-Levihan- OneShots en Edición

Por YepYepYeap

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Historias aleatorias que involucran varios aspectos que Hajime Isayama no nos ha mostrado de nuestra amada pa... Más

A Perfect Date
A flower
Stressful
Weird situations
Let him know
Doubting my sanity
New friendships
Shyness?
Rainy days
Forever
Knowing us
The time we own
It's hard to say goodbye.
How to handle drama...
Helping a friend.
A matter of trust.
Things that happen... Part 1
Things that happen... Part 2
By myself.
Dealing with stress
In sickness and health 2nd part
In sickness and health 3rd Part
We got the stars
We got the stars 2nd part
Hope
Hope 2nd part
The distance
The distance 2nd part.
From zero
From zero 2nd part
Surprises, surprises..
Surprises, surprises 2nd part..
Surprises, surprises 3rd part.
Little details
Little details 2nd part
New
New 2nd part
The last day
About sadness and misfortune
More than a dinner
In another life
Unexpected Situations
When we meet again
Especial Octubre #1
Especial Octubre #2
Especial Octubre #3
Especial Octubre #4
Especial Octubre #5
Mini ~ shots #1
Mini ~ shots #2
Mini ~ shots #3
Secrets are lies?
Secrets are lies? 2nd part
Songfic #1
Secrets are lies? 3rd part
Songfic #2
Secrets are Lies?, Final
Songfic #3
No need for...
Overwhelmed
Rumor Mill
Communication is the key
Not yet
All those silences
Void
In the eyes of the beholder
Looking after...

In sickness and health

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Por YepYepYeap

En la salud y enfermedad.

Hola, volví.
Espero que hayan tenido felices fiestas al lado de sus seres queridos ♥️

Sin más preámbulos,
¿Alguien volvió a pedir ...drama?

⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️ ⭐️

—Ve a buscarla por favor, Levi.

—¿Qué es tan importante que necesitas que yo vaya a buscarla?

—Necesito discutir un plan con ella para cuando salgamos de expedición además de que falta que me entregue algunos documentos —respondió el rubio.

—¿Por qué no mandar a Moblit? —pregunté ya que era lo más sensato.

—Él esta ocupado, le solicite algunos documentos a los cuales sólo tiene acceso la policía militar, eso podría tardar un par de días —respondió.

—Bien, pero si no la encuentro deberás mandar a alguien más —dije tajante.

—Estoy seguro de que la encontrarás —eso último lo dijo con una sonrisa.

—¿A qué rayos viene esa expresión?, cada vez me das más miedo Erwin —dije mitad bromeando mitad serio.

—Anda, ve —hizo un gesto con su mano izquierda indicándome que me largará de una vez.

Di media vuelta y salí de aquella habitación.

Caminé por aquel largo pasillo mientras lo único que se escuchaba eran las pisadas de mis botas contra la madera del suelo del lugar además de algunos reclutas gritando instrucciones fuera de la edificación.

Al terminar de recorrer el pasillo di vuelta a la izquierda para después girar a la derecha, ahí se encontraban algunas habitaciones.

Al fondo del pasillo se hallaba el dormitorio que le pertenecía a ella, se encontraba con la puerta cerrada.

Me acerqué y toque la puerta con los nudillos, mientras esperaba respuesta por parte de mi compañera mire a través de la ventana del pasillo, algunos reclutas recogían hojas de los árboles que recién habían perdido su follaje.

Nada.

Volví a repetir la acción, esta vez aún más fuerte... no había manera de que no escuchara.

Nada.

Decidí que por el bien de la Legión era mejor apresurar el proceso y dejar los modales para después, así que tome la manija y abrí la puerta del dormitorio.

Dentro una tenue luz color blanca iluminaba todo aquel asqueroso sitio.

¿Cómo podía una persona tan inteligente dormir en un lugar tan repulsivo?

Una mezcla de olor a algo fétido y polvo invadió mis fosas nasales, eso era demasiado hasta para ella.

El olor me hizo enfocar mi atención a la tarea más próxima a la mano, abrir las ventanas y buscar lo que sea que estuviese en estado de descomposición.

Sin haber encontrado nada aparente que hubiese muerto en su cuarto, procedí a abrir las ventanas y me dedique a la segunda tarea a la mano, buscarla.

