Oriana se encontraba dormida sobre su estómago, se sentía relajada, su cuerpo se encontraba un poco a dolorido en ciertas zonas que le recordaban la actividad del día anterior. Trato de evitar esos pensamientos que la harían sonrojarse hasta que sintió unos labios besar su espalda, ella se mantuvo rígida mientras esa boca hacia su recorrido desde su espalda baja hasta el lóbulo de su oreja.
-Despierta, ya está el desayuno- dijo Paulo besando su cuello.
-Comida- pronuncio únicamente mientras se removía entre las sabanas; él sabía que no podría resistirse a la comida. Se sentó sobre la cama con cuidad de mantener la sabana cubriendo su desnudes. Sabía que no había nada que esconder de su esposo, pero no se sentía muy cómoda estando de esa forma frente a él. Noto como el la observaba con diversión y una sonrisa en los labios al verla avergonzada.
Él puso la comida al centro de la cama y empezaron a comer, Oriana sentía que llevaba días sin comer, el día anterior de los nervios apenas y probó bocado, hoy debía de reponer esa perdida.
-Esto esta delicioso- dijo ella degustando unas tartaletas de frutas.
-Sé que te gustan los postres, así que ordene algunos para que los disfrutes- dijo el con su voz neutra.
-Gracias- dijo emocionada. Mientras continuaba comiendo.
-Necesitamos hablar Oriana- dijo Paulo una vez terminaron el desayuno- necesito que me expliques muchas cosas.
Ella suspiro con pesar. Sabía que tarde o temprano tendrían esa conversación.
-Quiero saber cómo es posible que todavía conservaras tu virginidad y por qué no me los has dicho. Después debemos ir a una farmacia por la pastilla del día siguiente, no queremos un embarazo en este momento.
En ese momento ella comprendió la magnitud de lo que habían hecho. Si se quedaba embarazada...negó con la cabeza. Ella sabía que eso no podía pasar.
-Es una historia incomoda Paulo y no te preocupes, yo...tomó anticonceptivos desde hace años por los periodos irregulares.
-Un problema menos, pero necesitó que me digas tu historia; estamos casados, Oriana. Debemos tener confianza entre nosotros.
- ¿A si? Haber, dime tu primero; háblame de tu pasado.
-En este momento no estamos hablando de mí.
-Perdóname por discrepar pero tú, no confías en mí, ¿sí? estamos casados pero en un año estaremos en trámites de divorcio- le dijo molesta, él nunca le dice nada y el espera que ella confíe ciegamente en él a pesar que en doce meses nada de eso importaría.
-No cambies el tema, es importante para mi saber, el por qué Oriana.
Ella lo observo, se notaba ansioso y no entendía por qué él quería saber sus motivos; por mucha vergüenza que le diera... ella debía contárselo.
-Durante mi primer beso, me puse muy nerviosa- comenzó a relatar confundiendo a Paulo- Tanto así que termine cortándole la boca a mi compañero.
-espera ¿cómo se la cortaste?
-Yo usaba correctores dentales... por aquel tiempo, yo no sabía cómo besar y sin querer le desgarre el labio. En mi defensa también fue su culpa por besarme con poca delicadeza. Desde ese día ningún chico se me acercaba, era como un peligro para la sociedad masculina- suspiro- pero todo cambio en mi baile se graduación, el capitán me invito al baile con él, pero como ya sabrás nunca nada es como esperas- dijo con tristeza- El me invito a ir con el abajo de las gradas del campo...y nos comenzamos a besar, ya no tenía correctores así que él no sufría ningún peligro; pero él se apartó de mí y un segundo después un galón de pintura fue vaciado sobre mi cabeza.
- ¿En tu baile?- Paulo sabía lo importante que son para las chicas esas cosas.
-Sí, fue la novatada del baile, mi foto salió en el periódico escolar y mi fe en el género masculino se perdió.
-No debes de generalizar y meter a todos en la misma categoría, sé que ellos te dañaron pero entiende que no todos los hombres son iguales...
-No Paulo, todos son iguales, solo les importan su número de conquistas o la cantidad de rechazos que han hecho...
-No Oriana, no todos son iguales. Yo jamás utilizaría a una mujer para dañarla en uno de los momento más importante de su vida...
-No te das cuenta ¿cierto?, todas y cada una de las amantes que has tenido fueron utilizadas y botadas; dime ¿cuál es la diferencia?
