Draco Malfoy
_________ Lauper, la chica de los lentes, la chica de la mirada perdida, la chica a la que había molestado por tres años, la chica que se había convertido en una admiradora más de Cedric Diggory…
Ni que fuera tan lindo…
«Entonces ¿porque te importa? »
¿Porque demonios me importaba tanto?
¿Porque me importaba ver como ________ se sentía cómoda a lado de ese tipo?
¿Porque me importaba verla así de feliz?
¿Porque, porque, porque?
Era tan extraño, tan devastador… tan difícil de explicar, que prefería olvidarlo…
¡Pero no podía!
¡No con ella allí sonriendo cuando le venía en gana!
Que no puede comportarse con menos entusiasmo… menos evidente…
¡No, claro que no!
Tenía que presumir al mundo que estuvo al lado de ese idiota…
— ¿Qué crees que le haya visto Cedric a ________? — pregunto Freya después de que Theodore informara como ella y Diggory habían llegado juntos, como se habían despedido antes de irse cada uno a sus respectivas mesas, Hufflepuff y Gryffindor, como Diggory le había dado un beso en la mejilla, como estaba mirándola desde su mesa, como… bueno, ese par de cosas del final, solo yo las miraba y registraba en mi mente.
— Quien sabe… _______ es simpática, no se puede negar eso, pero creo que tiene algo que ver con que a Diggory le gusta protegerla. No recuerdan que el año pasado estuvo a su lado después de que Draco la empujo al lago… Creo que desde allí le gusta _______…— Dijo Aimé con tono conciliador para luego probaba un poco de pastel de chocolate, mientras intercambiaba miradas con Freya, Valen y Jess, quienes miraban de reojo hacia la mesa de Gryffindor donde ________ hablaba con Potter, Weasley y Granger, sin dejar de sonreír disimuladamente.
¿Qué le pasaba a esa chica?
«Solo es un chico, boba niña… Y a mi parecer, un chico idiota!»
Quería gritárselo, pero, ¿me atrevería a armar un escándalo por _______ Lauper?
No, claro que no…
«Acéptalo, Draco, no es mala idea…»
— Le hicimos un favor a Lauper, después de todo…— comento Theodore en voz baja para que solo Blaise y yo escucháramos —…Con nuestras burlas y bromas que le hicimos, lanzamos a ________ derechito a los brazos de Diggory… Ella debe agradecernos por eso…— Blaise rió y concordó con Theo añadiendo un: “Mañana se lo recordaremos. Nos debe un favor…” mientras yo quería golpearme con algo por lo cierto que era eso.
La habíamos humillado pensando que a nadie le importaría.
Pero cuan equivocado estaba…
Si le importaba a alguien…
Le importaba a Cedric Diggory…
La había… digo… La habíamos empujando hacia Diggory…
Yo mismo era el culpable de esta molestia que sentía.
«Estúpido, estúpido, mil veces estúpido»
— Para mí _______ es una resbalosa…— replico Valen con desdén, mientras miraba con odio a _______, quien ahora comía tarta de melaza, de una forma tan… tan… tan… dulce… que hacía que los postres que habían en la mesa parecieran pedazos de limón bañados en picante.
« ¡Por Merlín! Desde cuando pienso en ese tipo de cosas»
«Olvídalo, ahora piensa en: ¡Por fin alguien que no ve a ________ como una pobre niña indefensa!»
Si…
Eso era lo que necesitaba, alguien que me recordara porque Lauper no era de mi interés.
— Hasta quiere con Potter… Es obvio que solo quiere colgarse de los chicos populares con su actitud de mosquita muerta, de santa mártir… cuando es todo lo contrario…—agrego Valen con más asco, mientras partía con fuerza el pedazo de pastel que tenía en su plato.
Siendo sinceros… No era esto lo que necesitaba para olvidarme de Lauper y su sonrisa de triunfo.
