Tócame. HOPEV.

By kathsxl61

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Kim Taehyung era un adicto al tacto, a tocar y a que le tocaran. Jung Hoseok, para nada. Ó Donde un escultor... More

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By kathsxl61

Los últimos días habían sido un infierno para Hoseok.

Él quería creer que era porque estaba en periodo de pruebas, donde estuvo corrigiendo los últimos exámenes, sumándole que el Jefe del departamento de Humanidades  le había pedido si podía reemplazar a uno de los profesores encargados de evaluar el progreso de las tesis de los estudiantes de último año. Hoseok estaba realmente feliz de hacerlo, porque así tendría menos tiempo para pensar en "cosas" y situaciones que lo ponían al límite.

Aunque "él" no es exactamente una "cosa" y Hoseok lo sabía muy bien, pero no quiere pensar específicamente en su nombre, aunque su sonrisa aparecía hasta en el fondo de la taza de su café por las mañanas. Por Dios, Hoseok realmente trató de no pensar en él, pero era lo único que veía en sus insomnios; podía estar leyendo, escribiendo en su portátil, comiendo, e incluso en las pocas horas de sueño que tuvo esos días, Taehyung llenaba cada rincón de su mente. Su sonrisa -él jamás había visto una sonrisa como la de Taehyung y el mundo tampoco; siempre se encontraba viendo que todas las personas adoraban su sonrisa-, la manera suave y poco estrepitosa en la que se reía, sus malditos y perfectos labios que parecían tener un imán; sus profundos ojos cafés que se volvían tan oscuros y brillantes como una noche estrellada cada vez que le veían. No quería pensar en él y sin embargo parecía tener grabado la sensación de tener las manos en su cuerpo, en su piel, provocándole tantos suspiros y gemidos que podía darse por pagado en esta vida y en las siguientes.

Hoseok jamás se había auto-complacido -sí, el arte de la masturbación- tanto como en esos días pensando en alguien.

Si bien no tenía tanto historial en lo que a relaciones sexuales se refiere, sí tenía un historial complaciendo a las parejas que tuvo. Hoseok no era casto, hace mucho había sentido lo que era tener sexo real -penetración-, aunque no lo recordaba mucho porque había estado medio borracho. Casi nunca se dejaba tocar, pero él si tocaba; y no es que haya tenido el deseo real y cauterizante de hacerlo, simplemente él quería hacer feliz a las parejas que tuvo, no porque realmente quisiera tocarlas y tal vez por eso nunca se dejó tocar cuando lo hacía. A Hoseok le gustaba tener el control por completo y así lo demostró en esas relaciones pasadas, aunque su instinto sexual con ellas apenas había superado lo escaso y alcanzado lo normal.

Con Taehyung era diferente.

Tal vez por eso le dio el ataque de pánico, sumando a todo el estrés de su día a día. Hoseok sabía que en algún momento perdería la cabeza, sabía que en algún momento su mente le haría una mala jugada e iría detrás del escultor abandonando toda voluntad, pero no pensó que fuera a perder la razón frente a él y fuera jodidamente tan pronto. Si se había alejado para no crear ese ambiente de intimidad entre ellos, había fracasado. Ese ambiente lo llenaba por completo en ese instante, acostado en su cama y siendo tocado. Se estaba tan bien con él que no creyó que fuera real y, como siempre, escapó.

Los toques de Taehyung lo asustaban de alguna manera, no porque fueran repulsivos, sino porque se sentían como si fuera lo único que necesitase para vivir.

Durante sus insomnios, en sus más oscuros y profundos pensamientos, siempre terminaba deseando que Taehyung lo tocase. Quería saber qué se sentía, pero después se le hacía un nudo en el estómago difícil de describir. Nunca había deseado tanto a alguien hasta que conoció a Taehyung y a veces pensaba que era porque estaba algo obsesionado con su cuerpo, pero había visto cuerpos de chicos mejor formados que no despertaban nada en él y cuerpos de chicas -de sus ex parejas- que no habían provocado un desgarre en su pecho por el deseo de tenerlo.

