Dark Side |HS|

By wildmalik

308K 18.5K 2.1K

- No te tengo miedo - dije en susurro. - Eso cambiará cuando descubras quién soy - dijo sonriendo sin ninguna... More

Monster |HS|
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
Capítulo 3: ¿Mc Donald's?
Capítulo 4: ¿Mal sueño?
Capítulo 5: Criatura asquerosa.
Capítulo 6: Jodidamente perdida.
Capítulo 7 : Cerca de la muerte.
Capítulo 8 : Antídoto.
Capítulo 9 : A veces ganan.
Capítulo 10: Desconocido
Capítulo 11: Perditam.
Capítulo 12: ¿Hermana?
Capítulo 13: No te vayas papá.
Capítulo 14: No te detengas.
Capítulo 15: Escúchame con atención.
Capítulo 16: Empieza la cuenta atrás.
Capítulo 17: Que se quede a cenar.
Capítulo 18: Un minuto.
Capítulo 19: Fotos.
Capítulo 20: Sorpresa (primera parte)
Capítulo 21: Sorpresa (Segunda parte)
Capítulo 22: Lagarto guardián.
Capítulo 23: ¿Porqué él?
Capítulo 24: Esta vez no.
Capítulo 25: Puños calcinadores
Capítulo 26: Cabronazo.
Capítulo 27: Alexander
Capítulo 28: Me tienes a mí.
Capítulo 29: ¿Estás segura?
Capítulo 30: Caeré contigo.
Capítulo 31: No te pierdas.
Capítulo 32: Me niego.
Capítulo 33: No sin mí.
Capítulo 34: Nuestro Padre
Capítulo 35: Tres días.
Capítulo 36: Un cuchillo diferente.
Capítulo 37: Le estaba esperando.
Capítulo 38: Recobrando amistad
Capítulo 39: Niña mala
Capítulo 40: ¿Y si miente?
Capítulo 41: Tentación
Capítulo 42: Quédate
Capítulo 43: Soga al cuello
Capítulo 43: Inhalo y exhalo
Capítulo 44: La Bestia
Capítulo 45: Desván
Capítulo 46: Refugio
Capítulo 47: Normalidad
Capítulo 48: Bocetos
Capítulo 49: En Família
Capítulo 50: Traición
Capítulo 51: Último voto
Capítulo 53: En ventaja
Capítulo 54: Origen pt. 1
Capítulo 55: Origen pt.2
Capítulo 56: Origen pt. 3

Capítulo 52: Todas vosotras

329 41 10
By wildmalik

Me retuerzo dolorida sobre una superfície dura, sin todavía abrir los ojos, temiendo lo que pueda llegar a ver. Me llevo la mano a la cabeza acompañando la acción con un quejido y, poco a poco, empiezo a abrir los ojos, intentando incorporarme. Cuando consigo sentarme con mi espalda pegada a la fría pared soy capaz de ver dónde me encuentro, sigo en el furgón. Me levanto lentamente observando las cuatro láminas de metal que me separan del desconocido exterior. Podrían haberme dejado abandonada a mi suerte o bien, estaban esperando a que yo reaccionase y saliese por mí misma. No sé que hacer.

Avanzo hacia la parte trasera del furgón, debatiendo durante el recorrido si intentar abrir la puerta o simplemente permanecer en el interior, sentada en una esquina. Volteo sobre mi misma, centrando mi atención en una pequeña ventanilla que, a duras penas, me permite ver la cabina del conductor. Al llegar a esta asomo la cabeza y alcanzo a ver al piloto, con su mirada fija al frente y su respiración ligeramente agitada. En los asientos de los acompañantes se encuentran cinco cuerpos apilados, completamente pálidos, indicando la ausencia de vida. ¿Será él el causante de ello?

Empieza a voltear y antes de que alcance a verme me he alejado de la ventana para no ser vista, sin llegar a reconocerle yo tampoco a él. Después de eso escucho como su puerta se abre y, seguidamente, retumba al cerrarse. Me centro en el sonido de sus pasos para determinar si se está alejando, cuando consigo concentrarme lo suficiente como para poder localizarle sé que sigue cerca, más de lo que me hubiese gustado.

— Buen trabajo - escucho una voz familiar proveniente del exterior. 

Las capas de tela de mi atuendo no son capaces de atenuar la intensa luz que emite mi colgante cosa que acaba de rematar la situación. No me dejaron a mi suerte, me dejaron con un fin y es de ese peligro del que me advierte el medallón. Mi corazón empieza a latir con fuerza, anticipándose a lo que pueda suceder una vez se abra la puerta. 

