EMILIACO 🏳️‍🌈. #Wattys2019

Por MVedle

1.1M 51.8K 41.8K

Durante el rodaje de la novela MMT+F, Joaquin Bondoni y Emilio Marcos interpretan a una pareja homosexual. Al... Más

CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22 (Parte 1)
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32 (parte 1)
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39

CAPÍTULO 22 (Parte 2)

24.2K 1.4K 1.2K
Por MVedle

Joaquin:

No tuve el control de mi cuerpo, y aún no lo tengo. Emilio me ha hecho sentir lo que nunca imaginé. Trato de procesar todo lo que sucedió, pero solo puedo pensar en sus hermosos labios y en su talento en moverlos con tanta delicadeza, de una manera casi angelical. Sé que está mal, sé que me hago daño pero... Tarde o temprano tenía que suceder, su papá se lo prometió al fandom.

Intento hacer como si no me importara, como si éste hubiera sido un beso más. En cambio, Emilio mantiene la mirada perdida. No quiero creer que está arrepentido, después del último comentario que hizo "¿Seguro que no estoy soñando? Porque no quiero despertar jamás", me ha hecho dudar acerca de lo que en estos momentos sucede en esa bella mente.

—Emi ¿No te quieres cambiar? Ya me dió frío —me abracé a mi mismo.

Me sorprendió ver cómo Emilio se levantaba sin contestar mi pregunta. Posando si cuerpo detrás mío, llevando ambas piernas a mis costados, y abrazándome por debajo de mis brazos ¿Qué le pasa? No quiero pare.

—¿Así está mejor? —dijo, colocando su barbilla en mi hombro

—Perfecto, creo que nunca habías sido tan cariñoso con mi...

—Joaquin —interrumpió— ¿Te molesta? Porque de ser así yo...

—No me molesta —tomé su mano—, solo se me hace algo anormal de tu parte. Sin embargo, que seamos cariños no significa nada ¿O si?

—No, para nada —dijo en voz baja.

Coloqué mi nuca en su hombro. Amo éste contacto, se supone que lo que siempre soñé está sucediendo, pero no me siento conforme, más bien, está sucediendo todo lo contrario, me siento triste porque entiendo que esto es temporal, que su experimentación terminará y regresará con María. Porque a veces no me siento lo suficientemente guapo, talentoso o fuerte como Emilio. La atención siempre está en él, no importa que el trabajo sea de ambos... Él siempre será "el hijo del productor, el excelente bailarín, cantante, pianista y actor". Podría llegar a sentir cierto tipo de envidia hacia él, pero se me hace casi imposible, porque lo quiero y admiro demasiado. Él siempre me da mi lugar, no importa cuantas veces lo tiene que hacer... La cuestión es que yo no me siento suficiente, y no entiendo que es lo que estoy haciendo mal... Por lo tanto, todo este juego de Emilio podría dañarme, pero trataré de mantenerme firme ante todo.

Emilio pasó su mano por mi pecho, hasta llegar a mi hombro. Seguido de esto, juntó su mejilla con la mía, apoyando su cabeza sobre mí.

—¿En dónde dormiremos?

—Traje una casa de campaña —besó mi hombro.

—¿Qué ha...

—Necesito hacerte una propuesta —interrumpió— ¿Te parece si el tiempo que estemos aquí... Nosotros seamos Aris y Temo pero como Joaquin y Emilio? —dijo rápido.

—¿Qué? —no entendí que trataba de decir; o quizá sí, pero me negaba a hacerlo.

—O sea, que... —se separó de mi, colocándose justo enfrente—. Durante el tiempo que estemos aquí, tú y yo... Podríamos ser amigos con derecho... O algo así. Pero si no quieres no hay problema.

—Si quiero, solo que no entiendo ¿Por qué quieres que lo hagamos?

—Ni siquiera yo lo sé.

—¿Quieres experimentar?

—...

—¿Emilio?

—No sé, mejor deja de hacer preguntas —se acercó ligeramente a mis labios, esperando a que los besara.

—Mañana hacemos como si nada de ésto hubiera pasado —besé suavemente sus labios, intercalando entre su labio inferior y superior, causando que él hiciera lo mismo.