Ah, Hoseok realmente quería comer -y follar- su maldita y perfecta boca, abrir sus piernas y hacerle rogar por él. Nadie nunca había despertado tal hambre sexual en Hoseok, era tan desquiciante para él. Si Taehyung pensaba que Hoseok lo odiaba, estaba totalmente equivocado; lo quería tanto que sabía que si él lo sabía, lo ahuyentaría. Por todos los cielos, él mismo estaba asustado de la intensidad de sus pensamientos sobre Taehyung. Quería tanto al chico que no era normal, carecía de control, y eso lo enfurecía. Le enfurecía que Taehyung fuera tan ingenuo y no pudiera darse cuenta que él lo lastimaría, aunque no quisiera hacerlo. 

De alguna forma, siempre terminaba lastimando a las personas que quería, incluso cuando se alejaba para no hacerlo.

Le enfurecía tanto que ahuecó su rostro entre las manos y lo besó sin ninguna delicadeza, justo cuando Taehyung había empezado a tocar sus hombros bajo la camisa y su rostro había ido a parar oculto en su cuello. Poniéndose encima del cuerpo de Taehyung, lo besó con fuerza, encajando los dientes en su labio inferior y chupando, lamiendo y volviendo a morder; cuando usó la lengua, no pudo evitar un suspiro de placer, aún más cuando escuchó como Taehyung gimió por el contacto, los dedos de sus manos encajándose en sus hombros. Era el beso más necesitado y hambriento que había dado en la vida, tanto que cuando se separó unos centímetros para respirar vio como Taehyung lo miraba entre sus pestañas brillosas, su rostro caliente y su respiración jadeante. No supo en qué momento sus manos habían ido a parar bajo el pijama azulado de Taehyung, acariciando la prominencia de sus caderas. Al verle, una necesidad casi posesiva se apoderó de él y con una mano, tirando del largo cabello de Taehyung, volvió a besarle con fuerza en la boca; bajando por su mentón hasta su cuello para chupar su piel, caliente y terso.

- Espera-ah -gimió Taehyung, cuando Hoseok inconscientemente retiró sus manos aferradas a sus hombros y las retuvo encima de su cabeza. Taehyung se relamió el labio inferior, rojo por las mordidas, lo que hizo que Hoseok volviera a besarle por lo tentador que era y sólo se separara cuando Taehyung se retorció con un gemido estremecedor que fue directo a su entrepierna, tratando de zafar las manos de su agarre- Ah... no tienes que... forzarte a esto... para demostrar algo.

Hoseok frunció el entrecejo, llevando una de sus manos al cuello de Taehyung, acariciando su yugular, sintiendo el pulso acelerado en su pulgar. Realmente lo enloquecía la forma en la que Taehyung estiraba su cabeza hacia atrás cada vez que su mano lo envolvía, como si hubiera estado rogando por ello.

- ¿A qué te refieres? -preguntó Hoseok, acariciando con la punta de la nariz la oreja sensible de Taehyung, sus labios besando ese punto bajo su oreja que le hizo suspirar con un estremecimiento placentero. El muslo de Hoseok estaba entre las piernas de Taehyung, por lo que podía sentir con claridad lo excitado que se encontraba; tanto que estaba seguro que le dolía, al igual que él.

- Siento que estás besándome... y tocándome... sólo para demostrar que eres fuerte -confesó Taehyung, su voz ronca y temblorosa, susurrando en su mejilla-, y no dudo que lo seas... pero no... no me hará olvidar lo que ha pasado antes y tampoco lo olvidarás tú, por lo que tienes que superar tu vergüenza conmigo.

Cuando Hoseok creía que su corazón no podía ir más rápido, siempre estaba Taehyung para demostrarle que estaba equivocado. Le descolocaba lo arrollador de esos sentimientos que tenía cuando Taehyung sabía exactamente que decir, removiéndole por completo.