La habitación estaba vacía, eso estaba claro desde el momento en el que toque la puerta y no escuche ningún sonido provenir de dentro.

Vacía y llena de restos de cenizas y pequeños trozos de vidrio como si hubiese quemado algo ahí y luego ese algo estallara.

Estaba por salir de aquel lugar cuando detrás de la puerta vi bastantes pedazos de tela manchados con lo que parecía ser sangre.

A pesar de lo antihigiénico que eso era mi curiosidad fue mayor y tomé un trozo de los muchos que había en el suelo.

Lo abrí cuidadosamente,y efectivamente era sangre, estaba seca ... aunque no tanto como para que se viera de un color diferente, tal vez llevaban ahí algunas horas.

Esa idiota seguramente se había cortado un dedo o algo así, eso quería decir que podría encontrarla en dos lugares: en su laboratorio o la enfermería.

Todo dependía de la gravedad de la herida.

Salí de su habitación y me encamine hacia su laboratorio en la segunda planta del edificio frente al cual se encontraba su dormitorio.

En el momento en el que entré al lugar supe que algo no estaba del todo bien.

Las personas ahí me dedicaron una mirada de terror, la cual era habitual pero esta vez no volvieron inmediatamente a sus actividades como usualmente lo hacían.

Caminé un poco más hasta que un chico me llamo con voz temblorosa.

—Ca..Capitan Levi —mencionó.

Me giré para encarar al muchacho, era Armin.

—Dime —respondí.

A juzgar por su actitud cuando le respondí hizo acopio de todo su valor y me hizo una pregunta.

—¿Está buscando a la Líder de escuadrón? —preguntó respetuosamente.

Vaya que hacían falta chicos como el, que conocieran algo de educación no como los cerdos con los que estaba acostumbrado a tratar.

—Así es, ¿esta en su laboratorio? —pregunté.

—No, Capitan, ella está en la enfermería, tuvo un accidente mientras mezclaba una sustancia en su habitación —respondió el chico.

Vaya tenía razón, esa mujer siempre haciendo las cosas de manera irresponsable.

—Gracias por la información, Armin —dije a manera de despedida.

Al rubio le brillaron los ojos por el simple hecho de haber dicho su nombre... me agradaba la actitud del chico.

—De nada, Capitan —respondió.

—¡Los demás, a lo suyo! —grité para que se pusieran a trabajar, lo cual los hizo entrar en movimiento al instante.

¿Habrá sido un dedo?, ¿la mano?, ¿el brazo? ... me preguntaba si se habría volado algún trozo de carne lo cual además de peligroso era asqueroso.

Entre en la enfermería y barrí el lugar con la mirada, sin éxito.

Decidí preguntar a alguien por ella.

Una enfermera que seguramente me vio entrar por el rabillo del ojo apresuró su paso cuando me vio dirigirme hacia ella.

—Oye —le dije.

Ella se quedó pasmada en su sitio y se giró lentamente.

—¿S...Si? —dijo.

—Hange Zöe, ¿dónde está? —pregunté directo, no quería perder el tiempo con aquella chica.

—Se encuentra detrás de aquella cortina azul —respondió señalando el lado contrario, detrás de la puerta por la que había ingresado momentos antes.

Asentí y ella se giró suspirando aliviada por no tener que tratar más conmigo.

Al llegar a la cortina donde se me había indicado, tiré con suavidad de la misma, lo suficiente como para verla recostada en una camilla dándome la espalda.

Ingrese y volví a dejar la cortina en su sitio.

Camine hasta rodear la camilla, solo hasta ese momento me di cuenta de la gravedad de su accidente.

Tenía parte de la nariz vendada y la sangre ya había impregnado la venda de manera extraña.

Se le veía algo pálida y se notaba en su frente un poco de sudor.

—¿Cómo es que te sigues haciendo esto a ti misma? —dije en voz baja.

Sus anteojos descansaban sobre un mueble al lado de la camilla.

Su uniforme se encontraba manchado por su sangre, desde la blusa color amarillo, hasta los pantalones color café.

Debió haberle dolido bastante la herida como para considerar venir.