No… todo lo contrario, hacia cada vez más difícil poder pensar en otra cosa que no sea a ________ como la chica vil devora hombres… Potter, Diggory…
Era mejor no pensarlo…
Por suerte, no era el único que encontraba descabelladas las palabras de Valen. Aimé, Freya y Jess, abrieron los ojos en su intento de no reírse delante de Valen, que seguía molesta quien sabe porque.
— ________ solo le está entregando a Potter el jugo de calabaza… para mí, eso no es coqueteo… ni siquiera se miraron…— repuso Jess, tratando de sonar lo menos acusadora posible, solo para que Valen no tomara a mal sus palabras.
— Eso es lo que ella hace creer…— comento Valen de forma sombría.
— Tal vez sea cierto. Han sido amigos desde hace tres años… quizás en algún momento han estado juntos…— dijo Freya mientras sonreía pícaramente junto a Aimé, como si entre las dos estuvieran pensando lo mismo.
— Si… juntos y revueltos… quien sabe en qué parte se juntaron…— afirmo Aimé con diversión.
— No sean malpensadas… _______ y Potter nunca han estado juntos de esa forma…— aclaro Jess con impaciencia.
— Siento como si estuvieran hablando con claves o incógnitas… porque no entiendo nada de lo que dicen…— murmuró Blaise mientras miraba con extrañeza a las chicas que seguían hablando del supuesto romance de Lauper con Potter.
¿Porque seguían hablando de eso?
Tenía suficiente con lo de Diggory… y ellas agregaban a Potter a la lista de las cosas más odiadas en mi vida…
Potter tenía como cinco mil reinscripciones en esa lista, y ellas seguían añadiendo más razones para tenerlo que odiarlo más.
— Son chicas… siempre hablan en códigos indescifrables…— respondió Theodore ante nuestros rostros de incredulidad.
— ¡Bien! —dijo Dumbledore, sonriéndoles a todos, por suerte empezó a hablar porque ya no soportaba los comentarios de Aimé, Freya y Jess… eran agonizantes… Que ______ esto, que ______ lo otro…Era agradable escuchar otras palabras que no fueran “_________”—. Ahora que todos estamos bien comidos… —Crabbe eructó en ese preciso momento para darle su aprobación a Dumbledore—… debo una vez más rogar vuestra atención mientras os comunico algunas noticias:
»El señor Filch, el conserje, me ha pedido que os comunique que la lista de objetos prohibidos en el castillo se ha visto incrementada este año con la inclusión de los yoyós gritadores, los discos voladores con colmillos y los bumeranes-porrazo. La lista completa comprende ya cuatrocientos treinta y siete artículos, según creo, y puede consultarse en la conserjería del señor Filch.
La boca de Dumbledore se crispó un poco en las comisuras. Luego prosiguió:
—Como cada año, quiero recordaros que el bosque que está dentro de los terrenos del castillo es una zona prohibida a los estudiantes. Otro tanto ocurre con el pueblo de Hogsmeade para todos los alumnos de primero y de segundo.
»Es también mi doloroso deber informaros de que la Copa de quidditch no se celebrará este curso.
— Por fin Gryffindor no ganara otra vez…— dijo Valen con cierta pena mientras apartaba su cabello de su rostro y suspiraba.
—Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y continuará a lo largo de todo el curso, acaparando una gran parte del tiempo y la energía de los profesores... pero estoy seguro de que lo disfrutaréis enormemente. Tengo el gran placer de anunciar que este año en Hogwarts...
Pero en aquel momento se escuchó un trueno ensordecedor, y las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe.
En la puerta apareció un hombre que se apoyaba en un largo bastón y se cubría con una capa negra de viaje. Todas las cabezas en el Gran Comedor se volvieron para observar al extraño, repentinamente iluminado por el resplandor de un rayo que apareció en el techo. Se bajó la capucha, sacudió una larga melena en parte cana y en parte negra, y caminó hacia la mesa de los profesores.
Un sordo golpe repitió cada uno de sus pasos por el Gran Comedor. Llegó a un extremo de la mesa de los profesores, se volvió a la derecha y fue cojeando pesadamente hacia Dumbledore.
¿Alastor Moody?
¿Qué hacía aquí?