- No tengo vergüenza -musitó, tensándose. Podía sentir la mirada penetrante de Taehyung y su nariz rozando varias veces su mejilla, casi como un cachorro buscando mimos.

- Te estás sonrojando.

- No -negó Hoseok, aunque sabía que su rostro ardía en llamas, haciéndose para atrás sólo para volver atacar la boca de Taehyung en un beso que le dejó sin aliento. Se sorprendía siempre que la voz le saliera entera y no temblorosa como a Taehyung-, tú eres un sin vergüenza. 

Recorriendo el pecho de Taehyung con sus manos mientras seguía besándolo y creía que jamás podría parar; oyó unos ladridos provenientes fuera de la habitación. Besó con más fuerza a Taehyung, su lengua enredándose con la contraria, sólo para que él no se alejara para ir atender al que supuso era Yeontan.

- Oh, mierda -gimió Taehyung con voz entrecortada, deteniendo la fricción intensa e inconsciente de sus caderas contra el muslo de Hoseok cuando los ladridos de Yeontan lo trajeron de vuelta a la realidad-. Es... espera.

Hoseok gruñó con impaciencia, dejando de besarle y llevando una mano a las caderas de Taehyung que no tenían intención de detenerse. Sin contenerse, bajo la mano hasta su trasero y apretó.

- ¿Desde cuándo está la garrapata viviendo contigo otra vez?

- No... le digas así -a pesar del tono de su voz casi agudo, Taehyung sonrió con ojos adormilados por lo abrumado que se veía-. Debe estar muriéndose de hambre... -susurró, relamiéndose los labios otra vez. Hoseok no podía dejar de ver sus labios, ¿Cuántas veces había soñado con ellos? Demasiadas para contarlo-. Anoche dejé su camita en el baño... es muy ruidoso en las mañanas cuando se despierta.

Hoseok arrugó la nariz, si no se detenía en ese momento, sabía que no se detendría nunca y el cachorro de Taehyung moriría de hambre. Soltando el agarre de las muñecas de Taehyung, se dio la vuelta y se sentó en la cama, su espalda apoyada en la cabecera, dejando a un casi hiperventilado Taehyung mirando el techo. <<Por Dios>>, sabía que había sido una mala idea quedarse, pero Hoseok se sentía demasiado cansado por el ataque de pánico para ir en contra de sus deseos. Necesitaba a Taehyung, tenía que dejar de engañarse.

Aclarando su garganta, Hoseok musitó:

- Tráelo.

Como por arte de magia, Taehyung se levantó de la cama con cierta dificultad, algo mareado y con el cabello tan desordenado como un león. << Adorable >>, demasiado adorable para soportarlo. La entrepierna de Hoseok dolía, pero cerró los ojos y respiró profundamente para que aminorada un poco la calentura en sus venas.

Después de unos minutos, Taehyung volvía con el cabello menos revuelto y con un cachorro de pelaje esponjoso negro con manchas cafés como unas cejas entre sus brazos. El cachorro no dejaba de ladrar y mirarle casi con dagas en sus ojos negros, pero lucía gracioso; casi malvado. A Hoseok le gustaba, pero no quería demostrarlo, así que ni se inmutó.

- ¿Quieres tomarlo? -preguntó Taehyung, mirándole a él y a su perro de hito en hito, luciendo nervioso. Hoseok arrugó la nariz, a punto de negar, pero el perro volvió a ladrar y a tratar de mostrarle los caninos. Era graciosa la forma en la que ladraba, y Hoseok terminó por asentir descruzando sus brazos y viendo como Taehyung depositaba al perro encima del colchón, quien inmediatamente sacudió su pelaje y empezó a oler la cama, ladrando a Hoseok de vez en cuando y dando pequeñas patadas hacia atrás. Hoseok no pudo evitar una sonrisa burlona bajo la mirada del escultor, quien se sentó en la orilla de la cama hasta que por fin, Yeontan parecía lo suficientemente cómodo con él y le lamió la mano luego de olerla por varios segundos. 

