Daemon - Orgullo Blanco 2 © (...

Bởi corazondhielo31

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- Tu la amas con la misma intensidad que yo la odio - le gritó ella realmente enfurecida y dejándole ver su v... Xem Thêm

Sinopsis
Prólogo
Aviso Importante
Nueva ciudad
Confundida
Primer encuentro
El pasado vuelve
Salvaje
Bipolar
Cediendo al peligro
Jugando con Fuego
Enfrentamiento
Peligro
Razones
Perdón
Reencuentro
No la toques
La verdadera familia
Límite
Límite
Quiero soñar
Quiero soñar
Epílogo

Aléjate

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Bởi corazondhielo31

JezzChavez3 aquí tu capítulo. Muchísimas gracias por leerme 🙏🏼

Entramos a la recta final 👏🏼


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[Capítulo 14]

{Inoha}

Días después de lo sucedido con Daemon comencé a sentirme perseguida, la paranoia se hizo demasiado fuerte y temía por mi vida, sobre todo al no recibir respuesta de Demian o de mi abuelo cuando les llamaba. Mamá me había dicho que no me preocupara, que todo estaba bien; ella sí podía comunicarse con mi abuelo ya que por medio de mi padrastro conseguía una línea segura y él le pidió que me avisara que si se estaban alejando era por seguridad mía. Tal cosa no me hacía ni puta gracia, mas tuve que conformarme.

Dos semanas después me topé con Aiden en la universidad, demás estaba decir que el chico agradable desapareció y en su lugar me dejó a un idiota más borde que su gemelo y eso ya era decir mucho. Por obvias razones quise evitarlo, pero un día me fue inevitable y me enfrentó casi como si lo sucedido con Daemon hubiese sido con él.

— ¿Por qué me evitas, Inoha? — cuestionó irónico.

Me acorraló cerca de los baños, uno de sus brazos se colocó en la pared donde casi me tenía empotrada y así formó una cárcel con barrotes más gruesos de los normales.

— Déjame ir — le exigí. Sonrió de lado, ya no era más una sonrisa cálida sino una de un cabrón dispuesto a joderme la vida.

— No sin que me escuches.

— Mira, Aiden, sé que Daemon es tu hermano y toda la vida estarás de su lado, eso lo entiendo. Pero no quieras verme a mí como la mala del cuento cuando es él el villano.

— Sí, toda la vida estaré de su lado, Daemon siempre estará por encima de cualquiera cuando de mí se trate — señaló demasiado seguro —, pero te equivocas, rubia. Sé que te jodió bien y no lo digo en sentido figurado, es la puta verdad. Sin embargo, te confesó lo que padece y he sido testigo de lo bueno que intenta ser contigo y no, no lo estoy excusando, mas no es un monstruo como tú intentas hacer que lo veamos.

— Me violó, para mí lo es — zanjé y vi lo mal que le sentaron mis palabras —. Así que no vengas a reclamarme por algo que está más que claro y ojalá tu hermana nunca pase por una situación como la mía, porque entonces no creo que tengas cara para abogar por su agresor así tenga los mil trastornos de la vida — dije e intenté salir de entre la pared y su cuerpo, pero no me lo permitió.

— Me haces creer que te es muy conveniente lo que pasó con él — soltó y me miró a los ojos — y estoy viendo que no eres la chica buena que nos has hecho creer a todos desde que llegaste.

Sus palabras me pusieron nerviosa, pero intenté disimularlo.

— Solo soy una chica que no dejará que la dañen, ni tampoco una que callará ante tremenda agresión solo porque el mal nacido que me dañó es de familia influyente — con agilidad logré zafarme esa vez y lo miré amenazante —. Y tienes razón, Aiden Pride, no soy buena, solo actúo según como me traten y si lo estás haciendo mal, es obvio que te enseñaré que puedo ser peor, así que te aconsejo que te alejes de mí o dejes de tratar de hacerme sentir mal por algo que no hice, en lugar de eso consigue recluir a tu hermano donde le corrijan ese defecto, antes de que me decida a hacerlo yo — sonreí burlona al decirle tal cosa.

Lo vi empuñar sus manos y noté las intenciones que tuvo de seguir hablando, pero no le di oportunidad alguna.

