar a una enfermera, que, al verme tratando de sacarme los tubos, corre a mi dirección y hace que me vuelva a recostar en la camilla.
Luka: Estoy bien, solo quiero ir a ver a Nadia- trato de que me suelte.
Enfermera: No, estás delicado, tenés que quedarte unas horas más hasta que tus pulmones ya puedan funcionar con normalidad.
Luka: Pero necesito saber cómo está, tengo que verla- ella negó-. Por lo menos déjeme ir a donde esté. Si es necesario me voy con estos tubos hasta donde sea que esté.
Ella suspira, parece que está pensándolo.
Luka: Por favor- le ruego, ella me mira suspirando-. Por favor, necesito verla, por favor..
Enfermera: Está bien- suspira rendida, sonrío-. Pero tenés que saber que todavía la están operando y no podés verla ahora, pero podés estar afuera en la sala de espera.
Me dice ayudándome a pararme. Una vez ya parado, siento que me caigo. Mis piernas todavía están temblando. Ella, cuando ve que estoy a punto de caer, me hace sentarme.
Enfermera: Cierto, olvidé que por haber corrido tanto tus piernas también necesitan descansar- ella se dirige a la puerta-. Ahora vengo, voy a traerte una silla de ruedas para que puedas transportarte hasta allá- me informa antes de salir por la puerta.
Suspiro, solo espero que Nadia salga de esta. Siempre sale bien en todo, espero que en esta también...
Enfermera: Bien-dice captando mi atención-, ahora te ayudaré a sentarte, pero primero voy a pasar el tanque con oxígeno de este lado- asiento mientras veo que pasa del otro lado, agarra un tanque, que tiene ruedas, y lo coloca a mi lado para después ponerlo bajo la silla de ruedas, que tiene como un asiento o algo así-. Listo, ahora te ayudaré a sentarte.
Suspiro y miro el techo para luego volver a mirar las puertas que llevan a la sala de urgencias, donde está Nadia. Hace unos minutos el doctor me dijo que tenían que sacarle la bala, pero que se les complica porque tiene varias costillas rotas, y la bala se atoró en medio de sus costillas. Así que tienen que tener cuidado con no tocar ni mover alguna costilla rota porque su estado puede empeorar. Solo espero que la operación salga bien y que ella vuelva a abrir sus ojos. No creo poder vivir con la culpa si algo malo le llegara a pasar. Suspiro nuevamente y me acomodo el tubo. Todavía tengo que tenerlo puesto, pero por lo menos ya me puedo mover y caminar. Aunque la silla de ruedas está al lado mío, ya que tiene el tanque de oxígeno.
—¿Vos quién sos?— me giro al escuchar la voz de un hombre que, por lo que supongo, es el hermano de Nadia. Me paro para presentarme.
Luka: Yo soy..- una voz me interrumpe.
—¿Luka?— oh Dios, es Sammy. Camina hasta ponerse frente a mí, sus ojos están rojos.
Luka: Hola, Sammy- ella se me tira a mis brazos apenas terminé de hablar. Siento que algo moja el camisón del hospital, por suerte no se ve mi trasero-. Ya, ya, tranquila. Ya pasó- susurro mientras acaricio su cabello. Ella se separa y yo tomo su cara entre mis manos para después limpiar todo rastro de lágrimas.
Samanta: ¿Por qué tenés el tubo?- pregunta al darse cuenta lo que llevo. Suspiro.
Luka: Mis pulmones se quedaron sin oxígeno al inhalar todo ese humo y al correr para poder traer a Nadia- le explico con mis ojos cristalizados. Ella me vuelve a abrazar, siento una lágrima caer-. Perdón, todo esto es mi culpa. Perdón.
Le abrazo más a mí mientras cierro fuertemente mis ojos.
Samanta: Hey- ahora es ella quien limpia mis lágrimas, con cuidado de no mover el tubo-, no es tu culpa. Nada de lo que pasó es tu culpa- me dice dulcemente-. ¿Está bien?- asiento y le vuelvo a abrazar.
Nos separamos a causa de un carraspeo.
Luego de que ella me presente a su novio, el hermano de Nadia, al novio de ésta última y a todas las personas que vinieron, no sentamos en los asientos a esperar a que alguien salga y nos diga el estado de Nadia, como ya no habían más sillas, y yo no tenía ganas de sentarme en el suelo, me senté en la sillas de ruedas, ganándome la mirada confundida de Sam, les expliqué el por qué de la silla.