-Ellas sabían lo que les podía dar, nunca pidieron más.
-Hasta donde se Antonella te pidió más, mucho más y corrió la misma suerte.
-Ella es diferente Oriana, Antonella y yo estamos podridos en alma, ella sabe lo desgraciado que puedo ser y yo lo perra que ella es. Los dos estamos conscientes que jamás podríamos ser felices juntos.
Oriana lo miro sin entender, ella no sabía por qué Paulo tenía esa imagen de él.
-Paulo, tu no estas podrido- tomo su cara y lo miro directo a sus ojos- mira lo que has hecho por mi hija y por mí...
-Soy como el, Oriana; toda mi vida le he huido al amor. A ese sentimiento de dependencia hacia las personas; pero no lo he logrado- susurro pesando en sus padres y su hermana- y ahora temo hacerles daño como él- dijo derrotado.
- ¿Quién es él, Paulo?
-Mi Padre; él nos amaba a mi madre y a mí; pero... su amor lo hacía ver cosas que no eran; él nunca se controló y todos pagamos las consecuencias.
Oriana tenía miedo de preguntar, pero necesitaba saber que había pasado en la vida de Paulo.
- ¿Qué ocurrió?
-Él fue quien la mato Ori, él pensaba que ella lo engañaba pero mi madre lo amaba tanto que sería incapaz de hacerlo; el llego a casa borracho, estaban discutiendo cuando él se acercó a la cómoda donde guardaba su arma. Le disparo a mi madre frente a mí.
Sintió el aire salir de golpe de sus pulmones ¡Por Dios!, ella se lanzó a abrazarlo; estaba en shock con la noticia.
-No pude hacer nada para evitarlo- continuo con la cabeza enterrada en el cuello de ella- desde entonces me he culpado de no haber podido hacer nada.
-Paulo; ¡Por Dios! Eras un niño, tú no tienes la culpa de lo que paso.
Lo sintió respirar entrecortadamente y lo abrazo con más fuerza. ¡Eso era horrible! Oriana no podía creer tanta maldad.
- ¿Sabes?- dijo después de unos minutos- tu hija me ayudo a entender eso. Me ayudo a comprender que no fue mi culpa.
Oriana se confundió con esa afirmación, ¿Que hizo Mía?
-Me siento identificado con ella; Oriana, ella no tuvo la culpa que su madre muriera o que su padre las abandonara...al igual yo no tengo la culpa de lo que el mío hizo.
Ella sentía su corazón estrujarse con cada palabra que decía Paulo, ella se separó y tomo su rostro.
-Eres la persona más increíble que conozco- afirmó mirándolo a los ojos- entiendo tus miedos, pero sé que los superarás Paulo. Hay personas que han sufrido menos que tú y nunca se han logrado reponer. Pero tu... luchaste solo y lograste vencer la mayoría de tus temores- aseguro con orgullo- eres la persona más fuerte que conozco- apoyo su frente en la de el- alguien como tú no puede estar podrido acá- coloco su mano sobre su corazón.
-Si lo estoy Oriana- puso su mano envolviendo la de ella- llevo la sangre de un asesino en mis venas, si tengo hijos o...o una familia, no hay nada que me evite ser como él.
-La sangre no define a una persona Paulo. Si fuera así, yo tendría aptitudes para el estudio o el deporte, sería como mis hermanos y mis padres me aceptarían, pero créeme, la sangre no te define- volvió a agarrar su rostro- Además. La mitad de todo tu sistema pertenece a tu madre, tú decides cual de esos dos ideales dominara tu vida.
Paulo la observo, ella tenía razón; su madre fue el ser más increíble que conoció, pero en ese caso no estaba seguro de poder elegir.
-Mírame Paulo- le levanto el rostro- eres el hombre más fuerte que he conocido; algún día vas a conocer a una mujer que te hará ver que tengo razón. Ella te enseñe a amar y te salvara de ese temor - Oriana sentía su corazón estrujarse con cada palabra, el pensar en Paulo con otra mujer a ella le molestaba- y ese día sabrás que ella es la indicada, y serán felices porque tú te mereces serlo...
Paulo no se resistió y la beso, el escucharla hablar de otra mujer lo molesto, en ese momento él no pensaba en nadie más que no fuera ella. Él no está seguro de estar enamorado pero definitivamente siente algo muy fuerte por ella.
