Juegan al billar
en la esquina del parquecillo,
y dedican sus caladas risueñas
a un bordillo por testigo.
Ríen bohemios y gentiles,
estudian la prosodia de la cerveza
y mientras el cuerpo no decline,
ponme otra como esa.
¿De cuántos testimonios y abrazos,
a la luz de la vera, fuiste responsable?
Qué jolgorio
la copla complementaria en la pared,
dibuja un Desperados
para ver la noche arder.
Hoy no vienen rampas ni piruetas,
sino faldas y bienes compartidos.
Hoy no se maquilló tu histeria
para que compartieras este momento con tus amigos.