Eso dio paso a que tuviera al perro casi echado encima de su pecho, queriendo darle lamidas en el rostro que Hoseok evitaba tirando la cabeza hacia atrás y frunciendo el ceño. De repente, se había enfocado tanto en el cachorro que casi dio un respingo al escuchar la voz de Taehyung a su lado.

- Hm, hyung, está bien si no quieres responder, pero -se detuvo, inseguro-... ¿Qué te pasó... en el orfanato?  

Hoseok se tensó visiblemente, apretando lo dientes. Taehyung lo miró nervioso, tocando su cabello y relamiéndose los labios. Viéndose tan apetitoso, Hoseok realmente no quería ponerse a la defensiva o decir algo estúpido para alejarlo. 

¿A quién quería engañar? Hoseok quería quedarse en la cama de Taehyung para siempre y arrastrarlo consigo.

- Casi lo mismo que a ti -terminó por responder, luciendo indiferente mientras acariciaba el pelaje de Yeontan, calmándose al ver como el cachorro se relajaba también-. Me acosaron chicos mayores que yo... al parecer, les parecía muy gracioso ver mi cara asqueada cada vez que me tocaban por diversión o me manchaban la ropa -con la voz más plana que pudo poner, siguió recordando-. Las cuidadoras tampoco eran muy agradables, había una que siempre, siempre, me bañaba a la fuerza o me pegaba en la cabeza cada vez que me equivocaba en algo. Lo odiaba. Pasé un año y medio metido ahí hasta que por fin la mujer que me encontró cuando mi... madre... me dejó, logró adoptarme.

Se sentía raro hablar de su verdadera madre en voz alta. No había hablado de ella desde que la fue a visitar al cementerio a principio de año, porque siempre su madre Yu lo acompañaba y hablaban de ella. A veces, incluso Hoseok le contaba lo que leía en el diario de ella y conversaban sobre eso a los pies de la tumba.

- ¿Te refieres a tu mamá Yu? -preguntó Taehyung, mirándole atentamente.

- Sí -sonrió despacio con cierta nostalgia-. Ella es una mujer increíble, nació para ser madre; pero la vida es tan jodida que le quitó a su segundo hijo y ya no pudo tener más. Me adoptó por eso. Me dijo que si su hijo hubiera nacido de seguro se hubiera parecido a mí, porque lo sentía -encogiéndose de hombros, siguió acariciando el pelaje del cachorro-. Siempre quiso tener una familia grande, así que ahora tengo seis hermanos, tres hombres y tres mujeres. Al principio nos llevábamos terrible, pero mi madre Yu es una especialista en tratar con mocosos. 

Casi riéndose, vio como Taehyung sonreía con ternura. De repente, Yeontan se removió entre sus brazos y volvió a oler su pecho, dando vueltas algo agitado.

- Oh, creo que quiere mear -dijo Taehyung, enarcando una ceja. Hoseok arrugó el rostro con asco y alzó a Yeontan entre sus manos para pasárselo a Taehyung.

- Es tu bebé -lo miró ceñudo-, hazte cargo.

Taehyung se echó a reír.

- ¿Ya se te ha pasado la vergüenza? -preguntó burlón. Hoseok puso los ojos en blanco, cruzando sus brazos por sobre el pecho.

- No molestes -farfulló, más tranquilo, pero su rostro seguía algo acalorado. Taehyung se levantó de la cama, con el cachorro en brazos y pestañeando nervioso.

- ¿Quieres...? -se detuvo, suspirando y sus cejas juntas arrugando su frente-. Ah, esto es mala idea, pero... ¿Quieres que te enseñe algo que me volverá loco de la vergüenza?

- Ya te he visto desnudo -respondió Hoseok sin inmutarse, logrando que Taehyung balbuceara y sus orejas se tornaran aún más rojas. Le dedicó una sonrisa torcida, apiadándose y acomodándose en la cama-. Es broma, ¿Así quedamos a mano?

