Hola!
Perdón por el retraso pero me he mantenido ocupadita aunque me he escapado para subirles este cap.
Gracias por sus comentarios, me encanta leerlos :) y me animan. Aunque la inspiración se me ha ido pero regresará lo prometo.
Pero no les retrasó.
Lean!
Xxxx
Los seis jóvenes se encontraban desayunando en el comedor, hasta el momento nadie había dicho ó hecho algo para sacar de las casillas a otros, léase, específicamente a los gemelos.
-oigan, una pregunta-llamó la atención Tom provocando que todos le prestarán atención-¿cómo se llama ese idiota que los quiere matar?-preguntó.
-ah, eso-suspiró Marshall con cansancio.
-pues, creo que se llama Carl Montenegro-habló Zack tratando de recordar el nombre de ese tipo.
-creo que tiene como 37 años-Seiya se mostró confundido.
-aunque por el apellido no nació en Japón-razonó Kolly con molestia.
Ese tipo era todo un quisquilloso cuando algo no sale como quiere, y no le importará lastimar a los que tienen a su alrededor. Aunque Tom era todo un diablo cuando se enojaba, Harry también tenía su carácter fuerte, por eso trataba de bajarle los humos del oji-carmín cuando se enojaba.
-¿qué haremos si ese tipo trata de lastimar nos y nosotros estamos separados?-preguntó Marshall con curiosidad.
Tom y Harry se miraron entre ellos, ya previniendo la pregunta.
-bueno, ya pensamos en eso y decidimos que les daríamos un traslador a cada uno-empezó Tom terminando de comer.
-les enseñaremos como utilizarlo para aparecer directamente en la casa. No queremos que los maten y que Tom llore a mares-bromeó Harry logrando que el otro muestre una expresión indignada.
-¡oye! Eso era un secreto-replicó Tom levemente sonrojado.
Harry le sonrió con inocencia y sus amigos rieron, esa amistad tenía buena pinta de perdurar.
%%%%%%%%%%%%%
En la misma mansión a las afueras de Japón. El mismo hombre leía los papeles que sus hombres le trajeron de esos mocosos.
-van a ser un problema-mascullo dejando su vaso de vino en el escritorio.
-¿qué sucede, señor?-preguntó su segundo al mando, Mitsubishi Miyamoto.
-esos chiquillos no tienen casi nada en sus expedientes. Solo su nombre, edad, padres, pero nada de debilidades. Es como si nunca hubiesen existido-chasqueo la lengua enfurecido.
-¿qué ordena?-preguntó su segundo arrodillado.
-vigilen los día y noche. Quiero una brecha para hacerlos caer-ordenó-¿dónde están esos chiquillos?-preguntó refiriéndose a Kolly, Seiya, Marshall y Zack.
-nuestros espías nos acaban de informar que ellos huyeron refugiandose en la casa de esos dos chicos. Algo les impide acercarse, mis hombres no pueden estar más cerca, lo mínimo son a tres metros de distancia-informó el hombre esperando órdenes.
-tks, esto complica las cosas, y más con esos mocosos de Inglaterra-tomó un sorbo de su vaso-tenganlos vigilados. Informenme de cada movimiento que hagan, así sea uno mínimo que hagan. Quiero saber todo lo que hacen y digan-ordenó.
-Sí señor-Mitsubishi salió de la oficina dejando solo al hombre.
Este se acercó a la ventana mirando el horizonte con malicia. La maldad brillaba en sus ojos.
-mocosos, ustedes seis serán los primeros en mi lista para eliminar. Podrían causarme problemas-susurró con firmeza.
En su escritorio dos papeles descansaban con poca información:
*(Harry Potter, 15 años.
Hijo de James y Lily Potter.
Lord de la honorable casa Potter.
Un joven huérfano misterioso, no se sabe nada de su vida privada. Es como un fantasma. Cuidado con él, no se sabe con exactitud su carácter)
En otro papel un poco más extenso, se escribía lo siguiente:
*(Tom Riddle, 15 años.
Hijo de Tom Riddle y Merope Gaunt.
Lord de la honorable casa Gaunt.
Un joven huérfano misterioso, no se sabe nada de él. Su arma más mortal es su carácter, nunca hacerlo enojar si quieres vivir. No le agradan las cosas molestas y que se interpongan en su camino, no dudaría en matar a alguien a sangre fría. Especial cuidado con él)
Esos mocosos eran una verdadera incógnita para él. Ellos tenían algo que le inquietaba, pero como se llamaba Carl Montenegro los iba a quitar de su camino y llegar a esos mocosos de Kong, Sheen, Sheik y Chang. Los iba a eliminar, cueste lo que cueste.
%%%%%%%%%%%%%
Harry y Tom se encontraban en el patio trasero de su casa, estaban sentados en una banca dándole la espalda a los árboles, sus amigos estaban dormidos ya que eran las ocho de la mañana. Sip, sus amigos eran unos dormilones.