Tuve suficiente tiempo para aclarar mi cabeza antes de cometer una locura y decir lo que dije ya no me supo tan mal. Estar alejada de Daemon me convenía para seguir con mis planes y no desviarme de ellos al comenzar a sentir cosas que no tenían futuro, porque sí, aceptaba que ese tipo me estaba interesando más de lo que debía, aunque no era nada que no pudiera desechar en seguida.

Los días siguieron pasando y con ellos al fin logré comunicarme con Demian, dijo que estaba pendiente de mí, aunque actuando desde las sombras y de una forma que no afectara nuestros planes. No obstante, y una vez más, nuestros planes estuvieron a punto de irse al demonio cuando un día recibí una visita inesperada. Saber que personas así llegaban cuando me encontraba sola, me hacía entender que sí estaba siendo vigilada por gente de los Pride y ver aquel tipo rubio y de ojos azules, me hizo sentir que las cosas se pondrían peor.

— Ya le dije todo lo que tenía que decir a tu jefa, así que espero que no vengas a joderme — solté, el hombre era mayor, casi de la edad de Evan y, Demian una vez lo identificó como Caleb Brown, el tipo de confianza de Isabella.

— Sí, lo sé. Yo en cambio te traigo un mensaje personal, Danik Black — retrocedí dos pasos cuando me llamó de aquella manera e intenté activar mi móvil con una llamada a Demian, pero Caleb lo notó y con agilidad me sacó el aparato del bolsillo de mi pantalón —. Tranquila, niña, esto te conviene más a ti que a mí.

Estaba sin palabras y temí porque ese tipo hubiese llegado a matarme, ya que era lo más obvio; si él sabía mi verdadera identidad, era lógico que también Isabella. Había sido descubierta, fue en todo lo que pude pensar.

— Si vas a matarme al menos dime por qué Isabella se ensañó tanto con mi padre como para matarlo de una manera tan cruel — pedí, aceptando mi destino.

— Isabella asesinó a Derek por razones muy fuertes, pero que no me corresponden a mí decirte — repuso y cerró la puerta tras él, tras eso presionó algo en su oído y habló —. Cuida que nadie entre y asegúrate de que los Vigilantes no informen de mi llegada, elimínalos a todos — mi corazón era un loco en ese momento. Habló de matar como si de mover unas piezas de ajedrez de trataba, comencé a retroceder de nuevo y maldije cuando topé con un sofá —. He sido el encargado de investigarte y te felicito ya que has sabido ocultar muy bien quién eres y tus intenciones — prosiguió conmigo — y tienes una puta suerte de que haya sido precisamente yo, quien te descubriera — tragué con dificultad y no entendía para nada a qué se refería —. Sin duda alguna tienes sangre de embusteros en tus venas, no obstante, y para lo inteligente que aparentas ser, ya tendrías que haber averiguado las razones para que el perro de tu padre muriera como lo hizo.

Su forma de referirse a mi padre me provocó un choque entre la adrenalina y el miedo.

— ¡Él no era ningún perro, perro tú y tu jefa por creerse dioses y decidir sobre quien debe o no vivir! — grité con ira y él rio.

— ¿Cómo le llamas a un chico que se propasó contigo sin quererlo en realidad? — su pregunta me tomó por sorpresa y lo notó — Bien, sabes la respuesta a eso, ahora... ¿Cómo le llamarías a un tipo que abusa de las mujeres cuando más indefensas están? ¿Cuándo lo hace solo porque ese hecho le provoca placer? — siguió con sus preguntas y comencé a negar, sobre todo al recordar las palabras de Isabella, cuando me dijo todo lo que era capaz de hacerle a lo que denominó un verdadero monstruo — Haz venido muy lejos de tu hogar para vengar a un hijo de puta que ni siquiera conociste, que ni siquiera te conoció porque jamás te quiso — añadió y lo miré anonadada.

— ¿De qué estás hablando? — exigí saber. Él no podía decir esas cosas, no tenía razón para insinuar que mi padre no me quiso.