-Te necesito- dijo sobre los labios de ella. Quería consuelo y trataba de buscarlo de la única manera que conocía.
La beso y le hizo el amor con una pasión que enmascaraba miedo, Oriana lo sentía tenso, era como si tratara de marcarla; y en ese momento Oriana lo supo.
Él ya la había marcado.
El cuerpo de ella respondía al de el en un baile donde solo dos cuerpos se pueden comunicar.
-Paulo...por favor...
-Solo disfruta.
Él se encargó de superar la noche anterior, le mostró niveles de placer jamás explorados y él se sintió increíble al verla perderse en su cuerpo.
Ambos yacían jadeantes en la cama, abrazados. El acariciaba de forma distraída la espalda de ella sintiéndose feliz de tenerla a su lado. Pero el sonido de un teléfono interrumpió su momento.
- ¿Qué quieres?- susurro Paulo a Dolores al contestar, no quería despertar a Oriana la cual cayo rendida hace un momento.
-Quiero decirte que eres un ¡energúmeno! - grito molesta- ¡¿Cómo se te ocurre no planear una luna de miel?! Los hombres son tan básicos, claro solo la noche de bodas y todo bien; pero ¡no está bien!, debes llevarla a...
-Dolo respira, ¡Por Dios! Hablas más que una cotorra-
- ¡¿me acabas de llamar cotorra?! Tienes suerte de no tenerme de frente si no te retorcería el cuello...
-Dolores. Concentraré, ¿Para qué me hablas?
-Ya te dije - argumento molesta- me acabo de enterar que no tendrán luna de Miel, Paulo escucha, tal vez Oriana no te lo dijo pero estoy segura que quiere irse de viaje.
-Y ¿qué propones?- pregunto curioso, ese viaje le puede ayudar a definir lo que ellos son.
-No sé; tú eres el genio, debes de saber a dónde le gustaría ir; sé que no pueden estar fuera mucho tiempo así que he pensado que se tomen dos o tres días a partir de mañana.
-No podemos, Oriana debe terminar los esquemas a escala de los estantes para el concurso.
- ¿Y hasta cuando la pospondrían?
-No lo sé Dolo, lo hablare con Oriana para tomar la decisión.
-Más te vale que la lleves de luna de miel, si no te juro que la rapto y me la llevo yo de viaje.
-Está bien Dolo lo haré; no te preocupes- susurro- hablamos luego- colgó el teléfono y se dispuso a despertar a Oriana.
El comenzó a besar su barbilla, para seguir un camino hasta su cuello donde se entretuvo un poco, Oriana gimió en sueños y Paulo sonrió bajando hasta las cimas de sus senos, ella despertó al sentir sus besos en esa área tan sensible.
-Paulo...
-Ya despertaste- dejo de besarla y se alzó sobre ella- me preguntaba hasta donde tendría que llegar para que despertaras.
- ¿Que paso?- seguía adormilada.
-Ya va a ser hora del almuerzo y seguimos en la cama mi adorable esposa.
-En mi defensa, seguimos acá por culpa del señor intenso.
-Anoche no decías lo mismo; y recuerdo que hoy en la mañana tampoco.
Ella se sonrojo peor que un tomate, Paulo solo río al verla y se levantaron de la cama.
Se ducharon y se marcharon del hotel para ir a comer a un restaurante.
-Quiero preguntarle algo- dijo Paulo una vez ordenaron su comida- Dolores hablo conmigo sobre nuestra luna de Miel y quería saber dónde quieres ir.
- ¿Luna de Miel? pensé que no tendríamos.
-He estado analizando la situación y creo que nos vendría bien un tiempo sólo para nosotros.
-Pero debemos esperar, tenemos las entregas para la temporada de invierno y las primeras presentaciones de los esquemas navideños.
-Paige; lo sé, por eso mismo solo serían como dos días, pero quiero llevarte a un lugar donde te sientas a gusto.
-Gracias Paulo- dijo de forma dulce.
Siguieron hablando de diversos temas, ambos se sentían a gusto con el otro, pero ninguno se decidía hacia dónde ir.
-París era mi primera opción- dijo Paulo.
-No sé, me encanta pero mucho ajetreo para ser la ciudad del amor.
