Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
—Ustedes dormirán en mi habitación, yo me quedaré en el sofá— dijo Obito con una sonrisa que tenía como propósito tranquilizarme, después de todo yo era la más nerviosa.
Hinata y su novio habían ido a recogerme después de la escuela, no querían que estuviera sola en casa. Mi madrina iba a estar fuera de la ciudad por una semana, o más, al parecer estaba recuperándose de la muerte de su amigo en compañía de su amigo Orochimaru. Hinata mintió a su padre diciendo que se quedaría en mi casa para hacerme compañía, yo mentí a mi madrina diciendo que Hinata se quedaría en mi casa. No había forma de que nuestros tutores descubrieran la pequeña mentira.
Para ser sincera, estar en el departamento de Obito junto con la compañía de Hinata me traía una tranquilidad evidente. No me sentía segura desde que Itachi fue a verme en la madrugada solo para pedirme que me fuera de la ciudad.
—Voy a salir a comprar algunas cosas— anunció Obito captando mi atención nuevamente —Están en su casa, utilicen lo que necesiten.
Me despedí de él con la mano. Hinata se levantó del sofá donde estábamos sentadas para acompañarlo hasta la puerta. Mire la improvisada maleta que elabore antes de subirme al auto de Obito y también la maleta de mi mejor amiga. Lo único bueno de esta situación es que era fin de semana, no tenía que ir a la escuela. Sería mejor que me quedara en el departamento hasta nuevo aviso.
—No abran la puerta a nadie Hinata, yo llevo mis llaves— escuché que Obito le decía a Hinata, ella asintió y se despidió con un casto beso —Llegaré pronto, al único que le pueden abrir es a Kakashi, aunque tampoco hace falta porque él tiene una copia de mis llaves.
Hinata se quedó un momento en la puerta, estaba algo pensativa. Se acercó de nuevo a mí y tomó su maleta.
—¿Te parece si las llevamos a la habitación?
—Si— tomé mi maleta y la seguí, no sabía si debía decirle todo lo que leí sobre los Uchiha en los reportes que me envió. Hinata era muy inocente como para atormentarla.
—Sakura, debo decirte algo— la miré después de colocar mi maleta en el suelo, junto a su maleta —Sasuke-kun sabe que estuve investigando sobre su familia. No sé como lo descubrió.
Pasé saliva con dificultad. Tal vez por eso Itachi había ido a verme a casa, porque sabía que estaba enterada de la verdad sobre él.
—Tal vez escuchó cuando te lo pedí en la escuela— respondí después de reflexionarlo por unos segundos. Esa era la respuesta más lógica que pude pensar, no había otra forma. Sasuke nos escuchó y se lo dijo a su hermano.
—Pero creo que no debemos preocuparnos por Sasuke-kun, no nos va a delatar.
—¿Por qué estás tan segura?
—Obito-kun lo amenazó.
—Itachi me visitó después de que termine de leer los reportes que me mandaste— le dije, necesitaba quitarme ese peso de encima.
—¿Te hizo algo malo?
—Me dijo que me fuera de la ciudad, al principio me asustó. Pero ahora estoy con Obito y contigo, me siento mejor.
—No creo que Itachi te quisiera asustar, lo conozco, él es muy amable y no.
—No seas ingenua Hinata— la interrumpí. Ella me miró con una expresión que no supe descifrar.
—Sakura— murmuró.
—Su sonrisa solo avisa una cosa. Problemas.
Me senté en la cama, la sábanas de Obito eran suaves y cómodas, podía pasar horas recostada en ellas. Pensé de nuevo en Itachi, me costaba aceptar que era un asesino, pero no había de otra, debía hacerme a la idea.
—La cama de Obito-kun es muy cómoda— me dijo Hinata para romper el silencio que se instaló entre nosotras.
—Si, lo es— lo podía sentir y eso que solo estaba sentada, ¿De qué serían sus sábanas?, ¿Algodón? —Espera, ¿Tú cómo sabes?— un sonrojo pintó las mejillas de Hinata, no entendía porque mi mejor amiga sabía sobre su cómoda cama si no la había tocado desde que llegamos. La respuesta hizo click en mi mente y de inmediato me puse de pie. Ya no miré la cómoda cama de la misma manera, de seguro era el lugar donde Obito y Hinata tenían sexo hasta el amanecer.
—Yo he venido otras veces a la casa de Obito-kun— confesó por fin.
Me alejé de la cama y apoyé mi mano en el buró que estaba a lado, me sentía mareada por la idea de estar en el lugar donde mi mejor amiga compartía agradables encuentros con su novio.
—Creo que sería buena idea salir un poco.
—No podemos— Hinata me siguió, salimos de la habitación para llegar de nuevo al sofá que estaba frente a la televisión —Obito-kun dijo que no podíamos salir.
