✵Por ella Otra vez✵[Marichat...

By Historia93

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En consecuencia de recibir el rayo de un villano, Chat Noir es enviado 7 años al pasado. Deberá buscar la for... More

𝕃𝔼𝔸ℕ 𝔸ℕ𝕋𝔼𝕊 𝔻𝔼 𝕃𝔼𝔼ℝ
Prólogo
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Aviso ⚠
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𝗔𝗰𝗹𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲
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✵FIN✵ Parte I
✵FIN✵ Parte II

✵10✵

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By Historia93

Marinette⸙

Con una servilleta en mis manos, desde mi perspectiva intentaba cubrir el rostro del impostor tapando de la nariz para abajo, si era Chat Noir yo ya lo había visto bastante cerca, cuando estaba sin máscara se cubría el rostro con sus manos dejando libre los ojos y la frente.

Estaba en una importante misión, mis padres hablaban y hablaban con el impostor mientras yo de seguro me veía ridícula con esa servilleta y mis movimientos. Aun así, yo no atendía a la conversación. Contrario a ello no se me ocurrió otra forma inmediata para revelar su identidad. Pero el odioso ya había caído en cuenta de mis intenciones.

Constantemente se rascaba los ojos, giraba el rostro o hacia alguna acción para que yo no pudiera cumplir mi cometido, y todo lo hacía con una sonrisa de burla en su rostro. Ese era mi gato sí o sí. Aún había rastros del Chat que conocí y la seriedad carente era algo que me lo confirmaba.

—Félix, me recuerdas a cuando yo era joven, empecé limpiando los pisos de la panadería de mi abuelo — mi padre llevó un trozo de alimento a su boca—. Pero este muchacho ya tiene conocimientos de pastelero, le hice una pequeña prueba, aunque no me lo crean, el pie de salmón que están estamos degustando lo ha hecho él, ¡Es increíble! Como si supiera mi receta, hizo todo de memoria.

Y más alabanzas para Chat Noir alias Félix o... ¿Será ese su verdadero nombre?

—Muchas gracias, señor Dupain por darme una oportunidad, espero poder llenar sus expectativas

Claro que sí muchacho — le lanzó otro golpe en el brazo provocándole un poco de tos y volví a fallar al querer taparle el rostro desde mi perspectiva.

—Gra-Gracias señor Dupain — contestó carraspeando después de recomponerse de la tos.

Mi padre estaba orgulloso del nuevo empleado y yo estaba enojada porque apenas lo conocía y ya le entregaba su confianza.

—Hija ¿Qué te parece la tarta que ha preparado Félix? — mi padre me tomó desprevenida.

—Creo que no es del gusto de Marinette —soltó el intruso con falsa desilusión.

—Eh, no... — observé mi plato y la tarta estaba rumeada, pero en ningún momento yo había probado bocado.

—¿Es eso hija? Pero sabe tan bien como la mía —mi parte también mostraba desilusión en su rostro, pero genuina.

—No— negué inmediatamente —. No es eso — tomé la cuchara y rápido me llevé un trozo a mi boca solo con el afán de complacer a mi padre y borrar de su rostro la expresión de tristeza. Él realmente estaba entusiasmado con todo esto que de seguro yo no entendía por el simple hecho de no ser amante de la profesión.

El delicioso sabor inundó mis papilas gustativas y me sentí como la niña de siete años que pedía a gritos la tarta de salmón de mi padre pudiendo entender a la perfección a Anton Ego.

—¿Y qué tal? — Preguntó Félix.

—Sabe delicioso — respondí mirando a la nada aun saboreando lo que quedaba en mis muelas —. Eres como una rata en la cocina — solté sin pensar.

Mi madre se cubrió la boca asombrada de mi respuesta y pude escuchar a mi padre reprenderme llamándome por mi nombre completo.

—¿Me ha llamado rata, Marinette? — pregunto el rubio un poco confundido, pero con una sonrisa ladina en su rostro.

—Eh... No, eres un gran chef... Como un chefcito — afirme como una tonta.

El chico lanzó una carcajada por mi vergonzosa actitud.

—Espero que eso sea un cumplido, claro si es que me estas comparando con Remy.

Sonreí con mis mejillas encendidas — Sí, como la de la película.

Estaba segura de que Félix era Chat Noir, pero no sabía cómo abordar el tema, sin embargo, decidí transformar mi debilidad en una fortaleza y aprovechando que los reflectores estaban sobre mí, me atreví a preguntar.

—Así que Félix — crucé mis manos como si te tuviera a punto de interrogar a un criminal —. ¿De dónde vienes? — pregunté buscando sacarle información.

—Vivo en París, Gabriel Agreste es mi tío lejano— soltó sin reparos.

