Desde aquella mañana, cuando un mal sueño en el que Haruka estaba en peligro la hizo despertar con un sobresalto, Michiru había pasado el día con una extraña opresión en el pecho. "Espero que todo esté bien ", pensaba.
Tras su llegada a Islandia, conoció a un par de chicas muy amables, llamadas Jeanine y Annya, quienes rentaban una hermosa cabaña a las afueras de Reykjavík. Tenían una habitación libre, así que le ofrecieron a Michiru quedarse en ella y dividir los gastos entre las tres.
En esos pocos días logró llevarse bien con ellas y ambas se encargaron de ayudarla a instalarse y adaptarse a esa nueva vida, así como a llevarla a conocer los principales lugares de la ciudad.
Aquel día fueron a pasear a la playa negra que la chica de cabello aguamarina tanto anhelaba conocer y quedó impresionada ante la increíble belleza del paisaje. "Sería perfecto si tú estuvieras aquí para presenciar estas maravillas conmigo", pensaba mientras sus ojos se humedecían.
-Ey, no es momento para ponerte triste - le decía Jeanine mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros de la chica - disfruta de estas maravillas que la naturaleza nos regala.
-Sí, Michiru, no estés triste - agregaba Annya, pues ambas conocían los motivos que habían llevado a la chica hasta ese lugar - ya verás que ella vendrá por ti.
Michiru sólo asentía, secaba sus lágrimas y sonreía, pero aquel día, esa extraña sensación con la que había despertado no se iba y la hacía sentir angustiada.
Al llegar a la cabaña después del paseo, Michiru fue a su habitación para revisar su celular, que había olvidado llevar. Cuando vio el nombre de Setsuna en las notificaciones del correo, una punzada atravesó su corazón y la angustia creció. "Por favor, que no haya pasado nada".
Con las manos temblorosas, abrió el mensaje: "Michiru, por favor comunícate conmigo cuanto antes. Es muy urgente", era todo lo que decía y Haruka fue lo único que llegó a su mente.
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Haruka conducía por la carretera de alta velocidad hacia el aeropuerto e iba realmente ilusionada por la idea de reencontrarse con su amada sirena. Iba tan contenta, que hasta puso música e iba tarareando sus canciones favoritas.
De pronto, la sonrisa que iluminaba su rostro se desvaneció cuando vio una silueta varios metros más adelante, justo a mitad del camino.
"Pero qué demonios, ¿qué hace alguien parado en plena carretera?", pensaba mientras tocaba el claxon para que aquella persona se quitara de enmedio.
Todo ocurrió en cuestión de segundos. Al ver que detenerse no era una opción porque podría provocar una carambola y que aquella persona no tenía intenciones de moverse, Haruka intentó hacer una maniobra para esquivarla.
Ella que es una piloto profesional de carreras no debería haber tenido problemas con lograrlo, pero cuando estaba a punto de hacerlo, el rostro de aquella figura volteó a verla y ella reconoció ese rostro y esos ojos. "No puede ser, ¿qué haces tú aquí?", fue lo último que pensó antes de perder la consciencia.
Su distracción provocó que perdiera el control del volante y su auto dio un par de vueltas antes de quedar volcado en el camellón.
Las sirenas de patrullas y ambulancias no tardaron en escucharse, y más tarde, Setsuna recibía la noticia del accidente y de que la rubia estaba en el hospital, inconsciente y herida.
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De inmediato, con el corazón latiendo apresurado, Michiru marcó el número de Setsuna.
-¿Hola? - respondió la guardiana del tiempo al otro lado de la línea.
-Setsuna, acabo de ver tu mensaje.
-Michiru, al fin... tienes que regresar cuando antes...
-¿Qué pasó?
-Haruka... Ella... Tuvo un accidente en el coche, está en el hospital y es importante que vengas.
-¿Qué? ¡No puede ser! ¿Cómo está? ¿Está bien, está en peligro? Dime, por favor - la chica estaba muy alterada y hablaba muy de prisa.