Taehyung asintió, para luego salir de la habitación con Yeontan en brazos. Hoseok esperó pacientemente, viendo algunos retratos que se dejaban ver en la esquina de la habitación, apilados y semi cubiertos por una manta blanca. Vio el escritorio de Taehyung, desordenado con lápices desperdigados, restos de goma y hojas de block, sino fuera por la aparición súbita de Taehyung con una carpeta amarilla entre sus manos, se hubiera parado para ordenar todo ese desastre.

Volviendo a prestar atención a lo que Taehyung traía consigo, terminó sentándose en la cama, mientras el escultor se sentaba en el colchón y entre ellos abría la carpeta, dejando ver un montón de hojas de block, hojas de acuarela, de grafito e incluso servilletas con trazos dibujados. Hoseok se le detuvo el corazón cuando todo lo que había en esas hojas era él.

- Son todos los dibujos que he hecho de ti -confesó Taehyung, cabizbajo mientras sacaba el último de la pila-. Este es el primero -pasándoselo, Hoseok admiró su rostro indiferente y ladeado, mirando un punto lejano,  retratado con grafito; era de medio cuerpo y parecía que le llegaban haces de luz al rostro. Habían varios retratos de su rostro, en unas salía sonriendo y en otras salía aterradoramente serio, algunas eran de cuerpo completo y otras eran de perfil. En los dibujos de las servilletas, sólo se veían sus ojos-. Incluso tiene la fecha -Hoseok asintió, viendo que era de hace un año atrás-. Urgh, lo siento -gimió Taehyung apenado, llamando la atención de Hoseok al ver como agarraba la almohada a su lado y la aplastaba contra su cara; con voz ahogada contra ella, exclamó- Debes pensar que soy un acosador obsesionado.

- Sólo me doy cuenta, otra vez, de lo jodidamente talentoso que eres -rectificó Hoseok sorprendido, sintiéndose tan halagado que estuvo a punto de dejar los dibujos en otro lado y comerle la boca a Taehyung. En cambio, controló los latidos de su corazón y se puso serio, agarrando la almohada y bajándola para ver el rostro fuertemente sonrojado del escultor-. Sólo quiero dejar en claro que no soy un niño herido por quien tengas que compadecerte al haber tenido un ataque de pánico, Taehyung.

- No te compadezco -negó, mordiéndose el labio inferior y volviendo la vista hacia los dibujos-. Me gustas.

Con los dedos, Hoseok alzó el mentón de Taehyung para que le mirara.

- También quiero que tengas claro que no eres mi flotador y yo no soy el tuyo.

Mirándole con extrañeza, el escultor pestañeó.

- Lo dices como si trataras de convencerte de ello.

- Lo hago -murmuró Hoseok, dejando el dibujo encima de la pila y mirando fijamente a Taehyung unos segundos antes de decir-; Ven aquí.

Al igual que un resorte, Taehyung gateó hasta sentarse a horcajadas encima de él mirándolo con tanta necesidad que era contagiosa, tirando las sábanas hacia atrás para taparse con ellas, pero Hoseok lo destapó mientras agarraba su cabello entre los dedos y tiraba de él para volver a besarle. Volvió a besar su cuello con fuerza, dejando chupetones y marcas de sus dientes, logrando que Taehyung suspirara y temblara entre sus brazos, al sentir como su otra mano se escabullía en la parte trasera de su pijama -otra vez-.

- ¿Dejarás... que te toque? -logró decir Taehyung en su oído, siento callado otra vez por la boca de Hoseok. Se sentía extasiado cada vez que el escultor se frotaba contra él, necesitando más y más sin ningún pudor. Para cuando le había sacado la camiseta, los pezones de Taehyung se encontraban erectos y listos para ser degustados.<< Maldición >>, de verdad adoraba el cuerpo del escultor-, ¿Crees poder... llegar al final así? -Taehyung volvió a gemir, sus labios recorriendo su mejilla y sus manos agarrando con fuerza su camisa-. Porque yo no, ah. Quiero tocarte, quiero chupar tu piel y quiero que te corras en mí -musito en su oído, mandando una oleada de excitación por todo su cuerpo y directamente a su entrepierna. Dolía tanto que estaba a punto de llegar a su límite; lo estaba deseando tanto que escuchar la voz de Taehyung decir sus deseos de forma descarada lo excitaba hasta la locura-. Quiero ver tu cara... teniendo un orgasmo y quiero sentirte por todas partes. Lo quieres -Taehyung ladeó la cabeza, su nariz rozando la propia mientras dejaba un beso corto en sus labios-. Di que lo quieres.

- Quiero follarte -gruñó Hoseok, apretando a Taehyung contra sí y dejándolo acostado de espaldas en la cama-. Ahora. Siempre sobrepasas todos mis límites. 

Taehyung tenía los ojos húmedos, su cara siendo tan obscena y hambrienta que en ese momento creía que podría desfallecer sólo por esa imagen. Aplastó su cuerpo con el suyo, rozando sus entrepiernas mientras rodeaba su cuello con una mano, inmovilizándolo y besándolo como si se estuviera ahogando sin él, escabullendo su otra mano por la entrepierna de Taehyung y acariciando, haciendo que el escultor emitiera un gemido ruidoso por el estremecimiento que le dio y que lo prendió aún más. Lo adoraba demasiado, lo deseaba tanto que ya no le importaba nada, no recordaba nada malo; todo era Taehyung y todo él era completamente bueno y glorioso. Perfecto.

- Lo quiero tanto -gimió Taehyung entre sus labios, respirando tan agitado que le robaba el aliento-, quiero follar contigo desde la primera vez que te vi -Hoseok no pudo evitar gemir, cuando Taehyung escabulló sus manos por debajo de su pantalón y apretó su trasero, haciendo que se rozaran con más intensidad y su espalda se curvara por la sensación de la sangre caliente recorriendo todo su cuerpo-. Si vamos... a hacer esto tienes que... dejar que te toque -Hoseok mordió su mentón, besando y lamiendo- Sé que deseas que te toque.

- Me sacas de mi sistema -musito con voz ronca, sin dejar de acariciar a Taehyung como sabía que le gustaba; sin pensar en nada más y sólo en él. Apoyando sus frentes juntas, Hoseok llevó la nariz a la mejilla de Taehyung y aspiró; su aroma a jabón, piel y sudor lo estaban enloqueciendo-. Deja de meterte en mi cabeza, ya estoy lo suficientemente jodido como para desearte como un estúpido hombre de las cavernas.

- No es mi culpa que seas un salvaje, Hoseokie hyung -logró articular entre suspiros y jadeos, burlonamente.

- Maldito idiota de labios dulces -refunfuñó Hoseok, haciendo todo el toque y caricias más intensas, se estaba quemando y sabía que ya no podía hacer nada al respecto, todo él impregnado en su piel, en su mente y en su vida. Cuando volvió a murmurar, sabía que no habría vuelta atrás y que estaba malditamente condenado a él-; tócame... y devuélveme a la realidad.









[...]

lo siento no me maten

pronto actualizo de nuevo :(

sí, en el siguiente habrá s e x o, así que a quienes les incómoda les recomiendo sólo leer los diálogos que también son importantes (no serán sólo gemidos oc¿? bromis alks)

están advertidxs >:3 en especial a mi bb JulissaMin, que no está acostumbrada a esto  LKAJDLKAS lo siento i lov u 

pd. los comentarios del capítulo anterior, POR DIOS QUE ERAN MUCHOS ALSDKJKLASJD realmente todos acertaron, incluso los que decían bromas ahr no :v

así que este capítulo las dedico a todxs lxs que comentaron seriamente su punto de vista, algunas incluso lo vieron en base a su experiencia y realmente muchísimas gracias por comentar y compartirlo, leí todos sus comentarios y aunque no sabía que responder amé cada uno de ellos <3 lxs adoro~

(y lo siento TT TT no pude elegir a quien dedicar, no me maten, yo lxs amo :'c )

vuelvo pronto <3

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