Viaje Al Pasado ✔

023| Poderes

  — Hola. Antes que todo, diré que cuando mi padre decía que los Malfoy eran poderes, era literalmente hablando. Ya aclarado todo, me llamo Aria Hazel Malfoy, la segunda hija del matrimonio Malfoy-Granger— dijo y se quitó la capucha, dejando ver a alguien exactamente igual a Hermione, pero con el cabello y los ojos de Draco. Vestía una remera negra larga, unas botas grises y una gorra gris.

— Uff, es muy hermosa— murmuró un Gryffindor a otro. James le golpeó el rostro y volvió la vista a su novia.

— ¿Por qué sólo vistes una remera?— preguntó Draco, con notorios celos.

— Me la presto Lorcan, porque debajo de esto tengo una bikini ¿preferías que esté en bikini?— cuestionó, divertida. Draco negó rotundamente, pero varios alumnos asintieron efusivamente. 

— Para los que asintieron, vuelven a hacerlo o a insinuar algo parecido y los estrellaré contra la pared— amenazó la rubia, cruzada de brazos.

— Aria, no amenaces y preséntate— dijo Scorpius. Ara rodó los ojos.

— Bueno, tengo 16 años y soy de Ravenclaw— dijo y la mesa de las águilas, Hermione y Draco aplaudieron, mientras Flitwick recibía 30 galeones en total—. Mis materias favoritas son Pociones, Defensa Contra las Artes Oscuras y Cuidado de las Criaturas Mágicas. Odio Transformaciones, me resulta demasiado compleja. Juego como cazadora en mi equipo— los aficionados y Hermione aplaudieron—. Bien, ¿preguntas?

Varias manos se alzaron y ella le dio lugar a alguien de su casa.

— ¿Tienes novio, hermosa?— preguntó, coqueto, y le guiñó un ojo. Cinco segundos después, el chico ya no tocaba el suelo.

— ¡Aria!— exclamó Teddy.

— Espera, Teddy, estoy ocupada— dijo Aria, concentrada en sus movimientos. Usó sus poderes mentales, causando que aquel chico se moviera en todas direcciones incontrolablemente. 

— Esa sí es hija de Draco— comentó Blaise, riendo.

Finalmente, el chico quedó suspendido en el aire y Aria lo bajó lentamente a su asiento.

— Si alguno vuelve a hacer alguna pregunta de ese estilo, tiene asegurado un lugar en Azkaban, y puedo afirmar que no es un lugar bonito— amenazó, mirando a todos en el comedor—. Y respondiendo a la pregunta, tengo novio y es James.

— ¡¿Tienes novio?!— gritó Draco, celoso y furioso. James se cayó de la mesa del susto—. ¡Encima es un Potter, por eso estoy tan fraternizado con Potter!

— Papá, a mi me gusta y él gusta de mi. Deberías conformarte con que soy feliz— dijo Ara cruzada de brazos.

— Puedes ser feliz sin novio— objetó Scorpius, cruzado de brazos. Su padre le dio la razón.

— No pienso discutir contigo— espetó la rubia, tajante—. Además, tú tienes novia.

— Pero es de mi edad— contraatacó sonriendo con malicia.

— Por un año, no es nada. Y tú— señaló la puerta del Gran Comedor, donde estaba James, apunto de salir— no te vas a ningún lado corazón.

Hizo un movimiento con la mano y James volvió volando a su asiento.

— Eso fue divertido— admitió, con una sonrisa.

— Bueno, terminé mi presentación— repuso y miró a los encapuchados—. ¿Vienes volando, pequeña?

— ¡Sí!— exclamó una encapuchada con voz chillona. Una fuerza invisible le quitó la capucha, dejando ver a una bebé rubia de ojos marrones. Vestía una remera blanca con flores y un jardinero con pollera bordo.

— Ella es Lyra Jean Malfoy— dijo Aria mientras la bebé iba hasta sus brazos.

— Tengo tdes años— dijo Lyra cuando llegó a brazos de su hermana, haciendo un tres con los dedos, causando que muchos soltaran un suspiro, enternecidos.

— ¿Y a qué casa quieres ir?

— Gdyffindod— respondió, sonriendo y levantando los brazos. McGonagall hizo un gesto de victoria y la mesa de Gryffindor, junto a Draco, aplaudieron a la pequeña—. Ada, no dijistes quienes son tus padinos.

— ¡Uy, cierto!— exclamó Aria, agarrándose la cabeza con la mano libre de forma exagerada y Lyra soltó una risita—. Mis padrinos son tío Ron y tía Tori. Y los de Lyra son...

— ¡Yo lo quiedo decid!— interrumpió Lyra—. Mis padinos son tío Blaise y tía Ginny.

  Astoria, Blaise, Ginny y Ron le agradecieron a Draco y Hermione.

  — ¡Quiedo id con mamá y papá!— exclamó la niña. Cuando Hermione la tuvo en brazos, esbozó una enorme sonrisa. La pequeña estiró el brazo en dirección a Draco y él alzó una ceja.

— Malfoy, es tu hija, no seas idiota— le espetó Pansy y lo obligó a ir junto a Hermione. Draco se sentó junto a ella, resaltando con su uniforme verde entre tanto rojo, y le sonrió a la pequeña.

— Bueno, que pase el siguiente— dijo Ara y bajó con sus padres. Le dio unas cucharas de madera a Lyra y ella las empezó a golpear y a reír.

— Habrá un descanso. Pueden ir a hablar con sus familiares— anunció Dumbledore.