-Tranquilízate, por favor - decía Setsuna al teléfono, con la mesura y sobriedad de siempre - ya la están atendiendo, se encuentra estable, pero te necesitamos acá, creo que tu presencia es importante y necesaria para ella.
-Claro, iré lo antes posible... mientras tanto, cuídala mucho, por favor...
-No te preocupes, eso hago. Te esperamos aquí, te envío los datos del hospital.
-Gracias, nos vemos pronto.
-Michiru, ¿qué tienes? De pronto te ves muy alterada - preguntó Jeanine al verla salir de su habitación y caminando sin saber qué hacer.
-Haruka tuvo un accidente y está hospitalizada - respondió al borde del llanto - necesito regresar cuanto antes a Japón y me siento tan impotente e inútil en este momento.
-Tranquilízate, por favor - le decía Annya mientras la abrazaba.
-Nunca debí alejarme de ella... Tal vez si yo me hubiera quedado allá, esto no habría ocurrido.
-No digas eso - intervino Jeanine - no debes culparte si ni siquiera sabes qué ni cómo pasó. Además necesitabas alejarte para pensar, para sanar después de lo que pasó, así que nada de eso es tu culpa, simplemente son cosas que pasan y que están fuera de nuestro control.
-Mejor busquemos los próximos vuelos a Tokio para que puedas irte lo antes posible - dijo Annya - voy por la computadora para buscar.
Así, en cuestión de minutos, Michiru ya tenía reservado su boleto para viajar a Japón al día siguiente, aunque para ella esas horas serían eternas.
La tranquilizaba el hecho de que Setsuna estuviera con Haruka y de que Mamoru pudiera estar al pendiente de ella, ya que la habían llevado al hospital en el que él trabajaba.
Después de un vuelo que parecía no tener fin, Michiru por fin aterrizó en el aeropuerto de Tokio y abordó un taxi para llegar cuanto antes al hospital.
Cuando llegó se encontró con Setsuna, quien no se había despegado de ahí más que para ir a bañarse y comer algo.
-Setsuna - dijo corriendo para abrazar a su amiga - ¿cómo está?
-Está bien - respondió la chica de cabellos verdes - pero ven, vamos con Mamoru para que él te explique.
-Muchas gracias por haber estado aquí con ella y por avisarme.
-No tienes nada qué agradecer... Sabes bien lo mucho que las quiero y mi mayor deseo es verlas de nuevo juntas y felices, como antes, como siempre.
Al llegar al consultorio de Mamoru, él las recibió de inmediato y juntos se dirigieron a la habitación en la que estaba Haruka. Mientras él y Michiru entraron a verla, Setsuna los esperó afuera.
-Haruka - dijo Michiru con los ojos vidriosos al acercarse a la cama para tomar su mano.
-Ella está bien, en lo que cabe - aseguró Mamoru para tranquilizarla - tiene un par de costillas rotas, algunos moretones y contusiones, pero nada de gravedad... Lo que me preocupa es que desde que llegó ha estado inconsciente. Eso no es normal, por eso pedí que le realizaran una tomografía y no deben tardar en estar listos los resultados para descartar cualquier tipo de daño neurológico. Aunque los golpes que recibió en la cabeza no parecen ser de cuidado, pero debemos esperar para saberlo con certeza - Michiru lo escuchaba con atención y con visible preocupación.
- Gracias por estar al pendiente, Mamoru... ¿Puedo quedarme aquí con ella?
- Claro, seguro tu compañía le ayudará. Vendré a buscarte en cuanto me entreguen los resultados.
Michiru sólo salió para agradecerle de nuevo a Setsuna y decirle que fuera a descansar, ya que a partir de ese momento ella se encargaría de estar al pendiente y cuidar de Haruka.
- Está bien, mañana temprano vendré a ver cómo sigue todo - le dijo Setsuna - pero antes, hay algo que quiero que sepas.