Colocó una pierna a mi costado y después la otra, quedando justamente sentado en mi entrepierna. Me sobresalté un poco, nunca habíamos tenido un contacto así de íntimo. Aunque a Emilio se le hacía de lo más normal.

—¿Pasa algo? —se separó de mis labios.

—No, solo que no quiero que... —miré mi entrepierna.

—¡Ah! ¡No wey! Solo me subí para estar más cerca, pero si te molesta me...

Tomé sus muslos antes de que logrará apartarse. Recorrí lentamente su silueta haciendo que su traje de baño se subiera un poco, me detuve en su cintura acercándolo mí. Sí ésta sería la única vez que estaría así con él, debo aprovechar la oportunidad.

—Joaco, no conocía esa fase de tí —dijo con voz seductora.

—No te emociones, solo es un beso —palmeo su espalda.

—Si tú lo dices —se apoyó de mis hombros y con sus rodillas separó mis piernas.

Recordé lo que hizo Diego, y por instinto lo aparte.

—L-lo siento, yo... Yo —rasqué mi ceja.

—Perdón, creo que sé lo que sucede —se sentó a mi lado— Ven aquí chiquito —extendió sus brazos.

Me acerqué a él, recostandome en sus brazos, quedando en una posición similar a la de un bebé en los brazos de alguien más.

—¿Te han dicho lo bonito que eres? —suspiró.

Todo esto parecía ser un sueño. No entiendo su repentino comportamiento, no sé que es lo que siente por mí, ni cuales serán sus intensiones a futuro. Pero es tanto el amor que siento por él, que estoy dispuesto a todo... Soy un idiota.

—¿Lo crees? —me sonroje.

—Lo eres —acarició mi rostro.

—Tu eres guapísimo —acaricié su nariz

—¿Puedo besarte?

—Si, por favor —me levanté, pero él me detuvo, haciendo que me recostara en la arena.

Se hincó sobre mí, bajo lentamente su rostro hasta mi ombligo, depositando un beso sobre él. Después, dió dos besos a los costados de éste, y así por todo mi abdomen. Paso por en medio de mi pecho hasta llegar a las clavículas. Siguió por mí hombro, bajando por todo mi brazo izquierdo hasta llegar a mi mano, continuó con la derecha, esta vez subiendo subiendo a mi cuello, y por último besó mis labios.

Sentí como un cosquilleo se apoderaba de todo mi cuerpo, los labios de Emilio recorriendo mi torso, es simplemente perfecto. No estoy interpretando su acción como algo sexual, más bien como algo tierno e íntimo. Emilio está siendo tan dulce.

—Eres muy suave —besó mis ojos, como lo había hecho anteriormente.

—Nunca antes alguien había besado mis párpados, sólo tú —sonreí.

—¿Soy el primero? —fingió sorprenderse.

—Así es —hice un gesto de aprobación.

—Nunca antes han besado... —se detuvo a pensar —Mi rodilla... Creo.

—Lo supuse, todo tú has sido besado—dije divertido.

—La única persona que ha besado mis  párpados es mi mamá, y es muy diferente a que... Tú lo hagas —dijo apenado— Quiero decir, puede ser nuestro sello...

—Será nuestro sello —tomé su rostro entre mis manos, acercando mis labios a su ojo izquierdo y después el derecho, tal y como él lo había hecho anteriormente.

—Wow —dijo y ambos sonreímos.

Emilio:

Pensar en que cuando regresemos a nuestra vida cotidiana olvidaremos todo ésto, me hace sentir triste. Quisiera mudarme justo aquí junto a él. Porque ésta playa ha sido testigo de el amor más puro. Porque con un simple beso me hizo sentir como si hubiera pasado toda mi vida junto a él. Porque sé que él sería incapaz de lastimarme, pero aún no estoy seguro de lo que yo haré para resolverlo.

Por el momento disfruto cada roce, cada palabra proveniente de él. No podría explicar a la perfección todas las emociones que estoy experimentando justo ahora, emociones que siempre estuvieron ahí desde el momento que lo conocí en aquella posada, en dónde no paraba de mirarlo, porque sabía lo bonito que era y nunca lo acepte. O la felicidad que sentí cuando mi papá dijo que él haría el personaje de Temo. Porque lo único que entiendo ahora es que a su lado me siento seguro, me siento amado.