-Tengo una villa en España, así podremos descansar y pasar tiempo con nuestra hija.
Oriana sintió su mundo detenerse "nuestra hija" eso sonaba bien, demasiado bien.
- ¿Nuestra hija?- pregunto con una sonrisa.
-Legalmente lo es-acepto Paulo.
-lo sé.
Terminaron de comer y regresaron a la mansión, Oriana estaba ansiosa de ver a su pequeña.
Pero se sorprendió al encontrar a Dolo y Lizardo cuidándola. Al entrar a la mansión los encontró jugando en el salón.
- ¿Chicos? ¿Qué hacen acá?-pregunto.
-Hola Ori; vine a dejar a esta pequeña-levanto a Mía - pero me encontré con tu hermano, y nos hemos quedado hablando.
-Ven mi amor- levanto a Mía la cual al reconocer a su madre no dejaba de moverse en el regazo de su tía.
-Estoy tan feliz, su boda fue la mejor de esta temporada, miren- les paso el periódico donde la foto de ellos besándose con su hija en el centro era la portada de ese día.
Oriana estaba pletórica, jamás pensó que estaría en la portada, quizá en la sección de moda o en sociedades pero jamás de portada.
"Un tirano reformado"
- ¿Enserio? ¿A los columnistas no se les ocurrió algo mejor que llamarme tirano?- dijo Paulo
-Ya sabes como son, harían lo que fuera por vender periódicos- aseguro Oriana.
El articulo hablaba sobre la boda, la organización y decoración, pero lo que más llamo la atención de Oriana fue una foto donde salía Paulo bailando con Antonella, el título decía: "La ex invitada a la boda".
-Por tu cara veo que ya viste la foto, tu tranquila yo también la odio- le dijo Dolores a Oriana.
-Tu odias a todas- bromeo Paulo.
-No a todas, solo a Antón ella y a Giselle con su grupito de hipocresía- dijo Dolores moviendo los dedos con asco- pero eso no importa. ¿Quieren ir a comer?
-No Dolo, acabamos de almorzar, pero vayan ustedes- apremio Paulo.
-No te preocupes Paulo, mejor le diré a Grace si nos puede preparar algo. Además, me imagino que Lizardo y Ori se quieren poner al día.
-Tienes razón Dolo, pero primero iré a cambiar a esta pequeña- señalo Oriana a la bebé.
-Te acompaño, ya regresamos chicos.
Dolores y Oriana salieron del salón dejando a Lizardo y a Paulo solos.
-Dime Lizardo, ¿hasta cuándo te dieron en el trabajo?
-Debo regresar mañana y me presento el martes.
-Oriana me contó que hace poco realizaste tu defensa del trabajo de investigación.
-Sí, pero no resulto como esperaba. Nuestro plan de marketing fue aprobado pero la evaluación del proyecto no, nos han pedido aplicarlo a una empresa; pero no hemos encontrado la adecuada.
- ¿La universidad no les ha ayudado a conseguirla?
-No pueden, nuestro plan va direccionado hacia alguna multinacional y las empresas asociadas son únicamente regionales.
- ¿Entonces como esperan que lo consigan?
-Lo mismo alegamos nosotros, pero no hay nada que podamos hacer, o conseguimos una empresa o nos atrasaremos un año cambiando nuestro tema de investigación.
Paulo se sintió mal por el chico, él sabe el miedo de perder un año por culpa de la falta de apoyo; pero hay algo que él puede hacer, de todos modos es el único pariente que ha apoyado a su esposa.
- ¿Cuánto son en tu equipo?
-Somos tres, pero ninguno tiene las conexiones necesarias para realizarlo.
-Te propongo un trato- dijo Paulo tornándose serio- sé que la distancia es un factor determinante, pero comentarlo con tus compañeros. Yo les puedo brindar mi empresa para la aplicación de su proyecto.
La cara de Lizardo fue un poema. ¡Esto no puede estar pasando! Uno de los mejores empresarios del País le está ofreciendo su empresa.
- ¡¿Enserio?!-susurro sin poderlo creer.
-Claro; ahora somos familia, entiendo que la distancia es un problema pero me ofrezco a brindarles un empleo en el área de estrategias, les doy el plazo de un mes para que realicen el traslado y la empresa cubrirá el viaje, tendrán que dar informes cada mes de los procesos y podrán ayudarse de los estrategas de mayor experiencia de la empresa. Háblalo con tus compañeros y me dices la decisión.