- ¿De qué se trata? - preguntó Michiru intrigada.
- Antes de que el accidente ocurriera, ella ya sabía dónde estabas, me imagino que en ese momento iba hacia el aeropuerto para viajar y encontrarte...
- ¿Cómo lo sabes?
- Toma - dijo la peliverde entregándole el sobre con las fotografías y los documentos que Haruka llevaba en su coche.
- ¿Qué es esto?
- Los paramédicos que la trajeron me dieron sus cosas y entre ellas venía esto... ya sabes cómo es Haruka cuando quiere lograr algo, que mueve cielo, mar y tierra para conseguirlo - comentó Setsuna sonriendo - así que además de buscar a Rei para que consultara al fuego y le diera alguna pista de tu paradero, también fue a Elysion con Helios para tratar de hallar alguna pista de ti a través de los sueños, y no conforme con eso, contrató a un investigador privado para que la ayudara a encontrarte... y al parecer lo logró. Le dio estas fotos y los datos exactos de donde estabas - Michiru empezó a llorar de emoción y alegría al saber todo lo que había hecho Haruka para dar con ella, al ver aquellos papeles y descubrir que en verdad había logrado averiguar dónde estaba y tenía la intención de ir por ella.
- Perdón... últimamente me he vuelto muy llorona, no sé qué me pasa - decía ella mientras secaba sus lágrimas y respiraba profundamente para calmarse y parar el llanto.
- No te disculpes, Michiru, justo esto es lo que te ha hecho falta todo este tiempo... es necesario dejar salir los sentimientos y las emociones, no siempre tienes que ser la chica fuerte e imbatible, a veces se vale ser vulnerable y externar lo que nos hace mal - le dijo la peliverde abrazándola.
- Gracias, Setsuna... gracias por todo.
- De nada... y ahora ve con ella, quizás escucharte y saber que estás aquí ayude a que recobre el conocimiento.
Al regresar a la habitación, se acercó de nuevo a ella para dejar un amoroso beso en su frente, tomar su mano y acariciar sus cabellos dorados.
- Haruka, estoy aquí... por favor, despierta... regresa conmigo, te extraño y te necesito.
Después de estar un rato con ella hablándole para tratar de que así reaccionara y despertara, Mamoru llegó a la habitación con los resultados de los estudios de Haruka.
- Esto es muy extraño - dijo él mientras observaba las imágenes y los datos de la tomografía - todo está en orden, no hay ningún daño, así que no hay razón para que siga inconsciente.
- ¿A qué puede deberse?
- No lo sé - respondió consternado - físicamente no hay ninguna irregularidad, pero...
- ¿Pero qué?
- Es aventurado decirlo, pero podría ser que aunque esté físicamente bien, mental y emocionalmente algo la detenga para poder despertar... podría ser que no quiere hacerlo, o que algo en su mente se lo impide.
- ¿Crees que pueda ayudar si sigo hablándole? ¿o qué tal si escucha la música que hemos hecho juntas? Tal vez eso la haga regresar.
- No perdemos nada con intentarlo... de hecho, poco después de que la trajeron, lo único que dijo un par de veces estando inconsciente fue tu nombre. Por eso le pedí a Setsuna que te dijera que vinieras - una calidez se instaló en el corazón de Michiru al escuchar eso.
- Entonces haré todo lo posible por hacer que despierte. ¿Hay problema si la dejo un momento sola, mientras voy a la casa por algunas cosas?
- Ninguno, ella está bien y yo te prometo estar al pendiente mientras no estás.
- De acuerdo, gracias, Mamoru, ¡no tardo!
Así, Michiru fue a su departamento por su violín y por una pequeña bocina que podía conectar a su celular, para reproducir las grabaciones de la música que ellas mismas habían compuesto juntas algunos años atrás.