¿Cómo puede ser un colgante de protección si no hace más que brillar? Sería capaz de delatarme incluso adentrándome en el epicentro del sol porque, puedo jurar, que no hay luz más intensa que ésta. ¿Cómo podía seguir creyendo que esto iba a protegerme si me van a sacrificar por ello? Sin detenerme a pensarlo un instante lo quito bruscamente de mi cuello y lo hato alrededor de mi cintura creyendo así poder disimular el resplandor y pasarlo por desapercibido.

No puedo deshacerme de él.

Cuando escucho el tintineo de unas llaves que logran sacarme del trance mental, me llevo la mano justo al lugar en el que había ocultado la daga, por si en el más extremo de los casos sea necesario utilizarla. Mi plan A por el momento es no actuar, a no ser que sea estrictamente necesario, hasta que haya podido ordenar el gran rompecabezas mental que poseo.

Ésta se abre bruscamente pero no me sobresalto, estaba preparada. La luminosidad de un par de linternas contacta de manera directa con mis ojos alta mente sensibles debido a la oscuridad en la que he permanecido. No necesito adaptarme al cambio de luz para reconocerle por la silueta de su cuerpo.

— Hoy habrá cena familiar - dice irónicamente, con una amplia sonrisa en su rostro. - Pero lo mejor sin duda será una vez se ponga el sol y se alce la luna.

Con un gesto indica a sus hombres que me saquen por lo que entran y, sin cuidado alguno, me extraen de la parte posterior del vehículo para exponerme al frío del exterior. Me obligan a caminar, siguiendo a Alexander y siendo escoltada por ellos. Mi mirada se encuentra fija en su ancha espalda y, con el estómago revuelto, recuerdo como durante mi infancia me hacia sentir segura recostar mi cabeza sobre ésta para escuchar sus latidos, hasta caer en el más profundo de los sueños. Me repugna mantener recuerdos totalmente incompatibles en cuanto a él. La mira al pasado no es agradable cuando ves que en el presente todo se desmorona. 

En un gesto por evadir  fantasmas del pasado dirijo mi atención hacia otro punto. Me percato de la presencia de dos mujeres más, a parte de los hombres que me sostienen, con su amenazante mirada puesta en mí.

— ¿Qué miras estúpida? - espeto descargando furia.

Lo último que me preocupa es mantener mis formas.

Se detienen a la vez que una de ellas avanza peligrosamente hacia mí. Cuando estamos cara a cara recorre mi cuerpo con su mirada, analizándome de pies a cabeza. Cuando sus ojos hacen contacto con los míos, sin verlo venir, me abofetea con fuerza.

— Podría matarte - dice recorriendo su dedo por mi cuello, haciendo especial presión con su uña sobre mi piel.

Y esta vez sin yo pensarlo le escupo.

— Inténtalo zorra.

En un intento de abalanzarse sobre mí Alexander la detiene, sosteniéndola con fuerza del brazo.

— Tócala una vez más y yo mismo me ocuparé de que sea lo último que hagas - advierte totalmente serio.

Odio una parte de mí por estar agradecida ante su gesto, de otro modo mi plan A hubiese sido un fracaso y me vería en el plan B, apuñalando a toda criatura como si mi vida fuese en ello, y nunca mejor dicho.

Dada la presión aún no había caído en qué sitio estamos, a las afueras de una fábrica abandonada en la que acabamos adentrándonos. Me cuesta un par de segundos adaptarme al brusco cambio de iluminación y poder ver con nitidez en esta sombría oscuridad. 

Era mejor cuando no veía bien ya que ahora visibilizo con gran facilidad a los diferentes grupos de persona repartidos por todo el almacén, con sus intensas miradas sobre la mía parecen estar altamente interesados en mí. Saben quien soy. Todos ellos, absolutamente todos lo saben.

A cada paso que doy, dejando atrás los débiles murmullos, percibo como si todo transcurriese lentamente, desde mis pasos hasta las diminutas gotas de sudor resbalando sobre la frente de uno de los que me sostiene. Nuestros pasos resuenan con fuerza formando un compás acentuado por el eco, en el gran silencio formado. Miro al suelo enfocándome en no pisar nada peligroso, mientras a mi alrededor pasan las miradas, me siento sola en el infierno.