— Así es, y como un avaro no le quiso prestar ayudar a su propia sangre — acotó mi madre —. Tu padre lo encontró en la calle.

— Estaba repartiendo volantes de la tienda de telas de madame Lenoir. Yo no me di cuenta y lo choqué haciendo que tirara todos los papeles al piso.

—Y el señor Dupain muy amable me ayudo a recogerlo todo.

—¿Y lo contrataste por sentirte culpable? — extendí los brazos señalando al rubio.

—Entonces tu padre se disculpó y tuvieron una conversación, Marinette — mi madre sonrió con su sonrisa de advertencia, pues yo estaba asumiendo demasiado.

—Cuándo levantamos todos los papeles del suelo le invité un café porqué lo vi muy pálido, quizás lo asusté con mi manera de abordarlo — rio y por supuesto que le creí. Mi padre solía ser demasiado efusivo cuando algo o alguien le agradaba —. Conversamos y me contó que lo desalojaron de la habitación en donde vivía, su único pariente en París es Gabriel Agreste, pero le ha negado su ayuda.

—Y como has sobrevivido — pregunté casi creyéndome la triste historia.

— He estado trabajando como repartidor de volantes de algunas cafeterías, pero me he visto obligado a renunciar... Por explotación laboral y ahora último ayudo a madame Lenoir repartiendo volantes, también a André el heladero haciéndole mandados.

—Así que Tom Dupain — mi padre se golpeó el pecho orgulloso —. Le ofrecí trabajo.

—Mas bien le rogó — interrumpió mi madre riendo.

—El señor Dupain puede ser bastante persuasivo — sonrió el encantador extraño.

—Pero... — intenté objetar, pero no tenía nada que decir.

—Pero ahora trabaja en la panadería, tiene talento y por eso le dejaremos un cuarto de abajo hasta que encuentre un lugar donde vivir.

Me quedé con la boca tan abierta que una mosca pudo entrar y salir fácilmente de ella. Vi a mi madre levantar la mesa y a Félix ofrecerse a lavar los platos sucios. Mis padres le dieron palmaditas en la espalda como si de un hijo se tratase y yo seguía sin salir del asombro.

Mis padres me dieron la tarea de adecuar la habitación para el huésped y me vi obligado a dirigirlo a una de las puertas del piso de abajo.

—Adelante — indiqué que entrase junto a mí, escuché que cerró la puerta detrás y me di la vuelta para encararlo.

Pero en su rostro estaba dibujada una sonrisa ladina, no había duda.

—Gracias por tu hospitalidad, princesa — me mostró la sonrisa descarada que conocía perfectamente bien.

—¡Lo sabía! — grité apuntándolo con mi dedo sintiendo el orgullo recorrer mi cuerpo por haber estado en lo correcto.

Él río a carcajadas y para silenciarlo le lancé una de las almohadas que estaba sobre la cama golpeándolo en todo el rostro, sin embargo, no pude cesar su diversión.

—Marinette, todo ese numerito de la cena fue muy divertido — se agarraba el estómago como si le doliera de tanto reír.

A decir verdad, nunca lo había visto cambiar el ácido humor o la mirada melancólica desde que lo acogí en mi habitación y ahora me estaba deleitando con su risa despreocupada. Sentí que aquello era algo que le hacía falta, reír.

Decidí no cortar el buen humor y reí junto Chat, las risas cesaron gradualmente hasta que nuestras respiraciones se fueron normalizando. Nos miramos con una gran sonrisa dibujada en nuestros rostros y era lo más sincero que habíamos compartido en todo este tiempo.

— Entonces Félix ¿No? — no percibí tensión entre los dos. Me atrevía a pensar por ambos y podía jurar que nos sentíamos cómodos el uno al otro.

—Tal vez — caminó hasta la cama y se sentó en ella rebotando levemente en esta.

—¿Cómo que tal vez? — interrogue parándome en frente con los brazos en posición de jarra. —. Eso quiere decir que nos has mentido.

—Bueno, si mentí bastante, pudiste darte cuenta, no puedo decir la verdad — pude percibir la sinceridad en sus palabras, pero aun así no me sentí satisfecha.

—¿Pero a mí? — dije afligida.

Debía admitir que están poniéndome en el papel de Ladybug y no de la chica que simplemente le facilitaba un refugio.

—Lo siento princesa, te diré mi nombre real en su momento — fue lo último que dijo antes de que mi teléfono empezara a sonar.

La melodía predeterminada para todos mis contactos me dejó conocer que Adrien aún no tenía intenciones de responder mi último mensaje después de haber escuchado su correo de voz aquella noche. Sí, es lo que están pensando. Adrien es el único con un tono de llamada especial.

Miré la pantalla y era la foto de mi mejor amiga ñ. Dirigí mi atención a Chat alias Félix que me hacía una señal de que debía atender a la llamada.