Toda esa tarde y parte de la noche, la chica se esforzó hablándole a Haruka, reproduciendo una y otra vez aquellas melodías matizadas por la armonía de su amor, y tocando su violín impregnando cada nota con sus sentimientos más profundos... Pero nada parecía funcionar, pues la rubia no mostraba reacción alguna.
Ya en la madrugada, Michiru dormitaba al lado de Haruka, cuando sintió una vibración en su espejo y al tomarlo, sólo alcanzó a ver un par de ojos verdes que le parecieron familiares, que la miraban con desprecio mientras en su mente sonaba una voz que le decía "esta vez, yo seré quien se quede con ella", y después una risa maligna hacía eco en sus oídos mientras la imagen del espejo se desvanecía.
Ese extraño suceso la dejó con un hueco en el pecho, una sensación de impotencia y desesperanza, y con una opresión en el corazón. Por más que trataba, no podía recordar dónde había visto esos ojos antes, pero su mirada la perturbaba.
La mañana siguiente, Mamoru llegó más temprano de lo habitual y Michiru notó cierta preocupación en su rostro al verlo entrar a la habitación.
-Dime, Michiru, ¿has notado algún cambio o algún tipo de reacción en las últimas horas?
-Nada, todo sigue igual, no reacciona con nada - respondió ella decepcionada - ¿Pasa algo, Mamoru? Te noto preocupado.
-Anoche Helios me contactó, me dijo que en las horas previas una vibración extraña se sintió en Elysion, como cuando los sueños de alguien vinculado con el reino de la Luna son manipulados. Y la hora coincide con el momento del accidente...
-¿Eso significa que si Haruka no despierta, puede ser porque algún enemigo está manipulando sus sueños?
-Algo así es lo que sospechamos, aunque no podemos asegurar que sea un enemigo, simplemente no sabemos de qué o quién pueda tratarse. Helios ya está investigando y Setsuna quedó en contactar al investigador que contrató Haruka para ver si nos puede ayudar a tener acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad para saber cómo ocurrió el accidente y descartar que haya sido provocado.
-Si fue provocado, no descansaré hasta hacer pagar al culpable.
-Tranquila, no te adelantes, primero necesitamos reunir toda la información posible para poder ayudarla de la mejor manera.
Michiru le contó al chico sobre la extraña y perturbadora experiencia que tuvo horas antes con su espejo y ambos coincidieron en que seguro eso estaba relacionado con lo que le ocurría a Haruka.
Después de unas horas de seguir intentando hacer despertar a la rubia hablándole y haciéndola escuchar su música, sin éxito, Michiru estaba desesperándose. Entonces llegó Mamoru, quien ya tenía noticias de Setsuna y estaba al teléfono con ella.
-El detective me mandó el video de la grabación de la cámara de seguridad que consiguió - les informó la peliverde - ambos coincidimos en que fue algo muy extraño... miren, acabo de enviarlo.
En la pantalla del celular de Michiru, ella y Mamoru observaron las imágenes en las que se veía el auto de Haruka circulando por una carretera recta, en la que no había manera de que algo lo hiciera volcar.
- Es una recta libre de obstáculos, y aunque parece como si quisiera esquivar algo, no se ve nada en el camino... es muy raro que haya hecho una maniobra así, de la nada - comentó Mamoru.
- Tal vez vio algo que nadie más puede ver... - intervino Michiru - si de alguna manera algo o alguien está manipulando sus sueños como dijiste, quizás puede también manipular su mente, quizás eso hizo que viera algo en el camino, aunque en realidad no estuviera ahí.
- Puede ser... -comentó él.
- Chicos, hay algo más que debo decirles - intervino Setsuna - ante lo extraño de todo esto, fui a la puerta del tiempo y sé que debemos hacer algo cuanto antes para que Haruka despierte, porque algunas cosas en el futuro podrían cambiar si sigue así.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Mamoru consternado.
- No puedo decirles mucho, pero si no hacemos algo, Haruka podría no volver a despertar nunca más y eso afectaría mucho al equipo de Sailor Scouts... y sobre todo a Michiru.