Oscureció por completo, y el frío se apodera del lugar, y no importa el calor corporal de ambos, aún podemos sentirlo.

—Vamos a cambiarnos ¿Sí? —besé su frente.

—Va, pero solo quiero ver las estrellas un poquito más.

—Te vas a enfermar mi niño —lo levanté como pude.

—Está bien —sacó la lengua.

—¿Cómo te atreves? —fingía estar indignado— A mi nadie me saca la lengua, chiquito ¡Vuelve aquí!— lo alcance, abrazándolo por la espalda, llenado de besos su mejilla.

—Que buen castigo —rodeó mis brazos con los suyos.

En esa posición llegamos hasta mi auto. Dejé que se cambiara mientras yo armaba la casa de campaña, pero... Nunca he sido bueno, de hecho, ni siquiera sé como se hace.

Joaco llego y yo solo estoy parado frente a la gran tela, tratando de entender que es lo que debo hacer. Miré su preciosa pijama; lleva puesto un pantalón azul con ositos, y un suéter negro.

—¡No mames que bonito! —lo abracé.

—¡Cállate! Era el único que me quedaba limpio —sonrió.

—¡Gracias a Dios! —eleve mis manos al cielo.

—Creí que tú... —señaló la carpa.

—Shh lo resuelvo en un segundo.

—Yo lo hago —puso los ojos en blanco.

—¿Neta sabes armar esta cosa? Lo hubieras dicho antes —caminé al auto— ¡Me voy a cambiar! ¡No me vayas a espiar!

—¡No prometo nada! —ambos reímos.

Al contrario de Joaquincito, mi pijama era un poco más reveladora. Llevo puesto un enorme suéter gris que cubre el corto short negro que estoy usando.

Cuando regresé a la playa, la casa de campaña ya estaba armada, y Joaco sacaba los platos y los ingredientes para los sandwiches. Me miró y abrió la boca, para después silbar.

—¡Que guapo! ¿A qué hora sales por el pan, guapo? —lanzó una mordida al aire.

—¡Joaco! —dije apenado— ¡Yo hago los sandwiches! —corrí hacía la manta.

—Yo te ayudo —nos sentamos.

Los sandwiches quedaron deliciosos e hicimos tantos que ahora nos duele el estómago. Quedamos rendidos admirado las estrellas. Me recosté a lado de Joaquin, y lentamente fuí entrelazando nuestros dedos.

—Emi —dijo con una voz dulce.

—¿Qué pasó, bonito? —acaricié su mentón.

—Me quiero quedar aquí por siempre... O hasta que María muera.

Bajé hasta acomodarme en su pecho, mientras reía.

—Yo igual, no seas grosero —mis ojos se llenaron lágrimas, las cuales contuve. No quiero mi Joaquin me vea llorar.

—Te quiero —besó mi cabeza.

—Y yo a ti más -besé su pecho— Ya es hora de ir a dormir ¿No crees?

—Estoy de acuerdo.

Recogimos nuestro "picnic" y entramos a la casa. Encendí una linterna para que Joaco se arropara. Me recosté a su lado, nos miramos por unos minutos... Los más bellos de toda mi vida.

—Amo tus ojos —acaricié sus cejas.

—Yo tus rizos.

—Tu nariz es preciosa.

—Amo todo tu rostro.

—Y yo el tuyo, mucho más cuando sonríes —me acerqué.

—Tus labios —me besó.

Besé suavemente sus dulces labios, su aliento es perfecto, su respiración cálida. Pasé mi mano por su pecho, sintiendo sus latidos acelerados. Bajé a su cintura, y subí por su espalda. Acaricie todo su cuerpo, por supuesto, sin tocar aquellas partes íntimas para él.

—¿Te puedo tocar? —preguntó tan dulce.

—Sí —dije con la respiración agitada.

Se posicionó encima de mí, rodeando mi cintura con sus piernas a mis costados.

—Voy poner algo de música ¿Sí? —sonrió.

Reprodujo en un su celular Cuando nadie ve de Morat.