—Tu padre te dijo algo de esto…— pregunto Blaise mientras miraba con pavor y asco al tipo de las cicatrices en el rostro y ese extraño ojo giratorio.
—No… hubiera sido el primero en poner el grito en el cielo si se enteraba que este loco iba a estar aquí…—repuse con repugnancia—…Solo espero que no sea…—antes de que pudiera terminar, Dumbledore dijo animadamente justo lo que yo no quería que sucediera:
—Os presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras; el profesor Moody…
— ¡Dumbledore es un idiota! — exclame, no tan audiblemente, pero aun así, Aimé, Freya, Jess y Valen alcanzaron a oír y rieron entre dientes.
—Cómo iba diciendo —siguió Dumbledore, sonriendo a la multitud de estudiantes que tenía delante, todos los cuales seguían con la mirada fija en Ojoloco Moody. Pero quien no miraría tal atrocidad… simplemente su rostro estaba desfigurado y no ayudaba mucho el hecho de que fuera uno de esos aurores que habían terminado locos por exceso de trabajo—…tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba desde hacía más de un siglo. Es un gran placer para mí informaros de que este curso tendrá lugar en Hogwarts el Torneo de los tres magos.
— ¡Se está burlando de nosotros! —dijo Fred Weasley, una de las fotocopias, en voz alta.
Jess, por un instante, palideció y rápidamente volvió a su color natural y luego a un rojo intenso cuando miro hacia la mesa de Gryffindor donde Weasley armaba jaleo.
Demasiado extraño… ya que en ese mismo instante Weasley sonreía hacia la mesa donde estábamos, específicamente hacia Jess…
—No me estoy burlando de nadie, señor Weasley —repuso—, aunque, hablando de burlarse de la gente, este verano me han contado un chiste buenísimo sobre un trol, una bruja y un leprechaun que entran en un bar...
La profesora McGonagall se aclaró ruidosamente la garganta.
Que desperdicio de tiempo…
—Eh... bueno, quizá no sea éste el momento más apropiado... No, es verdad —dijo Dumbledore—. ¿Dónde estaba? ¡Ah, sí, el Torneo de los tres magos! Bien, algunos de vosotros seguramente no sabéis qué es el Torneo de los tres magos, así que espero que los que lo saben me perdonen por dar una breve explicación mientras piensan en otra cosa.
»EI Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.
—Exactamente… lo que ya sabía…—dije con amargura esperando y deseando que este viejo nos enviara a la sala común.
Necesitaba pensar, pensar en todo lo que había sucedido hasta ahora… y no escuchar cosas que eran obvias y sin importancia para mi…
—En todo este tiempo ha habido varios intentos de volver a celebrar el Torneo —prosiguió Dumbledore—, ninguno de los cuales tuvo mucho éxito. Sin embargo, nuestros departamentos de Cooperación Mágica Internacional y de Deportes y Juegos Mágicos han decidido que éste es un buen momento para volver a intentarlo. Hemos trabajado a fondo este verano para asegurarnos de que esta vez ningún campeón se encuentre en peligro mortal.
»En octubre llegarán los directores de Beauxbatons y de Durmstrang con su lista de candidatos, y la selección de los tres campeones tendrá lugar en Halloween. Un juez imparcial decidirá qué estudiantes reúnen más méritos para competir por la Copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones.
—Yo quiero uno de esos… además de la gloria eterna… eso no suena mal…—comento Freya mientras miraba a la nada, como si se imaginara a ella misma con la copa y la gloria eterna.
