– ¿Daniela donde mierda estabas? ¡Llevo horas esperandote! – Sara mira a Poché - ¿Y esta quién es?
- Yo soy M..
- Sara cuantos veces tengo que decirte que no entres asi a mi departamento. La llave que te di es solo para emergencias
- Yo soy tu novia y entro a esta casa cuando quiera ¿Me oyes? ademas que se supone que tengo que hacer? Esperar hasta que la señorita se digne a aparecer...
Mientra la pareja "no tan pareja" al criterio de Poché seguía dele y dele de discutir, la peliazul se acerco hasta el refrigerador, buscó el hielo, lo puso en una trapo que encontró en la mesada y volvió al living.
-Que no Sara que no. Ahora no quiero ir a comer, ¿No ves como tengo el pie? – la discusión seguía
- Toma ponte esto – Interrumpía Poché alcanzándole el hielo a la castaña
- Gracias – Volvió a mirar a la pelirroja – Si tienes tanta hambre como dices te hubieras quedado tu sola comiendo, si ya lo has echo otras veces.
- ¿Sola, sola? ¡Tu sabes que vergúenza pase cuando todo el mundo vio que me habian dejado plantada. Yo soy una modelo reconocida , Daniela , a mi nadie me deja plantada!
Calladita y sin más nada que hacer, Poché aprovecho el momento y se fue lentamente hacia la puerta. Tomó la manija y volteo a ver a la castaña – Adiós Calle – dijo muy pero muy bajito de manera que nadie la oyera sin detenerse ni siquiera a pensar porque le costaba tanto dejar de mirar a la fotógrafa.
- Pues por mi puedes ser la mismisima Camila Cabello que no voy a ir a almorzar contigo hasta que no entiendes que no puedo caminar. Ni siquiera no te has preocupado por ver como estaba, solo es tu , tu y tu. Si no fuera por ella... - levantó la cabeza buscando a la chica que la había traído, pero nada – Se fue... otra vez se fue.
- ¿Quién se fue? – preguntaba Sara que no estaba para nada prestándole atención a su novia, sino que en cambio se había puesto a juguetear con su celular.
- Ella, la peliazul – Calle recorría todo su apartamento con la mirada esperando que por arte de magia Poché apareciera
- Bueno si esteeee Daniiii - La modelo cambiaba la conversación - Me acaban de escribir las chicas ¿Quieres salir a bailar esta noche?
- ¿A bailar? ¿De que estas hablando Sara? – le costaba volver a la conversación ya que su cabeza seguía puesta en la deportista.
- ¿Si quieres salir a bailar esta noche? – volvía a preguntar
Ay dios mio, dios mio - pensaba Calle. – No Sara no quiero salir a bailar. Me voy a tomar la tarde libre debido a que no creo poder moverme mucho y mañana tengo que trabajar bien temprano, además hoy quiero hablar con mi hija.
- Bueno pero ¿no te molesta si yo si salgo cierto? - preguntaba la pelirroja aunque parecía que lo iba a hacer de todas maneras.
- No Sara, no me molesta puedes salir tranquila.
- OK amor, entonces nos vemos luego ¿si? – le dio un corto beso y se fue como entró. Rápido.
- Pfffff - suspira Calle - ¿Qué estas haciendo con tu vida Calle? ¿Que estas haciendo? – se decía a si misma mientras agarraba el hielo y se lo volvía a poner en el pie.
Mientras el hielo curaba la inflamación de Calle, cerca de allí se podía ver por las calles de New York una peliazul bajita que juraba y perjuraba que nunca más iba a regresar por estos lados de la ciudad.
Mismo día en un bar de la ciudad de noche.
- Oye me sirves una cerveza aquí para la señorita y una coca Light para mi – pedía Poché al barman.
- ¿Coca Light? No me digas que estas a dieta, porque con ese cuerpazo que tienes no te lo creería- le decía la acompañante de esa noche de Poché mientras acariciaba llamativamente su brazo.
- No no, dieta no, es que..., es que no hablemos más de mí sino mejor cuéntame de ti Marina
- ¿Marisa querrás decir?
- Bueno Marina Marisa, por una S no me voy a complicar – trataba de salir airosa de la confusión mostrandole a su acompañante una sonrisa de esas que nunca le fallaban y no iba a ser la excepción ya que la otra chica volvió a hablar.
- Bueno a ver por donde empiezo...
Y lo único que la peliazul hacia era asistir con su cabeza mientras veía como la boca de la chica se movía, ya que no escuchaba ni una palabra de lo que esta decía.
¿Cómo estará el tobillo de Calle? Madre mía me podría haber quedado todo el día sosteniéndole el hielo sobre el pie, su piel se sentía tan suave. Madre mía ¡Que piel! ¿Y su aroma? por Dios ¡que aroma! ¿Y sus ojos?¿Que ojos! Juro que por una mirada de esas me enfrento con el capitán America, el del martillo, Hulk, ironman y la viuda negra yo solita. No mejor con la viuda negra no me peleo, mejor hago otras cosas jajaja.
- ¡Majo! María José ! ¿Me estas escuchando?
- Eee sisi claro por supuesto
- ¿A ver que estaba diciendo?
- Bueno esta bien, me agarraste. No te estaba prestando atención
- Será mejor que me vaya entonces – se levante de la silla y empieza a caminar
- Espera espera - Poché la alcanza a agarrar del brazo - no te estaba prestando atención porque no podía dejar de admirar tu belleza, es que eres guauuu – sonrio la deportista picaramente
Marisa se queda mirando a Poché mientras esta en su cabeza cuenta uno, dos y tres... BUMMM una sonrisita y la tengo.