¿Pero qué era exactamente lo que le había sucedido?, eso aún era un misterio.

Decidí tomar asiento en una silla cercana y la observé.

Llevaba el cabello suelto, algo inusual debo mencionar, eran pocas las ocasiones cuando la había visto usando su cabellera revuelta libre.

Una enfermera tiro de la cortina y al verme ahí dentro no pudo reprimir un ruido extraño de sorpresa que escapo de su boca.

—Capitan, ¿viene a verificar el estado de la Líder de escuadrón? —mencionó.

—Si —respondí.

—Bien, la voy a despertar para poder cambiar el vendaje nuevamente —comentó.

Había dicho nuevamente... eso era raro.

—¿Cuántas veces ha cambiado su vendaje? —pregunté.

—Seis, con esta ocasión serán siete —mencionó sacando una venda y gasas limpias de una caja que traía consigo.

—¿Tan grave fue el daño? —pregunté sorprendido.

—Bueno su nariz estaba rota y aunque ya corregimos la desviación que provocó la ruptura tuvo bastante pérdida de sangre aunque ya se encuentra mejor, ¿podría ayudarme a retirar ese vendaje? —respondió a mi pregunta mientras dijo lo último.

¿Se había roto la nariz?.... ¿cómo demonios sucedió eso?

—Claro —mencione poniéndome de pie un tanto impresionado por lo que acababa de escuchar.

Ella se acercó a Hange y movió levemente su brazo para que despertara.

—Líder de escuadrón, es hora de cambiar sus vendajes —dijo.

Hange se estiró un poco y en cuanto abrio los ojos realizó un extraño gesto con su rostro, seguido de esta acción un sonido de dolor abandonó sus labios, mientras se llevaba las manos a la zona cubierta con la venda y esta a su vez se teñía de rojo debido a su descuido.

—No debió haber hecho eso, Líder de escuadrón, la herida aún es muy reciente y necesita dejar de hacer movimientos como ese si no quiere que su nariz sangre continuamente —dijo la enfermera a modo de reproche.

Hange tenía los párpados fuertemente cerrados por el dolor, mientras la observaba como se retorcía miserablemente la enfermera me indicó que podía empezar a retirar el vendaje.

Me acerqué y retiré su mano de la herida y proseguiría a desprender algunos trozos de cinta que sujetaban la gasa en su lugar, ella al sentir lo que hacía abrió los ojos y sorprendida mencionó.

—¿Levi qué haces aquí? —dijo mirándome y con un acento un poco extraño.

—Cállate, no me dejas quitarte esta cosa —respondí.

Ella se dejó hacer y por fin pude retirar ese pedazo de tela de su cara.

Era horrible, su nariz estaba en su sitio pero parecía que alguien le hubiese golpeado la zona hasta cansarse.

La piel de los costados de su nariz se teñía con un color verde y violeta, mientras que debajo de sus ojos donde anteriormente se hallaban ojeras ahora estas eran reemplazadas por manchas color púrpura.

Si no la conociera diría que peleo con alguien y ese alguien le dio la paliza de su vida... cosa que jamás había sucedido cabe mencionar.

—¿En que estabas pensando cuando creíste que hacer ese experimento era buena idea? —dije molesto viendo la piel irritada y amoratada de su nariz.

—¿Vienes a regañarme, enserio? —dijo cerrando los ojos nuevamente.

—Tus niveles de irresponsabilidad son mucho peores de lo que creí...—dije un tanto preocupado.

Volví a tomar asiento mientras la enfermera colocaba nuevamente los vendajes en la zona afectada y le daba indicaciones a Hange.

—No más gestos bruscos, no queremos que te desangres —dijo.

Hange se limitó a observar el techo del lugar con intensidad, la enfermera se retiró.

—Le diré a Erwin de esto —dije amenazante.

Dirigió su mirada rápidamente a la mía y dijo.

—No, no le digas... por favor —su acento la hacía sonar ridícula.

—Dame una buena razón por la cual ahora no solo te basta con mutilar titanes, si no que ahora también te gusta romper partes de tu propio cuerpo —dije molesto levantándome nuevamente de mi lugar.

—Pudo haber sido peor —dijo acomodándose el vendaje.