— De que antes de vengar a tu padre, investigues bien la verdad que te rodea porque tu familia te esconde muchas cosas y te están lanzando como una estúpida carnada a personas muy peligrosas, así que agradece que fui bueno y te di este aviso antes de hacerle llegar a mi jefa toda tu información — en ese momento estaba entre incrédula, sorprendida y demasiado confundida.

No sabía por qué razón llegó a decirme tal cosa antes de hacérsela saber a Isabella y tampoco estaba segura de que después de eso no me delataría.

— ¿Por qué me dices esto antes de decirle a ella quién soy? — pregunté cuando lo vi con intenciones de irse.

— Porque solo eres una niña engañada, una ingenua queriendo vengar a alguien que no se lo merece, un tipo que te despreció desde que supo de tu existencia — sus palabras me dolieron demasiado, sin embargo, sabía que mentía, solo quería confundirme —. Habla con tu madre, que sea ella quien comience a decirte la verdad ya que a tu abuelo le conviene más que creas lo que él quiere, así que no creo que te saque de tu ignorancia.

Negué de inmediato, sacudí mi cabeza para despejarla. Ese hombre solo decía mierdas, mi madre me contó cosas buenas de mi padre e incluso las pocas fotos que tenía con él, desmentían lo que Caleb aseguraba.

— ¿Le dirás a Isabella de mí? — esa fue una pregunta estúpida, pero tenía que hacerla.

— Si amaneces viva mañana, sabrás la respuesta — fue su maldita respuesta y luego se fue, desapareciendo de mi vista con tanto sigilo que llegué a creer que solo era un fantasma.

Pero el dolor en mi pecho por sus palabras me aseguraba que sí estuvo ahí y me dijo cosas que prácticamente destruyeron el mundo en el que vivía.

____****____

— ¡O me dicen la puta verdad o juro que yo misma iré a donde esa mujer y le diré lo que vine a hacer en verdad, mis razones y quienes me han ayudado! — estaba reunida con mi abuelo, Charlotte la madre de Demian y él. Mi madre estaba en videollamada junto a su marido y yo me estaba volviendo loca.

Demian maldijo cuando amenacé con tal cosa y vi a mi madre ver con terror a mi abuelo cuando este último se puso de pie y me metió un tortazo que me giró la cara casi como si fuese Emily estando poseída.

¡David, por favor! — escuché a mamá gritar.

Miré a mi abuelo asustada y sin poderme creer lo que acababa de pasar. Ya lo había mencionado antes, él no se caracterizaba por ser cariñoso, pero jamás se atrevió a tanto. Demian tuvo la intención de llegar a mí, sin embargo, su madre lo detuvo de inmediato y le advirtió algo que lo hizo quedarse en su lugar y solo empuñar sus manos.

— Piensa bien antes de hablar y faltarme el respeto de esta manera — la voz de mi abuelo fue peligrosamente serena —. Mi hijo no merecía que esa perra lo torturara y luego que LuzBel lo matara, tampoco tienes que ser tan tonta como para creer lo que esa gente te dice, ya que es lógico que buscan distorsionar todo — añadió seguro.

— Debiste haber educado mejor a tu hija, Brianna — dijo Charlotte a mi madre, su voz estaba cargada de ironía —. Estamos en un punto donde debemos permanecer unidos y no permitir que los Pride usen sus dones manipuladores para separarnos y te dejamos claro eso.

Inoha sabe bien nuestra historia, pero sigue siendo una niña, es obvio que intentarían confundirla — alegó mi madre, su voz seguía siendo muy preocupada y vi su impotencia por no estar a mi lado.

Lo que Caleb me dijo me hizo dudar demasiado y más la seguridad con la que habló, me llené de frustración cuando mi familia solo se rio de lo que les dije y omitió las explicaciones y fue por eso por lo que tiré tremenda amenaza. Tras la bofetada que recibí mi abuelo siguió hablando junto a la madre de Demian y tanto él, mi madre y yo, solo callamos.

En mí quedó una sensación amarga tras irme con Demian de aquel lugar y cuando llegamos a la casa de él, solo me acosté y analicé lo sucedido. Seguía viva y eso podía significar que Caleb no informó de mi verdadera identidad, aunque después de mi visita a la familia, dudaba de lo que el hombre me informó. Mamá me dijo que era muy estúpido de mi parte dudar que mi padre no me quería, pero los recuerdos que tenía con él eran muy borrosos; todos me decían que eso se debía a que a penas tenía dos años cuando conviví con él, sin embargo, algo en mi interior no terminaba de creer tal cosa.