Si antes estaba sorprendido hoy estaba anonadado.
"Estratega de Publicita Morrison". Ni en sus más locos sueños lo hubiera esperado.
-Yo...yo...no sé qué decir, yo. ¡Sí, claro! Hablaré con mis compañeros, ¡Dios! no lo puedo creer; de verdad Gracias Paulo.
-No Lizardo, no me debes nada; el ver el rostro de mi esposa triste porque su familia la rechaza es de las cosas más difíciles que he vivido, el saber que tú la amas incondicionalmente, para mí, eso es suficiente. Sé que eres un buen chico y si te puedo ayudar con gusto lo haré.
Esa descripción de la situación entristeció a Lizardo.
-Eres un gran hombre Paulo- dijo después de un momento- Me alegro que mi hermana te tenga.
-Y yo me alegro de tenerla- Afirmo seguro de sus palabras.
-Listo, esta pequeña ahora esta lista y ya le dije a Grace. Dice que con gusto nos alimentara- interrumpió Dolores.
-Hace un día hermoso, vamos a la terraza- pidió Oriana con una sonrisa.
-Adelántense debo hacer una llamada- Lizardo se apartó y salió del salón dispuesto a hablar con sus compañeros.
En la terraza Oriana se sentó junto a Paulo el cual le quito a Mía para colocarla en su regazo.
-Verte en tu papel de padre me hace sentir vieja- comentó Dolores.
-Es que ya estas vieja hermanita.
- ¡Retráctate desgraciado!- amenazo Dolores.
-Está bien, me retracto. No quiero dejar viuda a Ori antes de tiempo.
-Sigo sin entender cómo se enamoró Oriana de ti- apoyo sus manos debajo de su barbilla.
-Fue su increíble sentido del humor lo que me dejo hipnotizada- explico Oriana de forma sarcástica.
-Déjate de bromas, no he conocido a hombre en la faz de la tierra más serio que Paulo.
-La verdad, lo que me gusta de él es su corazón- se giró para ver a Paulo -tu hermano es uno de los seres más nobles que conozco, es una gran persona.
-Que dulce-dijo Dolores sacando de su burbuja a Oriana y Paulo que se habían quedado viendo.
-Ya regrese, sé que es una locura pero aceptamos tu propuesta Paulo, los tres sabemos que debemos nacer sacrificios pero valdrá la pena- tomo asiento junto a Dolores mostrándose muy feliz.
-Alto. ¿De qué están hablando?- pregunto Oriana, ella y Dolores estaban confundidas.
-Ay hermanita, nos negaron nuestro proyecto de investigación- dijo Lizardo con una mueca.
- ¡¿Qué?! No, Lizardo. Yo... lo siento por ti, enserio. Pero... ¿Por qué se los negaron?
-Nuestro proyecto está basado en un plan de ganancias para multinacionales, nuestro plan de marketing fue aprobado pero la evaluación del proyecto no, nos han pedido aplicarlo a una empresa.
-Me imagino que ellos les asignaran la empresa- intervino Dolores.
-No, la universidad solo posee convenios con empresas estatales, la más grande es una a nivel nacional pero aun así no nos funcionaria.
- ¿Perderías un año más?- pregunto preocupada Oriana por ver el trabajo de su hermano ser desechado.
-Ahora no, Paulo nos ha ofrecido su empresa para aplicar nuestro plan y ser apoyados por estrategias en el campo.
- ¿Qué?-Oriana estaba impresionada - ¿De verdad tu hiciste eso?- le preguntó a su esposo.
-Claro, él es tu hermano, si puedo ayudarlo lo haré. Ahora somos una familia-Oriana sintió sus ojos cristalizarse.
Ahí frente a sus ojos tenia a un hombre increíble, que quería a su hija, que ayudaba a su hermano y seria algún día un increíble padre de familia.
-Gracias cariño- le dijo con la voz hecha un hilo y una sonrisa en su cara.
-Ves- le dijo Paulo a Lizardo- esa sonrisa lo vale todo.
Y eso le basto a ella para saber que estaba perdida; ella lo niega pero su corazón le grita que lo que siente en este momento en el pecho es amor.
Amor hacia su jefe.
Su Esposo.
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LOS AMOO ❤️
Paty.