Llevó sus manos por debajo mi suéter, acariciado mi pecho, abdomen y hombros. Se acercó a besar mi cuello, moviendo lentamente sus labios sobre él, ladee mi cabeza para darle más espacio. Recorrió con besos mi cuello hasta llegar a mi oído.

Ahora entiendo cuál es mi papel, nos queremos cuando nadie ve —susurró parte de la canción.

Me senté para quedar frente a él. Tomé su suéter y lo deslicé hacia arriba, Joaquin elevó sus brazos, e hizo lo mismo conmigo. Ambos ahora con los torsos desnudos, besábamos la piel del otro. Amo su sabor, su perfume y la suavidad de su piel.

Joaquín comenzó a mover sus caderas, recordé aquella vez que tuve una erección cuando pensé en esos movimientos... Ahora entiendo todo.

Tomé su trasero, acercando sus caderas una y otra vez hacía mi, mientras levantaba mi pelvis. Acaricie con una mano su pierna y su espalda, mientras con la otra intensificaba su vaivén de caderas.

Joaco mordía su labio inferior para no dejar escapar ni un sonido, pero lo quería escuchar. Así que llevé mi dedo a sus labios, acariciando su contorno. Al mínimo contacto Joaquin lamió mi dedo, abriéndome pasó a su boca. Enganche su dedo con sus dientes inferiores, manteniendo su boca abierta. Podía apreciar su rostro sonrojado, sus labios hinchados... Nunca podré olvidar esa imagen. Es la primera vez que la ternura en Jaoco desapareció y se convirtió en sensualidad pura.

-Ah.. ah... -gemía, era música para mis oídos.

—Jo... ¡Ah mierda! ¡Ah! —no me quedé atrás— M-me ah.. v-voy a ve... nir, para... Ah.

Mi niño dió un fuerte movimiento con su pelvis y se aferró a mi espalda hundiendo su rostro en mi cuello, parando sus movimientos.

—Te quiero, bonito —acaricié su espalda, y deposité un beso en su hombro.

-...

—¿Pequeño estás bien? Yo no...

—Me vine —susurró apenado.

Un sin fin de emociones se hicieron presentes; sentía ternura, gracia, culpa, felicidad...

—Todo está bien mi niño, a ver —lo retiré cuidadosamente de mí.

—Es que...

Me quité mis shorts.

—Póntelo —me dí la vuelta.

—Pero... Gracias —dijo aliviado.

—Ahora yo pondré una canción, y tú me dices si se te hace conocida ¿Va?

—Va.

La canción Chachachá de Jósean Log comenzó a sonar...

¡Ya se nos vino la lluvia encima! ¡Ya valió el llamado! —cantó rápidamente Joaquin.

—¡Lo recordaste! —me lancé sobre él.

Quedamos frente a frente, él debajo de mí.

—¿Cómo olvidarlo? —me dió un beso en la nariz— Si estaba tan nervioso, de estar a solas contigo.

—Te veías tan guapo.

—¡Cállate!


—Ya es hora de que duermas —cubrí su cuerpo con una cobija— Gracias por el mejor día de mi vida.

—Gracias a tí... Te quiero —se acurrucó en mi pecho.

—Yo te quiero más... Mi amor —lo abracé.

⚫⚫⚫⚫
Creo que ha sido el capítulo más largo que he escrito en toda la fic, y espero que les haya gustado.

Me encantaría actualizar diario, pero conforme voy escribiendo los capítulos los voy subiendo... Lo sé, gran error 😬.

Perdón si se pusieron palabras demás, o se cambiaron. Pero está demasiado largo para revisarlo más de dos veces 😅.

Hay un par de referencias a una película, y una serie... Adivinen

Seguir leyendo

También te gustarán

26.8K 3.2K 12
En mitad de una fiesta, Harry sin querer admite haber tenido un "sueño salvaje" con Louis Tomlinson, el chico misterioso de su pequeño pueblo. A part...
2.1K 143 17
Tn Ta, es una mexicana que se gana un intercambio a La Universidad de Seúl.
579K 78.2K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
150K 10.7K 34
Louis es un chico fragil de 22 años. Aunque su vida es un poco diferente a la de los demás. Su papá es un hombre de negocios y maneja mucha plata, o...