La sorpresa que se llevaría cuando…
—Aunque me imagino que todos estaréis deseando llevaros la Copa del Torneo de los tres magos —añadió Dumbledore—, los directores de los tres colegios participantes, de común acuerdo con el Ministerio de Magia, hemos decidido establecer una restricción de edad para los contendientes de este año. Sólo los estudiantes que tengan la edad requerida (es decir, diecisiete años o más) podrán proponerse a consideración. Ésta —Dumbledore levantó ligeramente la voz debido a que algunos hacían ruidos de protesta en respuesta a sus últimas palabras, en la mesa de Slytherin se escuchó un estruendoso “¿Qué carajos acaba de decir Dumbledore?” que provenía de una indignadísima Aimé, que parecía estar a punto de golpear a alguien— …es una medida que estimamos necesaria dado que las tareas del Torneo serán difíciles y peligrosas, por muchas precauciones que tomemos, y resulta muy improbable que los alumnos de cursos inferiores a sexto y séptimo sean capaces de enfrentarse a ellas. Me aseguraré personalmente de que ningún estudiante menor de esa edad engañe a nuestro juez imparcial para convertirse en campeón de Hogwarts. Así pues, os ruego que no perdáis el tiempo presentándoos si no habéis cumplido los diecisiete años.
»Las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang llegarán en octubre y permanecerán con nosotros la mayor parte del curso. Sé que todos trataréis a nuestros huéspedes extranjeros con extremada cortesía mientras están con nosotros, y que daréis vuestro apoyo al campeón de Hogwarts cuando sea elegido o elegida. Y ya se va haciendo tarde y sé lo importante que es para todos vosotros estar despiertos y descansados para empezar las clases mañana por la mañana. ¡Hora de dormir! ¡Andando!
….
— Ahora que te sucede…— pregunto Theodore mientras cerraba de golpe el libro de Encantamientos que estaba leyendo en la sala común.
Blaise también estaba aquí, pero él estaba más preocupado en lograr que Goyle perdiera en el ajedrez mágico que pendiente de lo alterado que me sentía en este instante.
Es que aún tenía tantas cosas volando en mi cabeza que no podía concentrarme en algo que no fuera en “___________” o “la princesa desaparecida”.
¿Por qué todo tenía que acumularse en un solo día?
¿Por qué los problemas no podían organizarse y dejarme en paz?
No… no había tal privilegio en este mundo…
— Es Lauper…— respondí con todo el desprecio que podía juntar en este momento.
«La odio más que nunca…»
Ella y su sonrisa restregándose en mi rostro, era lo peor que podía existir en este bendito planeta…
Pero al parecer a nadie más le afectaba ver a ________ sonriendo como si este fuera el mejor día de todos.
No, Theodore y Blaise se miraron incrédulos para luego reír a carcajadas, tanto así que Blaise, en toda su algarabía, botó al suelo todas las piezas de ajedrez mientras Crabbe y Goyle nos miraban con rostro de estúpidos.
— ¡Se puede saber porque se ríen! — exclame ofuscado mientras cruzaba los brazos en mi pecho y miraba a “mis amigos” con furia asesina.
¿Qué les causaba gracia?
Ni que fuera un payaso para tener ese efecto…
Esto era algo serio, no una farsa…
— ¡Eres un cretino! — dijo entre risa Blaise, mientras golpeaba la mesa como si hubiera dicho algo realmente divertido.
— Ella es quien debería estar molesta contigo, no al revés… Draco… — hablo Theodore ya más calmado, pero aún estaba en su rostro esa sonrisa burlona que dejaba claro lo gracioso que le parecía la situación en la que me encontraba—…Dime que te ha hecho ________ para que estés así de molesto ¿Eh?
— ¿Que no la vieron? Estaba… estaba…allí sonriendo como si nunca lo hubiera hecho… como si… estar con… con…Diggory… fuera… genial… Cuando él es un idiota…— balbuce sintiendo un ataque de pánico por las tontas y enredadas palabras que salían de mis labios. Era como si alguien estuviera controlándome para decir esta sarta de quejas sin sentido, y aunque sabía que estaba quedando como un tonto!, no podía parar—… ¿Que no puede ser… menos evidente? Esa… esa felicidad, molesta… y esa sonrisa de niña cursi… es tan… tan… perfecta…
¿Perfecta?
« ¿Dijiste eso, Draco Malfoy? »
Si… lo hice…
Era evidente que algo que Draco Malfoy jamás había dicho de _______ Lauper había sucedido.
Y de eso eran conscientes, Blaise y Theodore, ya que se estaban mirando como si no dieran crédito a mis palabras.