—Alya — llevé mi celular al oído y de inmediato escuché sollozos detrás de la línea —¿Qué sucede? — pregunté alarmada. Escuchar llorar a mi amiga era algo fuera de lo común.

Marinette.... Te necesito — y más raro, que clamara por mi ayuda. —. Creo... Creo que estoy embarazada— rompió en un llanto desconsolado y yo sentí como mi sangre viajaba hasta mis pies.

—¡Wow! — Chat Noir se levantó de un salto sorprendido tanto como yo. Fue capaz de escuchar todo lo que Alya decís debido al silencio en la habitación.

He estado evitando a Nino desde ayer... No tengo valor de decirle.

Y yo no sabía que contestar.

—E-Estás segura — titubeé.

Creo que... Sí — volvió a romper en llanto hasta que un estruendo en el teléfono me dejó aún más preocupada—. ¿Quién eres? — Preguntó Alya a quién seguramente ovacionó el alboroto.

Alya, nena. ¿Por qué has estado evitándome? — escuché una voz distorsionada y pude intuir lo que estaba pasando. Después de eso la llamada se cortó.

—Un Akuma — contestó Chat Noir activando su transformación en mi presencia.

—Creo que a Nino le afectó la indiferencia de Alya.

—A cualquiera le afectaría la indiferencia de la persona que ama — Chat estaba mirando hacia la ventana con las manos hecha puño confundiéndome un poco.

—Atrápalos gatito — respondí y aquello lo hizo sonreír.

—Sabes que lo haré — llevo sus garras hasta mi cabello y lo despeinó un poco —. Ojalá Ladybug no se pierda de la diversión.

Seguido, corrió hacia la ventana y desplegó su báculo desapareciendo en la oscuridad. Me preguntaba si él sospechaba de mi identidad, pero viviendo bajo el mismo techo y en la misma habitación por un tiempo, era un secreto imposible de ocultar.

Efectivamente la víctima de Hawk Moth y Burbujeo había regresado quien se dirigió hasta la casa de Alya para raptarla y atraparla en una burbuja dejándola inalcanzable para todos siendo el único capaz de protegerla del mundo exterior, pero encadenándola en el aislamiento.

Logramos liberarlo del Akuma y llevamos a Alya junto con Nino hasta la habitación para que pudieran hablar con claridad.

Chat me esperaba en el tejado, no quiso estar presente porque no quería que lo acribillaran con preguntas con respecto a su apariencia más madura. O con la teoría conspirativa que medio Paris compartía, sobre qué el primer Chat Noir había muerto y Ladybug había buscado a un reemplazo, incluso decían que yo ya no era la verdadera Ladybug.

—Perdóname por enviarte Nino — Alya apretó las manos del moreno afligido —. Es solo que no he tenido valor de decirte algo.

Nino la miró con angustia tal vez imaginados de mil y un motivos por los que su novia lo terminaba.

—Esa noche en la fiesta de los amigos de Luka... No usamos protección — las lágrimas de mi mejor amiga empezaban a rodar por sus mejillas y las mías estaban a punto de caer también.

—¿Nena, estas avergonzada de eso? Para mí fue increíble, el mejor día se mi vida — Nino se acercó a ella y con sus pulgares limpió el agua salina que surcaba como ríos a través por la piel de Alya —. Fue increíble.

—Lo sé — sollozó Alya —. No es eso — cerró los ojos y aspiró aire para llenarse de valor y poder soltar la bomba —. Es que tengo miedo Nino — ella se aferró a la playera de su novio —. Creo que estoy embarazada — dijo al fin.

Cubrí mi boca y aguanté la respiración esperando que Nino respondiera algo.

—Nena — Nino la cubrió entre sus brazos acunado su pena y compartiendo la angustia —. Si es así, estaré aquí para ti.

Puedo decir que esa escena era la más bella que grababa en mi retina, ni las mejores películas podían darme un momento tan romántico como este y era real, era el amor que mis mejores amigos se tenían.

Limpié las varias lágrimas que solté conmovida por la escena que mis amigos me regalaban con su romántica reconciliación y el sentido de compromiso que crecía entre ellos, estaba tan inmersa en la ilusión de amor que ellos habían creado que no me di cuenta del pitido de mis aretes, sonaban por cuarta ocasión. Debía irme de inmediato, era perderme de aquel momento de ensueño o perder la transformación.

Desilusionada accedí a irme pues de seguro ellos necesitaban su tiempo a solas. Los abracé y felicité a ambos, sé que tenían miedo, pero también que eran fuertes y su amor era estable como para afrontarlo en el caso de que las sospechas de Alya fueran reales.

Me aventuré a huir balanceándome y corriendo por sobre los tejados y azoteas mientras el fresco viento nocturno golpeaba mi piel a mí solo me interesaba llegar a mi habitación antes del minuto que me quedaba de transformación.

—¡AAAAAAAAAAAAH!

Grité aterrada mientras veía que mi cuerpo desprendía una hermosa luz escarlata y la sensación de un vacío en mi estómago junto con un golpe de ansiedad y adrenalina eran una de las peores cosas que solía experimentar en todos estos años cuando me encontraba en apuros sin mi transformación.

Todo pasaba rápido por mis ojos y estaba lejos de poder sostenerme de algo. Recordé que me encontraba sola y empecé a creer que no vivirá para contarlo, el fin de Ladybug sería de lo más patético.

Hasta que de repente sentí que me movía de forma violenta, una fuerza me tomó desde la cintura y me tiró hacia una azotea.

—¿Estas bien?

Yo asentí a la voz preocupada y fui consciente de estar aferrada al cuerpo de un hombre. Chat Noir.

— P-Por...Poco muero — tartamudee temblando como una hoja en el viento.

Me aferre más al cuerpo de Chat y el me apretó entre sus brazos. Mi corazón parecía que se saldría de mi pecho, ya había estado en similares circunstancias, pero siempre Chat Noir estaba a mi lado así que siempre caía confiada de que él me salvaría, pero en estos momentos me vi sola, sin mi transformación y Tikki sin fuerzas caía junto a mí.

—Tienes suerte de que yo sea un gato desobediente — suspiró y tragó saliva con fuerza —. Si me hubiera ido a casa, me hubiese quedado sin mi Lady.

En ese momento entre sus brazos y escuchando aquellas típicas palabras pude palpar lo mucho que valoraba tener un compañero como él.

—Gatito... Te lo agradezco muchísimo — ya no sabía cómo más sentirme segura entre su cuerpo, buscaba aferrarme más a él removiéndome aun recordando la sensación de caer al vacío —. ¿¡Y Tikki!? — me alarmé y estuve a punto de llorar.

—Aquí... aquí esta ella — extendió a la pequeña kwami hacia mí y pude tomarla entre mis manos temblorosas. Tikki se encontraba aturdida y hambrienta por lo que parecía ignorar su alrededor.

—Vamos princesa, debemos ir a hacerle una visita al maestro Fu.

Y aquello fue lo que me hizo palpar mi realidad.

—Q-Qué? — pregunté buscando una respuesta obvia —. ¿Ya lo sabías?

Chat Noir había descubierto mi identidad y no parecía sorprendido.

—Mi lady, vengo del futuro... Sé muchas cosas que tu ignoras.

¿Pero porque no me dijiste? — pregunté un poco molesta.

Empecé a alejarme y recibí la ayuda de Chat Noir para reincorporarme.

Solo no quería interferir demasiado en esta época, además tampoco quería que las cosas se vuelvan caóticas al revelar cosas que no deben saber los demás.

No supe que responder ante esa lógica, tenía razón. Automáticamente la pequeña molestia que sentí al verme apartada de la situación se convirtió en comprensión hacia mi compañero.

—¿Está bien que vayamos a ver al maestro? — pregunté con ganas de saber más sobre cómo arreglar este problema, además de querer contarle sobre mi enfrentamiento con Reset y lo que había descubierto.

—Que podemos perder? Si al final con tu Lucky Charm todo volverá a la normalidad.

Era verdad, al final las mariquitas de la suerte repararían todo este caos. Y a pesar de que al final todo volvería a ser como antes sentí una gran tristeza que no se si compartía con Chat Noir, pero mi parte egoísta no quería olvidar nada de lo vivido a su lado.

Pero esta revelación nos daba más libertad de actuar y sería más efectivo trabajar juntos sin tener la necesidad de esconder nuestra identidad. Ahora todo sería más llevadero.

:・゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚

Y volví después de meses de pausa.

꧁ Anunció ꧂

Por favor vayan a leer el prólogo de esta nueva historia con la colaboración de la mente talentosa de Jo_White, una de mis escritoras favoritas. Ufff se siente irreal el poder colaborar con ella. Espero les guste leerlo tanto como a nosotras escribirlo.

Gracias por el apoyo
(๑˃̵ ᴗ ˂̵)و

:・゚✵ :・゚✧ :・゚✵ *:・゚✧:・゚✵ :・゚✧

Volveré poco a poco, y en unos meses les compartiré las explicaciones de mi ausencia, para quien desee saber, claro🤭

Ahora sí, estaba pensando no alargar mucho esta historia, que no quiero que sea como las otras, con más de 30 capítulos que tardan en darle una conclusión.

A pesar de que tengo muchas ideas, pero no hay espacio para todas.

Gracias por leer 👁, comentar 📃 y votar 🌟
(˘з(˘˘ )

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