—Esa no es una buena razón, Erwin sabra de esto y no te dejara utilizar tu laboratorio —respondí aún más molesto.

—¡No puedes hacerme esto Levi! —dijo molesta también mientras se incorporaba un poco.

—Claro que puedo, ahora mismo iré a informarle lo sucedido —dije tirando de la cortina.

—No te vayas, espera... te daré una explicación —eso llamo mi atención nuevamente.

Retrocedí y volví a tirar de la cortina.

—Te escucho... —conteste.

—Se que esto probablemente no tendrá mucho sentido para ti pero no podía hacer este experimento en el laboratorio —mencionó a lo cual yo la interrumpí.

—¿Y eso a que se debe? —pregunté cruzando mis brazos frente a mi pecho.

—Ya casi llego a esa parte, espera...
Bueno, yo sabía de los riesgos que podía haber si algo salía mal... así que decidí que mi cuarto era un lugar mucho más seguro para realizarlo —continuó.

—¿Aún cuando eres la experta y conoces los riesgos vas y haces algo como eso en tu cuarto sin supervisión?, vaya eso si que le encantará a Erwin —dije sarcástico.

—Tu has hecho lo mismo, así que no puedes venir a echarme en cara un error como este... —dijo molesta.

—Te recuerdo que no estamos hablando de mi —dije acercándome hasta quedar al borde de la camilla.

Nos miramos por un momento retándonos con la mirada, esa lucha de poder entre ambos era una de las muchas razones por las que todos creían que nos llevábamos mal, lo cual no era cierto... simplemente nos preocupábamos por el otro, de una manera extraña pero sin duda era preocupación.

Ella terminó cediendo, retiro su mirada de la mía y volvió a mirar al techo.

—Armin estaba conmigo, gracias a él esto no pasó a mayores —ella mencionó.

—¿Y debo estar más tranquilo por eso?, ¿sabiendo que pudo haber sido mucho peor, pero que gracias a un muchacho sigues con vida? —dije subiendo mi tono de voz.

—No, tú dijiste que estaba sola haciendo el experimento... no estaba sola, Armin estaba conmigo... y si gracias a él esto no fue peor...
Si de algo sirve el me dijo lo mismo que tú, que era demasiado arriesgado hacerlo en mi habitación pero yo insistí —dijo aún sin mirarme.

—¡Tu trabajo no es tomar ese tipo de decisiones, con un loco suicida como Erwin tengo suficiente para que tú también hagas lo mismo que él! —respondí dándole la espalda.

—Lo hice para no poner en riesgo a las personas que trabajan conmigo en el laboratorio, si le pedí a Armin que estuviera conmigo fue porque confío en él y él era el más capaz de reaccionar ante una situación inesperada, el también estuvo en riesgo al haber aceptado ser mi ayudante... Pero comprendió que todo esto lo hice por un bien mayor, ya sabes la legión confía en nosotros, en ti, en Erwin, en mi ... —hizo una pausa y luego continuó.

—No puedo dejar que sus esperanzas por conocer el exterior terminen dentro del estómago de un titán, debo hacer más, yo tengo que hacer más... —su voz se entre corto.

Momentos después me di cuenta que estaba llorando...

No tenía derecho a contradecirla ya que lo que había dicho era cierto, siempre se exigía demasiado, siempre daba más de lo que le correspondía.

Todo en favor de la Legión y los ciudadanos de las murallas, para que algún día fueran libres de atravesar esos muros.

—Eso no significa que debas dar tu vida a cambio —dije, aún no tenía el valor para verla derrumbada por el
peso que cargaba sin ayuda sobre su espalda.

De la nada su risa invadió la pequeña privacidad con la que contábamos, lo cual me hizo girarme a verla nuevamente.

—¿De qué rayos te estás riendo? —pregunté contrariado.

Ella se sujetaba levemente el lugar del percance mientras con su mano libre limpiaba los restos de lágrimas que seguían en sus mejillas con cuidado de no tocar la zona afectada.

—Tú, de todas las personas vienes a decirme algo como eso...Que no de mi vida a cambio, eso es bastante contradictorio, Levi —respondió dejando de reír mirándome nuevamente.

