Era una tarde de invierno en la que la lluvia había dejado el piso mojado hasta el punto de que era imposible no empaparse los pies. Los días eran muy cortos, por lo que ya estaba oscuro y solitario en el vecindario, y Kim Taehyung apresuró el paso, saltando por la acera para evitar los charcos. Su impermeable amarillo estaba adornado con gotas de hacía un rato atrás, un poco levantado en la espalda, por la mochila que cubría, en donde cargaba sus cuadernos y útiles escolares. Llevaba el paraguas cerrado en la mano, y su cabello rubio ceniza algo frizzado por la humedad del ambiente, convertido en una mota chascona casi cubriéndole los ojos.
Se paró frente a su puerta, se arregló un poco el pelo, inhaló y exhaló lentamente, y abrió.
- Taehyung, tan tarde que vienes llegando, me tenías preocupada, no contestabas el celular
El chico, cabizbajo, se quitó los zapatos, secó sus pies con papel y se puso su par de pantuflas y colgó el abrigo plástico en el perchero de la entrada de la casa. Abrazó a su madre y escondió el rostro en su hombro, y ella, angustiada, lo recibió en sus brazos.
- Mamá... Yoongi murió, hoy fue velado en la parroquia cerca a la escuela
- Dios santo, Taehyung - la mujer lo apretó más, queriendo tramitar su propio dolor, aferrándose al único calor que la casa podía ofrecerle en ese momento. - Pobre chico, le quedaba tanto por vivir, era sólo un niño, lo conocí siendo un bebé...
- Lo sé mamá, lo sé...
- ¿Qué fue lo que pasó?
- Él... estaba enfermo mamá, una enfermedad rara, se lo llevó
Siguieron abrazados un buen rato, y la madre de Taehyung lo separó de su cuerpo y sostuvo sus hombros, mirándolo a los ojos. Taehyung tenía los ojos hinchados, los párpados rosados y las mejillas rojas. Estaba destrozado. La madre lo acompañó al segundo piso, hasta su cuarto, le ayudó a quitarse los zapatos y lo recostó en la cama.
- Tienes permiso para tomarte libre de escuela mañana, TaeTae
- Gracias mamá
Besó la frente del chico, y al verlo voltearse, sintió que debía dejarlo solo, y ella también necesitaba tiempo para pensar.
~
La señora Kim partió apurada a buscar su encargo a la florería. Las flores lucían más bellas tras un día de lluvia, pensaba luego, con la corona de flores en sus manos, mientras caminaba a la casa de los Min. Nunca era fácil saber exactamente qué decir a una familia en un momento así, pero sabía que su presencia era importante, como un acto de despedida para aquel joven que en algún momento se vio tan lleno de vida.
Tocó el timbre y la señora Min salió a recibirla con una sonrisa confusa. Se ve tan fuerte y serena, fue lo que atravesó la mente de la visitante, ojalá yo pudiera estar así si un día perdiera lo que más amo.
- Amiga, realmente no tengo palabras en este momento, le ruego a Dios que encuentres consuelo en esta pérdida tan grande
La señora Min se dejó abrazar, algo confundida. Tomó la corona de flores en sus manos y miró a su amiga, pidiendo explicaciones. Pobre, está en shock, pensó la señora Kim.
- Yoongi, era tan joven... tenía aún tanto que hacer, tantos sueños por cumplir. Taehyung está destruido... no te imaginas
- Pero... Yoongi está allá adentro...
- Amiga... sé fuerte - le dio otro abrazo, y mientras miraba la puerta abierta de la casa Min, lo vio. Yoongi estaba tan vivo como siempre, aunque con cara de disfrutar poco de la vida, en pijama y con un cintillo en la cabeza para quitarse el pelo de la frente.
- Hola, señora Kim, disculpe que aún esté en pijama - le dijo al salir a saludarla, sonriendo avergonzado.
La mujer se quedó pasmada. Definitivamente no era un fantasma, era el mismo adolescente de siempre, que iba a casa a jugar Play Station, que escuchaba música para inspirarse y que sabía rapear.
- ¿Creíste que Yoongi falleció o algo? - la señora Min dijo eso soltando una risa inconsciente.
- ¿Que acaso...? oh, Dios, qué cosas... seguro... me confundí. Qué vergüenza...