Sonreí, sabía de una persona con la que Obito me dejaría salir sin problemas. Aunque era probable que se molestara conmigo por dejar sola a Hinata.
—Descuida, saldré con un amigo.
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Estaba en la entrada del centro comercial, el lugar donde me reuniría con mi amigo. Habíamos hablado por algún tiempo, aunque yo estaba más ocupada pensando en Itachi como para querer salir con alguien más. Eso había cambiado, quería demostrarme a mi misma que podía seguir adelante sin Itachi, mis amigos más cercanos eran Obito y Hinata, pero yo quería hacer crecer esa lista.
Llevaba una blusa de botones blanca y una falda color melón que llegaba a la mitad de mis muslos, opté por llevar unos zapatos color hueso para combinar con mi ropa. También tenía un poco de brillo labial de color rojo, Hinata no me creía cuando dije que iba a ver solo a un amigo, a decir verdad, yo tampoco me hubiera creído.
Él llegó quince minutos tarde, su postura era relajada y no demostraba tener remordimiento por su falta de puntualidad. Vestía unos vaqueros, una playera gris y unas zapatillas deportivas negras. Su rostro estaba cubierto, me pregunté que escondía detrás de su máscara.
—Lamento la tardanza— él sonrió, mis piernas por poco se doblaban al verlo de esa manera —Me perdí en el sendero de la vida.
—Si, claro.
—¿Quieres hacer algo en especial?
—Pensé que podíamos ver una película o comer algo, ¿Tú qué opinas?
Kakashi rascó su barbilla, volteando a su alrededor para ver lo que el centro comercial nos ofrecía. Las facciones de su perfil eran remarcadas por la fina tela de su máscara, yo solo tenía algo en mente, era perfecto. Pero eso no significaba que quisiera utilizarlo para olvidar a Itachi, miraba a Kakashi como alguien a quien me gustaría llamar amigo. Sabía que él pensaba lo mismo de mi.
—Primero quiero ir por unos libros, después podemos ir a donde tú decidas.
Asentí con entusiasmo. Kakashi y yo íbamos juntos, las chicas siempre perdían los ojos cuando lo veían pasar, algunas me miraban con cierta envidia. Yo por dentro lo disfrutaba, si ellas pensaban que un hombre tan guapo como Kakashi Hatake era mi novio no iba a sacarlas de su error.
Al llegar a la librería nos separamos un poco, pero sin llegar a ser demasiado. Nos separaban como tres metros, Kakashi leía las contraportadas de algunos libros, giré la cabeza cuando él miró en mi dirección y sonrió. Era muy vergonzoso que me descubrieran viendolo más de la cuenta.
—Encontre lo que buscaba— Kakashi se acercó a mí con un pequeño libro en la mano —¿Algo te llamo la atención?
—Creo que no— respondí avergonzada, la verdad era que no había puesto atención a los libros, solo había pasado él tiempo observando a Kakashi —¿Qué libro llevas?
—Es el último libro que sacó uno de mis autores favoritos antes de morir.
—¿De qué trata?
—Creo que no es adecuado que hable de este libro con una chica tranquila como tú— fruncí el ceño, esa no era la respuesta que esperaba, pero tal vez Kakashi no me hablaba del libro porque sentía pena de confesar de que era la temática. Aunque no entendía porque.
Ambos fuimos a pagar el libro, agradecí que la persona que nos atendió era un hombre, ya no soportaba las miradas de colegialas enamoradas que las chicas le daban a Kakashi. No sabía como él lo soportaba.
Salimos de la librería con el nuevo libro de Kakashi, yo estaba distraída pensando en lo siguiente que haríamos. Kakashi tocó mi hombro para llamar mi atención.
—¿Te gustaría un helado?, Yo invito.
—Si, me gustaría— él tomó mi mano para llevarme a la corta fila que había en el puesto de nieve. Insistí en pagar mi helado, Kakashi se negó rotundamente y me impidió pagar mi parte.
—No deberías negarle la oportunidad a tu novio de ser caballeroso— me dijo la señora que nos atendía. No pude evitar sonrojarme.
—N-no es mi.
—Es lo que siempre le digo— Kakashi tomó su cambio y su vaso de nieve. Yo lo seguí después de reponerme, Kakashi me había interrumpido para aceptar que lo que la señora decía era cierto.
Él se sentó en una banca que daba la vista a un centro de juegos, yo me senté a su lado. El silencio entre ambos era agradable, con Kakashi me sentía bien, llegaba a pensar que seríamos grandes amigos.
—¿Has pensado en tus planes a futuro?
Lo pensé antes de responder —Planeaba salir con un buen promedio de la preparatoria para ir a la universidad. Me gustaría estudiar medicina como mi madrina Tsunade. ¿Y tú?
