✵15✵

3.6K 324 137
                                    

❀Marinette❀

La noche empezaban a predominar París así como mis pensamientos negativos, pero la llamada entrante sacudió mis pensamientos.

—¡Marinette cuidado, un Akuma! — gritó  Tikki alertandome de lo que casi podía ser una tragedia.

Howk Moth me tenía en la mira y eso era algo que ya había aceptado, pues había perdido la cuenta de cuantas mariposas oscuras me estuvieron visitando las semanas pasadas.

Pero el Akuma se fue volando de regreso a por la ventana, seguramente a buscar otra víctima, tenía que alertar a Chat Noir, pero primero estaba la llamada de mi mejor amiga embarazada.

—Alya, ¿Todo  bien? — cuestioné más calmada.

Sí amiga, quiero mostrarte algo, ¿Creés que puedas salir? Estoy afuera de tu casa.

—Déjame intentarlo.

Colgué y fui a rogarle a mi madre y por unos minutos afuera con Alya, afortunadamente la dulzura y compasión en ella hicieron que al primer pedido me permitiera atenderla, pues ya sabía su estado, además de ello me entregó una funda con dulces variados para la futura mamá.

Agradecía le di un beso en la mejilla y bajé corriendo las escaleras para mi encuentro. Pero por desgracia a la velocidad que iba no pude frenar cuando Chat Noir subía.

— ¡Ey bugaboo! Cuanta prisa — exclamó reteniendome entre sus fuertes brazos.

Tomé una bocanada de aire y quise reclamarle pero la radiante sonrisa que se dibujaba en su rostro mientras me miraba me lo impidió, además mi amiga me esperaba. Entonces, me aparté de sus brazos decidiendo ignorarlo.

Escuché mi nombre de su boca pero simplemente cerré la puerta encontrándome con Alya.

—Amiga — corrió a abrazarme y yo correspondí. Pero rápidamente llevó su atención hacia mi espalda —. ¿Quien es ese bombón que entró a tu casa? — rio.

—Es el nuevo empleado de papá — respondí sin muchos ánimos de hablar de él.

— ¿Tú papá contrató a alguien? ¿Desde cuándo tus papás necesitan ayuda?

— Papá solo le tendió una mano, pero ha sido de gran ayuda con las entregas — me limité a decir.

—Que conviente para ti — rio y la miré bastante confundida —. Que es un empleado muy guapo — me golpeó sin fuerza mi brazo.  Entonces se percató de mi sonrojo —. ¡Amiga! Veo que si te haz dado cuenta.

—Bueno, no soy ciega — desvíe mi mirada —. Si es bastante guapo — entonces sentí mi cara arder pues estaba admitiendo que Chat Noir era realmente un encanto de hombre.

—Así ni yo podría concertarme en el trabajo.

Reímos un poco a costa de la apariencia de Chat Noir mientras caminabamos hasta el parque y nos sentamos en una de las bancas de madera, le entregué la funda con los dulces e inmediatamente la abrió degustando un par.

—Mmm ¿Algo te pasa Marinette? — preguntó inesperadamente incluso aun con comida en la boca.

—No es nada, solo he estado pensando un poco.

Procuraba no mirarla a los ojos y en lugar de ello me interesaba en unos pequeños niños jugando no tan lejos de nosotros, recordaba el adelanto de mi vida en unos años y ahora dudaba si también aquello era una mentira.

—¿En Adrien o Luka? — me lanzó un pequeño golpe en el brazo sacándome de mi ensimismamiento.

—En ninguno — sonreí y ella levantó una ceja—. En Félix más bien.

✵Por ella Otra vez✵[Marichat / Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora