·Jackson Memorial Hospital, Miami.
Estoy en la habitación 373, planta 3. Observación.
Le acaban de realizar a Alli múltiples análisis para poderle diagnosticar el problema que tiene. Ella me habla como si nada le hubiera ocurrido. Como si no hubiera podido ahogarse en la piscina. Gracias a Dios que eso no ha ocurrido, bueno... gracias a Joseph.
—¿Ves lo que conlleva no comer, Allison?-
—No ha sido nada James, solo un simple mareo.-
—Hubiera sido un simple mareo si lo que te lo hubiera causado hubiera sido el calor, ¡PERO NO! ¡HA SIDO POR NO COMER! ¡Y ENCIMA DE TODO EN LA PISCINA!-le grito.-¡NO HA SIDO UN SIMPLE MAREO!-
La puerta de la habitación se abre y los ojos se Alli se dirigen a ella. Tarda un instante en darse cuenta de quién está ahí, sus ojos se humedecen.
·Narra Alli.
Mientras James me reprocha cosas que ni siquiera estoy escuchando oigo como se abre la puerta. Desvío la mirada hacia la puerta y noto como mis ojos se humedecen.
—¡PAPÁ!-digo entusiasmada. Hubiera salido de la cama corriendo si no fuera por todos estos cables que llevo pegados a mi cuerpo.
—¡Cariño!-se acerca a mí y me abraza fuerte.-¿Cómo estás?-me pregunta preocupado.
—Genial papá, ahora genial.-
—No llores cielo,-quita una lágrima de mi mejilla y me abraza-estoy aquí para cuidarte.-
—Yo también he venido a cuidarte, mi amor.-añade Elissabeth intentando acercarse para acariciarme.
—No te atrevas a tocarme.-le digo desafiante.
—Eh,-me tranquiliza mi padre-¿desde cuándo ese genio, Alli?-
—¿CÓMO QUE DESDE CUÁNDO? ¡PAPÁ! ¿ESTÁS CIEGO?-
—¿De qué me hablas cariño?-pregunta.
—Alli...-intenta calmarme James.
—Hola James.-le saluda mi padre dándole la mano.
—Hola señor Hastings.-dice James algo cortado.
—James, ¡por favor! Llámame Marcus, estamos en confianza.-ríe. James asiente.
—¡PAPÁ! ¡TE ESTOY HABLANDO EN SERIO!-le miro a los ojos-¡LO ÚNICO QUE HACE TU SECRETARIA ES TRAERNOS PROBLEMAS!-
—¿Qué está pasando aquí?-dice un hombre entrando a la habitación con una bata blanca. Es el médico.
—No es nada.-ríe mi padre.
—Bueno señorita Hastings, yo le aconsejaría que no se alterara mucho, al menos durante una semana.-
—¿Tiene los resultados de las pruebas?-pregunta James.
—A eso venía.-añade el doctor.
—Díganos.-dice mi padre.
—Bueno, la señorita Allison padece anemia.-
—¿Anemia?-pregunto.
—Sí, sufre el llamado "empobrecimiento de la sangre". En su caso es leve por lo que padece anemia parcial, ya que su sangre solo disminuye de algunos elementos que usted necesita. No es una enfermedad extremamente grave, pero si le sumamos que según los análisis que le hemos realizado padece principios de anorexia... podría llegar a ser preocupante.-se explica.
—¿Qué puedo hacer para evitarlo?-dice mi padre preocupado.
—No es complicado. En principio la dejaremos tres días ingresada en esta misma habitación y le pondremos una dieta variada que hará que su anemia decrezca un poco.-
—Pero, ¿y cuando vuelva a casa?-pregunta James.
—Bien pensado.-hace una pausa-Cuando vuelva a casa llevará otra dieta variada que estará compuesta de todos los alimentos que hacen falta para que su anemia decrezca por completo.-vuelve a explicar-Pero señorita Hastings, para ello tiene que estar preparada tanto física como psicológicamente.-
—Sí, sí. No se preocupe.-añado.
(...)
·11:35 de la mañana.
Son las diez y media de la mañana, tengo hambre, estoy aburrida y solo de pensar que tengo que pasar aquí tres días más... me deprimo. James me ha dejado sola y no tengo con quién hablar así que no tengo nada mejor que hacer que jugar a Flappy Bird con mi IPhone.
Oigo la puerta abrirse y...
—¡JOSEPH!-
—¡SEÑORITA ALLI!-viene hacia mí y me abraza fuerte.-¿Cómo está? ¿Se encuentra bien?-
—Sí Joseph, estoy bien.-le sonrío.
—Pues señorita Alli, le he traído una cosa para que se mejore.-
Joseph mira a Hanna, Em, Dylan y Dallas, los cuales se quedaron detrás de él.
—Dylan, sácalas.-ordena Em.
—¿El qué?-dice encogiéndose de hombros.
—¡Las tortitas que le ha preparado Joseph a Alli!-
—¿Las tortitas eran para ella?-pregunta sonrojado.
—Oh no, no me digas que...-dice Joseph sin poder terminar la frase.
—Me las he comido en el camino.-
—¿¡Cómo podías tener hambre si Jospeh nos ha hecho el desayuno hace menos de media hora!?-pregunta Em enfadada.
—Tranquila gatita, era una broma.-
Va hacia la mesa que hay al entrar a la habitación y coge una caja de cristal en la cual están mis adoradas tortitas. Se acerca a mí y deposita un beso en mi frente.
—Aquí tienes tus tortitas. Mejórate pronto.-le sonrío.
Comienzo a desayunar y me percato de la mirada de todos sobre mí. Fijamente. Muy fijamente.
—¿Qué pasa...?-digo intimidada. Se abre la puerta.
—Buenos días de nuevo.-saluda el doctor entrando por la puerta.
—Buenos días.-dicen todos a coro.
—Si no les importa me gustaría hablar con la señorita Hastings a solas.-
—Oh, sí, claro.-dice Joseph echándolos a todos de la habitación. Finalmente cierran la puerta.
—Señorita Hastings... tengo que comentarle algo.-
—Dígame.-respondo.
—A parte de que en sus análisis aparecieran los problemas que le he comentado hace unas horas, también hemos notado y visto la presencia de unas sustancias toxinas y posiblemente cancerígenas que alteran el ritmo de vida de su persona en este caso.-
—¿A qué se está queriendo referir con eso?-
—Hemos visto que usted consume cannabis, marihuana.-aclara.
—¿Cómo?-digo asustada.
—No puede hacerme la contra señorita Hastings, los análisis no mienten. No me gustaría comentárselo a su padre, el señor Hastings, así que haremos un trato... ¿está de acuerdo?-me comenta.
—Y... ¿en qué consistiría?-
—No le diré nada a su padre si usted deja de consumirla.-hace una pausa- Quiero decir, dentro de un mes tendrá que hacerme una visita para comprobar si su anemia ha decaído y se encuentra mejor, pero, también verificaré si usted ha cumplido la parte de su trato. Si no es así, me veré obligado a comentárselo a su padre.-dice serio.
—No se preocupe, no va a pasar eso. En un mes verá que no quedará rasto de lo que ha visto.-
—Eso espero señorita Hastings.-
·22:55 de la noche.
James y Hanna están en mi habitación, uno sentado en cada sillón. Nadie habla, hay tensión en el ambiente... ¿qué habrá pasado?
Se abre la puerta, sí, otra vez. En realidad es lo más interesante que ocurre en esta habitación. Vienen enfermeras a preguntarme qué tal estoy y si necesito algo, la que acaba de entrar es otra más.
—¿Olivia?-pregunta atónito James.
—¿Pensabas que no nos volveríamos a ver? Trabajo aquí.-
—Para eso rezaba yo,-espeta Hanna-para no verte el careto de nuevo.-
—Podría irme, pero prefiero quedarme y atender a mi paciente antes que irme y dejarla si cuidados médicos. Eres un buena amiga, cariño.-le dice a Han.
—Alli, yo... no lo decía en ese sentido...-se disculpa.
—Descuida Han, sé que no es así.-la tranquilizo.
—Pero... ¿¡QUIÉN ERES TÚ PARA DECIR SI SOY BUENA AMIGA O NO, ABORTO DE MONO!?-grita Han enfadada.
—Hanna,-la coge- tranquilízate.-
—Siempre dices lo mismo, James.-se zafa del agarre de James-Déjame en paz.-sale de la habitación quitando lágrimas de su rostro.
—Ahora vuelvo Alli.-se disculpa y sale de la habitación. No me atrevo a decirle nada por si me pone veneno en la bolsa de suero que tengo a mi izquierda, qué miedo.