— Esto es malo…— hablo por fin Theodore mirándome con preocupación—…Eso fue un cumplido… hacia Lauper… ¿Estas bien, Draco?— pregunto mientras se acercaba a mí e inspeccionaba minuciosamente cada parte de mi rostro, por poco y se acerca a tomarme el pulso o la temperatura.
Ni que fuera para tanto… después de todo, era cierto…
Ella… _______… se veía bien feliz…
« ¡Te estas escuchando, Malfoy!… Theodore tiene razón… Esto está mal…»
Sí, es verdad…
Regresa Draco, regresa…
Eres malo con ella y no debe importarte…
Si, si, si… no debe importarme… eso creo…
— ¡Claro que estoy bien! —exclame intentando parecer lo más relajado posible. Sí. Tenía que borrar lo que acababa de decir y empezar de nuevo, esta vez sin halagos o descripciones patéticas—…Bueno, ese es el punto. Me choca esa felicidad de Lauper… Es molesta y cursi… además, sin motivo alguno… Después de todo que tiene… ese… ese tipo… ¿Cómo se llama? …— pregunte esperando que alguien hablara, aunque yo ya sabía la respuesta, solo que era amargo nombrar a ese idiota… No valía gastar saliva en ese nombre.
— ¿Cedric? ¿Diggory?— dijo Goyle de forma dudosa.
— Exacto, Goyle… — corrobore, aunque sabía que no era necesario, ya que era obvio a quien me refería—…Ese… ¿Que tiene él?
— ¿Quieres saber porque le gusta a las chicas? — pregunto Blaise, aun conmocionado por lo que había dicho, pero lo disimulaba muy bien detrás de esa mirada astuta.
— Si… ¿Qué tiene… ese? — afirme, tratando de parecer indiferente, aunque me estaba matando la curiosidad por saber que le llamaba la atención a _______ de Diggory.
— Bueno…— dijo Theodore mientras se llevaba las manos a la barbilla y adoptaba un expresión de concentración—…Cedric es prefecto de Hufflepuff y ya es mayor de edad…
— Si… A las chicas les gustan los chicos mayores que ellas…— acotó Blaise con resignación.
— Además, dicen que es apuesto… y que es muy estudioso…— agrego Nott.
— Los inteligentes guapos también están en la lista de las chicas…— hablo Blaise, mientras se encogía de hombros—… Creo que también ayuda el hecho de que el año pasado le gano a Potter…
— Tienes razón… También he escuchado que Diggory es muy respetuoso y galante con las chicas… tal vez, eso le gusta a Lauper; tener a alguien que la defienda de personas como tú, Draco…— las palabras de Theodore se quedaron en el aire, allí suspendidas sin sonarme un poquito divertidas como Theo había intentado hacerlas sonar.
« ¿Qué demonios esperabas al escuchar esas cosas? ¿Eh, Draco? »
Si… ¿que esperaba?
Quizás que Nott y Zabini no encontraran virtudes, sino defectos en Cedric…
No me había ayudado en nada saber las posibles cosas que ______ podía ver en Diggory…
Todo lo contrario, me había enfurecido más, tanto así que deseaba salir de la sala común para buscar a Diggory y destruirle su rostro “perfecto”…
— Buenas noches…— me levante del asiento como si estuviera molesto… Bueno, estaba molesto conmigo mismo… por una estúpida razón que involucraba a ______ Lauper.
Blaise y Theodore se quedaron viéndome como si estuviera realmente demente después de que terminara nuestra conversación para dejarlos con ese rostro de incredulidad, mientras yo me largaba a mi habitación para encontrar una forma de olvidarme de _______ y Cedric.
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Hola a todas! disculpen si ayer no pude subir capitulo, pero aquí estoy devuelta :D quería decirles que tal vez el martes suba capitulo yei:D también que, empezare a dedicar capítulos, la primera que me diga le dedicare el capítulo siguiente ¿vale?
¿Qué les pareció el capítulo? ¿Les gusto? ¡OPINEN!:D
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Nos vemos hasta el martes!, un corazón gay <3 para todas:33