Niall. ¿Cómo está Nadia?- me preguntó cuando terminé de explicarles lo de la silla.
Suspiro al sentir a todos mirándome.
Luka: Cuando la traje ella estaba muy grave y muy pálida. Llegué y pedí a gritos que alguien la atienda, cuando lo hicieron se fueron corriendo. Yo traté de seguirlos, pero apenas me podía mover y podía respirar, yo me desmayé. Al despertarme le rogué a la enfermera que me trajera hasta donde ella se encontraba, ella me dijo que Nadia estaba muy grave, pero accedió a traerme en la silla de ruedas. A los minutos de estar acá el doctor salió y me dijo que tenían que operarla urgente para así poder extraer la bala, pero les era complicado sacarla ya que la bala se atoró en algunas de sus costillas, que están rotas, y tenían que tener cuidado de no llegar a romper más su costilla. También me dijo que hay pocas posibilidades de que ella sobreviva a la operación- terminé con la cabeza gacha, tratando de que ninguna lágrima cayera de mis ojos.
Todo esto es muy difícil, pero sé que Nadia va a salir de esto porque ella siempre está bien. Y esta no es una excepción.
Narra Niall.
Cuando Justin dijo que Nadia estaba en el hospital, mi corazón dio un vuelco de felicidad que se fue al momento en el que Luka, amigo de Nadia y Sam, nos dijo que las posibilidades de que ella viva son pocas. Ella no puede estar pasando por esto. Cuánto desearía por ser yo el que esté en el lugar de ella. Ella no puede morir, todavía le falta una vida para vivir. Esto no puede estar pasando. Pero lo que me mantiene con ganas de salir adelante es mi esperanza, la esperanza de que ella abra sus hermosos ojos y volvamos a ser los mismos de antes.
Nadia es la única persona que conozco que quiere ser libre y poder vivir la vida como ella quiera. Ella siempre me repetía que algún día iba a abrir su propio restaurante. Cada vez que ella me lo decía podía notar ese brillo en sus ojos. Ella tenía la esperanza de poder abrir ese restaurante y que sea reconocido por todos, tenía la esperanza de que iba a inventar sus propio platillos. De solo recordar su sueño mi estómago se retorcía y aparecía ese nudo en mi garganta.
Esto no puede terminar así, ella no se puede ir. No sin antes haber cumplido su sueño. Nadia tiene que salir de esa operación. No puede morir, no lo resistiría. Ella es mi todo, y sin ella yo no vivo.
†††
¿Por qué tardan tanto en salir a decirnos que la operación terminó y que Nadia está bien?
Hace horas que estamos sentados esperando a que alguien saliese a decirnos algo. Pero las enfermeras que salieron no nos dijeron nada, solo salían y volvían a entrar, todas sin decirnos algo. A este punto todo el mundo ya se habrá enterado de que Nadia está en el hospital. Pero eso no me importa, me importa el hecho de que nadie nos haya dicho algo. Suspiro y vuelvo a mirar la puerta que da a la sala de urgencias con la esperanza de que el doctor salga y nos diga que ella está bien.
Me levanto de mi asiento al ver al doctor salir por la puerta.
Doctor: ¿Ustedes son familiares de la señorita Bieber?
Justin: Yo soy su hermano- dijo rápidamente-. ¿Cómo está ella? ¿Cómo salió la operación?
El doctor suspiró.
Doctor: La operación fue todo un éxito- todos nos pusimos a festejar, pero paramos al ver la cara del doctor. Algo no va bien.
Niall: ¿Qué pasa, Doctor? ¿Cómo está Nadia?- le pregunto al ver que no dice nada.
Doctor: Nadia está bien. Pero...- me tienso- ella... -suspira-... Ella está en coma.
Y fue ahí cuando sentí que mi corazón se partió en pedazos.
Un año después...
Camino hasta la sala de estar, donde me esperan los chicos. Suspiro cuando salimos todos de mi casa, salgo al último para así poder cerrar la puerta con llave, antes de cerrarla, hecho un vistazo. Todo está igual que siempre, quiero mantenerlo igual para cuando Nadia regrese, porque sé que ella va a hacerlo, aunque ahora tengo dudas de que ella abra sus ojos. Camino hasta el auto y sin decir nada me siento al lado de la ventana, vuelvo a suspirar cuando Zayn empieza a conducir camino al hospital donde ya todos nos esperan.
Hace exactamente un año y una semana que Nadia está en coma, o, como muchos le dicen, estado vegetativo. Este año fue unos de los mejores y peores. Mejor porque con los chicos hicimos nuestra gira, llamada “On The Road Again” que dio comienzo a principios del año, y que ya terminamos hace unas semanas, y lo malo fue que Nadia todavía no despertó. Los doctores dicen que puede quedarse así para siempre o que dentro de poco despierte, cosa que todos esperamos que haga. También dijo que si no despierta pronto la van a desconectar. Cuando el médico nos dijo eso, mi corazón se estrujó y mi respiración se fue. Dijo que le daba plazo de dos meses, y si en esos dos meses ella no despertaba la iban a desconectar. Y lamentablemente es eso lo que van a hacer hoy...
De solo pensar que hoy es el último día en el que la vamos a ver mi corazón deja de latir y me agarran ganas de ponerme a llorar. En este momento desearía que ella despierte y abra sus lindos ojos color miel. Pero cada vez que nos acercamos al hospital, esas esperanzas que tenía se van apagando a medida que nos acercamos al hospital.
Cuando todos los medios se habían enterado del estado de Nadia, enseguida todos nuestros Fans, y los de Justin, nos dieron fuerzas para seguir adelante. Y eso es algo que siempre les voy a estar agradecido, y no solo yo, también todos los chicos. Desde que yo me enteré de que ella estaba así, cambié. Ya no era ese Niall que se reía de todo, al que le gustaba tocar la guitarra para componer, ese Niall que comía hasta el cansancio... Cambié, ya no rio, toco la guitarra o como como antes. Solo lo hacía en el escenario, y lo hacía para que nuestras Fans no se preocupen por mí. Los chicos trataron de que vuelva a ser el mismo de antes, pero no puedo. Ya no creo volver a ser el mismo de antes, no hasta que mi Princesa abra sus hermosos ojos. Y dudo que eso sea hoy.
Suspiro al ver a Zayn estacionarse frente al hospital, donde afuera está lleno de paparazzis y de Fans, tanto de Justin como nuestras. Me coloco mis lentes de sol antes de bajar de la camioneta. Liam me sonríe, pero yo le respondo con una mueca. Cuando todos salimos, los paparazzis empezaron a sacarnos fotos o simplemente a grabarnos, doy gracias al saber que no nos hacen preguntas, y las personas nos dan fuerzas para seguir adelante. Suspiro fuertemente y me dedico a caminar hasta dentro del hospital sin mirar ni saludar a nadie. Ya no tengo fuerzas para eso.
Doctor: Bien- dice cuando nos ve a todos reunidos fuera de la habitación en la que se encuentra Nadia-, sé que esto es muy difícil para todos, pero ya no hay esperanzas para que ella despierte. Así que les voy a dejar a todos que se despidan de ella como es debido, ¿sí? Bien, cuando ya todos se hayan despedido de ella, la vamos a desconectar- suspira-. Okey, pasen de a uno o dos, mínimo tres, ¿está bien?- todos asentimos, él suspira una vez más y se retira porque lo llaman.
Justin: ¿Quién va primero?- pregunta apagado. Yo me siento en la silla que está frente a la habitación de Nadia.
Niall: Yo voy último- respondo mirando al suelo.
Louis: Nosotros vamos primero, ¿está bien?- escucho como camina seguido de, quien creo que es, Eleanor. Luego escucho como la puerta se abre y se cierra tras ellos.
Silencio es lo que hay. Todos están absortos en sus pensamientos mientras yo trato de alejar los míos. Al rato Louis y Eleanor salen del cuarto. Eleanor está llorando abrazada a Louis, mientras que él está tratando de no hacerlo. Suspiro cuando veo a Jesy, Leigh y a Jade pararse e ir al cuarto de Nadia. Me levanto de mi asiento.
Niall: Voy a la cafetería, avísenme cuando sea mi turno- no escucho respuesta de ninguno, puesto que ya me encaminé a la cafetería.
Una sonrisa melancólica aparece en mi rostro cuando me siento en la silla y rodeo mis manos al vaso de café, de mi ojo derecho sale una lágrima que limpio antes de que caiga de mi rostro.
Nunca pensé que esto iba a pasar. Una vez que soy feliz con la persona que más amo en el mundo, a ella le pasa algo que le cuesta la vida. Vuelvo a suspirar y tomo de mi café.