— No vuelvas a hacer una amenaza tan estúpida — pidió Demian, se recostó a mi lado. Estábamos en su cama.

— Sé que fue muy idiota de mi parte, pero entiéndeme. No es fácil que lleguen a mí y me digan todas esas cosas, me han hecho dudar de todo y si lo que Caleb insinuó sobre mi padre es cierto, entonces... yo menos que nadie podría defenderlo — lo miré a los ojos, él estaba de lado, viéndome directamente.

— ¿Crees que merecía lo que le sucedió? — negué de inmediato — ¿Y por qué tú menos que nadie? ¿Hay algo que yo no sepa? — tuve la intención de dejar de verlo cuando formuló tales preguntas, pero me contuve para que no viera cuanto me afectó.

No había hablado con nadie sobre lo sucedido con Daemon y tampoco quise informarles de su enfermedad, Alana era la única que suponía lo que pasó.

— Porque soy mujer y sería retorcido defender a una persona que abusa de otra — repuse y asintió.

Comenzó a acariciar mi rostro, justo donde fui golpeada y vi su impotencia de nuevo por no haberme defendido. Teníamos mucho tiempo de no estar como estábamos en esos momentos y la calidez de su cuerpo me envolvió a tal punto...que terminé con los pocos centímetros que nos separaban. Esa vez era yo quien lo buscaba porque necesitaba que me hiciera olvidar lo que viví con Daemon y lo que pasó esa mañana con el abuelo. Nuestros rostros casi se tocaban y miré sus labios antes de acariciarlos con mi lengua.

— Isabella y yo compartimos el mismo padre — soltó de pronto y sentí que mi corazón se detuvo unos segundos —. Te prometí que al volvernos a ver te diría mi verdad y lo estoy cumpliendo.

— E...eso no pue...puede ser cierto — logré decir y lo miré, en sus ojos no había mentira alguna.

— La odio porque por su culpa mi madre está atada a esa puta silla de ruedas, estaba embarazada de mí cuando LuzBel le disparó por la espalda y me salvé gracias a tu padre — me encontraba estupefacta, siempre vi a Charlotte en aquella silla, aunque nunca tuve curiosidad de saber las razones —. Fue Derek quien se encargó de que mamá tuviese la mejor atención medica con tal de mantenerla a ella y a mí con vida. El hombre que me engendró murió sin saberlo y todo porque su hija lo arrastró a la muerte, Isabella me arrebató mucho en la vida, Inoha y si ahora soy lo que soy no es solo culpa de mi madre o tu abuelo, sino también de ella por quitarme la oportunidad de nacer y crecer en una verdadera familia.

Me senté en la cama intentando procesar lo que acaba de decirme, él era un White... ¡Dios! Demian buscaba joder a sus sobrinos sin ningún remordimiento y eso solo me hizo confirmar que odiaba demasiado a su media hermana.

— Sé que lo que te quisieron hacer creer de tu padre es muy jodido, pero yo tengo mucho que agradecerle así que no me importa lo que hizo o no en el pasado, estoy vivo por Derek Black, mi madre así sea amargada sigue viva gracias a él y le ayudaré a tu abuelo a vengarlo — aseguró y fue increíble sentir la decisión en sus palabras.

Demian me estaba haciendo ver que mi padre pudo tener defectos, pero hizo cosas buenas por las que merecía tener justicia, una de verdad.

— Es increíble ver lo dispuesto que estás a joder a tu familia — señalé. Me cogió de la cintura y me hizo subirme a horcajadas en su regazo.

— Te dije que la sangre no siempre te convertía en familia — recordó — mi única familia son los Black y los Sellers, y aun así nos deshacemos de ellos cuando solo sirven para jodernos. Así de imbéciles somos — inquirió con una sonrisa burlona.

— Somos Black y Sellers cuando contribuimos y una mierda que hay que desechar cuando solo estorbamos — solté y besó mis labios de forma casta.

