3. Jugando con fuego

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Al día siguiente, Haruka y Yume llegaron puntuales a la cita. La rubia iba con unos jeans deslavados y una chaqueta de cuero, ya que había decidido ir a bordo de su motocicleta. Mientras que Yume llegó con un vaporoso vestido color coral que hacía resaltar el tono rojizo de su cabello y sus expresivos ojos verdes.


-¡Wow! - exclamó Haruka al verla llegar - estás preciosa...
-Gracias - respondió ella acercándose para saludarla con un beso en la mejilla y un breve abrazo - y tú te ves fabulosa con ese look de chica rebelde.
-Pero creo que debí decirte que vendría en moto... Porque con ese atuendo que traes no será cómodo para ti.
- Pues sí, debiste avisarme, pero ni siquiera tienes mi número, así que no podías hacerlo.
-Bueno, eso podemos solucionarlo ahora mismo - dijo Haruka y ambas intercambiaron sus números telefónicos - así podemos estar en contacto todo el tiempo.
-Perfecto... Y lo de la ropa tiene solución, acompáñame a mi casa para cambiarme, es a unas calles de aquí, y podemos volver por la moto... por cierto, es una BMW GT increíble, así que por ningún motivo dejaré de subirme en ella - Haruka se sorprendió de que conociera la marca de la moto y su tipo.

Al llegar a la casa de la chica, Haruka notó en la entrada una hermosa Harley Davidson chopper y sus ojos se iluminaron al verla.

-¿Te gusta? - preguntó Yume al ver la reacción de Haruka.
-Me encanta... desde hace tiempo quiero una Harley y esta es perfecta.
-Pues cuando quieras puedes conducirla y yo seré tu copiloto.
-¿Qué? No me digas que es tuya - preguntó Haruka, asombrada.
-Sí... Y es más, te propongo algo, mientras me cambio, ve por tu moto, la dejamos aquí y nos llevamos la mía para que la pruebes, y para la próxima salida usamos la tuya, ¿qué dices?
-Digo que me encanta tu idea - respondió entusiasmada, como niña con juguete nuevo, antes de salir corriendo para llevar su moto.

Después de andar un buen rato en la moto sin destino fijo, ambas fueron a comer y a caminar un rato a la orilla del mar mientras conversaban.

-¿Y cómo es que una chica tan dulce como tú tiene una moto?
-No te dejes engañar por las apariencias, Haruka, puedo ser dulce, pero también tengo un lado rudo y rebelde, y amo la libertad que siento al ir conduciendo la motocicleta.
-Créeme, sé de lo que hablas y entiendo muy bien esa sensación - Conforme avanzaba su plática y conocían más detalles una de la otra, Haruka se daba cuenta de que esa chica tenía mucho en común con ella, su personalidad era muy similar y sus gustos e intereses tenían muchos puntos de encuentro.
- ¿Y has salido a viajes en carretera con ella? Debe ser lo mejor manejarla en la autopista.
-Por supuesto... De hecho, soy parte de un club biker, se llama Hell's Angels, y al menos una vez al mes salimos a otras ciudades.
-¿En serio? ¡Wow! Pues algún día tienes que invitarme a una rodada - Yume sonrió al ver lo emocionada que estaba Haruka.
-Claro, tú conduces y yo seré tu copiloto, o si prefieres podemos ir cada quien en su moto. Y es más, si te gusta, puedes unirte al club, seguro todos te caerían muy bien.

Conforme pasaban los días, Haruka se sentía cada vez más a gusto en compañía de aquella chica. Ella le había regresado la emoción, la adrenalina y lo divertido que últimamente le hacían tanta falta a su vida. Y aunque para entonces Setsuna y Hotaru ya no vivían con ellas, Yume estaba haciendo que su interés y sus ganas de estar con Michiru disminuyeran cada vez un poco más.

Y así, con una serie de distintos pretextos, Haruka se escapaba cada vez más y por más tiempo para ver a Yume y pasear juntas en la moto. Y sí, terminó por unirse al motoclub y eso le daba los mejores motivos para ausentarse de casa. A veces iban en grupo a las rodadas y otras tantas se iban ellas solas.

A Michiru le empezó a parecer extraño que Haruka ya no la invitara a sus actividades, pues antes siempre lo hacía. Algunas veces la acompañaba y otras prefería quedarse en casa para darle su espacio. Y cuando empezó a dejar de hacerlo, Michiru se esforzaba por convencerse de que sólo se debía a que Haruka necesitaba pasar tiempo sola con sus cosas y realizar actividades por su cuenta.

Búscame en tus sueñosWhere stories live. Discover now