Suspiro al ver a Luka acercarse y sentarse frente a mí. Lo miro, tiene sus ojos rojos e hinchados y sus mejillas coloradas.
Luka: Es tu turno- me dice con la voz quebrada. Asiento mientras me levanto de mi asiento-. Ah, ¿Niall?- me doy vuelta y le miro-, ella no quisiera que estés así por ella. Te aseguro que ella quiso que seás feliz.
Niall: Gracias- le respondo cuando tomó un trago de su café, él asintió como respuesta y yo me di la vuelta rumbo a donde se encuentra Nadia.
Vuelvo a suspirar, pero esta vez con notable tristeza al ver a todas las chicas llorando y a los chicos con los ojos rojos e hinchados. Camino directo a la puerta sin mirar a nadie, no quiero llorar frente a ellos, no aún. Al estar frente a su puerta, suspiro y lentamente abro la puerta para después cerrarla detrás de mí.
Esto es lo más difícil que hice en toda mi vida.
Miro la camilla en la que se encuentra Nadia, está más pálida que de costumbre, respirando gracias al respirador artificial que la ayuda a estar viva. Todos sus moratones ya no están, todo su cuerpo ya se recuperó, pero ella sigue sin abrir sus ojos. Camino lentamente hasta ella con la esperanza de que esto sea un sueño, una pesadilla de la que pronto voy a despertar y ella va a estar al lado mío, riéndose de mí. Tomo su mano, como si de un cristal se tratase, y me siento al lado de ella en la silla que está frente a su camilla. Suspiro al sentir su fría piel sobre la mía. Coloco un mechón de su pelo detrás de su oreja e inconscientemente sonrío al ver su rostro tan pacífico.
Niall: Hola, preciosa- empiezo tratando de no llorar-. Tengo tanto que contarte, tantas cosas que quiero no poder olvidar nunca, tantas sonrisas que me faltan darte, tantos besos, abrazos. Ya no sé qué hacer- una lágrima cae, y con ellas las demás-, no sé qué hacer sin vos, vos sos lo más importante que tengo en todo el mundo. Y el saber que dentro de poco ya no te voy a poder ver, me destroza. No sé cómo vivir sin vos, no sé cuándo voy a poder volver a ser el que era antes. Pero sé que ese Niall ya no va a volver, no hasta que vos despertés, pero como eso no va a pasar, ese Niall que conociste se va a ir con vos. Yo ya no voy a poder ser feliz como vos me pediste que fuera, porque sin vos yo no soy nada.
»Me acuerdo que vos me decías que ibas a abrir tu propio restaurante y que ibas a ser la mejor cocinera de todo Londres, que esa era tu ilusión. Y yo te decía que cuando vos hagás tu sueño realidad, yo iba ser el primero en probar tu comida. Me acuerdo que después de eso, vos me besabas e inventabas comidas para después hacérmelas probar y yo te decía si eran ricas o no. También me acuerdo esa vez que yo te perseguía por toda la casa para tirarte a la picsina y terminamos corriendo por la calle.
»¿Sabés?, no sé cómo voy a ser para poder sacarte de mi cabeza, pero sé que eso nunca va a ser posible porque vos sos la persona que más amo en el mundo. Sos la única persona capaz de sacarme una sonrisa con tan solo verte, sos la única persona en el mundo que puede sacarme mi comida y yo no me enojo, sos la única persona a la que amo, la única por la que mi corazón late, la única persona por la que suspiro, la única que me da fuerzas para levantarme de mi cama. Por eso te pido que abrás tus ojitos. Yo no sé qué voy a hacer sino te tengo a mi lado. Te amo tanto que duele...
Apoyo mi rostro en su estómago y un sollozo sale de lo más profundo de mí.
Niall: Por favor- le suplico sin levantar mi rostro-, Tenés que despertarte. Por favor, yo te necesito... Por favor- sollozo.
—¿Niall?— pregunta una voz confundida. Cierro mis ojos con fuerza tratando de poder sacar su voz de mi cabeza—. ¿Bebé? ¿Qué pasa, por qué llorás?
Levanto mi cabeza lentamente al saber que esa voz no provenía de mi cabeza. Miro el rostro de Nadia, ella me está viendo confundida. Mis lágrimas paran de caer y una sonrisa aparece en mi rostro.