- Nadie ha fallecido en estos días por acá
- ¿Nadie? ¿De la escuela tampoco?
- No que yo sepa - dijo Yoongi, intentando recordar alguna mala noticia, pero ninguna venía a su memoria.
- Bueno, Yoongi ha estado un poco agripado estos días, con reposo... no ha ido a clases, quizás pasó algo y no sabemos
- Jimin me habría dicho
- Ah, cierto... confirmó la señora Min.
- Taehyung me dijo que-
- Señora Kim, no se enoje con él, quizás lo soñó, y le afectó mucho, usted sabe que es sensible
- Sí, claro... bueno... me llevo esta corona entonces. Disculpen. Hasta luego
La mujer salió del lugar con la cabeza agachada y las mejillas ardiendo. Una vez fuera de la vista de los Min, corrió con una sola idea en la cabeza: meterle la corona de flores por el culo a Taehyung.
~
- ¡¿TE DAS CUENTA LA VERGÜENZA QUE PASÉ HOY?!
- ¡MAMI! - el chico inmediatamente empezó a llorar.
- ¡NADA DE MAMI! ¿Taehyung, tú dimensionas lo que hiciste? ¿Tienes idea de LO QUE HICISTE? ¡MATASTE A TU AMIGO!
- Es que... yo... no sé por qué dije eso mamá - seguía llorando, de rodillas en el suelo, sujetando los tobillos de la mujer, - no sé por quéeeeee
- Sabes muy bien, algo me estás ocultando, seguramente ese día hiciste algo que no quieres que yo sepa. Espera no más, a cuando sepa tu papá
- ¡¡NOOOOO!! Mamá por favor, tú sabes que me va a pegar
Taehyung lloraba desconsolado en el suelo. No era la primera vez que decía una mentira de mierda, pero sí la primera que era sorprendido. Es que, era imposible hacer pasar un cuento así sin que nadie notara lo extraño de la situación. Su madre, al verlo que no paraba de llorar, decidió dejar de insistir, y simplemente le dio su castigo. Subió a rastras con él a su cuarto, le quitó el tablet y mientras el chico intentaba esconder el celular, se lo arrebató de las manos.
- ¡Mi celu no mamá, por favor! - el llanto seguía y seguía, y conseguía. A su mamá ya estaba dándole tristeza verlo así, pero el castigo debía ser consistente para que funcionara, leyó en una revista de consejos para madres, así que no más tablet, no más teléfono, ni más salidas.
- Por esta vez no le diré a tu papá... pero vas a tener que darme una razón de peso para toda esa tarde en que no llegaste
- Mamá, lo haré, te lo prometo, pero ahora sólo deseo estar solo y reflexionar - dijo, sonándose los mocos con un pañuelo desechable, envolviéndose con su cobertor suave con estampados de cohetes y planetas.
¿Qué hice para que me saliera un crío así de dramático?
~
Taehyung fue a la escuela, y Park Jimin, su mejor amigo, salió a recibirlo, de mano en cadera, la camisa arremangada y con un gesto de molestia evidente. Jimin solía ser muy dulce, con su carita de niño pequeño, su vocecita suave, las manos de bebé y una mirada de cachorro, así que era extraño verlo de mal humor.
- ¿Taehyung qué mierda tenías en la cabeza cuando se te ocurrió matar a mi novio?
- ¿Por qué dicen "matar"? Tu novio está vivo
- Exacto, está muy vivo, y tú inventaste hasta su velorio, ¿qué te pasa?
- Ay Jimin, ya sabes qué pasa
- Estabas con Seokjin
Taehyung sonrió con un gesto entre payaso y pervertido, poniendo los ojos en blanco y una sonrisa siniestra. – Shi - respondió juguetón.
Jimin suspiró. - ¿Por qué no inventaste otra cosa?
- Es que... no sé, sólo se me ocurrió eso, mi mamá sabe que si llueve no salgo a ninguna parte a menos que sea demasiado importante, y el velorio de mi amigo lo era, ¿no crees? Obviamente yo tenía que estar ahí
- Estás cagado de la cabeza...
- Un poco... - sonrió orgulloso. - Además, Yoongi está con un pie en el cementerio.