La puerta se abre de nuevo y entra mi padre.
—Allison, cariño.-se percata de la presencia de la enfermera, la mira.-Buenas tardes.-
—Buenas tardes señor.-pronuncia la enfermera.-Ya he terminado. Si necesitas algo llámame, estaré en esta planta.-hace una pausa- Vendré encantada.-
"Pedazo de guarra", pienso.
—Cariño, vengo a decirte algo.-
—Dime que no tiene nada que ver con Elissabeth.-cierro fuerte los párpados y cruzo los dedos.
—No la trates tan mal Alli, no se lo merece.-
—Pero Papá...-me corta.
—Voy a aprovechar estos tres días que vas a estar aquí para que la agencia de mudanzas transporte todas mis cosas a nuestra casa de Miami.-
—¿¡Te vienes a vivir conmigo!?-me sobresalto.
—Sí cariño. Quiero que te mejores, y ver tu mejoría con mis propios ojos.-me sonríe.
—Ven.-digo abriendo mis brazos y haciéndole un hueco entre ellos.-¿Dónde está mamá?-
—Mamá está en París, con unos negocios de la empresa. De todas formas... hablaremos de ella cuando lleguemos a casa.-
—Te quiero papá.-
—Y yo a ti, cariño.-me besa en la mejilla.
·Narra Hanna.
Salgo de la habitación de Alli y voy hacia la salida del hospital. Mientras recorro el aparcamiento oigo la voz de James, me está llamando. "¡Han!" "Hanna, ¿dónde estás?" "Esto no es gracioso, está oscuro, podría pasarte algo. Contesta."
Giro por una calle a la derecha y un coche da un frenazo. El conductor enfadado me pita con el claxon y sigue su camino, el corazón me va a mil por hora.
—Te he dicho que no tenía gracia.-me reprocha James.
—Tú y tu cara de tonto cuando ves a Olivia sí que no tenéis gracia.-
—Hanna, eres demasiado celosa.-
—¿Perdona?-
—Sí. Entre Olivia y yo no hay nada.-
—Sí, eso parece, ya que la defiendes más a ella que a mí.-
—No la defiendo... se defiende ella sola.-
—¿Me lo vas a negar?-
—Hanna, no te pongas a la defensiva. Eres demasiado celosa.-vuelve a afirmar.-Estaba enamorado de ti mientras salías con Carter y nunca te dije ni la más mínima palabra.-
—¿Estabas enamorado? Ah perfecto, ¿ahora no lo estás?-digo vacilante-Si no dijiste la más mínima palabra será porque no sentías lo suficiente como para decirla.-
—¿Dudas ahora de mis sentimientos?-formula-Deberías haberte replanteado eso antes de dejar a Carter por mí.-
—No hagas que me arrepienta de haberlo hecho, James.-
—Hazlo si te da la gana.-
Con las mismas da la vuelta y se va. Para en seco, me mira y se acerca a mí. Me coge de la mano y me lleva tras él.
—¿Qué haces?-pregunto seca.
—¿No querrás que te deje aquí sola y se vuelva a repetir lo del coche, verdad?-me sostiene la mirada por unos segundos, la aparta y se va.
·Narra Alli.
Mi padre me ha dado la mejor noticia del mundo. ¡Se viene a vivir conmigo a Miami!
¡Estoy que no puedo! ¡Me estoy haciendo pis de la emoción!
Cojo el aparatito del suero, me apoyo en él para andar y me lo llevo hacia el baño. Me miro en el espejo y... madre mía. ¡Menuda cara tengo! Me arreglo un poco el pelo y paso las yemas de mis dedos por las bolsas de mis ojos para intentar quitar el negror de éstos, el cual ha sido provocado por el baño que me he dado esta mañana sin haberme quitado el maquillaje de anoche. Cruzo las piernas para intentar aguantar mientras termino de "arreglarme", hasta que al final tengo que sentarme.
¡RELAX!
Salgo del baño con la cabeza baja, mirándome los pies. Levanto la mirada y veo una silueta sentada en la cama de "mi" habitación. ¿Qué hace él aquí?
—Hola.-saluda.
—¿Qué haces aquí?-digo temblando.
·Os he dejado una foto del hospital. La imagen está al principio del capítulo.
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