Kakashi se terminó su vaso de nieve, me sorprendió que lo hubiera acabado de comer sin que pudiera ver su rostro. ¿Tan sumida estaba en mis pensamientos que no me percaté?
—Planeó terminar la universidad, después quiero conseguir un trabajo y escribir un libro en mis tiempos libres.
—Escribir un libro— repetí sus palabras —Eso es fascinante.
—Realmente lo es.
De nuevo el silencio entre ambos. Giré un poco para verlo, él también me miraba. Por un momento me arme de valor y fuí atrevida, quería bajar su máscara para ver lo que ocultaba. Kakashi detuvo mis manos.
—Creo que te estás equivocando.
—Kakashi-kun.
—No me interesas de esa forma— me sonroje fuertemente, él mal interpreto mis acciones. O tal vez inconscientemente si quería ver bajo su máscara porque me siento un poco atraída por él. Me sentí avergonzada, Kakashi estaba rechazando el beso que no planeaba darle.
—Y-yo.
Él suspiró, como si estuviera acostumbrado a esos momentos incómodos —Mi intención no es lastimarte, si te soy sincero, al principio si quería conquistarte.
—¿Por qué?, Dijiste que no te gustaba de esa forma.
—Obito me pidió que lo hiciera, quería que te fijas en mi para que te olvidarás de Itachi. Pensaba hacerlo, pero no quise jugar con tus sentimientos.
Intenté procesarlo, Kakashi se había acercado a mi porque Obito se lo pidió. Estaba algo molesta con Obito, pero entendía porque lo había hecho.
—Lo siento— me puse de pie y tiré al bote de basura la servilleta que me dieron con el helado —Tengo que irme.
—Espera un momento Sakura. No quería.
—Dijiste suficiente, solo te acercaste porque Obito-kun te lo pidió.
—En verdad me gustaría ser tu amigo.
—Hablamos después.
Salí corriendo del centro comercial, en ocasiones volteaba para verificar que Kakashi no me seguía. Descarté completamente la idea de llamar a Obito para que viniera por mi. Quise acercarme a la calle para pedir un taxi cuando una mano me tomó de la muñeca.
—Kakashi-kun, te dije que.
—No soy Kakashi— su voz me paralizó.
Era Itachi, me giré lentamente para enfrentarlo, era más alto que yo pero intenté demostrar que no me sentía intimidada.
—Suéltame o comenzaré a gritar.
—No me gusta que salgas con otros hombres.
La ojeras debajo de sus ojos estaban más marcadas. Apostaba que no dormía desde hace días.
—Déjame en paz— exigí tratando de safar mi mano de su fuerte agarre.
—Te tienes que ir de la ciudad, por favor.
—¿Por qué?, ¿Si no lo hago tendrás que matarme?— no grité, pero lo dije completamente molesta. Me daba miedo estar con la persona que amaba, lo quería odiar por acercarse a mi sin decirme la verdad, pero no podía.
—Es por un bien mayor.
—Suelta a Sakura en este instante Itachi— Itachi me soltó al escuchar la voz de Obito. Corrí de inmediato y me escondí detrás de Hinata.
—No intervengan— dijo Itachi en voz baja.
—Kakashi-kun dijo que estaba contigo en el centro comercial pero te fuiste corriendo— me dijo Hinata, tomando mi mano para tranquilizarme —Venimos por ti ya que estábamos cerca, habíamos venido a rentar películas.
—Gracias— susurré.
—No quiero que te acerques a ninguna de las dos— lo amenazó Obito antes de tomar muestras manos para ir a su auto. No miré hacia atrás.
—Obito-kun.
—No quiero que salgas sola, las dos lo tienen prohibido— dijo Obito interrumpiendo la excusa que planeaba darle. Las dos asentimos.
—Quiero que me lleves a casa— le dije cuando nos subíamos al auto —Mi madrina llamó para decir que regresaba en la noche— mentí. Solo necesitaba estar sola, no quería estar en casa de Obito porque sabía que terminaría escuchando los gemidos de Hinata en algún momento del día.
—No estoy muy seguro— Obito me miró por el espejo retrovisor.
—Mi casa tiene sistema de alarma, estaré bien.
—No confío en los policías.
—Puedo hacer que el celular de Sakura envié una señal con su ubicación si ella nos necesita— comentó Hinata —El mensaje nos llegará rápidamente.
—De acuerdo— accedió Obito —Pero no estoy para nada convencido.
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Kakashi salió del centro comercial preocupado, afuera se encontró con Itachi Uchiha. El pelinegro se dirigió a él de inmediato.
—Necesito que me hagas un favor, Kakashi.
El peliplata miró a Itachi, se notaba cansado —Te escucho.
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Perdonen por tardar mucho :c
Ya estamos en la recta final. Pronto van a descubrir todo lo que esconde la familia Uchiha 👀
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Nos vemos en la próxima actualización 💕