- No digas eso, ni en broma... sólo... sólo es un poco pálido - Jimin sonrió, recordando al chico delgado y blanco al que conocía tan bien a esas alturas. Caminaron hacia la sala de clases, y entonces Taehyung se detuvo y tomó la mano de Jimin, haciéndolo parar a mirarlo.
- Jimin... ¿podrías ayudarme nuevamente? Lo siento, te lo he pedido tantas veces...
- Taehyung, tú sabes que esto no está bien... algún día tu mamá te va a pillar con las manos en la masa y no podrás decir otra mentira...
- Jimin, por favor, sólo le diré que estaba en tu casa, haciendo un trabajo en parejas, que era muy importante, y se puso a llover, así que esperamos ahí... ella creerá todo. Jimin, si no tengo una razón de qué estaba haciendo en esa tarde, mi mamá le dirá a papá, y él tú sabes que pega - tenía los ojos llorosos, un gesto suplicante que daba lástima.
Jimin volvió a suspirar, frustrado. Taehyung siempre conseguía aflorar en él la misma expresión de rendición. - Está bien -. Jimin ya había visto una vez en que el padre de Taehyung le dio una tunda y no quería volver a presenciar algo así. Además su propio padre era parecido, sentía empatía por su mejor amigo, así que se prestaba para encubrir sus mentiras cada vez que lo veía en aprietos.
¿Era eso lo que un mejor amigo debía hacer? No estaba seguro. Pero Taehyung se veía tan feliz en el último tiempo, que le ayudaría a mantenerse así.
- ¿Pero no crees que eso no es algo como para mentir así? Yo sé que a tu mamá no le molestaría que te quedes conmigo, no va a tener sentido que inventaras que Yoongi murió
- Es que le diré que era un trabajo atrasado y que no quería que ella supiera que no lo había hecho antes, y eso, ya sabes
- Sigo pensando que matar a Yoongi fue innecesario -
- Quería ponerle drama, hasta lloré - se rió.
Jimin se quedó pensando. – Taehyung... ¿estabas bien ese día? - preguntó Jimin, genuinamente preocupado por su amigo. Últimamente estaba volviéndose muy temerario. Quizás le pasó algo ese día que lo trastornó definitivamente.
- Sí, estaba increíble Jimin, no tienes idea - se mordió el labio inferior. Jimin prefirió no hacer más preguntas sobre eso.
- ¿Dónde dejaste tus cosas?
- Donde siempre, en el casillero acá en la escuela, traje ropa, dejé uniforme y mochila acá, me fui con Jinnie, quería ir a dejarme a casa, se pone insistente, así que le dije que no... pasé a la escuela y me puse el uniforme de nuevo y me fui a casa, ya llovía casi nada
- Ten cuidado
- Lo sé, Jiminnie, tranquilo, tú sólo cúbreme
- Bueno... - no le quedó otra que sonreírle con cariño.
Jimin le conocía ya tantas mentiras. Todo había comenzado hacía un par de años, en primaria, en un semestre en que Taehyung tuvo las peores calificaciones de su vida por estar absorto en los videojuegos y los comics. Su mamá fue a la reunión de apoderados para recibir las notas y Taehyung estaba al borde de reprobar todo. Llegó a la casa, furiosa a encararlo, y lo único que el chico hizo, fue llorar y llorar hasta quedar seco, literalmente se desmayó de deshidratación. Su mamá se sintió culpable, y Taehyung aprendió, no a preocuparse por sus notas, sino a manipular a la gente con sus emociones tan fácilmente explotables. De todas maneras subió sus notas esa vez porque su padre no era presa fácil del engaño y era mejor estar en buenos términos con él, pero su mamá, definitivamente compraba todo lo que Taehyung le vendía.
La cosa había escalado al punto en que Taehyung mantenía una relación con un hombre mayor que él por ocho años, y nadie más que sus amigos lo sabían.
Sus amigos... si no fuera por ellos, hacía mucho tiempo que su padre lo habría desheredado. La vida de Taehyung pendía sobre el hilo que sostenían Jimin, Jungkook y Yoongi.
Nuevo TaeJin mi gente querida! Aunque en realidad, es JinTae :3
Esta es la historia de un TaeTae mentiroso y caprichosito, pero todo lo hace por el amor de Seokjin u.u
Espero que les guste y le den mucho amor! BESOS!!