Tras subir unas escaleras completamente oxidadas Alexander abre con energía la puerta, dándole una patada a ésta provocando que se abra de par en par.

— ¡Papá está en casa! - grita con entusiasmo.

Por un instante, que parece eterno, se detiene mi respiración. Lucho con todas mis fuerzas para soltarme del agarre de los gorilas y en uno de mis golpes logro librarme de todos ellos de golpe, dejándolos aturdidos. No vacilo ni un solo instante para correr hacia mi madre y Dakota que yacen en el suelo, con los ojos cerrados.

A cada paso que doy mis latidos retumban en mis oídos, omitiendo cualquier otro sonido proveniente del exterior. Solo rezo por que estén bien.

Me agacho abrazándolas, intentando reprimir las calientes lágrimas que amenazan con salir en cualquier momento.

— ¿Mamá? ¿Dakota? - pregunto en un hilo de voz, entrecortadamente.

Me giro con furia hacia Alexander y antes de llegar a él hago contacto con una verde mirada jodidamente familiar. 

Él era lo único que faltaba en este gran rompecabezas, él era la última gota que faltaba para colmar el vaso.

Tal vez, para hablar con Alexander necesite un ambiente más tranquilo. Tal vez deba recurrir al plan B y acabar ahora con todo aquél que estorba.

Camino hacia un rincón en el que hay cuatro jóvenes, todos ellos delgados y con piel blanca como el papiro, parece mezquino empezar por los de apariencia débil, pero también es mezquino tenerlos a todos contra mí. En un movimiento rápido el cual no pueden anticipar saco la daga y en un recorrido semicircular con mi brazo acabo con ellos cuatro. No pasa ni una milésima de segundo desde que la fina hoja toca superficialmente su piel para que desaparezcan y sean reducidos a simples partículas de polvo.

Y en cuanto me volteo hacia el resto sé que ya nada puede detenerme.

No me cuesta esquivar a los diferentes cuerpos que vienen hacia mí, mis movimientos son hábiles como si hubiese practicado por años y ésta no fuese la primera vez, como si ya hubiese vivido esto. Y es entonces cuando puedo determinar con firmeza que no soy yo la que lucha, no soy dueña de mis actos y me aterroriza. Soy prisionera de mi cuerpo.

Mi mente sale de mi cuerpo y se sitúa al lado de mi madre, observando como yo misma lucho y anticipo todos los actos. Es fascinante lo fácil que lo hago parecer. Esquivo puños lanzados con fuerza, propino golpes salidos de las mejores películas de acción antes de acabar con ellos por completo. Pero no son los movimientos los que me dejan claro que esa no soy yo, sino que es la luz emergente de mis ojos la que lo hace y tan similar a la del amuleto que me lleva a pensar que él se ha apoderado de mi voluntad, dejando mi criterio y habilidades nefastas fuera de juego.

En cuanto la última de las doce personas de la sala cae una fuerza me arrastra de nuevo a la vacía carcasa que reconozco como mi cuerpo. Caigo sobre mis rodillas tras la extraña fusión, intentando canalizar mi pesada respiración.

— No solo la família nos hemos reunido, parece que todas vosotras también - dice mi progenitor entre aplausos.

— ¿Qué? - pregunto con lo poco que me queda de aliento.

Hi girrrrrrrrlsss <33333333333333333

Tengo como objetivo dejar claros algunos aspectos de la novela, ¿hay algo en especial que quieran saber?

En el próximo capítulo entenderán porque Hope está siendo prisionera de su cuerpo y a que se refiere Alexander con "todas vosotras". Porfinnnn quedará desvelada la incógnita del amuleto.

No sé si se dieron cuenta pero Dark Side está llegando a su fin. Y he metido tantos elementos a lo largo de la novela que me está costando mucho cerrar cabos para darle un buen final.

De las 180 lecturas quiero agradecer especialmente a las 25 que votan y dejan su comentario eventualmente, las mencionaría a todas pero me llevaría una hora más eso ajjaja. Muchas gracias, no tienen ni idea de lo sumamente agradecida que estoy.

No me entretengo más, mucho loveeeee xx


Continue Reading

You'll Also Like

318K 31.6K 84
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
155K 11.4K 81
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
367K 32.8K 49
𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝙊𝙛 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 || 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 "Ser una Black digna de su apellido" Estos eran los pensamientos de Madelyn...
413K 37K 50
Son pequeños momentos que pasan juntos y también con Charlie, convivencia en el hotel y al público