Dame una oportunidad (Draco Malfoy y tú).

Capitulo 4 - ¿Qué tiene...ese?

Draco Malfoy

 — Que tonto confunde el negro con el rojo… No vas a salir con eso de que fue “algo óptico”, porque ni tú mismo te lo vas a creer…— hablo Theodore después de que Nessa y Valen hubieran salido de nuestro compartimiento para cambiarse, ya que la estación de Hogsmeade estaba cerca.

 Theodore estaba de mejor humor ahora, hasta encontraba encantador el hecho de que afuera lloviera a mares.

La noticia de saber que Aimé Lovecraft no era la chica que yo aseguraba que había bailado conmigo en esa estúpida fiesta, lo había llenado de tanta dicha que parecía a punto de querer saltar de aquí para allá, una y otra vez… pero hizo algo peor que comportarse como un niño de seis años… me restregó en la cara cuánta razón había tenido y cuan equivocado estaba yo.

No cabía duda que Aimé no era “mi princesa”, ya que ella había pasado toda la maldita fiesta conversando con Nessa o coqueteando con algún chico (que según Nessa era de Beauxbaton)… hasta habían visto como yo bailaba con la chica del vestido rojo y se preguntaban quién era…

Obviamente eso no ayudo mucho a que mis amigos intentáramos mostrarse más comprensivos conmigo.

No, para nada…

Ellos siguieron con la teoría que la chica, que ahora aceptaban que existía, me había abandonado ya que se había dado cuenta lo «inmaduro e imbécil» que era…

Simplemente los dos eran más imbéciles que yo hasta este punto.

— Porque no te callas, Nott…— dije bruscamente mientras salíamos del compartimiento vestidos con las túnicas de Slytherin e evitaba mirar directamente el rostro de suficiencia de Nott.

— No es para que lo tomes a mal, Draco, pero tú sabes cuan equivocado estabas en este asunto. Porque no simplemente aceptas que erraste… Después de todo, te enteraste a tiempo antes de que cometieras alguna locura y Aimé terminara golpeándote por lo atrevido que podías quedar delante de ella…— dijo Blaise, mientras tocaba mi hombro de una forma que intentaba ser fraternal, aunque lo único que lograba era que me enojara más con él, porque sabía que se está divirtiendo conmigo ahora.

Blaise, también estaba satisfecho de que me hubiera equivocado.

Tal vez, esta era su mejor forma de vengarse de mí, aunque también, a él le parecía prudente empujarme al lago para que el calamar gigante que vivía dentro del lago, me devorara o algo igual de destructivo.

— Porque no me dejan en paz…— gruñí mientras los dejaba atrás.

No iba a estar más tiempo con estos idiotas, mejor era buscar a Crabbe y Goyle ya que con ellos tenía más control… más respeto…

Me aleje de Nott y de Zabini que hasta este punto se habían convertido en un estorbo más que una ayuda…

En la estación de Hogsmeade, la lluvia mojaba todo lo que allí había, los truenos llegaban a los oídos mientras los rayos brillaban entre la oscuridad.

La lluvia era tan fuerte que ni bien caminabas estabas tan mojado como si te hubieras bañado con ropa.

Ni bien llegamos al sendero que conducía a Hogwarts, ya que Theodore y Blaise aún seguían a mi lado alimentándose de mi enojo, tuvimos que subir sin demora los carruajes mágicos.

En todo el trayecto Blaise y Theodore charlaron de cosas sin importancia, sobre sus expectativas por el Torneo de los Tres Magos, sobre sus planes para este curso, y sobre sus posibles relaciones amorosas…