-oye Harry-llamó Tom acostado en la banca y con su cabeza recostada en las piernas del oji-verde.
-¿qué sucede?-preguntó el nombrado mientras le acariciaba los cabellos al Riddle.
-sabes, he estado pensando y creo que no deberíamos confiarnos por completo de la magia. Ya que en un lugar público no podremos hacerlo-habló Tom pensativo, su comentario llamó la atención del peli-negro menor.
-¿qué propones?-cuestionó Harry viéndolo a los ojos.
-aprender a pelear. Ayer me vi una película de acción, en donde los personajes peleaban para defenderse, podemos hacer eso-propuso convencido.
-ok, pero ¿a quién podríamos acudir para esto?-Harry estaba dudoso.
-no te preocupes, eh escuchado a los gemelos regodearse en que saben mucho sobre las artes marciales y ataque cuerpo a cuerpo. Si combinamos eso podremos reforzarlo con magia, para que no sospechen-explicó Tom encantado con su idea.
-me parece bien, aunque deberíamos enseñarle a los chicos a hacer magia. A su alrededor siento ciertas auras mágicas, tienen núcleo mágico pero su magia nunca a salido y podría costarle sacarla-Harry se puso pensativo, esa idea le agradaba.
-excelente, solo tenemos que enseñarle a los chicos y que ellos nos enseñen sus ataques. ¿Podemos conseguir armas de fuego?-preguntó Tom poniendo ojitos de cachorro.
-ammmm.....ok, sí. Pero solo una por persona-Acepto Harry al ver esa cara. Riddle ya sabía manipularlo.
-¡sí!-festejó levantándose de su lugar.
-¡¡Harry, tengo hambre!!-gritaron algunas voces desde la casa.
-¡¡no soy su esclavo!!-les gritó Harry molesto.
-¡¡anda, no seas malo!!-gritaron sus amigos.
-¡¡ok!!-Harry se levantó cansado, Tom sonrió ante eso.
-también debemos enseñarles a que sepan cocinar-sugirió Tom divertido.
-eso aplica contigo-advirtió Harry logrando que la sonrisa se borrara.
-¡cruel!-replicó Tom indignado.
Harry le sonrió burlón para dirigirse a la casa, Tom lo siguió poco después con una sonrisa de medio lado. Parecían una familia por todo lo que sucedía, aunque se giró al bosque al sentir algunas presencias. Fruncio el ceño molesto, parece que alguien los estaba espiando.
De entre los árboles dos figuras se escondían, tenían esa pequeña conversación grabada y aunque no era nada reveladora querían encontrar algo para hacerlos caer. Aunque esos dos tenían su expediente limpio, y eso frustraba a su jefe que estaba molesto por no conseguir mayor información de la que ya tenían.
Vieron al Riddle entrar a la casa, para cuando perdieron a todos de vista se alejaron dejándole el puesto a otros que los reemplazaron. El jefe había dicho que a la menor cosa que decían ó hacían se le informará. Al parecer se había obsesionado con esos chiquillos al tanto que quería tener sus movimientos controlados.
Aunque sus hombres no sabían sobre ese comportamiento tenían que acatar sus órdenes por más raras que fueran. Esos chicos parecían inofensivos.
-¡¡wuaaa!! Harry mira a Tom-se escuchó la voz de Seiya reclamar.
-no es mi culpa, es la de él-se defendió Tom.
-yo vi todo, lo provocó el demonio de ojos rojos-Kolly le echaba la culpa a Tom.
-pero si fue Seiya-defendió Marshall.
-yo soy imparcial-Zack con esas palabras dijo que no estaba de ningún lado.
-¡¡BASTA!!-ese grito provino de Harry. Que ya estaba harto de tanta peleadera.
Y así es como los chicos se quedaron sin desayunar, por la parte de los cuatro jóvenes. Tom fue castigado con hacer toda la limpieza de la casa por comportarse como un crío. A palabras de Harry, que estaba enojado y golpeando su pie en el suelo con los brazos cruzados.
%%%%%%%%%%%%%
Carl estaba escuchando las últimas palabras de aquella conversación que tuvieron los chicos. La había repetido como tres veces y lo único que le intrigaba era aquello de la magia.
-algo deben tener, una debilidad-murmuró molesto.
Las cosas no se quedarían así, iba a matarlos a todos seis para librarse de esas pestes. Esos mocosos serían una piedra en el zapato en el futuro, y todo comenzó porque no lo dejaron matar a Kong, Chang, Sheen y Sheik.
Su mirada se oscurecio ante sus pensamientos y una sonrisa siniestra apareció en sus labios. Esto se iba a poner feo, pero no sabían a quien favorecía la suerte.