- Mmmm esta bien, pero que te parece si seguimos esta charla en mi departamento.
SIIII, lo sabia, nunca falla.
- Solo tienes que decirme donde y cuando nena.
Mientras tanto en el departamento de Calle
- ¿Y tu la dejaste ir a bailar con sus amigas? – Le preguntaba Natalia mientras se agarraba una cerveza de la heladera y se sentaba en el sofá al lado de Calle, agarraba a Valeria y se la sentaba aribba.
- SI Natt. Prefiero que se vaya con sus amigas antes de que este molestándome acá. Hoy tengo un humor de perros – contestaba la castaña mientras tomaba de su propia cerveza
- Bueno bueno ahora cuéntanos de la supermujer, Dani – esta vez era Vale la que moviéndose impaciente arriba de Natalia le insistía a Calle para que les siguiera contando todo acerca de la peliazul que la había cargado por las calles de Manhattan.
- ¿Supermujer?, más bien yo diría súper irritable, súper mandona, súperidiota, super...RInnnngggg pufff salvada por la campana pensó Calle.
- ¡Es Beth! – Dice mientras mira la pantalla de su celular – shhhhh dejen de hacer ruido – reta a sus dos amigas que no hacían mas que molestarla desde que llegaron con los antiinflamatorios a su casa.
- Beth cariño ¡hola!
- Mamiiiii, mamiii ¿a que no sabes que hicimos con el abuelo German hoy? Fuimos al parque y luego pasamos por el colegio donde tu fuiste y abuela Mafe me monstró la foto donde tu, tía Natt y tía Vale salen con un trofeo tan alto que el abuelo dice que puede llegar hasta la casita de Dios en el cielo ¿es verdad eso mami?
- Jajaja claro que no hija, el abuelo debe estar tomando mal sus medicamentos de nuevo, jajaja pero si era bastante alto el trofeo - Calle le explicaba a su hija de 6 años acerca de sus premios como capitana de las Cheerios.
- Mami te extraño mucho y Hipo también te extraña.
- Yo también te extraño cariño – A Calle se le caia una lagrima por su mejilla. Nunca habia pasado tanto tiempo lejos de su hija.
- ¿y a Hipo lo extrañas mamá?
- Claro que si hija. A Hipo también lo extraño- reía al recordar lo atada que era su hija al pequeño hipopótamo de peluche que sus tías le habían regalado cuando tenía 3 años
Había sido una decisión muy difícil para Calle dejar ir a Beth a Lima en el receso de primavera con sus abuelos, pero sus padres la habían convencido de que era lo mejor ya que en el primer semestre de la niña en el colegio no había sido de lo mejor. A Calle la había citado el director y la maestra de Beth para darle la noticia de que a su hija le costaba seguirle el ritmo a los demás alumnos, que no quería hacer ninguna actividad extra y que para colmo de males le costaba hacer amigos y eso por no querer decir que prácticamente no tenia otros amigos aparte de su madre y sus tías, aaa y Hipo por supuesto. Por eso Calle había aceptado que el viaje a lima era lo mejor para que la niña se despejara y mientras ella evaluaba lo que iba a hacer. Ya había hablado con Lucas, el padre de Beth, que vivia en Los Angeles, había consultado con Natt y Vale y quedaron todos de acuerdo en que lo mejor era tratar de ayudar a Beth y esperar a ver como sigue en el próximo semestre antes de tomar medidas más drásticas.
- Mami ¿es cierto que dentro de unos días vuelvo a casa?
- Si mi pequeña, en unos días tienes que volver y preparar todas tus cosas para el colegio – dijo Calle para ver como reaccionaba su hija
- A bueno - la voz de la niña habia perdido todo tipo de entusiasmo
Calle se preocupo al sentir la voz triste y apagada de Beth – Oye tu tia Vale me esta hacindo señas porque quiere hablar con vos. – al escuchar como se alegraba Beth le paso el telefono a Vale y se volvio a sentar al lado de Natalia preocupada.
- ¿No quiere saber nada del colegio cierto? – pregunta la latina.
- No Natt, nada, no quiere saber nada. Y lo peor de todo es que no se que le pasa, no dice nada, no se que hacer – Calle realmente estaba preocupada
- Bueno Calle, dijimos que ibamos a esperar que tal le iba en el proximo semestre. Esperemos entonces.
- Si esperemos pff- cerraba los ojos y suspiraba.
A la mañana siguiente muy temprano en el departamento de Marisa o Marina o como sea.
"Señorita Poché, señorita Poché despierte. Le insistia la ama de llaves
- Lupe ¿que pasa? Son las 5 de la mañana. ¿Ya llegaron mis papás? Preguntaba mientras miraba el reloj.
- Señorita Poché paso algo que tiene que saber
- Dime Lupe que me estas poniendo nerviosa.
- Sus padres...
- Que paso dime
- Tuvieron un accidente en la carretera."
- Nooo – despertaba
- Majo, Majo ¿Qué pasó? Tuviste una pesadilla.
- Ee Me tengo que ir – agarró su ropa rápidamente y salió como si la estuviese persiguiendo el mismísimo Voldemort.
- Espera espera ¿cuando nos volvemos a ver? - pregunta desde la cama la mujer
- Eee no se, yo te llamo Martita no te preocupes.
- Que me llamo MA -RI-SA y sin detenerse un segundo en contestar la peliazul salió con la imagen de sus padres en la cabeza.