CAPÍTULO 3

23K 1.4K 2.4K
                                    

Joaquin:

—¡Si llegaste! —posó ambos manos sobre la barra.

—Lo prometido es deuda —elevé una ceja.

—De hecho estaba a punto de marcarte —mostró su celular en dónde ya se encontraba marcado mi número, sonreí.

—Bueno, ya no lo tienes que hacer —le dí un sorbo a mi cerveza.

—¿Tomas? —se sorprendió— ¿Y dos a la vez? —cubrió su boca con ambas manos, dramatizando la situación.

—Siempre hay una primera vez —reí.

—Ve despacio —me quitó una y comenzó a beberla.

—¡No! No era mía —llevé ambas manos a mi rostro.

—¿Estás con alguien? —dejó de beber, mirándome serio.

—¿Te sorprende? —posé solo un brazo sobre la barra, girando mi cuerpo en su dirección.

—Un poco, ¿Quién es? —imitó mi acción

—Mira ahí viene —señale a Renata.

—Chicos —saludó con un beso en la mejilla a Emilio— ¿Y mi cerveza?

—Emilio se la bebió —lo señalé.

— No mames...

—Otra para la señorita, por favor —ordenó al chico de la barra.

Emilio se levantó de su asiento y se acercó a mí oído, mi piel se erizó.

—Creí que habías traído a un chico —me empujó levemente con su hombro.

—No te preocupes, que ahora consigo uno —guiñe mi ojo y éste elevó ambas cejas.

La noche transcurrió de maravilla y junto con Renata no nos separamos de la barra. Era una cerveza tras otra. Me comenzaba a gustar la sensación, ya que prácticamente la vergüenza dejó de existir para mí. Tiempo después, pedimos varios whiskys. La combinación de bebidas en mi cuerpo, cambiaron mi comportamiento radicalmente.

De un momento a otros, nos encontrábamos en la pista de baile. Intento bailar, dándole la espalda a Renata. Estoy seguro del ridículo que estoy haciendo intentando perrear.

—Nada mal Joaquin ¡Mueve ese trasero! —gritaba Renata, llamando la atención de todos en la pista.

—Para esto nací —reí, imitando algun diálogo de "La rosa de Guadalupe".

Una linda chica de acercó a nosotros; castaña, cabello rizado, ojos color ¿Verde? Siendo sincero, no me interesa.

—Hola ¿Bailamos? —se dirigió a mí.

—Claro, ven únete —respodí, sin dejar de bailar.

—Me refería, a solo tú y yo —sonrió.

—Ah —comencé a reír—, Lo siento, no puedo corresponderte, yo soy —la mano de Renata tapo mi boca.

—Él tiene novia, lo siento.

La niña ignoró a Renta, dando media vuelta y regresando a su lugar.

—Joaco ya me cansé, vamos a sentarnos —Renata me tomo de la mano sacándonos de la "pista".

—No, espera ¡Me encanta esa canción!  Solo bailo ésta y ya —regresé a la pista, ésta vez solo.

—¡Estaré con María!

Solo moví mi cabeza asintiendo.

Debí de haber hecho esto antes, pues un apuesto chico se acercó a mí. Sus rulos rubios formaban un bonito afro.

EMILIACO 🏳️‍🌈. #Wattys2019Where stories live. Discover now