Viaje Al Pasado ✔

024| Amor y llanto

Todos se retiraron del Gran Comedor, excepto Draco, Hermione, Scorpius, Aria, Lyra, Narcissa y Lucius. Hermione hablaba con Scorpius sobre cómo eran las cosas en ambos tiempos, Draco jugaba con Aria (él lanzaba cosas y ellas las detenía en el aire) y Narcissa entretenía a Lyra con las cucharas de madera. Lucius se mantenía al margen y veía a su futura familia en silencio. 

Finalmente suspiró y dijo:

— Draco, Hermione, ¿Podría hablar un minuto con ustedes?

Ambos se miraron, luego a Lucius y asintieron. Se mantuvieron dentro del Gran Comedor, pero un poco apartados de Narcissa y los niños. El adulto los miró y les sonrió levemente con amabilidad, cosa que dejó a ambos adolescentes un poco descolocados.

— Sé que no es de mi incumbencia, pero quería hacerles saber que estoy agradecido de que mi hijo se casé en un futuro con usted, señorita Granger— dijo Lucius en medio del silencio sepulcral que los rodeaba. Draco y Hermione se volvieron a mirar, aún más confundidos, y volvieron a mirarlo.

— ¿No... no estás molesto?— preguntó Draco.

— Bueno, tengo que admitir que al principio me disgustó cuando Scorpius se presentó. Pero cuando me enteré de que tendría tres nietos, me importó poco que fueran mestizos, es mejor que sólo uno y sangre pura— admitió. Draco no podía creer lo que oía y su mandíbula tocaba el piso. Hermione simplemente sonreía y miraba a su futuro suegro.

— Me alegra que me haya aceptado, señor Malfoy— agradeció la castaña.

— Por favor, llámame Lucius. En un futuro seremos familia, ¿no?— repuso Lucius y le devolvió la sonrisa—. Y, si me permiten, querría darles un consejo.

— Claro— accedió Hermione, y Draco se agarró el puente de la nariz.

— Acabas de tomar una mala decisión, Hermione— murmuró, y la nombrada se encogió de hombros.

— Les recomiendo, ahora sabiendo que se casaran y tendrán hijos, que no se hagan los difíciles y demuestren lo que sienten por el otro.

Hermione alzó levemente ambas cejas y Draco miró a su padre con el ceño fruncido.

— ¡Papá!— exclamó.

— Bueno, ¿me vas a decir que no estás encantado de casarte con la persona que te gustó toda la vida?

— ¡Papá!

Hermione se mordió el labio inferior, riendo.

— Bueno, los dejaré solos— Lucius volvió con su esposa y sus futuros nietos

— ¿Toda la vida?— cuestionó Hermione, alzando una ceja.

— Esta era una de las razones por las que no quería presentarte a mis padres— respondió, avergonzado.

— Pero ya era hora de que los conozca. Yo te presenté a los míos y llevamos... año y medio siendo novios— dijo Hermione, encogiéndose de hombros. Draco ladeó la cabeza, dándole la razón—. ¿Crees que tendríamos que decirle a los demás?

— Por ahora no, no quiero lidiar con Pansy chillando porque no lo supo antes— respondió, negando con la cabeza—. Por cierto, eres muy buena actriz. 

— Lo sé.

La pareja volvió con el resto de la familia y llegaron a escuchar lo que decía Scorpius:

— En el futuro, tú y el abuelo Arthur pelean por quien es mejor abuelo.

— Lo seré yo, por supuesto— declaró sonriendo con arrogancia, como cualquier digno del apellido Malfoy, y todos rieron.

— ¡Scorpius, Aria, vengan!— gritó Teddy desde la puerta del Gran Comedor, que estaba lejos. Los nombrados saludaron a su familia y fueron con Teddy.

*

— ¡Ustedes cuatro están acabados!— le gritó Lily, furiosa, a Freddie, George II, Roxanne y Gwen, cuando entraron a la sala de menesteres, por ordenes de Dumbledore. Junto a Lily, venían todos los chicos del futuro, que estaban igual o peor que Lily.

 — ¿Qué ocurre?— preguntó Gwen, fingiendo confusión, aunque sabía muy bien de qué hablaba Lily.

— ¡¿Por qué no lo dijeron?! ¡Debieron decirlo!— exclamó Blaine mientras su hermana lo abrazaba.

— ¡¿Cómo demonios le explicas a tu padre que su hermano va a morir?! ¡¿Cómo le explicas a tus abuelos, a sus amigos, que él morirá en un futuro?!— gritó Roxanne molesta.

— Debieron saberlo ustedes, ¿no?— espetó Hugo molesto y con lágrimas amenazando con escapar. Roxanne amago con golpearlo, pero Beth se puso delante de él y Fred II detuvo a su hermana.

— ¡¿Cómo quieren evitarlo sino lo dicen?!— cuestionó Rose, que ya se encontraba llorando y Scorpius la abrazo.

— Cálmate, Rose— dijo Fred II con cierta frialdad—. Pensábamos decirles luego... en privado.

— ¿Cuándo lo planearon? ¿Antes de esta conversación o ahora?— cuestionó Victorie con la voz quebrada. Ninguno respondió, se notaban incómodos.

— No pensaba decirles...¿cierto?— murmuró Georgie indignado. George suspiró y negó con la cabeza.

— Pensé que vedía a mi tío...— murmuró Dahlia en brazos de Beth y de sus ojos salieron unas pequeñas lágrimas.

— No es necesario que lo digamos para que se evite. Ya se va a evitar la Segunda Guerra Mágica.— aseguró Gwen.

— ¿Quién te lo asegura, Gwendolyn?— preguntó Farah, con frialdad. Gwen sintió cómo algo se rompía en su interior.

— No sé cómo quieren que su tío viva sino lo evitan. Hoy, Albus y yo evitamos tres muertes; la de Sirius, la de Snape y la de Dumbledore. Tuvimos que decirla, aunque haya sido difícil— dijo James, cruzado de brazos.

— A ti no te costó nada, Potter. Tú te fuiste como un niño pequeño por un par de comentarios sinceros— espetó George II. James, cegado por la furia, golpeó con el puño cerrado a George en el rostro, que cayó al piso. Fred II, Roxanne y Gwen fueron en su ayuda.

— ¡James!— exclamó Arya y ella, Scorpius y Albus lo sostuvieron para que no le vuelva a golpear.

— ¡¿Cuál es tu maldito problema, Potter?!— espetó Gwen y lo empujó. Farah se puso en medio de los dos y tomo la muñeca de su novia cuando ésta quiso golpear a James.

— No le sigas el juego— advirtió. Gwen se soltó de su agarre y la miró molesta. Freddie, Georgie, Gwen y Roxanne se fueron de ahí, molestos. 

Cuando lo hicieron, todos los de sangre Weasley explotaron; unos gritaban frustrados, otros lloraban y Blaine se dedico a golpear la pared y a insultar a los que se fueron.