—Tú eres la persona que más arriesga su vida fuera de las murallas ¿y ahora vienes a sermonearme?, por favor... —término ella su oración con ironía.

—Todos arriesgamos nuestras vidas fuera de las murallas eso no lo niego, ¡pero eso no quiere decir que también tengas que arriesgar tu trasero dentro de ellas! —mencione.

—¡Nadie te pidió que hicieras horas extras y terminarás destrozandote la nariz bajo la supervisión de un muchacho de 16 años Hange! —continue.

—Ya basta, si lo que quieres es castigarme por lo que hice hazlo... ve y dile a Erwin lo que hice y que probablemente lo vuelva a hacer en múltiples ocasiones —respondió molesta.

Esto era demasiado, como podía ser ella la que estaba molesta después de haber sobrevivido tantas expediciones y venir a terminar muerta en la legión por una explosión... que demonios tenía en la cabeza esa mujer.

Toda esta situación me estaba haciendo lidiar con más estrés del necesario, mi cabeza estaba por estallar gracias al dolor que comenzó desde que vi aquellos trozos de tela con su sangre en su habitación.

Tome asiento en la silla nuevamente, más bien me derrumbe en ella y luego comencé a masajear levemente mi sien... esa mujer terminaría matándome.

No moriría gracias a ningún titán, claro que no... antes me mataría ella.

—No te pongas así, tú no eres el que está en una camilla en la enfermería —la escuche mencionar.

—Cállate... —dije sin ganas.

No quería seguir peleando, toda esta situación se salió de control demasiado rápido... necesitaba tiempo para procesar lo que había pasado, lo que ella me había dicho.

—Deja de ser tan dramático, fue solo una explosión, ni siquiera fue grande...—volvió a hablar.

—Ya cállate... —mencioné nuevamente.

—¿Ahora te harás el digno?, vaya hombre primero vienes a sermonearme y luego ya no quieres escuchar mis razones. Eres un hipócrita, ¿escuchaste?—dijo claramente retándome.

Por más que trataba de controlarme podía sentir el autocontrol restante dentro de mi agotarse a una velocidad impresionante con cada palabra que salía de su boca.

—Cállate Hange, cállate...—dije levantando el rostro y mirándola.

Ella titubeó un poco antes de volver a hablar.

—¿Qué me calle?, ¿quién te crees que eres para pedirme algo así?, imbecil dramático.- hizo una pausa para después agregar.

—¡Quiero que te largues, vete no quiero verte .... lárgate! —en este punto, eso ya no era un comentario eran gritos por parte de ella mientras señalaba la cortina con su mano.

La venda comenzó a teñirse de color carmín una vez más, lo cual provocó que mi autocontrol terminara por agotarse.

—¿Quieres que me vaya?, perfecto me voy... ¡maldita loca! —dije gritándole.

Me puse de pie mientras le grité lo anterior, ella aún sorprendía por mi respuesta decidió seguir gritándome.

—¡Vete de una vez...! ¡Pedazo de idiota! —cuando terminó de decir su insulto tomó lo que estaba a su alcance y lo lanzó en mi dirección.

—¡Bastardo imbecil!, eres un estupido, ¿me escuchaste? 

Su puntería había mejorado pero no era tan buena gracias a lo que sea que le habían dado de medicación, por lo que esquive fácilmente sus anteojos y algunas vendas que lanzó.

-¡Me voy, no vuelvas a buscarme... no quiero saber nada de ti, estúpida mujer demente! —dije terminando la conversación y dándome vuelta para salir de él lugar.

—No volveré a buscarte maldito idiota, eres un estúpido, ¿escuchaste imbecil?, ¡no te voy a volver a buscar! —la escuche gritar a través de la cortina mientras ya casi salía de la enfermería.

Una enfermera entró rápidamente a tratar de calmar a la loca de mi compañera mientras yo me dirigía a la salida.

-¡Eres un maldito idiota, Levi, eres una mierda!- fue lo último que la escuche gritar.

Tal vez si era un idiota por preocuparme por alguien como ella, no más... de ahora en adelante las cosas serían diferentes, pensé mientras me dirigía a mi habitación.

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¡Espero que lo hayan disfrutado!

¡Todos aman los votos y los comentarios 😊!

Nos leemos pronto 👋🏻

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