— Aprendes rápido, princesa Danik — quise golpearlo cuando me llamó así, pero detuvo mi golpe y sonrió entre mi cuello — ¿Seguirás adelante en esto? — quiso saber de pronto y nos volvimos a mirar.

Demian me ayudaba a mantener los pies sobre la tierra y me hacía ver las como tenía que verlas, sus ganas de vengar a mi padre y su lealtad hacia él me hicieron sentir un poco culpable. Era increíble que pensara traicionar su memoria por culpa de tres palabras salidas de personas que buscaban deshacerse de mí y si iba a seguir adelante, tenía que hacerlo rápido, ya que con Caleb sabiendo mi identidad, el tiempo se me acortaba.

— Solo si prometes protegerme siempre de mi familia o de la tuya — mordí mi labio para no reírme cuando dije lo último y vi lo mal que le cayó que le recalcara tal cosa.

— Te lo prometo, pero jamás repitas eso si no quieres que yo mismo me deshaga de ti — advirtió, aunque no le tuve miedo —. Guarda mi secreto y jodamos a esos hijos de putas por ponernos en esta situación.

— Espero que tus sobrinos estén listos para mi regreso — dije y me reí con ganas cuando me tumbó en la cama dispuesto a castigarme por lo que seguí recalcando.

Desde ese momento decidí hacer y terminar con lo que me había hecho volver a Estados Unidos.

Al fin dejaría los estúpidos sentimientos de lado.

{Daemon}

Estaba viendo mi habitación como si nunca hubiese estado en ella, lucía pálida y muy distinta a la rubia que conocí meses atrás. Cerré con seguro y vi que sus ojos se abrieron demás al percatarse de tal cosa.

— Solo es para que Alana no intente entrar y nos interrumpa — aclaré — y por favor, no me tengas miedo, Inoha. Te juro que mejor me mato antes de volver a lastimarte.

— O te mato yo, porque esta vez no será tan fácil — alegó y sus palabras me dolieron.

— No habrá otra puta vez, entiende que no quise dañarte — rio burlona.

— ¿Estás controlado o medicado? Porque si no es así, mejor me voy. Eres peligroso y prefiero mantenerme lejos de ti — estaba demasiado controlado y lo comprobé tras escucharla decirme tales cosas.

— Estás con el mismo hijo de puta que pasó meses a tu lado sin tocarte si quiera un puto cabello, el mismo que te folló casi cada noche en esa cama y te hizo gemir y gritar de placer, solo de puro placer, Inoha, hice todo eso estando en mi peor momento y sabes a la perfección que estás hablando mierda. No soy peligroso — aclaré y respiré profundo para no perder mi mierda.

— No fue lo que me demostraste la última vez que estuvimos juntos — repuso.

— ¡Joder! — maldije y me llevé las manos a la cabeza. Eso estaba siendo demasiado complicado — Dime qué quieres que haga y te juro por mi vida que lo haré, pero perdóname. Jamás fue mi intención dañarte — pedí rendido.

La vi irse para la cama y sentarse en ella con su mirada en el suelo, con cautela me acerqué hasta ponerme en cuclillas frente a ella y tomé su barbilla para que me viese.

— Quiero que pagues por haber abusado de mí — odiaba esa palabra, pero no podía quejarme ya que era mi culpa escucharla tanto y sobre todo de su boca.

— ¿Cómo? — dije dispuesto a cumplirle.

Me miró unos segundos y no supe descifrar lo que vi en sus ojos.

— Con cárcel — soltó y me puse de pie casi como si acababan de prenderme fuego en el culo.

Con su deseo llegaron a mi cabeza muchas imágenes de mi mala experiencia en Italia y por un momento al ver a mi alrededor dejé de verla a ella y en cambio comencé a ver las paredes sucias y los barrotes que me retenían, el mugriento camastro estaba a un lado y sentí mis manos doler, cuando las vi noté mis nudillos con la piel abierta y la sangre corriéndome a través de ellos. La respiración comenzó a faltarme y sentí que mi cabeza iba a explotar.

Es una alucinación... ¡Una puta alucinación!