La chica de cabello aguamarina quedó impresionada ante lo que dijo Setsuna. En ese momento, el cristal dorado de Mamoru comenzó a brillar y Helios apareción en la habitación.
- Perdón por llegar de esta manera, pero necesitaba verlos con urgencia - se disculpó el joven de cabellos plateados - mi señor - dijo dirigiéndose a Mamoru - ya tengo información sobre lo ocurrido... mis asistentes, las ménades, descubrieron que falta una de las pócimas de los sueños que utilizamos para borrar o alterar sueños y pensamientos en casos extremos.
- ¿Alteran los sueños? - preguntó Michiru.
- Sí, pero sólo en casos extremos, por ejemplo cuando hay recuerdos traumáticos y sueños o pesadillas relacionados con ellos, cuando ninguna terapia mejora la condición de quien los sufre y eso afecta su vida, entonces es cuando intervenimos y para eso usamos las pócimas... y ahora que falta una, sospechamos que quien se lo llevó fue una de las ménades que desde tiempos inmemoriales ha desobedecido las normas y que recientemente estuvo recluída en una de las islas de Elysion por su mal comportamiento. Ella escapó y no sabemos su paradero.
- ¿Eso significa que ella es quien podría estar impidiendo que Haruka despierte? - preguntó el pelinegro.
- Es muy probable.
- ¿Pero con qué objetivo? ¿qué gana manteniéndola dormida? - preguntó Michiru.
- No lo sé - respondió el peliplateado con frustración al no poder dar una respuesta.
- ¿Y qué podemos hacer? - la voz de Michiru sonaba desesperada - No podemos simplemente quedarnos de brazos cruzados... debe haber alguna manera de hacer que reaccione.
- Hay una manera - respondió Helios - pero es peligroso.
- No importa lo riesgoso que sea, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para traerla de regreso... De todos modos, la vida sin ella no tendría sentido... Así que dime qué debo hacer.
- Lo que tendrías que hacer es dormir y, a través de tus sueños entrar a los de ella para encontrarla y hacerla regresar.
- De acuerdo, lo haré, no creo que sea tan peligroso estar en el mundo de los sueños.
- El peligro radica en que, si esos sueños que veas te parecen mejores que tu vida real, no querrás regresar y te quedarás atrapada en otra dimensión para siempre y cuando tu cuerpo físico deje de vivir, ya no tendrás la oportunidad de renacer porque tu alma y tu consciencia estarán perdidas. Eso debe ser lo que le pasa a ella. Si manipularon sus recuerdos y sus sueños, fácilmente pudieron hacerle creer que lo que ve en el sueño es mucho mejor que su vida real.
- Está bien, hagámoslo, correré el riesgo y seré fuerte para no caer en engaños. Prometo que regresaré con ella, cueste lo que cueste - pocas veces habían visto hablar a Michiru con esa seguridad y decisión, así que todos la apoyaron.
- De acuerdo - dijo Helios - primero tienes que transformarte para que te lleves a ese mundo tus poderes de Sailor Neptune. Luego, te haré caer en un trance hipnótico para guiar a tu yo onírico al mundo de los sueños. Para que estés más segura, nos mantendremos en contacto contigo a través del cristal dorado, y toma, llévate mi comunicador.
- De acuerdo... - la chica estaba muy nerviosa, pero tenía la seguridad de que eso era lo que debía hacer.
- Pediré que nadie venga ni nos moleste hasta que dé aviso - dijo Mamoru antes de salir a dar las indicaciones al personal del hospital.
Michiru se transformó en Sailor Neptune. Luego de dar un rápido beso en los labios de Haruka, se sentó a un lado de ella y tomó su mano.
En cuanto la hipnosis de Helios surtió efecto, se quedó profundamente dormida y de pronto abrió los ojos para encontrarse en un espacio abierto y lleno de luces, sombras e imágenes difusas, donde a lo lejos le pareció escuchar la voz de Haruka llamándola.