— B-bueno, y-yo soy...— Respiro hondo y siguió— Mi nombre es Farah Thomas y soy la última hija de Dean y Parvati— se quitó la capucha, dejando ver a una chica de pelo castaño y ojos celestes. Sus futuros padres le sonrieron, y ella les devolvió una sonrisa de lado. Vestía un top verde militar, un pantalón militar y unas sandalias blancas.
— Perdonen la interrupción del momento "sonrisa padres-hija", pero somos muchos y debemos presentarnos— se quejó una encapuchada.
— No, no, no. Por mí, que tarden lo que quiera— repuso un encapuchado.
— Sólo lo dices porque tienes miedo de no nacer, Potter— replicó otro encapuchado. Harry frunció el ceño.
— Obvio que lo tengo, y sé que tú también. Nuestros padres odian a nuestras madres en este tiempo, y viceversa— insistió Potter.
— Bueno, se callan. Van a nacer y yo tengo que presentarme— espetó Farah—. Bueno, tengo 14 años y soy, aunque no lo crean, de Slytherin— la mesa de las serpientes aplaudió a su primer miembro del futuro, al igual que Dean, Parvati y Padma—. Mis padrinos son Neville Longbottom y Lavender Macmillan.
— ¿Macmillan? ¿Me casé con Ernie?— preguntó sorprendida y Farah asintió. Lavender se sorprendió, miró a Ernie de reojo (él hizo lo mismo, sonrojado) y asintió, orgullosa de su decisión. Neville agradeció a sus amigos.
— Bueno, mis materias favoritas son Pociones y Herbología, y la que más odio es Transformaciones, no logró hacer los hechizos bien— siguió—. Amo las cosas muggle con locura, gracias a papá y a Hermione— Hermione se sorprendió, pero le sonrió, al igual que Dean—Sé que no seré prefecta ni de suerte, con las cosas que hago...
— ¿Qué cosas haces?— preguntó su madre, curiosa.
— Bueno... Amo los graffitis, que es arte callejero. Y me pareció que el colegio era demasiado ordenado, por eso...— dijo con cautela, debido a que había profesores presentes que tendría en el futuro. O al menos a la mayoría.
— Escribió "El patriarcado me lo paso por los ovarios" en la puerta del Gran Comedor mientras Gwen distraía a Filch y a la Señora Norris— interrumpió Sam al ver que su hermana daba muchos rodeos. Farah y Gwen lo fulminaron con la mirada.
— ¡Gwendolyn!— exclamó Katie enojada. Gwen se encogió de hombros.
— Ayudaba a mi novia— justificó la pelirroja.
— Entonces... ¿Tú tienes novia?— preguntó Dean. Farah asintió tímida—. ¿Me cae bien?— Farah volvió a asentir—. ¿Te trata bien?— Farah asintió con una expresión de "obviamente"—. Entonces está invitada a venir los domingos.
Farah sonrió abiertamente y Gwen rió.
— Estoy de acuerdo con Dean— dijo Parvati con una sonrisa, y su hija le devolvió la sonrisa.
— ¿Cómo es que ambos maduraron con sólo ver a sus hijos?— cuestionó Seamus frunciendo el ceño. Parvati lo fulmino con la mirada y Dean se encogió de hombros.
— Gracias mamá y gracias papá— dijo sonriendo a sus padres—. Tío, no ayudas.
— Tío de cariño, ¿verdad?— preguntó Seamus aún con el ceño fruncido, sólo que esta vez si estaba verdaderamente confundido.
— Emm... que pase el siguiente— dijo nerviosa, evadiendo la pregunta de Seamus, y bajo junto a sus padres, hermano y Seamus.
— Sabes que ahora pasarán nuestros primos, ¿cierto?— le susurró su hermano en el oído cuando se sentó junto a él.
— ¡Mierda!— susurro y Gwen, que se sentó del otro lado de su novia, rió por lo bajo. Un encapuchado paso al frente.
— Yo soy el increíblemente sexy...
— El increíblemente idiota— corrigió un encapuchado.
— ¡Cierra la boca! Como sea, soy...