Decía y sentí que me agarré la cabeza para detener todo aquello, a lo lejos escuchaba que me llamaban y de pronto comencé a ver unas mariposas... ¿¡Qué mierda!? Era un tatuaje que vi antes, pero no recordaba donde.

— ¡Daemon! — respiré con brusquedad cuando escuché a Inoha llamarme.

Apreté los ojos y traté de abrirlos, mi entorno fue plagado de luces de colores, aunque pronto vi a aquella hermosa rubia frente a mí; estaba asustada y me tomaba del rostro, yo estaba sobre suelo y sudaba como si acababa de correr cuatro millas.

— ¡Ey! Cálmate — pidió y negué.

— Sé que lo merezco, pero me matarías si me haces entrar a una cárcel — confesé y le cogí el rostro entre mis manos —. Te juro por mi vida que me duele lo que te hice, no tienes idea de cuanto, déjame demostrarte que soy bueno para ti, que no volveré a dañarte.

— Aunque quiera no podemos, Daemon. He sido amenazada por gente de tu madre y por ella misma para que me aleje de ti — la miré sin querer creer lo que me decía, madre no pudo haberme hecho eso.

— Te quiero conmigo, ella no tiene por qué amenazarte, es mi madre, pero no escogerá de quien me enamore — me miró incrédula al escuchar lo último, entendiendo a la perfección lo que quise decir.

— No, Daemon. No sientas nada por mí porque tú y yo no nacimos para estar juntos — pidió cuando pudo y se puso de pie.

— Deja a mamá de lado, concéntrate en nosotros — también me puse de pie en ese instante.

— ¡Que no puedo! ¡Joder! Así quiera darle una oportunidad a esto... — nos señaló a ambos — No mierdas puedo. ¡Odio a tu madre con toda mi alma! ¡Llevas su puta sangre! ¡La amas con la misma intensidad que yo la odio! — gritó enfurecida y me dejó ver su verdadero rostro, uno que me rompió en mil pedazos.

La miré con tristeza y muy asustado por lo que dijo. Era demasiado jodido haberme enamorado de una chica que odiaba a la mujer que más amaba en el mundo.

Me senté en la cama sintiéndome derrotado, Inoha respiraba con dificultad y me miraba esperando por mi reacción.

— ¿Y a mí? — pregunté rato después, mi voz sonó ahogada — ¿Me odias con esa misma intensidad?

Ambos nos miramos y juro que en ese instante los dos descubrimos que la mirada también hablaba y era más cruel que las palabras.

— Tengo que odiarte, pero me lo has puesto difícil — soltó, comenzó a llorar y sollozar. Quise acercarme, mas no pude porque me detuvo con una señal de mano —. Eres el hijo de la mayor mal nacida que he conocido en la vida. Tus padres asesinaron a mi padre, Daemon... lo hicieron de la manera más cruel, tu madre lo torturó y grabó todo para después exponerlo como un maldito trofeo — comenzó a decir y mis ojos casi se desorbitaron —. Tu padre lo asesinó tras prometer que lo entregarían con bien y si llegan a descubrir quién soy en realidad, correré la misma suerte.

— Tienes que estar equivocada, debes estarlo, Inoha — hablé cuando encontré mi voz y ella sonrió satírica.

— Míralo con tus propios ojos — me ofreció su móvil y lo vi listo para activar un vídeo — me estoy arriesgando a morir antes del tiempo al hacer esto, pero solo así me entenderás — tomé el aparato y noté que mis manos estaban temblando.

Estaba a punto de activar el vídeo, uno donde claramente se veía a mi madre y a un tipo en una camilla parecidas a las que usaban en la morgue, toda mi piel se erizó y justo cuando di en reproducir, el maldito aparato comenzó a humear y lo tiré al suelo al verlo hacer cortocircuito.

— ¡Mierda! Me han descubierto — vi el terror en Inoha al pronunciar aquellas palabras y con agilidad sacó una especie de reproductor al cual le habló de inmediato — ¡Me han descubierto! — repitió.

La puerta se abrió en ese momento, la sacaron de sus remaches con brusquedad y me encontré con Aiden, pero tras él llegó Caleb y Evan.

Coloqué a Inoha detrás de mí sabiendo que las cosas iban a ponerse muy feas.


_______________________________________


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